14. Sueños Cumplidos
3 meses después.
-¿Estás listo, cariño?.- preguntó Kinn desde la sala, esperando a que su novio estuviera listo.
-Ya voy, amor.- gritó Porsche saliendo de la habitación. -Estoy más que listo.- dijo poniéndose de pie frente al mayor.
-Espera, ¿piensas que te dejaré ir así?.- cuestionó el pálido al ver que su novio usaba unos pantalones de mezclilla y una camisa blanca abierta casi hasta el abdomen.
-Señor celoso, ¿puede dejarme vestir como me gusta?.- preguntó el moreno pasando sus manos por los fuertes brazos de su pareja, que estaba usando una camisa negra con algunos botones abiertos. -Usted también está mostrando todo su pecho.- agregó metiendo su mano bajo la camisa, tocando la suave piel.
-Bueno, pero yo tengo una preciosa marca de cierto chico posesivo.- dijo Anakinn moviendo un poco su camisa para mostrar la marca roja en su pecho.
-Muy bien, adelante.- resopló Pachara sonriendo, descubriendo casi por completo su hombro izquierdo.
El mayor sonrió encantado. Después del tiempo que llevaban juntos, el moreno se había vuelto más abierto con sus sentimientos y la timidez no era algo que ninguno de los dos conociera ya.
Kinn rodeó con una mano la cintura de su pareja y con la otra acarició toda la piel que estaba expuesta.
-Entonces déjame marcar lo que es mío.- murmuró el mayor dejando cortos besos en la dorada piel frente a él.
Buscando un espacio que sabía que se vería aún con la camisa bien puesta, el pálido decidió succionar la piel casi al centro del pecho de su novio. Mordió, lamió y succionó esa suave piel, dejando una mancha rojiza.
-Kinn.- suspiró Porsche acariciando el cabello de su novio.
-Ahora si te ves bien.- afirmó Kinn viendo su bella obra de arte. -Me encanta cuando usas esas camisas, aunque muera de celos cuando todos te ven.-
-Pero sabes que aunque todos me vean, yo solo te veo a ti.- dijo el menor antes de dejar un corto beso en los labios de su pareja.
-Te amo.- aseguró el mayor con una sonrisa.
-También te amo.- repitió Pachara. -Pero debemos irnos ya a la inauguración de nuestro bar, los dueños no pueden llevar tarde.-
-De acuerdo, ya tendremos tiempo para celebrar nuestro nuevo comienzo.- dijo Anakinn viendo de forma coqueta al moreno.
-Todo depende de si tenemos una exitosa inauguración.- remarcó el menor, entrelazando su mano con la de su pareja para salir rumbo al bar que estaba a un costado de su bella casa a la orilla del mar.
El amplio lugar tenía un letrero de luces que decía "Cherry's Bar" en color rojo. Ese nombre les pareció fresco y les recordaba a una de sus tantas noches donde una situación normal, se volvía un caliente encuentro.
Fue hace un mes, cuando estaban cocinando algo para tener una romántica cena por sus dos meses juntos. Habían hecho una pasta simple y después un postre de cerezas. La idea era hacer también unos mojitos de cereza, pero de alguna forma el ambiente se volvió sensual de un momento a otro.
-Oh wow.- gimió Porsche con gusto, llamando la atención de su pareja.
-¿Que haces?.- cuestionó Kinn pues solo veía como el menor se comía el fruto rojo que era para su postre.
-Tienes que probar esto, amor.- afirmó el moreno tomando otra cereza, esperando a que su novio se acercara a él para darle la fruta.
Sin decir nada el pálido se acercó a su pareja y cuando tomó en su boca la cereza, se atrevió a lamer sensualmente los dedos del moreno.
-Kinn.- dijo Pachara de forma seria.
-Quiero más.- murmuró Anakinn con voz grave, rodeando la fina cintura del menor.
-¿Que no íbamos a hacer el postre?.- preguntó el menor.
