Ether decide quedarse y no pelear, Aire lo acepta con desgano, entonces para aclarar sus ideas, en la noche, camina a las orillas del mar para pensar.

—Aún no he recibido mi respuesta a mi confesión. —Aparece Agua.

Aire se sorprende, creía que todos dormían, pero parece que Agua no.

—Pues...

—¿Es cierto lo de Tierra? —lo interrumpe con una pregunta.

—Sí, me gustaba, pero cambió, o creí que la conocía. —Mira al horizonte.

—¿Te rechazó?

Aire la observa fijo.

—¿Por qué quieres saber? ¿No te lastima?

—Claro que sí, pero no entiendo cómo pudo... tú eres...

—¡Agua! —la llama Tierra caminando hacia ellos—. Aire —lo nombra al llegar—. Las plantas hablan.

—¡Tierra! —dice Agua—. Es una conversación privada ¡Dile a tus plantas que no hablen!

—¿Por qué no la rechazas y ya? —La ignora y se dirige a Aire—. Este espectáculo es aburrido.

—No hay ningún espectáculo. —Se gira a ver a Agua—. Hablaremos después.

Ella le sonríe y asiente, él se va.

Agua mira a Tierra.

—De verdad, quiero saber lo que piensas.