021
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A G R A D A B L E
C I T A
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↬†ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡ Seojun a estado esperando alrededor de una hora a las afueras del edificio a que Koemi se digne a salir.
—Sería más fácil si tuviera su número—murmuró mirando el edificio.
Tal vez era un hecho de que la pelinegra no saliera a su encuentro. Pero él tampoco se rendiría fácilmente.
Así que decidido se paró de la banca en donde se encontraba sentado, ubicado frente al edificio de departamentos, para tomar valor he ir a preguntar a cada puerta si era necesario para sacar a Koemi.
Más para su sorpresa, Kim Koemi se encontraba saliendo con una fabuloso vestido negro que le llegaba un poco más arriba de las rodillas.
El vestido no era precisamente elegante, pero ella lo daba a lucir como uno. Al no querer sentirse incomoda en su cita con unos tacos, decidió ponerse en vez de ellos unas converse negras.
Seojun, después de quedarse por unos minutos con la boca levemente abierta totalmente embobado, decidió acercarse hacia ella, notando que no tenía ni una pisca de maquillaje en el rostro.
—Veo que ya estas lista. Te estuve esperando por mucho tiempo.
—¿De qué hablas?—cuestionó Koemi al verlo parado en frente suyo.
—Te estuve esperando para nuestra cita—dijo. Acomodándose el cabello y mirando hacia otro lado para hacerse el interesante.
—¿Teníamos una cita?—preguntó sorprendida. ¡La pelinegra lo había olvidado por completo!
—Si, es por eso que te arreglaste así, ¿verdad?—cuestionó el azabache ya no tan convencido de que Koemi se haya arreglado para él.
—Lo siento, pero... tengo una cita con tu hermana—la pelinegra se removió incómoda en su sitio ante la mirada furiosa de Seojun.
—¡¿Qué?! ۣۣ፝ۜ͜͡ஓீ†↫
↬†ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡ —¡Tú que haces aquí!—exclamó Gowoon cuando vio entrar a Seojun junto a Koemi a la cafetería.
—Lo mismo me pregunto yo—murmuró el chico mientras miraba mal a su hermana.
—Al parecer los hermanos Han me invitaron a una cita el mismo día—rio divertida Koemi ante las caras furiosas que se dedicaban los dos hermanos.
—¿Por qué le invitaste a una cita?—reprochó el chico de argollas a su hermana.
—Quería invitarle unos refrescos por haberme ayudado con las chicas que me intimidaban—responde de la misma manera.
—Eso es muy dulce de tu parte, Gowoon—habla la pelinegra—, pero no te hubieras molestado, puedo pagar las bebidas.
—¡No!—exclama la azabache—En serio quiero agradecerle comprándole las bebidas.
Koemi la mira indecisa. Es la primera vez que alguien le va a comprar algo sin pedir nada a cambio —claro... no contando a Suho—.
La pelinegra suspira incómoda—Está bien, puedes comprar mis bebidas.
Koemi sonríe ante el pequeño chillido de felicidad que suelta Gowoon, para luego posar su mirada en Seojun, quien todavía se encontraba enfadado con su hermana.
Aunque su enojo no duró mucho. Después de un tiempo Gowoon se desenvolvía con más naturalidad, aunque todavía habíaun toque de timidez al tratarse de Koemi, siendo esto un objeto de burla de su hermano.
—Ni con un chico te pones tan tímida—soltó con diversión el azabache.
—¡Yah! ¡Cállate!—soltó avergonzada la menor mientras daba pequeñas miradas a Koemi—. No le haga caso, Unnie. ¡Omo! Lo siento por mi atrevimiento.
La chica de cabellos largos sonrió hacia Gowoon, era una sonrisa sincera y relajada, pues estaba disfrutando de aquel ambiente junto a los hermanos.
—No te preocupes. Puedes llamarme Unnie.
La menor asintió sonriente, pues aquello significaba que estaba acercándose a ella. Mientras tanto Seojun sonrió mirando hacia ambas, pensando que Koemi no era tan mala como la pintaban.
—Gowoon, ¿No tienes que irte ya a casa?—cuestionó el hermano mientras miraba la hora de su celular.
—¡Ash! ¡Tú lo único que quieres es quedarte a solas con Koemi Unnie!—exclamó furiosa.
Koemi empezó a toser después de escuchar aquello. No, era imposible que Seojun se quisiera quedar con ella.
—¡Claro que no!—soltó sonrojado el motociclista—Lo digo porque me habías dicho que hoy día Jukyung iría a la casa a enseñarte a como maquillarte.
—¡Omo! ¡Es cierto!—chilló la menor después de ver la hora—Si no me voy ahora llegaré tarde—murmuró mientras miraba apenada a Koemi.
