18
En la mañana recibimos un llamado de la doctora, tenía que hacerme unos controles y retirar la nueva dieta que habían creado para mi. Por otro lado, nos avisó que Bohyun regresó por la noche y amenazó al directo del hospital.
- Dijo que nos demandaría. Por suerte las camaras de seguridad y los archivos del hospital lograron bajar sus arranques. Tenía mucho que perder. - Nos dijo mientras revisaba los análisis nuevos. - Lo siento, porque sé que no es bueno para tu estado todo esto, pero debes saberlo.
- Sí, se lo agradezco.
- ¿Cómo está nuestro hijo? - La pregunta de Chanyeol me sacudió un poco y crucé mis manos sobre mi regazo.
- Señor Park, el bebé está bien. Ayer le dije su estado, no hay mucho que decir cuando solo han pasado veinticuatro horas.
- Nuestro puede necesitar algo en cualquier momento.
- Eso es verdad, pero mientras el señor Oh cumpla con las comidas y las vitaminas recetadas todo estará yendo por un buen camino.
- ¿Los controles solo se pueden hacer aquí? - En la superficie me preocupaba que Bohyun se llevara a Jaehyun a Corea o a cualquier otro lugar.
- Por ahora no puedo permitir que subas a un avión o que realices un viajes muy largo, es mucho riesgo para un embarazo tan reciente. - Ante mi reacción, Chanyeol acarició mi espalda y sonrió; si fuera diferente ahora solo estaríamos hablando del bebé y nada más, pero la vida quiso que conociera a Jae y eso nunca lo olvidaría.
En el auto, camino a casa, revisé mi celular y leí todos los mensajes que Chanyeol me había dejado.
- Si hubiera aprendido a usar está cosa desde antes... ahora tendría fotos de Jae y tal vez algunos recuerdos.
- Aún tienes tiempo. Además, hay muchas personas que dejan a un lado cosas importantes solo para atender un teléfono. En ese entonces Jae tenía toda tu atención, y eso es mucho hoy en día.
- ¿Vas a consolarme cada vez que diga algo? Voy a acostumbrarme. - Dije en voz baja.
- Yo no puedo creer que estés a mi lado, justo ahora. - Se estacionó y se inclinó sobre mí. - Sí supieras todo lo que pasa por mi mente cuando te veo... y lo que pienso hacer una vez que seas libre, ¿seguirías pensando que soy un hombre dulce? - Su respiración llegaba a mis labios.
- Chanyeol...
- No he hecho ni la mitad de lo que deseo, cada día que pasa algo nuevo se me viene a la cabeza y se queda grabado allí. Estoy acumulando deseo, Sehun. No sé si voy a explotar mañana... - Mi pecho se adelantó hacia él, sus manos me rodearon y sujetaron mi pantalón. Su beso se fundió en mi boca y, al terminar, el lamió mis labios y abrió su puerta.
Volvimos al departamento con normalidad, no queríamos ser observados por los demás. El almuerzo llegaría en un par de horas, eso nos dio tiempo para conocernos un poco más y para que Chanyeol me contara cuáles eran sus nuevas ideas. Sin embargo, unas náuseas terribles me hicieron correr al baño cuando sentí el perfume que despedían las plantas aromatizantes del comedor.
- Hoy estaba... bien... - Respindí entre lágrimas. - ¿Qué pasa?
- Seguramente es por el embarazo. - Me acarició la espalda. - Van a retirar las flores y comeremos. ¿Sí?
- Gracias...
La tarde fue algo compleja, tenía mareos y algunas náuseas. La doctora le dijo a Chanyeol que era normal y que lo mejor que podía hacer era seguir las recetas al pié de la letra. Tenía que evitar el picante y la sal, prácticamente no podía comer nada de lo que servían en los comedores cercanos y por eso tuvimos que salir a comprar ingredientes que yo pudiera cocinar.
Según algunos conocidos, Bohyun seguía en Japón y eso me daba algo de alivio. Se que puedo ser ingenuo pero en verdad tenía la esperanza de que pudiéramos hablar como adultos, es decir, habíamos vivido juntos mucho tiempo y en el fondo quería creer que esto no tenía por qué afectar a Jaehyun. A pesar de todo entendía que Bohyun nunca me perdonaría, pero no comprendía por qué quería mantenerme a su lado cuando sabía cómo me sentía con respecto a nuestro matrimonio.
- Deja de pensar tanto. - Chanyeol arrojó una bolsa con verduras en el carrito.
- No puedo evitarlo.
- Dije que iba a ayudarte y acompañarte en todo esto.
- Gracias.
- Tal vez no todo en esta vida tenga solución, Sehun, pero mientras se está vivo se puede seguir intentando. - Se cruzó a otro pasillo y volvió con algunos paquetes.
- Es muy dulce lo que dices. - Moví un poco el carrito. - Puedo caminar.
- Lo sé, pero prefiero buscar las cosas y evitar la zona de dulces.
- Tú y la doctora están en mi contra. ¿Qué tienen de malo los dulces? ¿O el chocolate?
- El poco tiempo que te conocí, fue suficiente para saber que eres un adicto a los dulces. El chocolate está en otro nivel.
- Nunca es suficiente chocolate.
- Ves lo que digo.
Con su brazo rodeó mi cintura y se apoderó del control del carrito. Extrañamente el pasillo estaba vacío, llegamos hasta la caja y Chanyeol pagó, de camino al auto no me dejó tomar ninguna bolsa.
- Es horario de trabajo, además mucha gente suele hacer muchos pedidos.
- Ya veo.
- ¿Crees que será un niño o una niña? - Su pregunta me sorprendió, no habíamos hablado del embarazo fuera del consultorio de la doctora. Supongo que tenía que ver con la falta de experiencia en ese tipo de situaciones o nuestro poco tiempo como pareja.
- No lo sé... creo que estaré bien en cualquiera de los dos casos. No conozco niños de menos de un año, así que será nuevo para mi.
- Yo no tengo idea en lo absoluto. Estoy realmente nervioso.
- No me digas...
- Solo traté con un bebé en mi vida... Jaehyun.
- Entiendo; está buen que te sientas nervioso. Me llevó mucho tiempo adaptarme a Jae y a las cosas que necesitaba, pero en verdad su sonrisa y su felicidad lo valían todo. - Cuando se estacionó toqué su mano, que aún seguía pegada al volante. - Con nuestro bebé será igual.
- Me gusta como se oye. Nuestro bebé. - Me sonrojé y bajé del auto.
- Nos vemos adentro. - De todas formas no me dejaría tocar nada.
Me alcanzó antes de que llegara al ascensor y subimos juntos. De camino al departamento Chanyeol jugaba con su equilibrio y me daba unos sustos cada vez que levantaba bruscamente alguna bolsa; no sabía en dónde estaban las cosas frágiles.
Íbamos tan distraídos que el grito que llegó desde el frente nos aturdió; Jaehyun estaba sosteniendo su peluche mientras corría hacia mi.
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