T R E S

Las Sombras llevaban poco más de tres años como grupo y llevaban 28 misiones cumplidas en ese tiempo. A pesar del tiempo, nunca pasaban por el mismo sitio y tampoco permanecido en la misma casa por más de 6 meses, por muy cómoda que fuera. Como había sido el caso de la misión 16, que no había salido como lo esperado—a pesar de haberse cumplido el objetivo—y en medio de la huida, Rian y Lili habían sido pillados antes de tiempo, lo que causó una bala en el brazo de Tegeirian, justo cuando estaba entrando al transportador de Lexi.

La siguiente misión a esa se pospuso y el lugar de ubicación cambió, la mudanza era lo más lento al tener que ser cuidadosos y no levantar sospechas.

Durante tres años, todos habían sufrido algún accidente, todos comenzaron como una persona y terminaron como una distinta, no eran revolucionarios, pero el ver tanto durante todo ese tiempo, muertes, hambre, frío, lo que fuera que hiciera la gente para sobrevivir al ambiente hostil de la ciudad, los había cambiado, hasta en sus formas de pensar, y en lo que todos estaban de acuerdo, era que se necesitaba hacer más.

—Odio las mudanzas.

Todos ignoraron a Rian y continuaron dejando las cosas de más importantes en el único transporte que tenían, como eran un grupo grande, el transportador también lo era. Muchas ganas de volver a mudarse no tenían ninguno de ellos, pero no tenían otra opción, como no la tenían con los dos nuevos integrantes del grupo.

—¿De verdad se mudan tanto?

Solo dos de las cuatro personas presentes levantaron la cabeza ante la voz de Kainis, quienes solamente la miraron con un poco de desdén y continuaron con la tarea de cada uno. Estaban hastiados, era la verdad, el único lugar seguro para ellos, era la casa donde vivieran, sea cuál fuera. Resultaba reconfortante para ellos tener un lugar alejado del desastre y donde habían incluso risas, aunque no lo mencionarán, se sentían como una familia, a pesar de los pequeños desacuerdos por detalles de algunas misiones, o peleas ridículas que en general Rian comenzaba. Como la vez que en medio del profundo sueño de Zisse, este le pinto la cara con marcador, o cuando Zisse dejó caer causalmente a Ro, que Lili no había sido la causante de su piel verde durante unos días enteros, sí no Tegeirian. Y así las bromas y chistes rodaban por la casa, incluso con el más serio del grupo.

Kainis desistió luego de dos intentos más de poder entablar conversación y hacer todo menos incómodo y por extremo silencioso, y continuó con su labor, cabizbaja, casi sin siquiera sus pies meter ruido, miró hacia la puerta al final del pasillo, esa que llevaba al gran sótano debajo de ella, ahí estaba Seth junto con Áster y Zisse, demostrando su valencia como nuevo miembro de Las Sombras —aunque ninguno los consideraban realmente parte del equipo aún—, ella ya había demostrado su habilidad, e incluso la misma Gardenia se mostró impresionada, Kainis en el fondo, de verdad esperaba poder hacer que todos vieran de que ella era totalmente capaz de hacer lo necesario para hacer justicia, no solo por su padre y hermano, por cualquier que lo necesitará.

Gardenia recogió una de sus propias cajas y miro a la cabizbaja Kainis, sí, estaba fastidiada por la situación, pero odiaba más abandonar su sala con todos sus "jueguitos" como Rho los llamaba a lo que eran todos sus aparatos tecnológicos—y que había logrado que los demás los llamara así—, a que el grupo se ampliará. Sonrió para sí, ni siquiera Seth le caía mal, en las pocas horas que lo había visto transitar por la casa o hablar con Kainis, solo captó a un chico de su edad, muy serio e inexpresivo, lo veía quedarse quieto y callado cuando alguien pasaba a su alrededor, alerta. No lo juzgaba, a ninguno de los dos, después de todo ella era la más amable y compresiva de todos, a pesar de que hacía lo imposible por los que quería y enfurecía hasta las puntas del pelo por cualquier injusticia y abuso. Una cualidad común en Las Sombras.

