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Se hallaba sentada en una de las mesas más pequeñas y escondidas de la enorme biblioteca, del enorme orfanato, extasiándose con la magnificencia del misterioso y aterrador lugar al cual por azares del destino había ido a parar. Tenía su laptop encendida frente a si, y en ella la lista oficial de alumnos de su clase, historia 1

‹‹Este lugar me aterra de maneras inimaginables, y aun así, posee un alo de misterio melancólico que me insta a no querer salir de él››

Sin lugar a dudas suya sería para siempre la extraña idea de que en ese lugar no era muy bien recibida. Desde su llegada no fue capaz de encontrar alivio alguno durante las frías noches de finales de otoño, a solas, encerrada entre cuatro paredes de pálido color marrón, siendo víctima de las más horridas pesadillas durante noches interminables, de las cuales despertaba bañada en sudor y con la respiración entrecortada, temblando, llorando y con un sabor acre en la boca. Deseando con volver el tiempo hacia atrás, cerrar fuertemente los ojos, esperar con gélida paciencia los susurros de un futuro menos turbio... pero de nada servía, ya tenía veintitrés años cumplidos, su futuro ahora era presente y su presente pasado. Yacía sentada frente a una laptop con la lista de veinte chicos y chicas de educación secundaria, sus responsabilidades superaban con creces sus traumas personales y bien lo sabía, lo supo en el momento que acepto aquel trabajo, su primer trabajo.

Incluso el mismo orfanato contaba con ciertas comodidades de las cuales tiempo atrás se habría visto obligada a prescindir lastimosamente, tales como la enorme habitación donde tenían lugar sus pesadillas, la cómoda bañera de cobre que adornaba un rincón del, igualmente, enorme baño y por último el agradable ambiente a naturaleza, arboles frescos, tierra húmeda, lluvia...

Si las pesadillas eran el precio a pagar por dichas comodidades entonces resultaba demasiado barato vivir allí

Terminó de registrar la asistencia de la semana en el sistema con un muy satisfactorio clic de enter, cerró la laptop lentamente mientras bostezaba y se desperezaba un poco.

Como ya no tenía nada mejor en que gastar su tiempo, se dedicó a pasear por las polvorientas estanterías de la elegante biblioteca, simplemente echar un vistazo. Su ojo vislumbró algunos clásicos como "El Quijote", "20 Mil Leguas de Viaje Submarino" y "Drácula" Paró y abrió mucho los ojos cuando leyó en el lomo de un delgado ejemplar algo viejo, el nombre de la mujer más virtuosa creada por uno de los más grandes y oscuros maestros de la literatura

–Justine... ¿es enserio? –tentada lo tomó y hojeó unas cuantas páginas, no cabía duda, era una copia de la novela. Le sorprendió que dicha novela estuviese tan fácilmente a disposición de jóvenes alumnos. Volvió su vista hacia la estantería buscando algún otro ejemplar, nada– que extraño...

¡Quien sabe –leyó con total teatralidad la cita escrita en la contraportada–, cuando el Cielo nos hiere con sus golpes, si la mayor desgracia no es un bien para nosotros!

Si tenía un artista proscrito favorito ese era sin lugar a discusión Sade, sus obras marcaron en ella el inicio de la comprensión realista y amarga de la vida cotidiana, vista desde un punto poco explorado de la sociedad contemporánea como lo era el de alguien atormentado. Quizá la literatura fuese lo que le hacía falta para liberar toda la energía negativa contenida dentro de su alma, plasmar con tinta todos los pesares que ennegrecen su consciencia y moldearlos a su antojo para así atormentar a personajes nacidos de su propia imaginación.

Independientemente de si quisiera hacerlo o no, aun no contaba con tiempo ni el suficiente conocimiento como para aventurarse en el turbulento mundo de la palabra en prosa, así que simplemente tomó el libro y se dirigió hacia la secretaria para retirarlo con una amplia y algo maliciosa sonrisa dibujada en los labios

–¡Oh amigo mío! La prosperidad del crimen es como el rayo, cuyos resplandores engañosos solo embellecen un instante la atmosfera para precipitar en los abismos de la muerte al desdichado que han deslumbrado...

Aquello no venía escrito en la contraportada


.


