Chapter 2


Me detuve por un momento, frente a mi estaba esa casa, casi como siempre, abandonada y todo demacrada, pero lo que me había dejado con una curiosidad gigantesca había sido que la puerta estaba abierta, por primera vez desde mi llegada. Cuando alejé mi vista pude oir el sonido de unas sirenas no muy lejos de aquí, sin embargo no despegué mi atención de la casa tenebrosa para nada.

Justo en ese instante, desde aquella casa pude ver que salia un pedazo de papel, se movía con mucha rapidez gracias a la corriente de aire y caía en mis pies. Lo único que hice fue tomarla entre mis manos y ver de que se trataba, era el dibujo que yo le había regalado a Ethan esta mañana.

¿Que hacía su dibujo aquí?

Caminé tranquilamente sin tomarle importancia a esa hoja, tal vez se le había caído o resbalado al volver de su escuela.

Los sonidos de las sirenas iban aumentado mientras más me acercaba a casa. Y cuando fijé mi vista pude ver, desde aquí, que habían policías rodeando la casa de mi tía.

¿Qué habia ocurrido?

Corri hacia allí y solo me concentré en algo. Los movimientos de mi tía; ella estaba llorando en el suelo mientras un policía trataba de ayudarla dándole un vaso de agua.

—¡¿Qué pasó?!—solté exigiendo saber la respuesta mirando a mi tía una vez más, ella seguía llorando.

—Es Ethan—susurró ella, casi sin voz.

—¿Qué sucedió con Ethan?—pregunté, trataba de mantener la compostura, trataba de estar calmada pero ya era muy tarde para eso.

—Desapareció—respondió en un susurro—Lo busqué por todos lados; en la casa, en la calle y no hay rastros de él—añadió alterada—Nira, Ethan desapareció—volvió a repetir.

Suspiré confundida y solo me detuve a ayudarla, se reincorporó con lentitud para entrar a casa, y después de unas cuantas súplicas la dejé descansando en su cama, le hacía falta descansar.

—¿Hay forma de ayudar?—pregunté a un policía que aún permanecía afuera de mi casa con su auto y uno de sus compañeros—Necesito encontrar a mi primo, es lo único que me queda—añadi preocupada.

El policía solo negó con el rostro.

—Es lo que hacemos por todos los niños que desaparecen—comenzó a decir uno de los policías—movemos
cielo y tierra para encontrarlos, pero siempre desaparecen sin dejar rastro alguno.

Me dediqué a observarlos por unos escasos segundos, por la expresión que ponían ambos en sus rostros pude intuir que estaban cansados de tantos casos de desapariciones. Sabía, o al menos estaba bien informada sobre algunas desapariciones aquí en Derry, pero no sabia que las ocasionaba, o cuál eran las causas.

—¿Saben a qué se debe las desapariciones?—me atreví a preguntar, pero ambos solo se miraron entre ellos y comenzaron a negar.

—No—soltó uno de ellos—por cierto, solo encontramos esto—volvió a añadir entregándome algo, extendí la mano y recibí la pulsera de Ethan con mucha rapidez.

Los policias solo se despidieron y subieron a su auto acelerando rápidamente. Me quedé allí sin hacer nada, observando el suelo de la calle sin saber que debia hacer. Debía investigar que rayos estaba sucediendo en Derry, debía encontrar a Ethan.



[...]

—Tía, deberías dormir—susurré.

La mujer estaba sentada en su cama, aún despierta a pesar de que ya era muy tarde, ella estaba llorando y verla de ese modo me partía el corazón. Pude sentir que mis manos temblaban de la misma forma, no sabia como rayos reaccionar, yo también me sentía mal.

Sus ojos me vieron con una tristeza inmensa y supe que la desaparición de su único hijo le estaba afectando demasiado.

—Si, ya me estaba preparando para dormir—admitió llevando sus manos a su rostro y secándose las lágrimas—No quiero que Ethan esté muerto—soltó en un susurro y volvió a llorar.

Suspiré.

—Tia—me limité que acercarme hacia ella con una sonrisa gentil—encontraremos a  Ethan—solté.

Definitivamente estaba devastada, Ethan era solo un pequeño, nunca le habia dado motivo alguno para que alguien lo dañase. Era solo un niño, era su hijo y esto estaba siendo muy injusto. Quizás las demás personas que támbien habían perdido a sus hijos en este pueblo tambien estaban sufriendo del mismo modo.

El tema de las desapariciones aquí en Derry jamás había sido de mi interés pero ahora que lo pensaba un poco más todo esto se me hacía muy extraño. Mi tía me observó y se acercó a mi, me abrazó con fuerza, en ese momento dejé de pensar en Ethan y solo me enfoqué en su madre. Tenía que encontrar a ese pequeño, debía hacerlo. Debía hallar un manera.

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