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27 años despúes

Su voz contandome lo sucedido sonaba serena y por instinto me sentí aterrada. Era algo que habia vivido en la niñez, no pensaba que ocurriría otra vez.

-Soy Mike, Mike de Derry-soltó calmado a través del telefono-Eso volvió.

Estaba totalmente aterrada, me daba muchisimo miedo lo que estaría apunto de pasar. Quizas era mejor evadir el tema, pero el resto tambien iría, no podia negarme a unirme a luchar contra ese payaso otra vez.

-Mike, no te preocupes. Estaré allí-afirmé y el moreno cortó la llamada.

Mis manos temblaron por un instante y senti que perdia el equilibrio. Todo lo que habia pasado aún estaba claro en mi mente, aún habia cuadros con fotos de Ethan aquí.

El teléfono volvió a sonar y esta vez lo cogí lo más rapido posible cuando vi quien era.

-¿Stan...?

-Que lindo volver a escuchar tu voz-soltó-Te extrañaré mucho, Nira-lo habia visto esta mañana. Su sonrisa estaba intacta en mi mente, deslumbraba una felicidad enorme mientras me hablaba de a donde iría en sus vacaciones.

-Stanley...-mi voz sonó casi entre cortada-¿Qué rayos piensas hacer?-pregunté con curiosidad.

-Nira, Quiero que sepas algo-soltó titubeando, por la forma en la que hablaba supe que tambien sentía miedo.

Mi relación con Stanley no se habia esfumado, seguiamos siendo amigos e incluso se suponía que iríamos de viaje junto a su esposa estas vacaciones.

-Fuiste una buena amiga, y realmente te quiero mucho...pero estoy jodidamente asustado ahora-soltó.

Su voz sonaba entre cortada.

-Recibí la llamada de Mike, nuestro amigo de Derry-agregó.

Solté un suspiro y una ola de recuerdos invadieron mi mente. Una vez más, sentí miedo de lo que pronto pasaría.

-Mike tambien me llamó, No dejaré que alguien más muera, no dejaré que Eso gane esta vez-agregué.

Escuché su suspiro a traves de la linea.

-Es algo de lo que me quiero alejar-susurró-Nira, de verdad. Esto ya no está en nuestras manos. Quisiera ir, te juro que quisiera ir...pero no puedo-pude oir que comenzaba a llorar-Tengo miedo, No te sientas culpable por lo que voy a hacer. Fuiste una buena amiga-sus sollozos esta vez se desvanecieron.

Sabia perfectamente que él estaba tratando de ser fuerte, pero nadie puede, todos en este mundo pueden romperse.

-Stanley, ¿Qué piensas hacer?-mi voz sonó autoritaria, exigía saber que estaba planeando.

-Te extrañaré, Nira. Cuidate mucho y saluda a todos de mi parte.

Dejé el telefono y encendí mi celular marcando a Patty, su esposa.

-Contesta, contesta...-pedí en un susurró, sin embargo la mujer no contestaba.

Sabia que algo malo iba a pasar.

Salí de mi casa y corrí mucho más rapido. Estaba lloviendo, y hacia demasiado frio. Mi corazón palpitaba tan fuerte que creí que moriría allí mismo.

-Stan, por favor...-rogué una vez más esperando que no hiciese nada malo.

Seguí corriendo hasta la intersección y cuando vi su casa a unos centimentros de mi, ni siquiera me detuve. Toqué la puerta tan fuerte que creí que mis nudillos se harían daño.

Patricia me recibió con una sonrisa.

-¿En donde está?-pregunté rapido.

-Me dijo que tomaría una ducha, ¿está todo bien?-su voz sonó preocupada al verme, pues solo estaba con una simple casaca verde, muy delgada para el clima que nos azotaba ese día.

Avanzé sin esperar que me dejase pasar y me dirigí hacia el baño con temor, abrí la puerta y el grito de Patricia retumbó en mis oidos.

Solo pude ver la sangre que caía de sus manos, se habia cortado las venas.

Dí un paso más hacia adelante y me agaché hasta su altura. Su cabello parecia estar intacto y sus ojos estaban cerrados, como si solo estuviese durmiendo.

La bañera estaba llena de agua y sangre.

Sentí que perdía el equilibrio. Nos habiamos visto esta mañana, habiamos estado compartiendo un café mientras el sonreía de oreja a oreja. Su vida estaba yendo genial, tenía mucho más por vivir, mucho más que entregar.

Mis manos temblaron de nuevo al ver su cuerpo inerte y las lagrimas de Patty que caían tan desesperadamente.

Me habian arrebatado a mi amigo, habia crecido con el 27 años despúes de todo lo sucedido en Derry.

Solté un suspiró y observé su único rostro una vez más.

-No, esto no está pasando-susurré.

Me senté en el suelo de la ducha y por inercia golpeé con mi mano el suelo.

Pude haber llegado unos minutos antes, pude haber evitado todo, pude haberlo ayudado.

Golpeé otra vez el suelo de la ducha esta veź recordando lo que habia pasado hace unos años atrás.

-Stan, Stanley-mi voz sonaba nerviosa.

Acababamos de salir de la iglesia que dirigía su padre. Y Richie habia sido el primero en retirarse.

-¿Qué sucede, Nira?-preguntó.

-Entonces...¿seguiras estudiando aquí en Derry?-pregunté con una sonrrisa.

-¿Bromeas? Y perderme las aventuras que tendremos con los perdedores, Ni de broma-murmuró sonriendo-Tengo un poco de miedo de saber que es lo que mi padre dirá despúes de ese discurso-soltó nervioso.

Sus ojos me observaron como si pidiesen ayuda y suspiré.

-No creo que se enoje para siempre, eres su hijo. Puede ser que se enoje unos dos o tres días, no creo que pasé más de eso. Eres increible de todos modos-solté sonriendo.

Pude ver su sonrisa tambien mientras avanzabamos.

-Eres una amiga genial. Te lo juro...-sonrió mientras avanzaba-Es más, si tu estuvieras en una situación peligrosa no dudaría ni un segundo y te salvaria-sonrió una vez más.

Mis manos temblaron, y estaba segura de que no era por el frio, habia venido hasta aquí para evitar que algo malo pasara, y no era justo lo que acababa de ocurrir.

Quería pensar que esto solo era un sueño, quería pensar que nada de esto era real. Queria que Stan estuviera aquí, de vuelta conmigo, Queria verlo sonreir una última vez.