Estaba mareada, reventada; a penas y podía mantenerme consciente y  la anestesia no era algo que ayudara a estar en mis 5 sentidos. Sentía a una de las enfermeras  ajustar el suero y mi cabeza dar mil vueltas alrededor de los cuchicheos de dos personas que ahí se encontraban. Un chico y una chica si mis sentidos no fallaban. Abrí uno de mis ojos y "Agh... estúpida luz. Llegué aquí por extremo agotamiento y voy a salir con ceguera". 

Se hizo el silencio. De pronto todos guardaron silencio. Nadie decía absolutamente nada pero sentía todas las miradas sobre mí. Incómodo, sí, pero más que nada misterioso y extraño. Enfoqué la vista y pude divisar un par de cabezas pelirrojas. "Hakiri y Gaara", pensé.  Ahora la tarea era identificar cuál  era cuál y para mi sorpresa, la segunda cabeza pelirroja era Arisa.  Seguro Hakiri está en el hospital también.

- Mh. Por fin despertó.  ¿Estás bien? - Preguntó Arisa. Se le notaba tranquila.

- Sí... eso creo. Pero, ¿no tienen unas luces que no me quemen la retina al abrir los ojos? - Ella rió. Gaara fue Gaara, no había mayor definición para eso.

Ese día pude salir del hospital con la condicionante de tomar adecuadamente mis meducinas, gracias a la ayuda de la mejor enfermera, que obviamente es Arisa. Temari y Kankuro me estaban esperando afuera, mientras que Gaara se mantenía cerca mío en caso de perder el equilibrio, caer, marearme o en el peor de los casos perder la consciencia. Nada fuera de lo normal en mí o en una situación así.

La rubia me abrazó con tanta fuerza que ni siquiera podía respirar bien. Supongo que todo aquello venía del alivio de que estuviera bien. Kankuro se mantuvo a raya, cortesía de Gaara y su rostro de "Haces algo y te mato".

- La quinta te llama - Interrumpió una  muchacha que parecía haber estado ayudando en la academia.

Los tres hermanos me acompañaron hasta la oficina pero aguardaron afuera de la misma.

- ¿Me llamaba, Tsunade-sama? - Saludé amable.

- Claro. Verás, con todo lo sucedido, supongo que ha sido un golpe fuerte para ti, por lo cercana que eras con Sasuke.

- Con todo respeto, ahórrese el pésame y vaya al punto.

- Bien -Se apoyó en su escritorio y respiró hondo-, tengo entendido que tu chacra corresponde al viento, ¿me equivoco?

- Para nada, ¿qué pasa con eso? -Solté curiosa, el entrecejo un poco fruncido.

- Debido a la cercanía que tenías con Uchiha y la fuerza que tiene tu dojutsu y las habilidades que te da, nos hemos visto en la necesidad de protegerte.

- ¿A qué se refiere?

- _____, después de hablar con el consejo, con quienes estuve en desacuerdo, yo tomé la decisión de trasladarte por unos cuantos años.

- ¿¡QUÉ?! Pero Naruto, Sakura, ellos me necesitan, no puedo dejarl--- -Antes de que pudiera terminar, me vi interrumpida.

- No lo harán.  Los tres serán sometidos a un arduo entrenamiento. Naruto partir a con Jiraiya y Sakura se quedará conmigo.

- ¿Y yo...?

- Tú irás a Sunagakure junto con los hermanos de la arena. Aprenderás a manejar tu chacra y de paso madurarás un poco, chiquilla -Estaba a punto de reclamar su comentario cuando me pidió que me acercara-. Y estarás lejos de todo lo que los locos de los viejos y Danzou quieran hacerte.

Sonreí y no pude contener el impulso de abrazarla.

- Muchas gracias Tsunade-sama.

- No es nada, niña. Pero por cuestiones oficiales viajarán hoy en la noche y recibirás ayuda de prácticamente todos allá en Suna. Cuento contigo.

Al salir de la oficina dos de los tres hermanos se me echaron encima a abrazarme, mientras que el tercero,  (Gaara) Se limitó a dar una mínima sonrisa.

- Chicos... me asfixian- mencionó y pronto le soltaron para que la castaña pudiera recobrar aire -. Salimos esta noche. ¿Me ayudan con las maletas?

Kakuro vaciló y yo sólo rodé los ojos y miré a Temari quien asintió y Gaara se encogió de hombros.

