Introducción: Pasado

En el oscuro escenario de la memoria, el pasado se convierte en el eterno antagonista, reviviendo nuestras tragedias y susurrando secretos sombríos que avivan nuestros temores más profundos, recordándonos constantemente quiénes éramos antes de convertirnos en extraños para nosotros mismos. Una maldición que busca opacar cada momento feliz de la vida.

En un frio diciembre de los años setenta, una jovencita beta abrazaba a su pequeño hermano de solo diez años en Calabria, Italia. Los hermanos habían perdido a sus padres en un violento enfrentamiento interno de la 'Ndrangheta. Huérfanos, sin más familia, expulsados de su casa, solo tenían un lugar en el mundo: la calle. La hermana mayor hacía todo lo posible para conseguir comida y esconder a su hermano, un omega masculino, una rareza de la naturaleza que sería muy codiciada por todas las mafias del país.

Pero una terrible noche fueron atrapados por alfas y los llevaron a una construcción abandonada. En ese lugar conocieron a los capos de la 'Ndrangheta. Los bautizaron con otros nombres: Mara, que significa amargura y tristeza, y Stefano, que significa coronado, pues al niño le dieron una distinción especial, se convertiría en el omega de algún capo de la 'Ndrangheta.

En el primer año, Mara y Stefano fueron dejados juntos para ser entrenados y evaluados por sus habilidades. Mara demostró valentía y astucia, desarrolladas por su experiencia en las calles, mientras que Stefano, aunque débil en apariencia, mostró ser un omega dominante, lo que lo volvió valioso. En el segundo año, Mara fue asignada al servicio de un capo, donde sufrió abusos y peligros constantes realizando tareas como transporte de drogas, mensajería e incluso prostitución forzada tras intentar escapar para reunirse con su hermano.

Stefano temía su primer celo, sabiendo que sería asignado a un capo. Cuando eso sucedió, solo tenía doce años, los capos se disputaron su posesión, acordando turnarse. Solo uno, Roberto, el más joven, lo trató con compasión, enseñándole sobre la mafia italiana y brindándole seguridad. Stefano se enamoró de él, sufriendo cada vez que tenía que partir hacia otro capo.

Poco tiempo después, tuvo un bebé, el padre era el capo más importante de la 'Ndrangheta. Stefano pasó todo su embarazo tranquilo y no lo molestaron en esos meses, pero extrañaba a Roberto. Tuvo un niño omega al que el padre asesinó porque solo aceptaría un hijo alfa, quizás betas, pero nunca a un omega.

Eso destruyó a Stefano, sus ganas de vivir también murieron con ese cachorro. Cuando estuvo a punto de suicidarse, Roberto lo salvó matando al capo más importante de la 'Ndrangheta y a varios más. Se había revelado contra la mafia, ese siempre había sido su plan: destronar a la 'Ndrangheta y apoderarse de sus territorios y luego de toda Italia. Y Mara estaba a su lado. Consciente de su valor, Roberto la había sacado de la prostitución y ahora estaba a su servicio.

Pero la 'Ndrangheta no cayó y Roberto junto con toda su gente tuvieron que huir y esconderse en las sombras, buscando destruir a la 'Ndrangheta. Así fue cómo nació la Ombra Nera y cómo Mara y Stefano llegaron a formar parte de ella.

Los hermanos no estuvieron mucho tiempo juntos, Roberto envió a la chica a Rusia, conocía a mucha gente y pudo hacer que ella entrase al harem del Boss bossov de los Orlov, le dio una identidad rusa: Mara Petrova. Para derrotar a los italianos necesitaba apoyo de los rusos, pero su líder: Eduard Orlov se había negado a ayudar a Roberto, así que la misión de Mara era tener un hijo alfa del Boss Eduard para luego asesinarlo y así controlar a los Orlov con su hijo.

Para Mara fue muy difícil, puesto que Eduard no aceptaba a nadie, aún estaba dolido por la muerte de su querida esposa, madre de su adorada única hija: Bela Orlov. La niña era la heredera. Aunque, si Mara lograba tener un hijo alfa, los Orlov no permitirían a Bela heredar el cargo. Pero solo tuvo un hijo beta, al que su padre nombró como Elías. Mara no pudo volver a meterse en la cama de Eduard y a Bela nunca se le quitó su puesto como heredera.

Stefano se convirtió en el confidente de Roberto, demostrando habilidades manipulativas y una gran inteligencia. Cuando Stefano cumplió dieciocho años, Roberto lo aceptó como su omega. Aunque Stefano ya no podía tener hijos debido a complicaciones en su primer embarazo que derivaron en una histerectomía, Roberto se negaba a estar con otros omegas, prefiriendo ser fiel a Stefano. Juntos, planeaban acabar con los italianos a cualquier precio.

