Capitulo 9
Y ahora parece que Akito está bueno. Todas revolucionadas en elcolegio, las de quinto por lo menos. De nuestro curso y unas del curso deShiro que vinieron a preguntar por él. Justo está bueno el chico que meescribió a mí y yo no le contesto. Obvio que él me escribió porque soy laúnica que se acercó a hablarle, de la única que tenía el número de teléfono.Por eso. Pero igual.
A mí me había parecido como cualquier otro chico. Hasta muy flaco. Bueno, no, nocomo cualquier otro. Es el nuevo y lo distinto. Tiene que ser eso. Porque es común ycorriente. Tiene onda. Es eso. Cómo se viste, el pelo, La cara angulosa, que es alto. Y sí,bueno está.
Cuando salí del colegio estaba en la puerta hablando con una de las compañerasde Shiro que vino a preguntar por él. Pasé a unos metros de ellos, él pisaba un skate conuno de los pies y lo sostenía contra su pierna con una mano. Ni lo miré cuando pasécerca. Y creo que él ni me vio. Y ahí me va a quedar de recuerdo su mensaje: Seiren,estaría necesitando algo, como recuerdo del día que pude hacer algo distinto y terminéhaciendo lo mismo de siempre.
La realidad es que no le contesté porque no me creo, no me puedo creer que estechico pueda querer hablar conmigo, que le pueda interesar. Ni pensar que pueda gustarde mí, eso ni es posible en mi cabeza. O que en vez de mirarla Keiko el primer día mehaya mirado a mí. Eso pareció. Pero no es posible. Ese tipo de chico jamás se fijaría enalguien como yo, ese es el tipo de chico que no me registra. Bueno, ese y todos losdemás, pero ese es del tipo que jamás me va registrar.
Me quedé tildada mirando el whatsapp, pensando que podía escribirle algo como paraintentar reconectar, retomar el impulso que había tenido, pero no puedo dejar de pensarpara qué y después qué. Aparte seguramente él está todavía charlando con la compañerade Shiro.
Solamente le conté a Keiko lo del mensaje de Akito. Su cara. Entre que mequiere matar, le da bronca y está resignada. Se paró para salir en el recreo y apuntó consu dedo a mi cabeza.
-El problema está acá, ¿sabés? No son los kilos que vos pensás. Dejate dejoder, Sei.-
Sí, se calentó. No sé ni para qué le conté. Como mucho le iba a contestar unmensaje, él me iba a escribir una pavada y ya. Ahí iba a quedar.
O no. Y jamás me voy a enterar.
Me quedé chequeando el celular cada tanto. Como si fuera a pasar algo. Como side repente fuera a sonar
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