【 Notas de la autora 】 

▶ Drabble ubicado cronológicamente después del último caso de Apollo Justice: El caso de la sucesión.

▶ Segundo drabble con temática navideña, adelantándome a las fechas.

▶ El título del drabble hace referencia a la canción homónima de The Chainsmokers & Coldplay - Something just like this. Aunque la letra no concuerde con lo que hay aquí escrito, he de darle créditos a las casas discográficas de Pharlophone y Disruptor Records, así como también al dúo The Chainsmokers y la banda británica Coldplay.  

▶ Como la gran mayoría sabe, los juegos originales de la saga se ubican en Japón, así que para que la poca descripción que haga del panorama tenga concordancia, tengan en cuenta este pequeño detalle.  

▶ Los personajes de Apollo Justice: Ace Attorney no me pertenecen, sino a Capcom Co., Ltd.  

▶ Créditos al artista de la imagen que he usado para la portada de este relato, quien conozca al autor, estaría agradecida de que me dijesen su nombre.

Y sin más dilaciones, espero que lo disfruten.

He estado leyendo libros viejos, mitos y leyendas...

La Navidad no siempre resulta ser una época de alegría para todos, cualquier persona que haya pasado por momentos difíciles a lo largo de una vida desafortunada creerá que estos días no son más que una farsa comercial plagada de historias absurdas con finales felices para hacer creer a los niños que hay alguien mágico que les deja regalos debajo de un árbol adornado con esferas y guirnaldas doradas; sin embargo, esos mismos relatos que rayan en lo cursi pueden llegar a inspirar un poco de esperanza en quienes más lo necesitan... aunque es posible que eso último lleve algo de tiempo, pues al principio no todos aceptarán con facilidad un poco de calidez en sus corazones.

Tratando de encontrar alguna falla en mi corazón...

La nieve caía copiosamente en la noche previa a la Navidad, el blanco manto que cubría las calles con delicadeza no resultaba ser un impedimento para las personas que transitaban a estas horas tan tardías, sin importar cuán abrigados iban o la cantidad de bolsas de regalos que traían consigo, hacía evidente el porqué llevaban prisa. Y dándole ese último toque de ensueño al paisaje invernal, las luces de distintos colores iluminaban la ciudad cual luciérnagas revoloteando al ritmo de los villancicos que se podía escuchar en cada esquina junto a los buenos deseos de quienes iban disfrazados de Santa Claus.

Deseando tener algo de dicha como en los cuentos de hadas...

A pesar de tener este hermoso panorama al otro lado de las ventanas de su oficina que lo invitaba a unirse a los festejos, Klavier profirió un suspiro cargado de melancolía mientras bebía con indiferencia un poco de su whisky escocés preferido. No pasó mucho tiempo para que finalmente apartara la mirada del exterior, ya no le apetecía seguir admirando la felicidad rebosante en la ciudad, así como tampoco de seguir bebiendo por lo que acabó con dejar lo sobrante del whisky encima de su escritorio.

Intentando seguir una luz que me guíe al final de este oscuro camino...

Sentado ahora en su silla reclinable, dejó que su mente divagara sobre los sucesos acaecidos en los últimos dos juicios que tuvo contra Apollo Justice; aún le costaba creer que las dos personas más cercanas a él le hayan traicionado de la peor manera posible, tanto Daryan como su hermano mayor, Kristoph, resultaron ser asesinos a sangre fría que arruinaron la vida de varias personas sin mostrar remordimiento alguno, razón por la cual no dudó ni un minuto en defender sus ideales al enviar a ambos a la cárcel.

Me detuve frente al Sol y pensé en toda la gente y lugares que amé...

Después de lo sucedido, tuvo que alejarse incluso de los reflectores y de la prensa, no solo como vocalista de The Gavinners, sino como el fiscal de renombre que es, pues no estaba dispuesto a darle a la gente algo con lo cual pueda herirle aún más, no quería pasar por lo mismo que Miles Edgeworth. Pero, sobre todo, se retiraba del mundo de la música al no seguir contando con esa chispa en su corazón que le permitía dar caña cada que subía a los escenarios para deslumbrar a la gente con su música. Y ahora que la tormenta comenzaba a disiparse... ¿realmente era feliz?

El ruido de unos nudillos llamando a su despacho lo sacó de su trance y antes de siquiera responderle a su visitante, la puerta se abrió para dejar a la vista la abrigada figura de la inspectora Skye. Sus mejillas sonrojadas y el que estuviese frotándose las manos entrar en calor le dejaban en claro que el frío en el exterior calaba hasta los huesos a pesar de que la nevada no fuese tan fuerte como lo aparentaba. 

- ¿Por qué no me sorprende que aún sigas aquí?- inquirió Ema con ese tono irritado tan característico en ella, aunque no tardó en suavizar sus facciones al caer en cuenta del whisky sobrante encima del escritorio, por lo que pudo adivinar con facilidad el estado de ánimo en el que se encontraba el fiscal -Klavier...- cerrando la puerta tras de sí, le tomó unas cuantas zancadas llegar hasta donde se encontraba el chico - ¿Está todo bien?- Ema se atrevió a tomarle del mentón para que le alzara la vista.

Viendo todos esos rostros, me di cuenta que fuiste la única que siempre estuvo a mi lado...

Klavier levantó su mirada, obedeciendo al suave tacto de la inspectora, permitiéndole ver la preocupación en ese par de hermosos ojos azules. No fue hasta ese momento, en que se vio reflejado en los ojos de Ema, donde pudo advertir que por mucho que ella tratase de ocultarlo, realmente le importaba su bienestar (a pesar de las muchas veces que lo ha catalogado como un cretino pomposo)... quizá, más de lo que a la chica le gustaría admitir algún día.

Por primera vez en la noche se permitió esbozar una dulce sonrisa que le ayudaría a tranquilizar a su inspectora preferida, después de todo, el fiscal ya había decidido qué camino recorrer para alcanzar el único objetivo que ha tenido en claro desde esa vez que sus caminos se toparon en el parque People.

Sintiendo una vez más la calidez invadir mi corazón...

-Fräulein Skye, en verdad aprecio mucho que te preocupes por mí- con delicadeza habría de retirar la mano de Ema que seguía posada en su mentón, no tardando en ponerse de pie -Así que, respondiendo a tu pregunta, sí, todo está en orden-

- No sé si deba creerte- comentó con cierto recelo -A veces sueles exagerar las cosas para que me inquiete más de la cuenta-

- Haz lo que quieras, Ema- sin que la chica se lo esperase, la ex estrella de rock le tomó por la cintura para acercarla lo más posible a él -Sin embargo, ten por seguro que esto no hará que me olvide que tenemos una cita pendiente-

- Maldita sea, Klavier, ¿por qué siempre caigo en tus juegos?- a pesar de su queja, la inspectora no opuso resistencia, quizá porque ya estaba acostumbrada a este tipo de arrebatos por parte del fiscal, además haría cualquier cosa por Klavier para verle feliz en este día tan especial.

- Excelente pregunta- rozó la punta de su nariz con la de Ema -Pero me niego a responderla-

Si esta noche me pierdo, me perderé a tu lado...