Una pequeña caja cayó de las manos de Kainis y la sobresaltó de su reflexión interna, lanzó un pequeño suspiro dejando su última caja dentro del transportador y se acercó a Kainis, quitandole lo que sostenía en sus manos, con una sonrisa amable.

—Siento si estos de acá—señaló con su mentón a los demás presente, que la miraban con curiosidad—. Llegan a ser maleducados y odiosos, ya sabes, no confían en ti ni en tu amigo, están enojados por todo esto de gente nueva.

Lili blanqueó los ojos y la ignoró, dándole la espalda, mientras Rian se apoyaba en el transportador, con los brazos cruzados, y con algo de preponencia habló:

—Tienes más que claro que no confiamos en ustedes, con suerte tienen algo de nuestro respeto, pero no andes toda llorona y triste por eso, cielo—se acercó un poco más a Kainis—. Ganatelo, gana nuestro respeto y confianza, entonces podemos ser amigos.

Kainis pestañeó seguido, algo sorprendida y echó los hombros hacia atrás, con algo más de confianza, tirando su pelo rojizo en una trenza a un lado.

—Lo haré.

—Bien. Puedes empezar contando de dónde vienes, porqué estás acá—interrumpió Rho en la conversación.

Se escuchó a Lili resoplar, pero dio la vuelta quedando de frente e igual que Rian, se recostó en el transportador, alzando las cejas en señal de espera. Kainis se mostró algo intimidad por cuatro miradas desconocidas sobre ella, pero aún así se sentó en el bordillo de la casa.

—Vengo de Jill, supongo que han oído hablar de ese lugar de la ciudad ¿no?—todos asintieron—. Con mi familia estuvimos bien hasta que cumplí los 17, unos meses después, pasó el Horror de Jill. Mi padre y mi hermano estaban en el lugar y momento equivocado justo ese día—bajó la mirada por quienes la veían con algo de lástima y sacudió su cabello, encogiéndose de hombros—. En resumen, yo cuide a mi madre, ella estaba enferma, trabajé en lo que fuera. Conocí a Seth en uno de esos trabajos. Entonces planeamos todo esto, los dos habíamos escuchado de Las Sombras.

Se paró de un salto y sacudió sus pantalones, distraída e incómoda.

<<Y logramos encontrarlos. Eso es lo que importa, y espero que valga la pena.

Una puerta dentro de la casa se alcanzó a escuchar desde el estacionamiento al frente de la casa, como todo ya estaba guardado y listo, entraron juntos en espera que Áster y Narzisse les comentara que tan útil terminaría siendo Seth. Los tres ya estaban en la misma sala que el día anterior, Áster y Seth algo agitados y sudados, Áster tenía el pómulo derecho tornándose rojo y los dos llevaban una toalla en la mano con en el cuello y sus frentes perladas en sudor. Rose se acercó hasta al frente de Áster y empujó con su mano su mejilla, girando para poder mirar mejor el golpe, observó unos segundos a Seth, un poco alejado, y una sonrisa burlona creció en sus labios.

―Que decepción, te creía más capaz de dar una golpiza, hermanito.

Áster se zafó del agarre de Ro, mirándola irritada y la rodeó para acomodarse en unos de los sillones de la sala.

―Soy tan capaz como tú.

―Verificamos que es muy útil en pelea―Narzisse rió y señaló a Seth―. También es bueno disparando, aunque no tanto como Áster.

Rian revolvió el cabello de Áster y le sonrió meloso―¿Ves, cariño? Sigues siendo el mejor.

Le dio un manotazo, gruñendo por su broma, haciéndolo reír y alejarse para sentarse al lado de Ro, al otro extremo del sillón grande, mientras Kainis salía de lo que era la cocina, con una pequeña bolsa de hielo envuelta en un paño, y se lo entregó a Áster, sin mirarlo de frente y decir una palabra, avergonzada al sentir las miradas de todos los demás. Dió la vuelta hasta quedar al lado de Seth, apoyado en el marco del arco de entrada de la sala. Áster la siguió con la mirada algo sorprendido y justo cuando Kainis levantó la vista, asintió agradecido y colocó el hielo en su pómulo.