—Anda. También es hora de que vuelva a casa.
—Lo siento Unnie—se paró de la mesa y se dirigió a su hermano—. Llévala a su casa, Oppa.
—¿Por qué debería?
—Porque es de noche y porque eres una caballero.
—¡Ash!
La menor se despidió de ambos y salio corriendo de la cafetería para irse a su casa. Donde la esperaba una castaña para enseñarle a como aplicarse el maquillaje correctamente.
—No es necesario que me lleves—habló Koemi al parase del lugar donde estaba, haciendo que Seojun también copiara su acción.
—De todos modos te iba a acompañar. No quiero que llegues a tu casa borracha—se burló el varón.
—¡Yah! No me hagas recordar eso.
Ambos salieron de la cafetería y lo primero que noto Koemi fue el frío que se estaba dando a notar, pues ya faltaba poco para el invierno.
Maldita sea en la hora que no traje abrigo. Maldijo con el pensamiento mientras se estremecía en su sitio.
Para Seojun no paso desapercibido aquella tembladera que empezó a presentar el cuerpo de la chica después de caminar unas cuantas cuadras. Así que con el dolor de su corazón, se tuvo que quitar la chamarra que portaba para dársela.
—¿Por qué me la das?
—¿No es obvio? Es para que te abrigues, tonta.
Koemi miró con mala cara a Seojun por aquel insulto, mas sí recibió el abrigo. No quería resfriarse, ya que odiaba estar enferma. Aunque pensándolo bien esa seria una excusa muy buena para no ir a la escuela.
Los compañeros se mantuvieron en silencio en todo el recorrido. Aunque como siempre, llegando a captar las miradas que les daban los transeúntes.
—Cómo es posible que existan jóvenes tan bellos—escucharon de una anciana—. En mi época no había tantos—se le escuchó quejarse.
Ambos jóvenes se miraron cómplices y soltaron una risa por lo bajo para que la mujer mayor no los escuchara. Fue tan cómica la situación que tuvieron que caminar rápido para reír con libertad.
—Te has reído—soltó el chico.
—Baaa, pero que gran descubrimiento has hecho—habló con ironía Koemi—. Lamento informarte que tengo sentimientos y puedo reír.
Seojun negó divertido.
—Lo digo porque mayormente no lo haces.
—¿Y cuál es el problema?—rodó los ojos.
—Que deberías hacerlo más seguido. Tu risa es linda.
Koemi levantó una ceja ante la incredulidad de haber escuchado esas palabras salir de la boca de Han Seojun.
—¿Qué?—cuestionó el azabache al ver que seguía teniendo la mirada de Koemi sobre él.
—¿Estás coqueteando conmigo?
Seojun sonrió de lado y acercó su rostro hacia la chica.
—Puede que si. Puede que no.
—¿Te gusto o qué?
El azabache abrió los ojos a lo grande. ¿No se supone que debería de estar nerviosa? ¡Estaba invadiendo su espacio personal! No debería de preguntar eso y ponerlo nervioso a él.
—¡Cla-Claro que no!—se alejó de ella y puso su mano en su rostro para tapar lo acalorado que estaba—¡¿Cómo se te ocurre decir eso?!
Koemi se encogió de hombros sin notar lo que había logrado provocar en el chico.
—Entonces deja de coquetear conmigo o pensaré que te gusto.
—El coqueteo no simplemente se utiliza para la persona que te gusta—se excusó Seojun.
Koemi miró hacia al azabache y sonrió divertida.
—Es cierto, el coqueteo también sirve para llevar a personas a la cama.
Han abrió los ojos a más no poder. ¡Por qué tenía que llegar a esa conclusión y decirlo en voz alta!
—No lo digas tan alto—susurró mientras agarraba el brazo de Koemi y la obligaba a caminar más rápido. Pues al parecer una pareja la había logrado escuchar y se les habian quedado mirando raro.
—Aigoo~, Suho me ha contado varias cosas de ti, pero jamás que eras un pervertido.
—¡No soy un pervertido!
—Ajá, de todas formas no voy a caer en tus encantos Seojun. Así que ni piensen que te voy a dejar entrar a mi cama.
—N-No. Yo no quiero hacer nada contigo—soltó rápido mientras se detenía un momento y respiraba para calmarse—. ¡Y no soy un pervertido!
Koemi rueda los ojos divertida. Sabe que no lo es, pues ha hecho todo eso solo para avergonzarlo. Cosa que logró con éxito.
A una cuadra de su departamento Seojun se puso en la misma posición de Koemi, ya que había estando un tiempo atrás para lograr desaparecer el sonrojo que había causado la chica.
—Mierda—la escuchó susurrar por lo bajo.
