16
Un punto se agudizó en mi piel y desperté. La mujer no parecía comprender mi forma de reaccionar, pero se abocó a tranquilizarme. Después, una luz proyectada por algo que parecía un lápiz apuntó hacia mi rostro.
- ¿Cómo te sientes? - Tocó mi frente con la palma de su mano.
- Me duele la cabeza.
- Bien. ¿Tienes algún otro malestar? - Me preguntó tomando una carpeta.
- Estoy muy cansado.
- Puedes descansar tranquilo.
- ¿Qué pasó?
- Llegaste a la guardia inconsciente. Tuviste un ataque de pánico, uno muy fuerte.
- Yo estaba...
- ¿Esos dos? Pues, también llegaron a observación. Descansa. - Apagó la luz y cerró la puerta. No podía estar hablando enserio. ¿Dónde estaban Chanyeol y Bohyun? ¿Y Jae?
Me levanté un poco, pero no pude sacar un pié de la cama. Necesitaba saber cómo estaban. La preocupación fue creciendo y el cansancio desapareció de mi cuerpo.
- Sehun... - Chanyeol apareció en la puerta. Tenía una venda en su ceja izquierda y unas curitas en su mano derecha. - ¿Cómo te sientes? - Se veía abatido y no se acercaba a mi.
- Estoy bien. - Estiré mi mano y el cruzó la habitación para tomarla. ¿Qué le estaba sucediendo al hombre fuerte y decidido que conocí?
- Eso es bueno. ¿Hablaste con la doctora? - No me miraba a los ojos.
- ¿Qué pasa, Chanyeol?
- Nada, solo quiero saber cómo te sientes.
- ¿Qué pasó después?
- Tienes que descansar. - Se sentó en un sofá. - La doctora dijo que traerán tu desayuno en un cualquier momento.
- ¿Desayuno? Fue hace un momento... - Las imágenes se repitieron en mi mente, la puerta, Chanyeol, Bohyun, los golpes... - ¿Dónde está Bohyun? - Solo entonces levantó su rostro.
- Seguramente la comida no tendrá sal y, tal vez no sea tan buena...
- Chanyeol...
- Acabas de despertar.
- Necesito saber qué está pasando. - Una enfermera ingresó con una bandeja y la dejó sobre la cama. En un chequeo rápido, revisó mi estado y me hizo un par de preguntas. Él permanecía al margen, pero escuchaba con atención cada cosa que me decía.
Cuando ella se fue, me ayudó a probar la sopa y un poco del pan que me habían traído. Su expresión cambió un poco y empezó a bromear con su propio estado, sin embargo, cuando creía que no lo veía sus ojos se clavaban en la ventana y tardaba unos segundos en volver. Por todos los medios intenté leer sus acciones, pero cuando estaba cerca él iba al baño y volvía un par de minutos después; no quería decirme nada.
- ¿Cuándo voy a salir de aquí?
- La doctora dijo que querían evaluarte un poco más.
- ¿Cuánto tiempo llevo aquí? - Ignoró mi pregunta e intentó cambiar de tema. - Puedes llamar a la doctora. - Sus acciones no me tranquilizaban para nada, si él no podía decirme era porque algo grave había pasado.
- Sí, la llamaré. - Su cuerpo estaba tensionado. La doctora ingresó acompañada por un hombre, Chanyeol estaba esperando afuera.
- ¿Sientes algún tipo de dolor? - Él hombre se acercó a mi y revisó los registros. - ¿No tuvo episodios recientes?
- No, ha estado estable desde ayer. - Respondió la doctora.
- ¿Qué ocurrió? - El doctor, porque así se había presentado, llamó a Chanyeol y le pidió que se quedara junto a mi.
- Señor Oh, ¿qué es lo último que recuerda?
- Estaba en el hotel y...
- Bien, ¿cómo se sintió en ese momento?
- Muy mal, estaba asustado. - Tenía miedo y el rostro de Chanyeol estaba bañado en sangre. Apreté las sábanas ante los recuerdos.
- Tuvo un ataque de pánico, pero usted eso ya lo sabe. Sin embargo, se desmayó porque su presión arterial bajó y fue traído hasta la guardia. ¿Tiene idea de cuánto tiempo pasó?
- No...
- Llevas aquí dos semanas. - Abrí mis ojos y miré a Chanyeol. - Tal vez sea chocante pero si quieres saber lo que ocurrió realmente tengo que advertir...
- Quiero saberlo... - Sentí un apretón en mi mano izquierda, era él.
- Cuando llegaste aquí estabas visiblemente agotado y, mediante un análisis descubrimos que estabas bajo los efectos de un fármaco muy potente, que obviamente fue mal suministrado. Tu estado de estupor era muy grave.
- Pero yo vi... Chanyeol...
- No eras consciente de nada, Sehun. - Me dijo Chanyeol y apretó mi mano.
- Escuche señor Oh, ¿qué fue lo último que hizo?
- Abrí la puerta.
- No, no pudiste. Él abrió la puerta y se encontró conmigo.
- Chanyeol, ¿qué estas diciendo? - No comprendía nada.
- El señor Park lo trajo hasta la guardia.
- Eso ya me lo dijo.
- Sehun... calmate.
- ¿Cómo puedes pedirme que me calme?
- ¡Lo hago porque no quiero perderte otra vez! No voy a poder soportarlo, no de nuevo. - Los médicos permanecieron en silencio y volví a preguntar.
