Chapter 14

Dejamos nuestras bicicletas en el suelo, y comenzabamos a acercarnos a aquella casa tenebrosa, Bill murmuraba cosas que yo no lograba escuchar.

Suspiré y me armé de valor para entrar en aquella casa.

—No nos pa-pasara nad-da, te lo aseguro—afirmó Bill.

Lo observé por un instante y asentí, comenzando a avanzar junto a él.

—¡Bill no puedes entrar es una locura!—el grito de Beverly nos tomó a ambos por sorpresa.

Volteamos y pudimos ver a todos los chicos allí.

—Esperen—murmuró Stanley.

Todos estaban aquí, agradecí internamente por tener a este grupo de amigos.

—Les dije que no tenían que venir con nosotros, pero ¿Qué pasará cuando otro Ethan desaparezca? ¿U otro Georgie?, ¿o otra Betty?, ¿o uno de nosotros?, ¿van a fingir que no pasa nada como todos los demás en Derry?—preguntó Bill sin tartamudear.

Mire a Stanley y a Mike y sonreí, al menos ellos no se habían negado a venir.

—Porqué yo no, cuando vuelvo yo solo veo que Georgie no está ahí, su ropa, sus juguetes, sus animales de peluche, pero él no está. Así que entrar en ésta casa es más fácil que ir a la mía—siguió hablando Bill, tenía los ojos llorosos y comprendía su sufrimiento, necesitaba a Ethan al igual que él necesitaba a Georgie.

—Estara bien si alguien no quiere entrar con nosotros, pero en realidad nosotros anhelamos recuperar a alguien. Cada vez que entro en mi casa lo único que veo es a mi tía destrozada en llantos, pidiendo que su hijo regrese. Ethan era lo único que me quedaba, no soportaría haber tenido la oportunidad de salvarlo y que me haya negado a eso—añadí.

Mis ojos lagrimeaban, podia sentirlo, y tambien podia ver que todos me observaban.

Sabía que Bill tenia razón, de todas maneras alguien más volvería a desaparecer y por eso teníamos que detener a la cosa que estuviera ocasionando esto.

—Entremos—sugerí, éste asintió.

Richie se acercó a nosotros.

—Esperen—volvió a gritar Stanley—¿No creen que debería vigilar alguien?, en caso de que algo malo pase—sugirió volteando a ver si alguien se ofrecía a vigilar.

—¿Quién quiere quedarse afuera?—preguntó Bill.

Todos alzaron la mano, excepto Beverly, quien al parecer se mantenia segura de que quería entrar.

—Rayos—exclamó Richie.

Todos comenzaron a bajar la mano, decidimos que Beverly, Ben, Mike y Stanley se quedarían afuera mientras los demás entrabamos a aquella casa.

Bill abrió la puerta lentamente, la puerta rechinaba, Eddie y Richie murmuraban cosas asustados y asqueados por el olor de aquella casa.

—Lo puedo oler—habló Eddie asqueado

—No respires por la boca—le sugirió Richie a Eddie.

—¿Por qué?—preguntó confuso Eddie.

—Te lo estas tragando—respondió Richie.

Llevé mi dedo a mi boca y pronuncie un "shhh", estos solo asistieron.

La casa emanaba un olor nauseabundo y asqueroso. Miré a Richie alejarse, y de una especie de ramas secas cogió una hoja, comenzó a mirarnos histérico y apunto de gritar.

—¿Qué?—preguntó Bill acercándose a él.

—dice...dice que desapareci—murmuró comenzando a asustarse.

Me acerqué a él y pude ver la hoja que traía en sus manos, era cierto, aquella hoja tenia el rostro impreso de Richie y decía que él había desaparecido.

—Tú no desapareciste, Richie—afirmó Bill tratando de calmarlo.

—Aparece "ciudad de Derry", es mi camiseta, mi cabello, es mi cara, es mi nombre, es la fecha, 76, lo dice aqui—empezó a gritar alterado.

Negué.

Esto era simplemente una mentira.

—Calmate—pidió Bill mirando a Richie.

Eddie estaba asustado.

—¿Qué no entiendes?, desapareci, voy a desaparecer—volvió a gritar alterado.

—Richie, estas aquí con nosotros. No has desaparecido, calmate—solté mirándolo.

Me acerqué a él y busqué su mirada para tranquilizarlo pero no funciono.

—Mirame, eso no es real, solo esta jugando contigo—añadió Bill señalando la hoja que había caído al suelo.

—Hola—murmuró una voz desde lejos, miramos hacia donde provenía el sonido de aquella voz femenina—ayudame por favor—pidió de nuevo.

Pudimos escuchar ruidos en los pisos de arriba, subimos por las escaleras que rechinaban después de nuestras pisadas y seguíamos caminando dirigiendonos hacia la voz que pedía nuestra ayuda.

En un cuarto que tenía la puerta semi abierta estaba una chica en el suelo, tosiendo, su cabello estaba alborotado, sucio y desordenado. Solo podíamos ver su rostro.

—Betty—la llamó Bill.

La chica nos miró preocupada y gritó mientras una fuerza la jalaba hacia atrás, ocultándola más dentro de ese extraño cuarto.

Los cuatro nos acercábamos despacio a ese cuarto, teníamos miedo y la expresión terrorífica de aquella casa era aún peor.

Entramos al cuarto buscando algún rastro de Betty pero parecía que ella se había esfumado, entré penúltima, la puerta se cerró inmediatamente.

Di una mirada hacia atrás examinando a todos.

¿En dónde estaba Eddie?

—¡Chicos!—gritó Eddie desde afuera.

—Eddie—lo llamé.

Me acerqué a la puerta y traté de abrirla, mis esfuerzos eran en vano mientras escuchaba los gritos de Eddie.

Richie y Bill se acercaron a mi lado e intentaban abrir la puerta al igual que yo.

Negué.

Nuestros esfuerzos eran inútiles.

Por una ultima vez más y con la ayuda de Bill traté de romper la perilla pero no funcionaba nada, me alejé de la puerta.

Richie estaba comenzando a alejarse, traté de llamarlo, pero éste no me hizo caso y se fue pronunciando el nombre de "Eddie".

Me alejé de Bill y seguí a Richie quién estaba entrando a un cuarto, entré al mismo cuarto que él y observé a todos lados buscandolo, solo pude ver que no había rastros de Richie. Maldije dentro de mi.

Había caído en una trampa.

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