—Esa persona... — dijo, aún atrapado en la estupefacción. Negándose a creer lo que estaba viendo y con la voz entrecortada, Jimin se animó a preguntar—. ¿Es un paciente?

—No... Esto es solamente un producto que está aquí para ser desmembrado —él estaba de espaldas. Tenía el cubrebucas y el gorrito quirurgico cubriendo sus cabellos negros—. No tengas miedo. Con esto podré comprar más medicamentos. Vivirás y seré yo quien se asegure de eso.

Entonces por fin Park soltó un grito aterrado, retrocediendo hasta recargarse en la pared. Llevó las manos a la cabeza, incapaz de soportar el dolor pinjante que se instauró tras sus ojos.

“Hay que rendirnos con él, no tiene caso”.

“Nos arruinará, no podremos seguir viviendo de esta forma”.

“De cualquier forma, Jimin está destinado a morir”

“¿¡Cómo pueden decir eso?!, ¡Es tu hijo!, ¡es tu hermano!”

—Basta, detente —suplicó Jimin, preso de las voces de los recuerdos. La sangre se había derramado por el piso y no podía dejar de verla. Al cerrar los ojos, aún estaba allí, así como las voces de sus familiares abandonándolo a su suerte—. Si al final haré que todos sufran, será mejor que yo...

—Jiminie... si tienes el valor para decir que me amas, ¿por qué no intentas decir aunque sea una vez que intentas vivir? —Jungkook estaba erguido frente a él aún con la bata y las manos en el aire, llenas de sangre. Sus ojos a través de aquellos anteojos aún eran fríos, pero parecían suplicantes. Las pringas obscuras en aquel quirúrgico tan claro aterraron a Jimin.

—Doctor Jeon... No siga con esto —suplicó—, por favor.

—No llores, Jiminie —exclamó Jungkook mientras se ponía en cuclillas para estar a la altura de Jimin. Lo tomó de la nuca y pegó sus frentes—. Esto es solo un mal sueño.

—¿Un mal sueño? —sollozó Park.

—Exacto, un mal sueño. Anda, duerme. Ahora tendrás un sueño agradable... Lo prometo.

Un sueño agradable...

Con el rostro empapado y los ojos que picaban por las lágrimas, Jimin sintió mucho sueño.

“Todas las cosas tristes, desaparecerán al despertar” fue lo último que escuchó.