-Pues yo estoy viendo un delicioso postre justo aquí.- afirmó el mayor tomando otra cereza para ofrecérsela a su novio.
Porsche tomó entre sus labios el fruto rojo, sonriendo encantado con la forma en que de pronto su novio se ponía coqueto y terminaban haciendo el amor.
Kinn compartió la misma sonrisa de su pareja y juntó sus labios, compartiendo el sabor de la cereza. Haciendo uso de su fuerza, el mayor subió a su novio a la barra, situándose entre sus piernas, sin dejar de besarse.
-Ese cherry sabe delicioso.- murmuró el pálido sobre los rojos labios de su pareja.
-¿El cherry o yo?.- cuestionó el moreno de forma coqueta.
-Los dos.- respondió Anakinn. -Pero más tu.- agregó antes de tomar de nuevo los dulces labios del menor.
Después de aquel amoroso encuentro en la cocina de su linda casa, habían decidido que el nombre de Cherry's Bar sonaba lo suficientemente bien para ponérselo a su bar.
Dentro del lugar todo era bastante rústico, había una sección abierta para que la gente tuviera vista al mar. Una barra enorme con un sin fin de distintas botellas se veía casi al final.
Para sorpresa de ambos ya había gente esperando por la inauguración del lugar. El último mes se habían encargado de promocionar su nuevo negocio con las personas que iban conociendo, por lo que la voz se había corrido y muchos ansiaban disfrutar de un bar a la orilla de la playa.
-Cherry's Bar abre finalmente sus puertas al público.- anunció Porsche abriendo las puertas del lugar, dejando ver las luces neón que iluminaban el lugar.
-Espero todos se diviertan.- agregó Kinn siguiendo a su novio hasta la barra, pues al menos por unos meses, ellos pensaban ser los bartenders del lugar.
La gente comenzó a pedir bebidas sin parar, la música ambientaba bien el lugar y motivaba a pedir más y más tragos. Ambos podían ver que sus clientes estaban disfrutando y eso los hacía muy felices.
Cerca de las 3 de la mañana, la gente comenzó a abandonar el lugar. Anakinn se quedó sentado en un taburete, viendo a su guapo novio preparar una bebida.
-Te ves muy sensual en tu papel de bartender.- comentó el pálido llamando la atención de su novio.
-¿Quiere usted una bebida, señor Kinn?.- preguntó Pachara al mayor, con una sonrisa coqueta.
-Te quiero a ti en mi cama.- respondió Kinn sin pena alguna.
-Por ahora solo puedo darte un beso.- dijo Porsche acercándose a su pareja para darle un beso profundo y lento. -Estoy muerto de cansancio.-
-Tenemos toda una vida para hacerlo.- comentó el pálido para asegurarle a su novio que no le molestaba que en ocasiones se negara a estar con él de forma íntima.
Cuando el último cliente se fue, decidieron que era hora de ir a descansar a casa. Cerraron de forma segura su pequeño negocio que parecía que sería bastante concurrido.
-Gracias por este sueño cumplido.- murmuró Porsche rodeando el cuello del mayor.
-Gracias a ti por escaparte conmigo.- dijo Kinn rodeando la cintura de su novio. -Te amo.-
-Te amo, mucho.- afirmó el moreno besando a su pareja bajo el enorme cielo lleno de estrellas y el suave sonido del oleaje de fondo.
👨❤️💋👨💞👨❤️💋👨💞👨❤️💋👨💞👨❤️💋👨💞👨❤️💋👨💞👨❤️💋👨💞
Y este es oficialmente el final de esta dulce historia!!!! 🥺🥺
Después de poco más de dos semanas, le decimos adiós a KinnPorsche, de nuevo.
Por cierto, amo la escena del chupeton jeje
Díganme que les pareció esta historia y si quisieran más de esta dulce y caliente pareja jeje
Yo la ame de principio a fin, así que espero que ustedes también la disfrutarán.
Ahora si nos despedimos, nos leemos en alguna otra historia.
Los amo💙💙💙💙
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top