—Seth tiene habilidades realmente útiles, además, nos puede servir el tener nuevas caras, menos sospechas—todos se mostraron de acuerdo—. Ahora, debemos irnos, todo está casi listo en la otra casa, solo un par de cosas que después solucionamos. Vamos.

Narzisse tomó el pequeño comunicador, que parecía un pedazo de vidrio gris y se lo echó al bolsillo, junto el diminuto micrófono que se colocó en la oreja, al igual que los demás. Gardenia, al igual que Zisse, recogió lo que era suyo de la mesa, una tableta que lucía menos frágil que el vidrio gris de Narzisse, cubierta por detrás de lo que parecía un fino plástico negro, todo parecía del grosor de un papel.

Kainis miró maravillada todos los aparatos, desde el comunicador de Zisse hasta la tableta de Denia, aunque era muy habilidosa con los aparatos y las redes, nunca había estado rodeada por los entornos o el dinero para ver algo tan lujoso y moderno. No era para nada una ignorante, lo que tenían ellos dos, era lo suficientemente actual para costar demasiado siendo un grupo de "terroristas" o "delincuentes de pacotilla" como los llamaban en las noticias.

Cuando estuvieron todos ya afuera de la casa, Lexi ya los esperaba. Por muy grande que fuera su transporte, el espacio no alcanzaba para los ocho, así que se dividieron en dos grupos, emprendiendo a una nueva casa.

Cuando llegaron a esta, guardaron el transportador y se despidieron de Lexi, dejando todas las cajas para después, así poder recorrer todo en calma.

—Me gusta.

Áster afirmó ante la declaración de Lili, a pesar de que eran ocho personas, la casa no era más pequeña que la anterior, pero lo suficiente para ellos, tampoco se quejaban, en realidad estaban muy agradecidos teniendo en cuenta toda la situación de Koru, que era una miseria.

Habían cinco habitaciones, una sala y un baño, junto con la cocina, y como la casa anterior, un sótano que pronto estaría en todas las condiciones que se necesitara.

—Okey, ahora que vieron todo, tenemos que repartir las habitaciones, de a dos, no sean caóticos, hagan parejas.

—Me siento como en la escuela ¿Debería llamarte profesor ahora, Narzisse? Te queda.

Zisse volteó los ojos y se cruzó de brazos, esperando que se organizarán para repartir las únicas habitaciones.

—Esto parece estúpido pero es lo único que podemos hacer, ha no ser que quieran dormir en un sillón o en el suelo, así que decidanse.

Ro cruzó su brazo sobre los hombros de Áster, que se inclinó un poco.

—Mi hermano y yo.

—Okey, entonces compartiré con Rian, y Lili con Gardenia ¿Alguna queja?—todos negaron, Zisse sonrió—.Bien, tres, dos, uno.

Todos a excepción de Seth, Kainis y Gardenia salieron corriendo, los dos primeros pestañearon incrédulos hacia Denia, con la duda en el rostro.

—Este es prácticamente nuestro encierro, en algo debemos divertirnos—Se encogió de hombros y también corrió, gritando a Lili por una buena habitación.

🌹🌹🌹

Los inicios de la primavera en Koru estaban comenzando a notarse cada vez más, las cajas ya habían sido desempacadas y la casa estaba en silencio a excepción de unos pasos por allá y por acá, la mayoría estaban en sus piezas, desempacando o lo que fuera.

Narzisse cruzó hasta llegar y golpear la puerta de Ro y Áster, la voz de Ro se oyó desde dentro dándole el permiso para pasar. Áster no estaba en la habitación, pero eso no le importó y caminó hasta sentarse a los pies de cama del camerino y apoyarse en la pared.

Rho, que estaba en la cama de arriba sin hacer nada en especial, colgó la cabeza para mirar hacia abajo.

—¿Estás bien?

Narzisse asintió con la cabeza y verificó que no se oyera a nadie alrededor y se fijó en su amiga, que ya le miraba en espera de que dijera lo que fuera que tenía en la garganta.

—¿Crees que hice lo correcto? Dejar que esos dos se unan, tal vez solo causen problemas y nos jodan.