De ahí fuimos a casa y empezamos a armar todas las maletas, que eran muchas. El barrio Uchiha. Una punzada al corazón y apreté el collar en mi puño.

Un par de horas más tarde, Temari fue por algo de comer para todos y nos quedamos Gaara y yo. Yo terminaba de arreglar la última de las maletas y Gaara... bueno, era Gaara. Parado en una de las esquinas de la pared, observandome.

- Entonces... Hakiri es tu hermana- intenté abrir plática.

- Sí. Supongo que porque es Jinchuriki la mandaron aquí, antes de Naruto- respondió serio. Seco como desierto. La cual es una buena analogía.  Punto para mí.

- Supongo que tú me vas a ayudar con el entrenamiento.

- Sí, Baki y yo. Serás parte del equipo junto con mis hermanos. Espero si no te afecte el calor - "No es que me afecte el calor... es que tu me subes el calor y eso me afecta".

- Bah. Descuida. Puedo con ello. Sólo es calor desértico.

Se hizo un silencio un poco incómodo entre ambos.

- Entonces...  Estás en fila de ser el nuevo Kage.

- Sí. Así es. Supongo que es un nuevo inicio. Es difícil, para la aldea asimilarlo.

- Difícil, no imposible- Aclaré al notar su aire un poco decaído... más de lo normal.

- Cierto.

- Un nuevo inicio de vendrá bien.

- Puedo decir lo mismo de ti. Te hace falta dejar de ser vista como un monstruo. Serás bastante querida allá.  La gente es muy fría y es bueno romper el esquema algunas veces.

- Suenas como Iruka- Comenté con una pequeña risa-. Sólo que Iruka tendría más expresión en la voz.

Gaara ignoró mi comentario. Nada fuera de lo normal.

- El que vengas con nosotros ayudará mi imagen.

- Lo sé. Porque el chico emo está y se lleva bien con la nueva, pero no quiero eso para ti. Quiero que seas bien visto porque eres tú,  fuera del tema del kage y esas cosas.

En ese momento llegaron Kankuro y Temari.

- Gaara, _____,  debemos partir pronto. Comemos y nos vamos.

Avisó la rubia. Así se hizo. Pasó sin contratiempos, empacaron comida, agua y partimos a Sunagakure. Me detuve a la entrada. Los dos mayores avanzaron y Gaara quien estaba detrás mío me alcanzó. 

- Debemos ir.

- Lo sé... es sólo que... voy a extrañar mi aldea, mis amigos, mi primo...

- Normal. Pero ahora tendrás nuevos... Te aseguro que no va a hacer falta mucho allá.  Es... un nuevo inicio.

Miré atrás, mordí mi labio y sentí mis ojos enrojecer y llenarse de agua. Gaara tomó mi rostro con una mano para hacerme mirar sus dos ojos aqua, sólo eso y nada más.

- Confía en mí, ¿sí? Eso fue algo que tu me dijiste cuando me sentía perdido, así que ahora sólo confía en mí - asentí con las mejillas levemente sonrojadas-. ¿Estás lista para dejarlo todo atrás  y dar un paso adelante?

- Sí, estoy lista - mencioné perdida en sus ojos.

Suspiró, suspiré. Cerré  los ojos, me despedí de la aldea, y tomé mi camino a sunagakure.

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Por fiiiiiiin capítulo final, la foto es por muchos de mis lectores y yo. La verdad. Lloré escribiendo este capítulo. Esta historia tiene todo mi progreso como escritora y es un libro al que le tengo mucho cariño y nostalgia si les soy sincera. Y yo sé que me van a querer matar pues porque no hubo un beso pero se nos viene el segundo libro que realmente sí va a estar centrado en la relación de rayis y Gaara.

Ahora, pregunta para ustedes.
¿Rayis debería seguir siendo rayis o le escribo con su nombre real (Kotsuki) ?

¿Les gusta la estética de los POV o hago narración omnipresente?

¿Cuál fue su parte favorita?

¿Sugerencias/ideas?

¿Quieren que vuelvan las preguntas y retos a la casa?

¿Cuando empezaste a leer? (Quiero saber quienes están desde el principio)

¿Lo leíste más de una vez?

¿Algo que quieras decirme?

¿Algo que quieras quejarte?

¿Tu sincera opinión de la historia?

Les amo muchísimo. Hasta "Sueños de arena".