Isabel va al seguro social acompañada de su hermano Federico, pero al llegar al seguro social ya está sola, pero sabía que su hermano la podía estar esperando afuera del edificio. 

Al llegar había mucha gente molesta de estar esperando ser atendida, de frente están dos ventanillas que se encontraban cerradas, Isa se quedó dormida sentada y despertó al escuchar mucho alboroto de la gente alrededor, ya habían abierto las dos ventanillas dos hombres que decían que NO iban a atendernos ese día y que regresáramos el martes, entonces Isa desesperada como se sentía gritaba NOOOOO, no es justo que no nos atiendan, mi hija tiene cáncer y no puede esperar más sin quimioterapia y toda la gente les gritaba sus enfermedades, Isa les dijo a todas las personas que se encontraban allí que se unieran para hacer una queja pública, que si alguien quería le diera su número de tel. para hacerla entre todos, para su sorpresa, solo una persona acepto, ambas estaban tristes de la falta de apoyo entre todos.

Después Isa se formó en la fila para aclarar algunas dudas que tenía, un hombre era quien atendía y les daba un papel para ir el martes, una persona se pasaba antes que Isa y ella le dijo que seguía ella, pero el hombre la ignoraba y pasó a una mujer con varias jovencitas que llevaban un casete para entregarlo y se pasaban todos juntos a un cuarto, Isa se quedaba viendo muy molesta, a los minutos llegó otro hombre alto, con barba e Isa le preguntó cuando le darían la quimioterapia a su hija y él le respondía que ya se la debían de haber dado porque no faltaba nada para que ella la recibiera, pero Isa estaba tan descontrolada por su preocupación y solo seguía pensando que debía ir el martes, y se retiraba, se recargó en una barra de cemento y recargó su folder con todos los documentos de su hija que llevaba y un cuento que su hija tenía de chiquita pero ella ya no recuerda cuál es, solo lo reconoció.

Allí dejó olvidados varios documentos, porque ya había olvidado cuando tenía que regresar al seguro y se volvió a formar en la fila para volver a preguntar nuevamente, un hombre que la observaba pero ella solo lo vio y no le dio mayor importancia se robó los documentos que había dejado olvidados, pero ella no quiso salirse de la fila para seguirlo, volvió a preguntar cuando debía volver para que su hija recibiera tratamiento y el hombre le dijo que le dijera los nombres de los medicamentos que recibiría y ella se los daba, brentumiximab y bendamustina, y les aclaraba que ella llevaría la bendamustina, solo necesitaba confirmar que estuviera el otro medicamento, para ese momento Isa ya estaba llorando, se disculpaba por llorar y le explicaba que su hija estaba muy enferma, él le dijo que ya estaba allí el medicamento, que ya debería de haberla recibido, pero le agregó, es mejor que regreses el día que te dijeron, Isa volvía a llorar, se hizo a un lado de la fila y miraba por la ventanilla que los dos hombres primeros estaban en ese cuarto viendo a las mujeres y coqueteando con ellas, en eso vio pasar a un hombre de limpieza que iba mapeando el piso y era José, él la miraba e ignoraba y coqueteaba con una mujer que iba pasando y se le quedaba viendo a las nalgas, Isa lo ignoraba como siempre lo había hecho.

En ese momento vio pasar a su papá que ya había fallecido en la vida real, por el mismo pasillo, Isa quería hablarle pero era como si en ese momento no fuera su papá, si no de otra persona, al menos eso pensó en ese momento Isa, al poco tiempo lo vio como un espíritu de luz y algo hizo para que los hombres se pusieran a trabajar y sin decir palabra alguna le hizo sentir a Isa que todo estaría bien y que pronto atenderían a su hija como debían hacerlo.

Isa se sintió con mucha paz y tranquila, salía feliz, pero seguía llorando. 

Al salir del seguro social ya era de noche y ella sintió mucho miedo porque vio al hombre que se había robado los documentos y la seguía, ella sacó de su bolsa las llaves de su carro y allí tiene un objeto de defensa personal que le regaló su hija, era el mismo color morado y lo dejó en sus manos por si tenía que usarlo contra el hombre, seguía llorando y caminando apresurada, dio una vuelta en una esquina y era una calle oscura con muy poca luz en algunas casas, al terminar esa cuadra dio vuelta de nuevo buscando su carro, ya no sabía en donde estaba, y no sabía si su hermano la estaba esperando pero esa calle estaba muy iluminada, había muchos árboles formando un arco por encima de ella, caminó más por esa calle y el hombre la dejó de seguir, al ir caminando por la calle hermosamente iluminada con mucha naturaleza, vio de su lado derecho tres o quizá más leones, muy grandes pero enjaulados, no gruñían, no hacían nada, solo estaban sentados viéndola pasar, Isa no sintió miedo pero si le causaba sorpresa verlos, sus jaulas eran como casas, no era una jaula común y eran doradas, cuando llegó al final de la calle había escaleras para bajar pero ella se detuvo, en ese momento subía las escaleras un hombre y la abrazó, y le dijo con una hermosa voz que no le pasaría nada malo nunca porque él siempre la iba a proteger, Isa dejó de llorar y lo abrazó.