Ro ladeó la cabeza y sonrió para calmarlo, bajando de un salto, sentándose en la otra punta. Los dos, junto con Áster, habían comenzado todo, y Ro y Zisse se sabían calmar y razonar el uno al otro cuando perdían el control, Rose le daba consejos a Narzisse cuando estaba algo perdido y Zisse la distraía de los días malos.

—Creo que eres un líder fantástico, sabes tomar decisiones y escuchas lo que decimos. Zisse—se inclinó y tomó su mano—. No temas de las decisiones que tomes o tomemos, todo lo haces por el bien de nosotros. Y si algo pasa, seguiremos siendo una familia y tomamos esta decisión como una. Además, si algo pasa, les patareamos el culo, lo juro.

Él se le quedó mirando durante unos segundos y le dio un apretón en la mano, sonriendo agradecido, pensando que Ro siempre tenía la razón.

La puerta se abrió, Áster se quedó en el marco y fijó su mirada en Zisse, no necesitaba una explicación de porque estaba allí, los tres se conocían y confiaban entre ellos lo suficiente. Los miró a los dos.

—¿Estan bien?

Ro asintió—.Lo estamos ¿Qué pasa?

—Es Li, está en los noticieros. Vamos.

Los tres se dirigieron con rapidez a la sala con la única pantalla en la planta de arriba, donde ya estaban todos observando. La voz del reportero se escuchaba.

—¿Qué están diciendo?

Lili mandó a callar a Ro, haciéndole un gesto con la mano para que se acercará a su lado.

...A pesar de que se intentó contactar con la familia, aún no se tiene mucha información sobre el cambio de Li Mao, como gerente general de Li Co. a su hermana, Li Kin. Lo único hasta el momento, es el rumor que Mao desaparecido luego del reportaje exponiendo algunos de sus crímenes.

—Joder, realmente funcionó. Choca esos cinco—Rian alzó la mano a Lili y sonriente, correspondió el gesto.

—Siempre se siente genial que funcione—Zisse se cruzó de brazos y sonrió orgulloso.

―No quiero molestar sus ánimos o logros, pero es su hermana la que ejercerá ahora ¿No creen que ella puede ser igual o peor?

Todos voltearon hacia a Seth, pero este no se intimidó y dejó de mirar al frente, esperando alguna respuesta.

―No creas que somos unos novatos, estuvimos detrás de Kin durante mucho tiempo antes de realizar el plan, la investigamos, todo, y no tiene ningún trapo sucio.

Todos excepto los dos nuevos integrantes tenían en conocimiento de este hecho, aunque aun les parecía increíble, muy pocas personas ricas y poderosas como Li Kin no temían que sus delitos salieron al aire, por ser más poderosos que cualquier otro o simplemente por no tener. A no ser que una multa por pasarse unos minutos del toque de queda cuente.

Kainis abrió los ojos con sorpresa e incrédula habló

—¿Cómo es posible? Es decir, su hermana es Mao Li, la de las horribles historias que se escuchan en Los Bajos, lleva en su sangre la maldad.

—Su padre era un buen hombre, él la crió y cuidó, a Mao la cuidó su madre. Son por completo diferentes.

Kainis se encogió de hombros hacia Áster—Sigue pareciendo increíble.

Rian saltó de la silla y aplaudió, consiguendo la atención de todos, sonriente señaló la cocina.

-Bueno, buena o no, le mandamos una pequeña advertencia de que se portará como niña buena, ahora, yo haré una comida genial y celebraremos.

Todos se mostraron de acuerdo y cada uno se ocupó de ayudar, contentos, incluso Seth y Kainis, que a pesar de ser recientes en Las Sombras, comenzaban a unirse. Cuando ya tomó un puesto en la mesa, Kainis dio una recorrida a todos, llevaba tanto tiempo sin pertenecer a algo, sin nadie más que ella misma y Seth, que estaba feliz, no importaba cuando tardará en ganar sus confianzas, lo haría.

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Ay, esos capítulos aburridos, pero necesarios 😔 como sea, debe tener muchas faltas ortográficas porque mi compu está del asco 🤩🤩 y lo corregí así bien penca.

Espero les estén gustando mis bebés, yo los amo a todos.

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