6. Confusión

-¿De qué hablas?.- preguntó Kinn acercándose lentamente hasta su guardaespaldas. Con delicadeza tocó su hombro y este se tensó notablemente.

-No puedo hacer esto.- repitió Porsche negando con la cabeza, apretando con más fuerza la ropa que tenía en su mano.

-No entiendo qué quieres decir.- dijo el pálido comenzando a asustarse ante el comportamiento del moreno.

-Kinn.- lo nombró Pachara con seriedad.

-Porsche, me estás asustando.- comentó Anakinn dejando su ropa en el sofá para poder poner sus manos sobre los hombros ajenos, pasando por todos los brazos del menor para terminar abrazándolo.

-Habló de esto.- grito Porsche soltándose del abrazo que le daba su jefe. -No entiendo como llegamos a esto.- agregó volteándose finalmente a encarar al otro hombre.

-¿No recuerdas lo que pasó anoche?.- se atrevió a preguntar Kinn.

-No.- admitió el moreno con vergüenza pues sabía que debía haberlo dicho antes en lugar de seguirle la corriente a su jefe. -No entiendo qué hago aquí contigo, solos, no entiendo porque me tratas.-

-Debí suponer que no recordarías nada.- dijo el pálido tomando de nuevo su ropa para comenzar a ponérsela. Su corazón no podía resistir ver al chico que le gustaba no recordar la dulce forma en que le había pedido escapar juntos.

-Kinn.- llamó Porsche al ver que el mayor quería irse de la cabaña.

-Volveré en un momento, solo necesito pensar.- dijo el pálido cerrando la puerta detrás de él.

-Mierda.- masculló Pachara dejándose caer en el sofá, tomando su camiseta para cubrirse un poco. -¿Qué demonios hice anoche?.- se preguntó.

Anakinn se quedó sentado cerca del lago, recargado en una piedra al no saber qué hacer ahora que sabía que Porsche no recordaba nada de lo que había sucedido anoche.

-Debí suponer que esto pasaría.- murmuró el pálido con tristeza. -Tal vez simplemente no merezco ser feliz.-

El futuro jefe de la familia mayor suspiró con notable tristeza, suponía que ahora tendría que volver a su ajetreada y sádica vida que no quería vivir.

-Kinn, tengo que irme.- dijo Porsche llamando la atención del mayor, el cual saltó del susto. -No quería asustarte.- agregó con vergüenza.

-No te preocupes.- comentó Anakinn poniéndose de pie, notando que su guardaespaldas ya estaba totalmente vestido.

-Necesito ir a casa con mi hermano.- esas palabras calaron en el corazón de Kinn, pero no hizo más que comenzar a caminar hacia la cabaña para tomar sus pocas pertenencias. -¿Cómo llegaremos a mi casa?.- preguntó Pachara siguiendo al mayor.

-Tendremos que caminar.- explicó el pálido tomando su cartera y su celular que se mantenía apagado desde que habían salido del bar.

-¿Estás molesto?.- pregunto el moreno con curiosidad ante la repentina seriedad de su jefe.

-No es nada.- respondió Kinn. -Tan sólo te llevare a tu casa y volveré a la mía después.-

Nadie dijo nada más después de la fría respuesta del pálido. Su camino se vio rodeado de un incómodo silencio que ninguno sabía cómo romper para hacer más amena la situación.

Porsche no entendía nada de lo que estaba sucediendo y Kinn se sentía molesto por haber creído que el chico que le gustaba recordaría lo que le pidió esa noche de borrachera.

Caminaron entre el bosque, procurando esconderse pues estaban a plena luz del mediodía. Pachara no se atrevió a preguntar bien como habían terminado juntos, de alguna forma quería obligar a su cabeza a recordar, porque creía en serio haber metido la pata con lo que sea que hubiera hecho.

Kinn no podía dejar de odiarse por dejarse llevar por ese lindo chico que ebrio le había pedido que se escapara con él y que se fueran lejos.

-¿Sabes llegar a mi casa?.- se atrevió a preguntar el moreno.

-Se todo sobre ti.- respondió Anakinn con simpleza.

