Ahí estaba otra vez, el mismo pasillo de la mansión Todoroki se manifestaba en sus sueños, envuelto en una oscuridad tétrica que le ponía los pelos de punta y la piel de gallina, ¿En realidad se veía tan atemorizante?

¿Por qué tenía que estar viendo todo esto ahora? ¿Por qué todo tenía que verse como una película de terror? ¿Por qué estaba tan involucrada con ese niño? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Un grito femenino resonó entre la oscuridad del pasillo y una puerta se abrió rechinando dando paso a una luz de tono cálido. Había una mujer de espaldas en la cocina hablando por teléfono mientras una tetera hervía agua a punto de ebullición.

«Esos ojos… esos malditos ojos, ya no puedo soportarlo más, mamá, su lado izquierdo es horrible. Primero Tōya y ahora Sho…!»

¿Tōya?

Tōya

Tōya

Tōya

Tōya

Tōya

Tōya.

La azabache se levantó inhalando profundamente como si hubiese estado ahogándose, mirando a su alrededor con la respiración agitada notó que todo estaba a oscuras y las chicas estaban durmiendo tranquilamente a su alrededor.

Hina sentía su cuerpo temblando, así que rápidamente se levantó lo más cuidadosamente que pudo y salió de la habitación compartida, mirando el bosque por fin pudo respirar profundamente tratando de calmarse y procesar este nuevo sueño-pesadilla.

—¿Y tú qué carajos haces despierta a esta hora? –El de don explosivo estaba sentado en el techo del salón principal donde habían cenado antes, simplemente meditando al amanecer—.

—...Solo tuve una pesadilla, pero no como esas tontas, siento que es algo más… –Ella suspiró antes de activar su Quirk para generar suficiente calor como para flotar hasta el mismo lugar– ¿Puedo… confiar en ti para contarte algo?...

—Sabes que me importa un carajo lo que vaya a salir de tu maldita boca de extra. –Katsuki viró los ojos con fastidio, usando como siempre un tono mordaz, pero no carecía de sinceridad respecto a no divulgar—.

—Pff, lo sé… –Eso le dió tranquilidad a la más baja, que volvió a suspirar profundamente y abrazando sus rodillas flexionadas volvió a hablar– He estado teniendo sueños con un niño….

—....Eso es malditamente asqueroso –El rubio no perdió tiempo en hacer una expresión de desagrado ante lo que oyó, probablemente sacándolo de contexto—.

—...¡No de esa clase, idiota! –Chilló entre susurros la de ojos anaranjados conteniéndose de darle un manotazo, tuvo que calmarse y terminar de explicarse– Me refiero, no es un niño que exactamente conozco, solo he visto una fotografía, pero ya es la segunda vez que tengo pesadillas al respecto y realmente no entiendo nada.

El otro la miró en silencio durante un momento que se sintió largo, ¿Tener pesadillas con el niño de una fotografía? Sonaba estúpido para él, ¿Pues qué tan feo era el maldito mocoso?

—......Es uno de los hermanos del idiota de Shoto… –La Asagiri tuvo que terminar de brindar la información para rellenar el hueco de argumentación sobre el contexto de sus pesadillas– …..Me enteré que murió durante la niñez y desde que vi la foto sueño con ese niño gritando sobre que todo va a quemarse y que yo sé algo, me está volviendo loca.

—.....Una visita al psiquiatra te servirá, solo ponte a entrenar y deja de pensar en estúpidos cadáveres ajenos. –Bufó este en respuesta, aunque internamente estaba bastante confundido sobre lo que oyó, era malditamente turbio pero era mejor no meterse en problemas ajenos—.

Esa no era exactamente la respuesta que esperaba la de largo cabello oscuro, pero probablemente ese gruñón tenía razón con lo que dijo, seguro su mente solo estaba procesando mal el shock sobre la muerte de un niño que no conocía solo porque fue información imprevista.

•   •   •

—....Carajo, esto es el infierno… –Se quejó Hina a varios metros de altura, tratando de mantenerse en el aire aunque sus huesos ya dolían por estar usando Super Nova de manera prolongada—.

Pero el entrenamiento se trataba de desgaste físico hasta el límite, así que todos estaban igual de adoloridos y mareados que ella, ambas clases de héroes se habían juntado para ser supervisados simultáneamente, por lo que se oían múltiples quejas y gritos de distintos tonos de voz. Iba a ser un verano realmente largo en ese campamento.

Durante el día debían entrenar hasta caer rendidos y por las noches tenían que cocinar su propia comida, como dijeron más Pussycats desde el inicio, en cierta parte era divertido y les permitía fraternizar más entre ellos. Había notado un par de veces al de cabello bicolor mirando en su dirección, pero ella mantenía el ceño fruncido e ignoraba totalmente su presencia, ¿Quizás sabía que ella entró a donde estaba el altar o era por la pelea con su madre antes de las pasantías?

Bufó por enésima vez sin querer darle más importancia, simplemente centrándose en entrenar y no ser un estorbo en la cocina, aunque lo único que sabía hacer era encender el fuego para la leña, pero ya era algo de ayuda así que era válido. Así los días pasaban y la joven Asagiri aprendía a conocer mejor su cuerpo y las habilidades de su Quirk, como cuánta energía solar era capaz de absorber y utilizar para incrementar su fuerza, incluso había tomado la idea de Izuku sobre anotar en un cuaderno, aunque sobre su propio don. En cuanto más fuerte fuese la radiación solar más energía podía reunir y notar cómo una estrella iba iluminándose con más intensidad en su pecho como si fuese una batería recargándose, luego desapareciendo cuando la agotaba.

Tenía un don fuerte, pero aún tenía que solucionar el problema del dolor en sus huesos cuando superaba cierta cantidad de grados al arder, aún estaba muy lejos de ser una verdadera Super Nova.