07 - Aisha
Jungkook toma la bolsa de mí con su mano libre, la otra sigue sosteniendo mi mano, hasta que salimos del edificio.
Ya no es mi hogar, aunque realmente nunca se sintió de esa manera paraempezar. Un peso se eleva de mis hombros mientas que el aire de la nochegolpea mi rostro. Debería estar asustada, pero no lo estoy.Tal vez ahora pueda intentar empezar de nuevo. Ya no tengo que preocuparme deque mi padre me robe. Quizá pueda conseguir un trabajo.
Jungkook me jala hacia la calle, y un hombre usando un traje oscuro salta del lado del conductor de una limusina. Es casi tan grande como Jungkook. Pasa alrededor y abrela puerta trasera. Tiro de mi mano, pero Jungkook sólo aprieta su agarre.
—Dentro —me ordena.
Tomo un aliento de muerte.
—Tal vez podemos tomar el autobús. Pasa uno cada treinta minutos más omenos. —Asiento hacia la parada de autobús.
—¿Por qué tomaríamos el autobús cuando tenemos un auto? —pregunta,sacudiendo su cabeza como si estuviera haciendo una broma.
Me empuja a la limusina y lo sigo con reticencia. La puerta del auto se cierradetrás de mí, haciéndome saltar, pero la mano de Jungkook viene y descansa sobre mipierna. Sorpresivamente, me ofrece confort. Todo acerca de este hombre sesiente reconfortante. Debe ser por eso que encontré tan fácil el irme con él. Él estuyo, una voz susurra en mi mente.
—¿Qué está mal? —pregunta, preocupación en su rostro. Sus cejas se juntan, yes como si estuviera acostumbrado a sentirse así.
Algo sobre él se siente un poco oscuro, pero por alguna loca razón no siento queesa oscuridad pueda tocarme. De alguna manera sé que él nunca permitiría eso.
—No me gustan los autos —admito—. Los autobuses no son tan malos. Songrandes y están forrados con ventanas. No me siento tan encerrada.
—Hmm. —Su mano en mi muslo me acaricia de ida y vuelta. Las puntas de susdedos alcanzan debajo del borde de mi falda del uniforme—. Deberías relajarte,cariño. No dejaré que nada te suceda. —Se inclina mientras su mano se deslizahacia arriba por debajo de mi falda, y yo suspiro.
Su boca cae sobre la mía, su lengua deslizándose en mis labios entreabiertos. Sabe dulce y caliente, y me encuentro apoyándome en él, disfrutando la cercaníay conexión que me da. Me empujó hacia atrás, queriendo más, profundizando elbeso. Pero permanece suave y perezoso cuando me vuelvo urgente. Nuncahabiendo sentido algo así, quiero tomarlo todo. Es como si alguien activara uninterruptor en mi cuerpo y éste estuviera vivo con excitación.
Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello, queriendo acercarme más a él.Mueve su mano de mi muslo a mi cadera, y en un tirón estoy en su regazo, ahorcajadas sobre él. Pero no rompo la conexión con sus labios. Sigo besándolo yél me deja. Sus manos vagan suavemente por mi cuerpo mientras me permitetomar lo que necesito. Siento que empiezo a mecerme contra él, y eso causa queun gemido salga de mí.
Un ruido sale de su cuerpo, un ruido que suena mucho como un gruñido. Suagarre en mí se hace más firme cuando la tensión se eleva en su cuerpo. Quierealgo, pero no sé lo que es. No puedo intentar averiguarlo con todas lasmaravillosas y nuevas sensaciones que fluyen a través de mi cuerpo. A medida que me presiono contra él, todo el mundo desaparece.
—Más —imploro, alejándome de su boca por un momento antes de aferrarme denuevo a sus labios. Mis manos van a su cabello, queriendo aferrarme a él, así notengo que nunca dejarlo ir.
—Aquí no, cariño —murmura, alejándose de mi boca.
No dejo que eso me detenga mientras voy por su cuello, besándolo en cualquierparte donde encuentro piel expuesta. Deseando su calor. Queriendo su sabor.Sigo meciéndome contra él, y algo se acumula dentro mí. Sus manos van a miscaderas, bloqueándome en el lugar.
—Joder, vas a matarme. —Lo escucho murmurar—. Cariño, no quiero que laprimera vez que te haga venir, estemos en la parte trasera de un auto.
Retrocediendo, lo miro y alrededor en el interior de limusina. Olvidé queestábamos en un auto. Mi corazón empieza a correr.
—Está bien. —Suavemente toma mi mejilla—. Estamos aquí.
—Me distraes. —Le sonrío.
—Conozco el sentimiento. Me has estado distrayendo por un tiempo.
—¿Es eso algo malo? —Me apoyo en su mano. No sabía cuánto extrañaba el consuelo físico y el afecto.
—No, es una distracción que necesito. —Sonrío ante sus palabras—. Vamos,vamos a entrar.
Salimos de la limusina y entramos en el edificio. Mientras caminamos hacia el ascensor, mi pulso salta. Repentinamente estoy en los brazos de Ash. Pasa los ascensores y abre la puerta cercana que marca “Escaleras”.
—¿Qué estás haciendo? —pregunto, sabiendo que su hogar está en el quintopiso. Eso es un montón de escaleras.
—Tratarte como deberías ser tratada, cuidando de ti. Sostente fuerte. —Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y él sube las escaleras de a dosescalones a la vez—. Supongo que a mi chica tampoco le gustaría estar atrapadaen un ascensor.
—No —susurro apoyando mi cabeza en sus hombros.
Ha hecho tanto por mi hasta ahora, y no tiene ni idea de lo mucho que significa para mí. Mostrándome que realmente soy su primer pensamiento. Mi bienestarparece ser su única preocupación. Cuando llegamos a la planta superior, me poneen mis pies por un segundo para abrir la puerta. Entonces me levanta de nuevoen sus brazos y se pasea dentro de su hogar. Mi aliento queda atrapado.Sabía que la planta superior tenía un balcón, pero no sabía que las paredes quedan a la calle estaban hechas de vidrio. No presto atención al resto de la casa mientras me pone en mis pies. Me dirijo derecho al balcón, mis ojos fijos en su belleza.
—Todo se abre —dice Jungkook dirigiéndose al balcón también. Pulsa un botón en la pared y la pared de cristal se pliega lentamente, erradicando la barrera al mundo exterior.
—Es perfecto —le digo, caminando hacia el balcón con vista al parque.
—Lo es —responde.
Lo miro de nuevo, pero me está mirándome a mí, no al parque. Mis mejillas secalientan mientas recuerdo cómo lo ataqué en la limusina y él me dejó.
—¿Qué es eso? —Señalo a las dobles puertas francesas a un lado del balcón.
—Una habitación.
—¿Puedo tener esa?
Una sonrisa se extiende por su cara.
—Era justamente la que estaba pensando para ti.
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