Chapter 14
[...]
Cuando desperté pude ver que no había nadie a mi alrededor, el lugar estaba totalmente vacío y podía ver el dichoso pozo frente a mi.
Entonces me sentí observada, cuando planeaba avanzar para meterme y bajar por el pozo, sentia perfectamente que había alguien más allí, una presencia más que me vigilaba.
Pude escuchar una melodía sonar desde algún lugar, un pequeño silbido tocando una melodia que ya conocía. La canción favorita de mi mejor amigo.
—Nira—su voz me llamó—¿Recuerdas mi discurso en el Barnitzva?—seguí el sonido y solo encontré a Stanley, el de adulto, sentado tan pacíficamente en el suelo, como si no estuviese en la boca voraz del lobo, como si no estuviese descansando apoyando su espalda en el pozo.
Me veía con un poco de extrañeza.
—definitivamente si—pude soltar, al instante oí el eco que mi voz ocasionaba en el lugar.
Él sonrió.
—Pues será así, no va a funcionar si realmente no lo crees—lo observé confundida y éste palmeó un lugar a su lado—sientate—pidió. El rubio tenía la misma sonrisa que ese día, el día en que habiamos tomado un café sin saber que sería el último—En ese momento, cuando daba mi discurso y mientras Richie y tu me observaban solo pude entender una cosa; por más de que mi mente crea que algo depende de mi, solo puedo lograrlo confiando en mi fé—sonreí y supuse que lo decía por la fuerza de voluntad que había tomado para decir que estaba orgulloso de ser un "perdedor" en pleno discurso.
—¿A qué te refieres?
—Le sucederá algo malo, a alguien bueno—soltó.
Sus ojos marrones se plantaron en mi y sentí el impulso de llorar, no me importaba lo malo que sucedería, no ahora. Él estaba frente a mi y yo tenía una inmensa curiosidad de saber porqué él estaba aquí.
—Lo que esperan hacer no va a funcionar si no creen en ustedes, deben hacerlo, así será.
Lo había escuchado atentamente y también había comprendido lo que trataba de decir, pero aún tenía muchas dudas.
—Lo entiendo pero...—me detuve y busqué verlo, pero éste evitaba el contacto visual—Stan, solo dime porqué lo hiciste—pedí en un susurro, tenía la impotencia de hacerlo.
Era mi mejor amigo y se había suicidado solo por esos malditos recuerdos, por ese tonto payaso y todo lo terrorífico que conllevaba recordarlo, por todo lo que había sucedido cuando éramos niños.
No era suficiente.
Sabía que no lo había echo solo por eso.
Yo quería explicaciones.
Él soltó una corta risa angustiada.
Cuando observé sus ojos pude ver un brillo de tristeza y confusión.
—Por más de que te atormente mi muerte, no es tu culpa, nunca lo fue. No dejes que Eso te confunda—soltó rápido.
—¿Prometes decirme por qué?—pregunté, él sonrió.
—Pronto lo haré, Debes regresar.
Quería acercarme, abrazarlo, decirle que quería que volviera aunque sabia perfectamente que era imposible. Solo quería estar unos segundos más con él.
—¡Nira, Nira!—pude oír el eco de la voz de Bill.
—Maldición...¿Nira?—esta vez era la voz de Richie, expresaba confusión.
Podía oírlos perfectamente pero no podía verlos. ¿Qué rayos estaba sucediendo?
—Ve con ellos—soltó Stan, sonrió una última vez y me limité a verlo desaparecer, como si fuese una obra mágica de mi mente.
Cerré mis ojos mientras escuchaba con más fuerza la voz de mis amigos y las cuantas maldiciones que lanzaba Richie.
—¡Nira!—pude sentir que movían mi cuerpo—¿Qué te sucede?—oí nuevamente, cuando abrí mis ojos solo pude ver a Bill frente a mi, luego de unos segundos Richie estaba a mi lado junto a Eddie y Mike.
Dí un respiro y observé el lugar, aún todos estaban aquí, nadie había bajado por el dichoso pozo.
Me reincorpore confundida y toqué mi cabeza, de pronto todo el dolor que había sentido se había esfumado, como si la conversación con Stan me hubiese ayudado a restaurarme por completo.
—¿Qué te sucede?—preguntó confundido Bill—Logré atraparte antes de que cayeras al suelo, ¿Qué pasó?
—Estabas apunto de desmayarte—aportó Ben desde una esquina, Bev asintió.
—Con todo esto quién no—aclaró Eddie asustado. Lo observé mientras éste soltaba una risa nerviosa.
Suspiré.
—¿Qué te sucedió, Nira?—pude oír la voz de Richie.
—¿Estas bien?—preguntó Bill con confusión.
Sin embargo, el temor me invadió, con respecto a lo que Stanley había dicho. Ahora tenía mucho miedo de perder a alguien más.
Observé la herida que estaba en mi mano, ésta comenzaba a sangrar. Como si me diera indicios de que estábamos tardandonos demasiado, indicios de que habíamos vuelto a la realidad y de que algo estaría apunto de suceder.
—Estoy bien, no es nada—apremié con rapidez.
Me levanté y conseguí las miradas confusas de todos allí.
—Bien, Bien—se apresuró a soltar Mike mirando al resto—Vamos, Chicos—ordenó y todos avanzaron hasta llegar al pozo, bajando uno por uno, y con mucho cuidado.
Me detuve por un instante antes de bajar, Bill estaba a mi lado y podía ver su rostro de preocupación.
—¿Estás segura de que estás bien?—volvió a preguntar, soltó un suspiró y me abrazó.
—Si, lo estoy—aclaré con una sonrisa. Éste se acercó y besó mi frente tan delicadamente que hizo que yo soltase una sonrisa en medio de este dichoso caos.
—Vamos—apremié con energía.
Ambos bajamos del pozo con mucha rapidez y nos situamos al lado del resto de nuestros amigos. Debíamos encontrar el lugar en el que aquella tribu nativa había echo el ritual del Chüd hace algunos años atrás. Debiamos acabar con todo esto lo más pronto posible.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top