Para avanzar en sus planes, Roberto planeó el asesinato del líder y la heredera de los Orlov, con la intención de que Mara tomara el control de los rusos al tener al único hijo vivo de Eduard Orlov. Elías, a los ocho años de edad, quedó huérfano cuando su padre fue asesinado por una bala disparada por la misma Mara.

Fracasaron, ya que no pudieron matar a Bela Orlov, Mara se vio obligada a escapar, dejando a su hijo Elías bajo el cuidado de su hermana. Poco después, la 'Ndrangheta descubrió su escondite en Italia y los atacó, cobrándose la vida de Roberto y muchos otros. Stefano, testigo de la cruel muerte de su amado líder, juró venganza antes de huir con algunos sobrevivientes hacia Altharwa.

En Evimeria, la ciudad más rica de toda Altharwa y quizás de todo el mundo, Stefano tomó la iniciativa y comenzó a reorganizar a las sombras, manteniendo viva la esperanza de vengar la muerte de Roberto. A lo largo de los años, él y Mara emergieron como figuras clave en el submundo de Altharwa, reconstruyendo sus recursos y expandiendo su influencia. Sin embargo, su mejor oportunidad para obtener justicia, Elías Orlov, resultó ser solo un adolescente cegado por la lealtad a Bela, lo que complicó aún más sus planes de venganza.

Por alrededor de quince años, las sombras se dedicaron a negocios menores como el lavado de dinero y el comercio de drogas en Evimeria, lo que les permitía vivir decentemente y ser una molestia para otras mafias. Sin embargo, para Stefano y Mara, esto no era suficiente. Stefano anhelaba venganza por la muerte de Roberto, mientras que Mara buscaba recuperar lo que Bela Orlov le había arrebatado a su hijo.

En esos años Stefano se volvió muy reservado, solo hablaba con Mara, ella ejecutaba sus órdenes, los nuevos integrantes nunca habían visto su rostro, muchos creían que era un invento y la jefa en realidad era Mara. Se convirtió en una leyenda, la sombra más oscura.

Luego de unos años, Elías se había convertido en el boss bossov, pero solo de nombre y seguía rechazando ayudar a su propia madre, pero era joven y confiado. Si alguien alguna vez supiese toda esta historia, sabría quién fue el verdadero responsable de la muerte de Bela Orlov: su propio hermano. Fue Elías el que reveló a su madre dónde estaba Bela, él la puso a merced de las sombras. Aunque esa nunca había sido su intención.

Y fue así como Irina, la más bonita de las sombras en esos tiempos, entró a la vida de Bela Orlov, causando su muerte. No fue difícil para ella seducir a un alfa que tenía un lazo infeliz y Bela Orlov murió por la maldición de un lazo roto, dejando a dos niños solos en el mundo. Así Elías se convirtió en el verdadero líder de la mafia rusa.

Sin embargo, él no estaba dispuesto a ayudar a la Ombra Nera. Aceptó a su madre como Mariana, con la condición de abandonar a las sombras. Mara fingió hacerlo a cambio de una generosa cantidad económica para Stefano, ya que este había enfermado de cáncer. Pero ella nunca dejó a las sombras, nunca abandonaría a su hermano.

Mara le mintió en muchas cosas a Elías.

Al vivir con el hijo de Bela Orlov, terminó tomándole cariño, le recordaba a Stefano de pequeño, por eso nunca quiso nada malo para él. Su misión era encargarse de que Ethan nunca se uniese a la mafia Orlov. Selim Aslan cayó del cielo, ella le dio toda la información acerca de quién era su soulmate, haciendo que Selim creyese que era excelente investigador y lo había descubierto por su cuenta.

Si Mara hubiese logrado que Ethan se enamorase de Selim y quisiese quedarse en Evimeria, no tendría que matarlo y el verdadero heredero de Elías Orlov hubiese tomado su lugar. Pero Luck Werner intervino en sus planes. Ella vio a su pequeño Ethan volverse oscuro, triste y cruel, justo como Stefano, como ella...

Y ahora estaban desesperados, por algunos años el cáncer de Stefano entraba en remisión, pero volvía cada vez más fuerte. Ahora estaba todo bien, aunque sabían que pronto volvería aquella horrible enfermedad y acabaría con su vida. Pero no moriría antes de cumplir con su venganza y el sueño del amor de su vida, Robert. Aunque tuviese que utilizar a un niño inocente para lograrlo.

La carga del pasado es inevitable, pero no define nuestro destino. Aprendemos a convivir con sus sombras, ya sea permitiendo que eclipsen nuestra esencia o relegándolas a un rincón oscuro para dar paso a la luz del presente.

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