Capítulo Veintiuno
De todas las cosas que habían estado sucediendo esos días, realmente no se esperó ver al delegado de la clase, al pecoso y al mejor amigo de Bakugo volando por el aire a gran velocidad.
Ambos se habían estado cuidando las espaldas mientras esquivaban los ataques de algunos miembros de la Liga, entonces el sonido de una pared rompiéndose y la formación de un gran pico de hielo fue inesperada, para todos.
—¡VEN..! –Gritó Kirishima extendiendo su mano, como señal de súplica para que su amigo la alcanzara—.
—¡Estúpida! –Este primero le dió una mirada de orden a Hina de que allí estaba su oportunidad de salida, luego creando una gran explosión que en cuestión de segundos lo hizo alcanzarlos– ¡Hola, Idiota!
Apenas el rubio se alejó del suelo con rapidez, ella usó Supernova para envolverse en llamas y seguirlo casi a la misma rapidez, viéndose a la distancia como una estrella fugaz que los secundaba.
—¡Bakugo, a mi señal haz una explosión! –Iida llamó la atención del aludido, para seguir con el plan que había formulado el de cabello verde a su lado—.
—¡Tú eres el que va a esperar mi señal! –Como siempre protestó el de Quirk explosivo queriendo llevar el liderazgo—.
—¡Solo hazlo! –La Asagiri menor le gritó desde atrás, no era momento para ponerse a discutir por tonterías—.
Los villanos enviaron a Compress con el impulso de un don magnético para intentar alcanzarlos, pero la oportuna aparición de Mount Lady lo detuvo haciendo que ambos cayeran al suelo por la fuerza del impacto. Cuando tuvo la orden en el momento adecuado Katsuki hizo la expulsión requerida para que pudieran bajar la velocidad y aterrizar a la par de la azabache que respiraba agitadamente pero igual aliviada por haber podido zafarse de ese lugar.
El pequeño grupo de estudiantes corrió hasta una zona más concurrida y se detuvo a mirar la pelea en las enormes pantallas a lo largo de la avenida principal, el área se estaba llenando de múltiples helicópteros tanto de la policía como de noticieros que intentaban cubrir el evento de tal magnitud. Fue un gran shock emocional para el mundo cuando de un momento a otro el gran y poderoso All Might pasó a verse como un hombre fatigado y consumido llevando un traje que le quedaba flojo, las personas que espectaban no tardaron en comenzar a murmurar naturalmente asustados y confusos por lo que estaban viendo… ¿Acaso el Símbolo de la Paz se había extinguido?
—¡Gana, GANA ALL MIGHT! –Izuku y Katsuki gritaron a la vez, viviendo en carne propia la ansiedad y la esperanza de ver a su héroe de la infancia en la que parecía ser su pelea final—.
La más baja tenía las manos sobre la boca, jamás habría esperado ver al héroe número Uno de esa manera, como si fuese un simple hombre en los huesos. El Símbolo de la Oscuridad estaba de pie en el aire sin parecer tener mayor problema que su rostro carente de rasgos con anterioridad, poco después aparecieron el resto de héroes que habían estado en el Bar al inicio, para darle apoyo al de los mechones rubios. El intento de pelear todos juntos le daba esperanzas a la gente, aunque la monstruosa apariencia de la acumulación de dones de All For One los tenía con la plegaria en la boca, si All Might perdía….. todo el mundo lo haría igual.
Entonces, sucedió, aquél hombre esquelético sacó fuerzas de algún lado y logró dejar en el suelo a su némesis.
El mundo quedó en silencio por un momento, All Might levantó su puño como señal de victoria y el aliento volvió a todos, generando una oleada de vítores a viva voz y lágrimas de alivio.
—Ahora…. es tu turno… –La voz del agotado héroe resonó a través de las pantallas, gracias a la cobertura de uno de los noticieros—.
La gente volvió a vitorear sin entender realmente a qué se refería, Hina sintió confusión ante el aviso que parecían ser palabras para alguien en específico, estaba tan ensimismada que no notó la expresión del de cabello verde a cierta distancia de ella, pero Bakugo sí.
. . .
Luego de muchas horas en la estación de policía junto al de don explosivo siendo interrogados sobre todo lo que habían visto y oído mientras estaban en posesión de los villanos, finalmente pudo volver a ver a su madre que la esperaba afuera.
—¡Hina, estaba tan preocupada! –La heroína Violet Ghost inmediatamente abrazó con fuerza a su hija, se le había ido el alma cuando horas atrás la vió desaparecer de esa manera—.
—¡Mamá! –Ella se aferró a los brazos ajenos sintiendo nuevamente ese nudo en el estómago que le causaba la ansiedad, había pasado momentos bastante traumáticos para los que no estaba preparada y la habían dejado con muchas dudas—.
Durante el inevitable regreso a la Mansión Todoroki, la azabache observaba por la ventana mientras la mayor le hablaba sobre algunos detalles de la operación que habían hecho para llegar al Bar de Kamino, al parecer su compañera Yaomomo había puesto un localizador en el Nomu del campamento y por ello los héroes lograron dar con la ubicación en tiempo récord.
—Mamá, yo….. tuve una premonición sobre esto… –Hina murmuró luego de un momento de silencio, sintiendo que debía hablarle sobre eso, después de todo era la única en la que podía confiar abiertamente—.
—....¿A qué te refieres? –La de ojos azules se sentó visiblemente, ¿Era posible que su hija hubiese de alguna manera presentido que iban a secuestrarla o atacarla?—.
—Luego de ver el altar de Tōya, yo comencé a soñar con fuego azul y entonces en… –Sus palabras fueron interrumpidas por la mayor, que detuvo el auto en una calle poco concurrida ya cerca de su destino y giró a mirarla con el ceño algo fruncido—.
—¿Hiciste qué, Hina? –Karura miró directamente a su hija, como si ésta hubiese confesado un crimen– ¿Por qué hiciste eso? ¿Acaso no te advertí que habían lugares donde no podías entrar? ¿Qué hubiese pasado si rompías algo de ese niño?
—Pero… Mamá no lo hice con mala intención, es que encontré unas hojas de diario en mi habitación… –La de ojos anaranjados comenzó a sentirse ansiosa de nuevo, sin saber por qué su madre le hablaba así—.
—¡Te di específicamente una orden! –Soltó bordeando el enojo, señalando así hija con su índice izquierdo tras haber soltado el volante– No puedo creer que tu odio por Enji te lleve a desobedecerme incluso en algo tan simple, creí que ya habías madurado.
—¿Qué?... ¿Qué tiene que ver él con esto? Te estoy diciendo que encontré cosas de ese niño en mi habitación y quería saber quién era –Hina se justificó comenzando a sentir ese fuego del enojo acumulándose en su pecho– ¿Sabes qué? ¡Ya tuve suficiente, casi me reclutan a la fuerza los villanos y tú solo te preocupas por ese estúpido gorila!
Sin esperar una respuesta salió del auto dando un portazo, ni siquiera había podido cambiarse el uniforme de física que había estado usando desde hace casi tres días, pero en ese momento lo tomó como ventaja para usar su Quirk y dirigirse a casa de su mejor amigo.
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