Comencé a explicarle a Emma lo que era la Revolución Francesa y cómo ocurrió. Entré en detalles sobre las personas que participaron y cómo las ideas de la Ilustración influyeron y provocaron el estallido de la revolución. Emma me prestaba atención con interés, anotando en su cuaderno y grabando el audio con su teléfono para no perderse ningún detalle.

"Wow, sabes mucho de esto, casi como si lo hubieras vivido tú misma", dijo ella, sorprendida.

"Oh, creo que me dejé llevar", pensé para mis adentros. "Es solo que... um... es un tema que me interesa mucho y pues ya he leído bastante sobre el tema", me apresuré a excusarme. Sin embargo, Emma parecía no creer del todo mi excusa, pues noté la sospecha en sus ojos.

"Eh, bueno, um, como te decía, las razones por las que ocurrió fueron..." dije mientras retomaba la explicación, intentando desviar su atención.

Emma aún me miraba con sospecha, y yo empezaba a sentirme nerviosa, pero logré mantener una expresión calmada. "Soy una vampiresa de más de 5 000 años, por amor a Cristo, no debería tenerle miedo a un humano a menos que sea un cazavampiros. Y aun así, aquí estoy, con miedo de que una estudiante de secundaria descubra que no soy una estudiante... qué ironía", reflexioné en mis adentros.

La biblioteca estaba en silencio, excepto por el murmullo lejano de otros estudiantes. Traté de concentrarme en mi explicación. "La Revolución Francesa fue una consecuencia de una serie de factores: la desigualdad social, la crisis financiera del gobierno, y la difusión de las ideas de la Ilustración. Estas ideas, promovidas por pensadores como Voltaire y Rousseau, inspiraron a la gente a cuestionar la monarquía y a luchar por sus derechos."

Emma seguía escribiendo, pero su mirada seguía fija en mí, evaluándome. Decidí intentar desviar la conversación. "¿Y tú? ¿Qué opinas de la Revolución Francesa?", pregunté, esperando que hablar de su punto de vista pudiera desviar su atención de mis conocimientos inusuales.

Emma se tomó un momento para responder. "Bueno, siempre he pensado que fue un período muy turbulento, pero necesario para el cambio. La gente estaba sufriendo y necesitaba una voz, aunque los métodos fueron extremos."

Asentí, agradecida por el cambio de tema. "Sí, fue un período de mucho sufrimiento y sacrificio, pero también de gran transformación. A veces, el cambio requiere un costo muy alto."

Emma pareció relajarse un poco y continuamos hablando sobre el tema, ahora más como un intercambio de ideas que como una clase. A medida que la conversación avanzaba, sentí que la tensión se disipaba un poco. Incluso logramos reírnos de algunas anécdotas históricas menos conocidas.

Al final de nuestra sesión, Emma me miró con una sonrisa. "Gracias, Lily. Me has ayudado mucho. Es increíble cómo conoces tanto."

"De nada, Emma. Me alegra poder ayudarte", respondí, devolviéndole la sonrisa. Mientras recogíamos nuestras cosas, me di cuenta de que, a pesar de las sospechas iniciales, había logrado formar una conexión con ella.

Nos dirigimos hacia la salida de la biblioteca, y Emma me miró con curiosidad. "Oye, Lily, ¿te gustaría venir a mi casa algún día? Podríamos estudiar juntas y tal vez ver una película o algo así."

La invitación me tomó por sorpresa, pero asentí. "Claro, me encantaría."

Mientras caminábamos juntas por el pasillo, sentí una chispa de emoción que no había sentido en siglos. Tal vez, después de todo, esta nueva fachada en la secundaria podría ofrecerme algo más que un refugio temporal: la posibilidad de amistad y, quizás, un poco de humanidad en mi eterna existencia.