Seojun volteó su mirada a su costado, confundido por aquel insulto; sin embargo, en ese sitio ya no se encontraba Koemi.
—¡Suho, ya suéltalo! ¡Seojun no te quedes ahí, ayúdame!
El azabache salió de su shock —pues estaba viendo como Suho estaba encima del chico, que Koemi había llamado Hyunsu tiempo atrás, dándole golpe tras golpe—. No tuvo que pensarlo dos veces para irse acercando hacia el lugar donde se estaba llevando la pelea.
—¡Ya basta!—gritó Koemi impidiendo que Hyunsu se vaya encima de Suho y vuelvan a empezar con la pelea.
Por otro lado, Seojun se encontraba también reteniendo a Suho para que no vaya hacia Hyunsu, pues el pelinegro odiaba que Koemi se acercara a ese patán.
Ambos jóvenes tenían los labios partidos y los pómulos hinchados. ¿Por cuánto tiempo habían estado peleando?
—¡No pueden estar peleando a media calle, tarados!—exclamó la pelinegra, haciendo que ambos chicos dejaran de moverse y se quedarán quietos, mirándose desafiante—¡¿Ya ven como traen los rostros?!
Ninguno de los dos adolescentes habló.
—Seojun, lleva a Suho a dentro—pidió Koemi mientras veía a que Hyunsu no volviera a acercarse a su amigo.
Inmediatamente Suho se negó ante aquello, pidiendo a la pelinegra que lo acompañará y no se quedará junto al imbécil de su ex.
Seojun tuvo que cargar a Suho para hacerlo entrar al edificio. Aunque dentro suyo no quería dejar a Koemi con aquel tipo.
Kim soltó un suspiro por lo bajo y encaró a Hyunsu.
—No quiero que te vuelvas a aparecer por aquí de nuevo—avisó con voz fría, voz que era utilizada por primera vez en él —. Si hay una próxima vez pondré una orden de alejamiento—advirtió.
—Koemi , por favor tienes-
—No quiero escuchar más mentiras, Hyunsu. El destino ya dejó en claro que nosotros no podemos estar juntos. Haz tu vida con lo que se te dé la gana, pero lejos de mí, porque yo haré lo mismo.
La pelinegra se dio media vuelta, dispuesta a entrar a su departamento.
—¡Te amo!—gritó Hyunsu como última opción.
Koemi se detuvo y volteó el rostro para observarlo. Era injusto que ella quisiera protegerlo cuando él es el causante de que se sienta tan deprimida los últimos días.
—Deja de amarme, que yo también haré lo mismo.
Y reteniendo las lágrimas, entró al edificio para curar las heridas de Suho.
Entró a su departamento y encontró a los dos ex amigos discutiendo.
—¡No te metas en esto, Seojun! ¡Déjame salir!
—¡Ella a dicho que te quiere adentro! ¡Déjala que resuelva los problemas sola!
Aunque inmediatamente callaron cuando la vieron entrar a la sala.
—¿Estás bien?—Suho fue el primero en preguntar.
Koemi asintió con la cabeza y les dijo que iría a buscar el botiquín para curar las heridas de su amigo.
Ambos chicos se dieron cuenta que mentía, pues sus ojos cristalizados y su decaimiento no mentían.
Seojun aún estaba sorprendido por el comportamiento de Suho, y es que Lee no era de los chicos agresivos que se te lanzaban al primer intento de fastidio, y el claro ejemplo que tenía fue el día que le mando un puñetazo a Suho en pleno refrigerio.
A lo que dedujo que el pelinegro realmente quería tanto a Koemi para sacar ese lado tan desagradable de él solo para defenderla o protegerla.
Por otro lado, Koemi se encontraba en su habitación con el botiquín en las manos, luchando para no salir del departamento y buscar a Hyunsu para curar sus heridas.
Era tan doloroso amar a una persona que te hacia daño, y era aún más doloroso cuando tu corazón se rehusaba a dejarlo de amar.
Incluso si trato de olvidarte no puedo hacerlo. ۣۣ፝ۜ͜͡ஓீ†↫
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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
┖─────«❀»─────┚
BUAAA DESPUÉS DE TANTO TIEMPO VUELVE A PUBLICAR CAPÍTULO AQUÍ
LAMENTO MUCHO QUE HAYAN TENIDO QUE ESPERAR
PERO... ¿YA VIERON QUE SEOJUN Y KOEMI SE ESTAN ACERCANDO?
SIN EMBARGO AL SUCEDER ESO TAMBIÉN VEMOS QUE SUHO Y ELLA SE ESTAN APARTANDO :(
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ESTE CAPÍTULO ESTA DEDICADO A gloumyy
GRACIAS POR COMENTAR Y VOTAR EN MI HISTORIA, HERMOSA ♡
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