Llegó a la oficina de Rogers aun algo perturbada por la desconcertante amenaza de Jackson

*Al menos hay que verle el lado positivo –dijo su consciencia, sacándola de su ensimismamiento– ya no serás vir...

–¡Cállate! –gritó– lo único que haces es ponerme aún más nerviosa

*Oye relájate quieres, ¿realmente crees que ese tipo llegará a tocarte? ¡Dentro de un orfanato lleno de chicos y profesores! Usa un poco la cabeza...*

Tenía razón.

–Como sea, no está de más ser precavida... esto, es nuevo para mi... nunca antes me había hecho un enemigo... ni me habían amenazado... ¡Con un demonio! ¡Antes nadie me dirigía la palabra tan seguido!

*Es un cambio positivo si sabes verle el lado afable*

–¿El lado afable? Oyes lo que dices o solo hablas por hablar... ¡No hay nada simpático en que te amenacen de esa forma! O en las pesadillas noche tras noche, mucho menos en los chicos tan raros que se pasean de allá para acá

*Chicos raros –alargó su consciencia aquella frase por segundos en los que Lucia creyó que por fin dejaría hasta allí la charla– ¿Te refieres a Ana? ¿no? Claro que si, a quien más si no.

–No me refería exactamente a Ana, ella es diferente, sí, pero al menos se ve que es feliz con ello. He visto a chicos realmente perturbados, a...

*¿...atormentados? *

–Si, atormentados

*Sabes, es una palabra muy curiosa. A—tor—men—ta—dos, proyecta algo de poder, pese a su significado

–A mi me da igual como se oiga, siempre y cuando se mantenga bien alejada de mi

*¿Pero por qué lo dices? Que, ¿acaso las pesadillas no son suficiente tormento para ti?

–Puedo sobrellevarlas, las pesadillas no son reales, son solo producto de tu... –se detuvo en seco al recordar lo que muchos profesores llegaron a explicarle sobre las pesadillas y su causa– aguarda un momento...–su consciencia guardaba silencio– ¡Tú causas mis pesadillas!

La carcajada que soltó su consciencia fue respuesta suficiente

–¿Lo haces? ¡Contesta!

–*¡No lo hago intencionalmente! *

Lucia estaba furiosa

–¿A que te refieres con eso?

–*Recuerda que no somos dos personas distintas, somos una sola, yo soy tú-tú eres yo, antes de que apareciera en el limbo yo era tu... es decir... éramos, no sé cómo explicarlo... ¿recuerdas a Venom? Creo que es algo parecido, siempre que se une a Peter o Eddie se vuelve uno solo con ellos, se pasea por allí con sus superpoderes pregonando ¡We are Venom! A lo que me refiero es, que nuestro caso es algo similar, soy tú, simplemente nos hemos... separado

–Igual que alguien clonado –respondió Lucia– ambos estarán cien por ciento seguros de que son el original

*Con la simple excepción de que yo ahora sé que soy tu consciencia*

–Aun asi formas parte de mi, eres yo, como tu lo has dicho antes, quizá seas quien soy veraderamente

*Yo estoy un cien por ciento segura de eso*

Si realmente ambas eran la misma persona, se preguntaba como seria la vida desde su otra perspectiva, la perspectiva de su consciencia

Llamó a la puerta de la oficina un par de veces

–Adelante –indicó Rogers al otro lado

Entró y fue recibida por el aleteo y los graznidos del cuervo blanco en su jaula. Rogers se hallaba sentado detrás de su escritorio y con la vista fija en un pequeño cuadro, el cual sostenia en su regazo. Apartó la mirada de él y le sonrió

–Buenos días –la saludó– espero que no haya causado muchos infortunios esta repentina llamada

–Descuide –respondió– aun tengo el resto del dia para estudiar... ¿no?

–Por supuesto, claro que si, esto no demorará mucho tiempo, simplemente me gustaría formularte algunas preguntas

–Que clase de preguntas –tomó asiento en la silla dispuesta justo frente al escritorio de Rogers

–Ummm... preguntas simples... ¿que tal van tus notas?

