C. Siete: Trato [He for Me]
—Park Jihyo estudió en la misma universidad de Yoongi, ambos en el mismo transcurso de tiempo. Ella fue una de las estudiantes internas rechazadas. —señaló Taehyung.
—¿De qué trataba su proyecto? —preguntó Jungkook con un informe en sus manos, pasando de hoja en hoja con rapidez.
—"Muerte Celular espontánea en pacientes suicidas", eso dice aquí. —dijo Hoseok, mostrándole el papel a Jungkook.
—Allí están los indicios suicidas otra vez... —comentó Jimin.
Jungkook dejó todos los papeles sobre el gran mesón y pegó su mirada en un lapiz que estaba sobre este. Su mente no dejaba de preguntarse porqué Jihyo tenía esa clase de obsesión.
◇
El cuerpo ausente de Sana se mantenía en la esquina a espaldas de Yoongi.
Jihyo acercó una mesa hacia Yoongi para utilizarla como asiento.
No había que tener un reloj para saber que el día había acabado, siendo el ambiente sumamente frío, y la luz general había disminuído, quedando un ambiente en tonos amarillentos.
La chica de grandes ojos dejó la pistola a un lado y juntó sus manos sobre sus muslos. Dirigió la mirada a Yoongi, quien enseguida imitó su acción, pero un rastro de enojo y profundo rencor se notaban intensamente en estos.
—Aún no recuerdas quien soy, ¿verdad? —preguntó Jihyo.
—No. Lo he intentado una y otra vez, pero nada —Yoongi agitó su cabeza, logrando que sus ojos desaparecieran un poco gracias a su cabello—. En cualquiera de los casos, te pido disculpas. Por lo que sea que haya hecho. Sólo dime qué hacer y lo haré. Quiero que esto acabe ya.
—Me gusta como suena eso —Jihyo tomó un alicate oxidado y el arma—, pero primero tienes que ayudarme en algo.
Jihyo cortó la cinta aisladora con la que tenía atrapado a Yoongi. Apuntó el arma en su espalda y lo obligó a subir las escaleras que daban hacia la azotea.
Las estrellas nunca se habían visto tan hermosas ante los ojos de Yoongi.
Sintió como Jihyo le enterraba la punta de la pistola en el omoplato izquierdo, logrando de esta manera que Yoongi diera unos pasos, quedando cerca de la pequeña pared de ladrillos que daba hacia la nada misma.
—Sube. —ordenó Jihyo, alzando el mentón para señalar la estructura.
—¿Por qué? —preguntó Yoongi.
Jihyo posicionó el arma en su cuello. Yoongi no tenía más opción.
Subió con cuidado, poniendo sus brazos horizontalmente para mantener el equilibrio. Miró hacia abajo.
La libertad y la muerte estaban a un sútil paso.
—¿Por qué de pronto deseas matarme? —preguntó Yoongi, sintiendo que los ojos por primera vez le fallaban.
—Es parte de mi teoría, la cual dice que cuando tomas la decisión de hacerlo, las células de tu cuerpo comienzan a morir. ¿Puedes sentirlo? Tu cuerpo se siente enfermo, débil y así es más fácil suicidarte. ¡Vamos! ¡Hazlo! Déjame comprobar mi teoría.
—Te recuerdo. —sentenció Yoongi.
Jihyo bajó el arma.
◇
Jungkook fue el primero en entrar al departamento original de Jihyo junto a una tanda de oficiales. Detrás de él venía todo su equipo.
En las paredes de la sala de estar se encontraban un montón de fotografías y recortes de diario enmarcados.
Imágenes de sus padres. Imágenes sacadas de la morgue. Noticias que señalaban un doble suicidio.
Todo el cuerpo de Analistas miraba la pared sin mucho que decir, cuando Hoseok señaló una cámara de vigilancia en plena sala.
—Nos está vigilando.
◇
—Leí tu tesis, ¿sabes? —dijo Yoongi, voltéandose con cuidado de no caer, pero Jihyo jaló su brazo para tirarlo al suelo. Yoongi sintió que todo el cansancio que había ocultado salió en ese instante, pero alzó la mirada para encontrarse nuevamente con el arma apuntándole.
—Me rechazaste porque tenías miedo de que te quitara el puesto, tenías miedo de dejar de ser el genio que crees ser... —afirmó Jihyo.
—No. Tus pruebas no eran sólidas —siguió Yoongi—, utilizaste a tus padres como ejemplo y...—
—¡Ni siquiera lo leíste por completo!
—Sí, sí lo hice —Yoongi retrocedió cuando vio el arma más cerca de su rostro—. ¿Sabes qué pensé cuando lo leí? Pensé que venía de alguien que había sufrido una horrible pérdida y sentí pena por esa persona.
—¡Cállate! ¡Acepta que soy un genio! —Jihyo tenía los ojos brillantes por las lágrimas que le amenzaban con salir.
—¿Al menos sabes lo que es un genio? —preguntó Yoongi, comenzando a hartarse por la actitud que estaba tomando Jihyo.
—Sé que yo soy uno.
—Quizá —dijo Yoongi— . Quizá tu teoría podría haber sido un éxito, pero nunca lo sabremos —Yoongi se colocó de pie con lentitud, notando que la mirada de Jihyo estaba ida—. Un genio no es una simple teoría, Jihyo. Un genio es esfuerzo, horas, sangre, sudor y lágrimas.
◇
Taehyung intentaba buscar desde donde era que Jihyo podía verlos a través de la cámara, pero sus intentos eran simplemente inútiles. Todo esto tenía estresado a todo el equipo que sabía bien que cada minuto era primordial en ese instante.
Jungkook, por otra parte, cogió una hoja de papel y lápiz.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Jimin.
—Un trato.
◇
—Por eso te rechazé, porque no hiciste el trabajo suficiente para conseguir el mérito que tu teoría merece —Yoongi sonrió, incluso cuando su piel era puro sudor, sudor que ocultaba temor—, pero puedes, puedes seguir esforzándote.
Jihyo tenía el rostro lleno de lágrimas y el brazo con el que sostenía el arma, temblaba.
—Te ayudaré, Jihyo.
—Sube —ordenó Jihyo, volviendo al mismo temple lleno de odio.
—No, no lo haré.
—Sube ahora mismo.
—No lo haré. Si quieres matarme, hazlo. Pero quiero vivir lo suficiente para vivir el momento en el que Jungkook te arreste.
Aquellas palabras actuaron como petardos en plena media noche de Año Nuevo en Jihyo.
El arma estaba fuertemente presionada contra el corazón de Yoongi, el cual mantenía los ojos apretados.
...
Entonces, el celular de Jihyo comenzó a sonar.
Ambos volvieron a un presente más actual al que creían estar hace un par de segundos.
Jihyo sacó el aparato de su bolsillo izquierdo y al desbloquearlo, apareció la imagen de Jungkook sosteniendo una hoja con el escrito de:
"Él por mí"
<<Continuará
Perdón por tardar tanto.
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