- Quiero saberlo...
- Lo drogaron, señor Oh. No sabíamos como tratarlo hasta que el señor Park logró traer una muestra del fármaco. Los calmantes que usted tomaba eran sedantes, a la vista de otros, usted actuaba como un zombie.
- Eso no...
- Las dos semanas nos dedicamos a limpiar su sistema de cualquier residuo tóxico. - Volvió a revisar las anotaciones. - Por suerte no era alérgico a ninguno de los componentes; su caso pudo ser fatal. Aunque aún sigue en un estado muy delicado, sobre todo en su estado.
- ¿Drogado? Pero yo abrí... Chanyeol... tus golpes...
- Creo que debe hablar con él, señor Park. - Guardó la carpeta. - Llámenos si necesita algo más.
- ¿Qué pasó conmigo, Chanyeol? - Él acercó una silla a la cama y tomó mi mano.
- Amor, lo último que hiciste consciente fue decirme en dónde estabas y, creo que incluso en ese momento estabas mal... Los rastreé con desesperación y mis pistas me llevaron hasta ese departamento. Bohyun me abrió porque estaba por echar la puerta y, entonces, te vi. Estabas acostado sobre el sofá y con tu mirada perdida en el televisor.
- Yo recuerdo...
- Bohyun estaba desesperado porque llevabas horas sin reaccionar y en la misma posición. Cuando intenté hablarte... me ignoraste, temblabas y rascabas el cuero del sofá. Me asusté y te saqué de allí. La guardia era un infierno pero tus pupilas seguían sin emoción alguna, el doctor me dijo que te habían drogado y fui hasta Bohyun para sacarle la verdad. Nos fuimos a los golpes, pero logré traer una muestra de las pastillas.
- ¿Dónde están él y Jae?
- Supongo que siguen en ese hotel. No le dije en dónde estabas o cómo estabas. Es un maldito... cómo pudo drogarte.
- Está...
- Él está fuera de control y no voy a dejarte solo con él. No sabías quién eras o dónde estabas. Los médicos usaron tratamientos para limpiar tu organismo, pero solo fuiste consciente esta mañana; además, a medida que el fármaco abandonaba tu sistema tus ataques de pánico se hacían presentes y no sabíamos cuándo terminaría esto.
- Es imposible. Yo vi cómo se peleaban...
- Tal vez lo imaginaste porque viste los golpes ayer. Hasta esa fecha tenía prohibido acercarme; el médico creía que cualquier agente externo podría desencadenar tus ataques. Estaba preocupado, no reaccionabas y no sabía que hacer. - Sus hombros se levantaron y buscó algo en su saco. - Sobre Jaehyun, Bohyun ha estado moviendo a sus abogados en Japón y te quiere de vuelta.
- ¿Cómo...
- No voy a permitirlo. No serás prisionero de ese hombre, no otra vez.
- Chanyeol... - La doctora entró y lo llamó.
Desde la cama podía ver el juego de sombras que cubría la ventana que daba al pasillo; era una discusión muy evidente. ¿Qué significaba? Simple, que en la vida las cosas que se ven difíciles e intrincadas, en el fondo lo son aún más. Presentía que detrás de esos cambios de humor en Chanyeol no solo estaba Bohyun, sino que, también, una carga social con mi firma en bolígrafo azul al final de la hoja. Chanyeol era el hombre que amaba, pero los poderes políticos y legales los tenía Bohyun; no había salida para mi. No podía salvarme, nadie podía.
- ¡Sehun!
- No tenías que gritar, maldito.
- Estoy cansado de tus insolencias, Park.
- Yo estoy abrumado por tu falta de memoria.
- No voy a hablar contigo sobre eso.
- ¿No? Bueno, hay muchos médico a que están interesados en saber porque tu esposo - acentuó esa palabra y apretó los dientes - llegó moribundo al hospital.
- Fue un error, Sehun lo entenderá y volverá conmigo a casa, a donde pertenece.
- ¿Junto a un psicópata?
- Voy a llevarme a mi esposo por las buenas o por las malas.
- Inténtalo. - La doctora intentó persuadirlos para que no armaran una escena en el hospital.
- Quiero hablar con mi esposo. - Se irguió frente a todos, pero Chanyeol no lo dejó pasar. - Tengo derecho a hablar con él, estamos legalmente casados y, si me obligas a hacerlo, puedo dejarte muy en claro quién es compañero de vida de Sehun y, la justicia estará de mi lado.
- O estarás siendo investigado por agresión y abuso de poder sobre alguien más. Tus acciones están agravadas por el vínculo que mantienes con Sehun.
- Solo quiero hablar. - Levantó sus manos. - No planeó hacer nada más.
- No te creo nada.
- No necesito perditelo, Chanyeol. Puedo volver en unos minutos y el que tendrá que irse serás tu.
- Buena suerte con eso. Cada vez que hablas me da náuseas.
- ¿Tienes miedo? Sehun sabe cuidarse solo.
- Sehun no es el problema aquí.
- Bien, si no puedo pasar. - Estiró su cuello y me miró. - Estoy seguro de que recuerdas todo lo que te dije. ¿Estás dispuesto a ir tan lejos? ¿Le harás esto a tu hijo? ¿Piensas abandonarlo? - Mi corazón se retorció ante sus palabras y no pude contener mis lágrimas. - Es tu última oportunidad. ¿Vienes conmigo?
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