–Pues... bien, me supongo –no entendia la razón de esa pregunta– usted es el director, debería saberlo

–Claro que lo sé –respondió– solo me asguraba de si serias sincera conmigo

Rogers sonrió, y ella lo hizo instintivamente, le agradaba aquel hombre, la hacia reir numerosas veces, asi como también le provocaba constantes sensaciones de desasosiego. Era más que obvio el hecho de que aquel hombre alto y de mirada cansada ocultaba mas de un misterio debajo de aquel orgullo y e ideales progresistas

—¿Cómo te ha caído la nueva profesora de historia? —preguntó sin dignarse a retirar la mirada de aquel misterioso cuadro

—¿La profesora Alighieri? —recordaba muy bien a aquella mujer joven que tenian por profesora. Baja, carismatica y de complexión algo "Nerd". Ella y sus interminables relatos historicos eran unas de las cosas que volvian mucho mas amenas las clases.

—Me parece una mujer muy inteligente —declaró— además es muy carismática

—Me alegra que te haya agradado —colocó el cuadro a un lado de su escritorio sin revelarle su contenido a Lucia— me gustaría que te... acercaras un poco mas a ella, son mucho mas parecidas de lo que crees

—¿Perdon?

—No me malinterpretes, cuando digo que hambas son parecidas... me refiero a cuestiones un tanto mas reservadas, secretas

Reservado y secreto solo podia significar una cosa

—Ella... ¿la profesora Alighieri puede ver el limbo?

—Es mi sospecha mas temida — se acarició la barbilla, dubitativo— pero no estoy seguro del todo... es por eso...

Lucia se meció adelante y atrás en la silla, esbozó una sonrisa astuta y arqueó los ojos

—Quiere que lo averigüé —dijo— por eso quería verme

Rogers devolvió la sonrisa

—Veo que no eres nada lenta, si, me gustaría pedirte ese favor, no quiero que te inmiscuyas mucho en su vida personal, simplemente me gustaría averiguar si mis sospechas son ciertas.

—¿Y por qué yo? No puede hacerle... una preba o algo asi

—La limbiosis no es detectable científicamente, quienes se conocen por poseerla, es debido a la ascendencia remota, y es que esta condicion es hereditaria, es así como se tiene conocimiento de quien nace privilegiado y quien no. Buscamos las ramas mas viejas y las recorremos hasta dar con las hojas verdes

—Entiendo...

—¿Puedo contar contigo? No te sientas presionada, si decides rechazar esta tarea se hará cargo Ana, aunque muy probablemente termine asustando a Clarisse...

—Descuide —sonrrió— se me da bien hablar con los profesores

*Mentirosa...*

Salió de la oficina de Rogers repasando mentalmente como diablos iba a lograr que su profesora de historia le revelara un posible y muy incomodo secreto

No logró percatarse a tiempo de los chicos que avanzaban hacia ella un poco apurados, afortunadamente, logró esquivar a la mayoría con excepción de una. Choco ligeramente con una chica de su estatura, castaña y con una perdida mirada de claros ojos azules en un rostro aperlado de rasgos finos

—I'm sorry —dijo, o mas bien susurró a modo de disculpa—, I have not seen where I was going

Lucia estuvo a punto de no articular palabra alguna, el ingles no era algo que se le diera muy bien, por lo que solo se agachó y ayudó a la chica a recoger sus libros

—You... —intentó recordar sus remotas lecciones de ingles en san Miguel— no... speek spanish?

La chica observó a Lucia con su enigmatica mirada perdida, de cerca daba un ligero aspecto nervudo o enjuto

—Oh... no, no, I'm new here, I'm from America

—Ah... ok, yeah

Le entregó los libros y ambas se pusieron de pie. La chica observó a Lucia mientras realizaba movimientos ansiosos

—My name is Alice, Alice Kidman

—Am...

*Pretty name, mine is Lucia, I'm from Mexico *

—Am Lucia, from México... pretty... pretty name

*Das pena, ¿sabes?*

—Tanks –paseo la mirada por los alrededores buscando algo especialmente– this... is the director's office?

–Si... quize decir, yes, this is

–Oh, Thank you, this place is really huge ... –repasó nuevamente el lugar hasta detener su vista en la puerta de la oficina de Rogers–. maybe ... no, nothing ...

