Capítulo 9: El Plan Inesperado


Tras terminar aquel día.. tan inesperado, llegó un nuevo día. Fuutarou despertó un poco tarde, notando que el sueño lo había vencido tras pasar gran parte de la noche analizando la situación. Mientras se incorporaba lentamente, escuchó las risas de Raiha desde la sala. Al llegar, la encontró sentada junto a Takebayashi, ambas entretenidas en una conversación animada.

Raiha Uesugi: [sonriendo al verlo] "¡Hermano! Al fin despiertas. Takebayashi vino temprano y me enseñó un nuevo juego de cartas."

Fuutarou Uesugi: [aún somnoliento] "Ya veo... Parece que te has ganado la confianza de mi hermana, Takebayashi."

Takebayashi: [con una sonrisa traviesa] "Por supuesto. Y también vine porque tenemos cosas que discutir, Fuutarou. Pero primero, ¿qué tal si desayunas?"

Sin más preámbulo, los tres se sentaron a desayunar. La atmósfera se sentía ligera, pero había una tensión subyacente en el rostro de Fuutarou. Su mente estaba ocupada con los eventos recientes y las palabras que Takebayashi había dicho el día anterior sobre la misteriosa amenaza que rodeaba a Raiha y a él mismo.

Una vez terminado el desayuno, Raiha se levantó para recoger los platos mientras Fuutarou y Takebayashi se apartaron a un rincón de la sala para hablar en privado.

Fuutarou Uesugi: [con seriedad] "Takebayashi, esto no puede seguir así. Si Marou está muerto, alguien más está moviendo los hilos. Necesitamos descubrir quién y acabar con esto antes de que Raiha corra más peligro."

Takebayashi: [cruzando los brazos] "Estoy de acuerdo, pero no puedes hacerlo solo. Esa actitud tuya de cargar con todo sin ayuda es peligrosa. Si queremos resolver esto, necesitamos trabajar juntos."

Fuutarou Uesugi: [frunciendo el ceño] "No puedo arriesgarme a que también te pase algo. Si algo sale mal, no me lo perdonaría."

Takebayashi: [mirándolo fijamente] "Y yo no puedo permitir que hagas esto solo. Adémas, no podemos dejar a Raiha sola. Necesitamos encontrar una solución para ella antes de dar el siguiente paso."

La discusión continuó por varios minutos, pero ambos sabían que debían encontrar un plan viable. Tras un largo silencio, Fuutarou finalmente tuvo una idea.

Fuutarou Uesugi: [pensativo] "Las Nakano. Ellas podrían cuidar de Raiha por un tiempo. Es lo único en lo que puedo pensar para mantenerla a salvo mientras resolvemos esto."

Takebayashi: [asintiendo lentamente] "Es una buena idea. Pero si eso es lo que vamos a hacer, seré yo quien la lleve. Necesitas descansar un poco, Fuutarou. Estás agotado, y si sigues así, no serás de ayuda para nadie."

Aunque inicialmente Fuutarou quiso protestar, terminó aceptando. Takebayashi tenía razón: su cuerpo y mente estaban al límite.

Horas después, Fuutarou despertó. La luz de la luna entraba por la ventana, iluminando la habitación tenuemente. Miró el reloj en la pared: eran casi las diez de la noche. Se levantó y llamó a Raiha, pero no obtuvo respuesta. Revisó toda la casa, pero no había ni rastro de ella ni de Takebayashi.

Fuutarou Uesugi: [preocupado] "¿Qué demonios está pasando? ¿Por qué no están aquí?"

Intentó llamar a Takebayashi, pero su teléfono iba directo al buzón de voz. Su corazón comenzó a latir con fuerza mientras las peores posibilidades cruzaban por su mente. Decidió salir a buscarlas, comenzando por el departamento de las Nakano.

Desde otra perspectiva, las quintillizas también se enfrentaban a una situación confusa. Ichika había recibido un mensaje anónimo en su teléfono con un enlace a un artículo de noticias sobre Marou Nakano. El artículo revelaba detalles impactantes sobre su muerte y el misterioso visitante que lo había asesinado en la cárcel.

Nino Nakano: [leyendo por encima del hombro de Ichika] "Esto no puede ser verdad. Si Marou está muerto, ¿quién más podría estar involucrado en todo esto?"

Ichika Nakano: [frunciendo el ceño] "Eso no es lo único raro. Mencionan que antes de morir, él intentó advertir a alguien. ¿Podría ser Fuutarou?"

Yotsuba Nakano: [preocupada] "Deberíamos llamarlo. Si esto tiene algo que ver con él, podría estar en peligro."

Ichika intentó marcarle, pero la llamada no fue respondida. Aunque intentaron varias veces, Fuutarou no contestó.

Itsuki Nakano: [con firmeza] "Algo está pasando. Tenemos que encontrar una manera de hablar con él."

Cuando las cinco intentaron salir, se encontrarían con una figura sombría de una persona parada al otro lado de su puerta. Todas se asustarían puesto que no conocían a esta persona, pero pareciera que este sujeto.. las conocía perfectamente. Inesperadamente una de ellas, la menos esperada habló.

Miku Nakano: [frunciendo el ceño] "¿Te podemos ayudar en algo? Llevamos prisa por lo tanto habla de una vez"

???: [serio] "Necesito que vengan conmigo, las cinco, él estará feliz de verlas"

Ichika Nakano: [sorprendida] "¿Él?, te refieres a..."

De regreso con Fuutarou, éste había llegado a las puertas del edificio de las Nakano, solo para encontrarlo en silencio. Golpeó la puerta, pero nadie respondió.

El chico bastante preocupado decidiría volver a su casa para saber si había otra señal de Raiha o Takebayashi, aunque la ausencia de las Nakano lo intrigaría bastante.

Y mientras las horas pasaban, en aquella casa donde vivían las Nakano, las luces se prendería, parece que ya habían vuelto.. ¿pero de donde?, y una vez que las cinco se acomodaron tras su llega.. alguien nuevamente tocó su puerta.

Fuutarou Uesugi: "Esto es preocupante.. Raiha tuvo que llegar hace horas.. y Takebayashi no me responde.."

Fuutarou poco a poco se estaría preocupando.. ni Raiha, ni Takebayashi daban una señal, las dos personas más importantes para él.. ¿estarán...? (...) Sin más el chico intentó tranquilizarse y esperar a algo.. o.. quizás.. a alguien..

Para sorpresa de él, su celular comenzó a sonar. Era un número era privado, aunque al mismo tiempo le llegaría otra llamada quien era de Yotsuba. El chico, con el corazón acelerado, decidió contestar solo una llamada.




=====[9]=====

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top