Capitulo 26
Acabo de recibir el Whatsapp de Shiro:
"Seiren, yo también la pasé muy bien con vos. Uno de estos días podemos sacar a pasear a Aki y a Ame. Seguro que te va a gustar. Es un Yorkie Terrier. No te preocupes por lo de la amiga de tu mamá. Va a estar todo bien cuando la conozcas. Esperemos. Mamá tuvo un par de amigas mas desde que mi amigo se fue pero nunca pasó a mayores, me refiero a que hayan querido pasar mas tiempo del deseado juntas. Bueno, nos vemos, un abrazo, Shiro"
¿Juntos a pasear con los perros? Me quedé helada con la propuesta. Enseguida, sin pensarlo demasiado le contesté:
"Shiro, hoy es el día de fuego. Vamos a cenar con Ringo, papá y mamá, con la familia de la amiga de mamá, a un restaurante muy «espléndido». Después te cuento qué tal me fue. Respecto a lo de salir a pasear con los perros, ¿qué te parece mañana a la tarde después de almorzar? Un abrazo, Seiren."
Me mandé de una como se verá. Ahora me pregunto si no habrá sido apresurado ya poner un día y todo. Keiko no va a poder creer toda esta situación. Ya ayer me dijo que le parecía muy loco lo que está pasando con Shiro, que ella pensó que él solamente se quería disculpar por lo que había hecho su amigo. Y que a mí me había empezado a gustar (sigue insistiendo con que estoy muerta por él, yo sigo negándoselo). Pero jamás se imaginó que esto fuera a transformarse en una amistad o algo así. Keiko me dice que algo de mí a Shiro le gusta mucho. Porque por algo tiene ganas de verme, me escribe, me acompaña. Cada vez que Keiko insinúa que a él le puede pasar algo conmigo, le recuerdo a la morocha del otro día. Keiko se pone como loca, me dice que tengo la autoestima por el piso, que cualquier chico puede enamorarse de mí. Y me enumera todas mis cualidades según su punto de vista, que teniendo en cuenta el grado de amistad que nos une no es muy objetivo que digamos. En ningún momento se me cruza por la cabeza que Shiro guste de mí. No, tampoco sé por qué es que estamos como estamos, de mensaje para acá, mensaje para allá. Es todo una intriga.
Respuesta de Shiro:
"Seiren, espero que te vaya bien esta noche. Mañana, apenas puedas, contame cómo te fue o pasa por el curso, o yo paso, pero no puedo reunirme. Tengo inglés después de comer. ¿El sábado a la tardecita te parece bien? Avísame si podes. Suerte, un abrazo, Shiro."
Mamá me gritó hasta cansarse que es odioso de mi parte vivir en pantalones. No me quedó otra que gritarle que estas piernas no permiten usar pollera. Y la remató diciéndome que para eso adelgace de una vez y listo. Como si fuera tan fácil. A mí no me parece mal ir a la cena con la ropa con la que fui a bailar el otro día. Pero a ella no le hizo ninguna gracia. Semejante discusión entre nosotras no pudo más que terminar con mamá encerrándose en su habitación. Y yo tragándome las lágrimas, mirando la puerta cerrada y conjurando maleficios.
La cuestión es que otra cosa no tengo, a mí no me preocupa lo que piense o diga su amiga. Ringo se puso una camisa, pantalones negros, zapatos de vestir y se peino. Yo a cara lavada y a otra cosa. Si mamá fuera más amable, conseguiría muchas más cosas de mí. A las 10.30 nos pasa a buscar la familia.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top