De alguna forma Pachara sintió algo removerse en su pecho al escuchar de esa forma altanera a su jefe decir que sabía todo de él.

-Eres un acosador.- murmuró Porsche y el mayor se rió levemente.

-Algo así.- dijo el pálido notablemente más tranquilo. -Pero es mi deber saber todo de mis guardaespaldas.-

-¿Aún soy tu guardaespaldas?.- cuestionó Pachara con curiosidad.

-No lo sé.- suspiró Kinn sin detener sus pasos. -Supongo que depende de ti.-

Porsche no supo qué más decir ante ese comentario, ni él mismo sabía que sucedería con su vida una vez llegara a su casa y su jefe volviera a su mansión, regresando a su usual vida de muertes y traiciones.

Una vez más un silencio se estableció entre ellos, pero esta vez no tan incómodo después de las pequeñas risas que habían compartido. Aún así, nadie volvió a hablar. Pachara se mantuvo siguiendo al mayor, quien parecía saber muy bien por dónde y hacia dónde se dirigían.

En poco tiempo se encontraban frente a la puerta de la casa de los Pachara, donde Porsche y su hermano Porchay vivían aún desde la muerte de sus padres.

-Listo, ya estás de vuelta en tu hogar.- habló Kinn con pesadez.

-Gracias por guiarme de regreso a mi casa.- dijo Porsche de forma tímida.

-Adiós, Porsche.- el pálido se giró y lentamente comenzó a caminar lejos.

-Kinn, espera.- gritó el moreno para detener a su jefe.

El mayor volteó al escuchar su nombre salir de los labios del chico que le gustaba. Había querido huir tan pronto llegaron a la casa del moreno, pues sabía que de quedarse otro segundo junto a Porsche no podría alejarse de él. Estaba tontamente enamorado de un hombre que no tenía interés alguno en él.

-No tienes que irte si no quieres.- dijo Porsche con nerviosismo, pues no estaba seguro de que estaba haciendo en esos momentos.

-¿Qué quieres decir?.- preguntó Anakinn sintiendo un poco de esperanza florecer en su pecho.

-Se que odias esa vida y no tienes que volver a ella si no quieres.- explicó el moreno.

-¿Acaso recuerdas lo que pasó anoche?.- cuestionó con emoción el pálido.

-No.- esa corta respuesta volvió a matar la esperanza de Anakinn. -Pero aún si anoche no me lo hubieras dicho, como supongo que pasó, lo puedo notar, lo note en ese lago, en la forma tranquila con la que sonreías.-

-Pero no puedo quedarme aquí.- se quejó Kinn, pues sabía que no podría soportar la tentación de tener a su guardaespaldas tan cerca y no poder besarlo o abrazarlo. -No así.- murmuró.

-Quédate, no se porque lo pido, pero no quiero que te vayas.- dijo Pachara haciendo caso a su confundido corazón que se agitó al ver a su jefe irse tan pronto lo dejó frente a su hogar.

Kinn miró con sorpresa a su guardaespaldas al escuchar esas palabras. Tal vez el moreno no recordaba nada, pero tal parecía que su corazón sí que recordaba los sentimientos que habían aparecido por su jefe la noche anterior.

-No te vayas, Kinn.- esa frase sonó casi como una súplica y Anakinn solo pudo asentir, tratando de suprimir una sonrisa que quería posarse en sus labios.

-No, Porsche.- dijo el pálido con seriedad. -No me iré.- afirmó y una sutil sonrisa se formó en el rostro de Porsche.

   

     

   

👨‍❤️‍💋‍👨💞👨‍❤️‍💋‍👨💞👨‍❤️‍💋‍👨💞👨‍❤️‍💋‍👨💞👨‍❤️‍💋‍👨💞👨‍❤️‍💋‍👨💞

No saben como amo este capitulo!!!

Este final es de los que más amo de toda la historia jeje

Espero les haya gustado, porque pues a mi me gusta bastante esta historia.

No se olviden de apoyar votando, comentando y compartiendo su quieren.

Me hace muy feliz ver el apoyo, aunque sea poquito.

La historia sigue porque la amo y de todas formas ya esta hecha jejej.

Sin más, nos leemos mañana, los amo💙💙💙💙

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top