La chica se despidió nuevamente y al cabo de unos segundos se hallaba llamando a la oficina de Rogers

.

La mañana lo recibió con un dulce y gélido abrazo de melancolía, la cual le provocó un ligero escalofrió desde lo más bajo de su espalda y encendió repentinamente unas ganas insaciables de hacer aquello que más disfrutaba en la vida, no obstante, el lugar y la hora resultaban por demás desfavorecedoras para realizar dicha acción.

–Sabes, Jack, es en momentos como este cuando me pregunto si realmente estas de mi lado –dijo Do'rian, quien se hallaba en compañía de su subordinada a bordo de un vuelo matinal

Jack salió de una especie de trance inducido por lo monótono del ambiente. La asesina había logrado pasar inadvertida su apariencia gracias a maquillaje especial y el buen gusto para la moda de su amo y señor

–No entiendo a qué se refiere... señor

Do'rian se desperezó en el asiento mientras bostezaba

–Ya sabes a lo que me refiero... cumples todas mis ordenes sin dudar un instante... aun sabiendo que yo te he convertido en lo que eres, te he quitado tu humanidad, tu pasado...y lo he hecho contra tu voluntad... nos hallamos en un vuelo con dirección hacia la única persona en todo el mundo capaz de reconocerte y devolverte tu pasado... ¿Y me pagas por ello? Sabes perfectamente que te considero un mero objeto... a ti y a Black, son solo simples marionetas que puedo manipular cuando yo quiera y para los fines que se me antojen, ¿Esperas que crea realmente que no me guardas resentimiento?

Su subordinada simplemente guardo silencio. Observaba por la ventana el ala derecha del avión con especial detenimiento

–¿Realmente quiere saber por qué le sirvo? –preguntó, sin apartar la mirada del avión

–Me harías muy feliz

–Hay ciento sesenta personas a bordo de este avión –comenzó– le las cuales veinte viajan con nosotros en primera clase. El treinta por ciento de esas personas son altos políticos u acaudalados hombres de finanzas... un político o un magnate podrían comprar mi lealtad por cantidades exorbitantes de dinero... enviarme a hacer el trabajo sucio asesinando a algún socio desalmado, o a un candidato no deseado... podría incluso asesinar a cada presidente del mundo, cada líder, cada hombre de fe... podría asesinar a todos y cada uno sin morir ni fallar un solo tiro... pero eso no tendría ningún sentido, solo desperdiciaría mis habilidades

–¿Eres consciente de que te cree precisamente para esa clase de trabajos?

–Si, pero soy consciente también de que he superado sus expectativas con creces en más de una ocasión. Yo no trabajo por dinero, usted no me paga ni un décimo, y aunque lo hiciera de nada me serviría. Eliminó mi necesidad alimenticia, no necesito beber absolutamente nada para vivir... tampoco me es necesario respirar... incluso este cuerpo a dejado de ser orgánico. Usted lo ha dicho, soy solo una marioneta... y sirvo a usted porque es el titiritero con más convicción de todos. No le guardo resentimiento por lo que me ha hecho... ya que también eliminó gran parte de mis sentimientos –lo miró con aquellos fríos ojos azules en los cuales se proyectaba una gran devoción– usted me modifico para no poder amar ni odiar a absolutamente nadie

Si, aquella era sin lugar a dudas su más grande creación

.

Llegó a su habitación siendo recibida por Dante, el pequeño gato gustaba de restregar su pelaje negro contra sus pies en cuanto hacia entrada, sin aguardar siquiera a que acabara de acomodarse. Esa ocasión no fue la excepción

–¿Qué tal todo? ¿eh? –le pregunto, indiferente mientras volvía a cerrar la puerta con seguro

Cargó al animal y se dirigió a la cama donde se quitó los zapatos y se recostó con el animal en el pecho. En el fondo de su mente aún se arremolinaban las dudas sobre el dueño original de aquel gato negro, no obstante, y por encima de eso, algo mucho más profundo la carcomía instintivamente. La curiosidad

Introdujo la mano bajo la almohada y extrajo aquello que hurtaba todos sus pensamientos en ese instante

‹‹Diario de vida››

–No más secretos

Abrió el limbo, buscó la primera entrada y comenzó a leer

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