1. Preocupación
Kinn, el hombre guapo, de piel pálida, cabello oscuro siempre bien peinado, caminaba por la sala donde todos los guardaespaldas descansaban.
Con sus manos en los bolsillos del pantalón, caminando siempre recto y con un rostro serio.
-Vamos, señorito Khun.- de pronto la voz de Porsche hizo que el futuro jefe de la familia mayor se detuviera.
-No, Porsche, no iré contigo.- respondió Thankun.
-Vamos, te divertirás.- lo animó aún más el guardaespaldas más nuevo.
-No iré a ese club contigo.- se quejó Khun. -Yo nunca salgo.-
-Te divertirás mucho conmigo, además seguro vas a adorar a mi amiga Yok.- agregó Pachara.
Kinn se mantenía oculto, escuchando la conversación en la que su guardaespaldas trataba de convencer a su hermano de volver a salir al mundo a divertirse.
-Señor Kinn, el señor Korn lo busca.- la voz de Chang tomó toda la atención del pálido, quien sólo asintió y se fue detrás del jefe de todos los guardaespaldas.
👨❤️💋👨💞
Aún le sorprendía a Kinn que Porsche decidiera acompañarlos en esa visita que le harían a uno de los deudores de la familia. Quiso suponer que tal vez se debía a la curiosa personalidad del chico de piel morena y traje negro.
-Aún debes mucho dinero.- habló Kinn de forma firme.
-Lo pagaré, sólo deme más tiempo.- pidió el hombre mayor que estaba de rodilla frente al hijo de Korn.
-Ya le dimos mucho tiempo.- afirmó Anakinn, haciendo una señal hacia Pete y Ken para que hicieran lo que ya sabían.
Pronto los golpes hacia el hombre mayor comenzaron. Los dos guardaespaldas paraban al señor sin compasión alguna, tan acostumbrados a ese trabajo como si fuera lo más normal.
Por otra parte Porsche no podía siquiera voltear a ver a ese pobre hombre que era golpeado solo por no poder pagar una deuda. Su mente fue directamente a su tío, la forma en que lo había visto lleno de sangre, las amenazas que le habían hecho por deber dinero.
Dando un largo suspiro cerró los ojos e intentó no pensar en la horrible situación que ocurría ante sus ojos, aunque escuchaba los quejidos del hombre. Ahora se arrepentía un poco por haber seguido a Pete con tal de no seguir viendo series y películas coreanas con el señorito Khun.
Para Kinn no pasó desapercibida la forma en que Porsche desviaba su vista, su cuerpo tenso y sus suspiros pesados. Algo en su pecho se apretó al ver así a su nuevo guardaespaldas.
-Pete.- llamó a su guardaespaldas más confiable y le hizo una seña para que se llevará a Porsche fuera de la casa.
El nombrado sólo asintió y con la mirada le indicó que lo siguiera hasta el jardín de la casa donde se encontraban.
Porsche no dudó en sacar un cigarrillo y encenderlo rápidamente para intentar controlar la opresión que sentía en el pecho.
-¿Te arrepientes de haberme seguido?.- preguntó Pete tomando también un cigarrillo.
-Solo pienso que tal vez ese hombre no tenía otra opción.- dijo Porsche con pesar. -¿Lo van a matar?.- se atrevió a preguntar, aún cuando le diera un poco de miedo saber la respuesta.
-No.- negó Pete. -Esto es solo una lección para él.- agregó sabiendo de sobra como eran las cosas en la mafia.
-Yo sé lo que se siente.- suspiró Pachara. -Yo haría cualquier cosa cuando estoy desesperado, se lo que es tener miedo de que te cobren de otra forma solo por pagar un poco tarde, odio eso y no sabia que hoy sería así.-
Pete vio al moreno con cierta pena en su mirada. A pesar del tiempo que Porsche llevaba en la casa de los Theerapanyakul, y que ellos compartían habitación, no se conocían muy bien pues no hablaban de temas tan personales como ese.
-Un día alguien me dijo que en este mundo no hay héroes ni malos, solo personas viviendo el día a día.- comentó Pete dando una larga calada a su cigarrillo.
Dentro de la casa, Ken aún seguía golpeando al hombre mientras Kinn se mantenía en el sofá, tan sólo mirando la escena frente a sus ojos.
-Te doy tres días para pagar.- dijo Anakinn poniéndose de pie, abotonando de nuevo el saco color negro que portada. Sin más camino con elegancia hacia el jardín siendo seguido por Ken.
-Señor Kinn.- se escuchó de pronto un grito.
Pete y Porsche tiraron sus cigarrillos y corrieron hasta donde el hombre con la pistola apuntaba a Kinn.
Los tres guardaespaldas sacaron sus pistolas. Kinn se resguardo detrás de Ken, atento a la situación, pues sabía que un paso en falso y alguien podría morir.
-Para.- pidió Pachara. Miró su arma y decidió guardarla para no intimidar más al hombre que ya tenía manchas de sangre en su cuerpo. -Baja el arma.-
-No tengo otra opción.- dijo el hombre afligido. -El me obligó a hacerlo.- gritó.
-¿Quién?.- preguntó Porsche queriendo distraer al hombre.
-No puedo decirlo.- se quejó el deudor.
-Baja el arma y confiésalo.- pidió el guardaespaldas más nuevo.
Pete y Ken se mantenían alertas, sin dejar de apuntar al hombre en caso de que este decidiera disparar a alguien.
-Prometemos no dispararte.- afirmó Pachara.
Kinn estaba sorprendido por la forma tan calmada en la que Porsche intentaba dialogar con el hombre deudor de la familia. Sabía que intentaba convencerlo de confesar quien lo había mandado, pero también sabía que ninguno de sus otros guardaespaldas haría eso, sólo Porsche era así de noble y él lo había notado.
El hombre bajó el arma lentamente y mirando al piso suspiró pesadamente. Cuando levantó su rostro miró a Kinn. Sin decir nada levantó su arma y disparó justo al frente de él, donde se encontraba Porsche.
Kinn no dudó un segundo en correr hacia Porsche cuando vio las intenciones del hombre y lo jaló de forma en que la bala sólo rozó su brazo.
El guardaespaldas nuevo fue el primero en dispararle al hombre, siendo seguido por los otros dos que acompañaban a Kinn. El hombre cayó muerto al suelo.
Anakinn alejó a Pachara, quien se encontraba en shock, viendo al hombre tirado en el piso, muerto. Apenas sentía un pequeño ardor en su brazo, pero no podía darle importancia.
El futuro jefe de la mafia miró asustado el brazo ajeno que sangraba y manchaba la blanca camisa que el moreno portaba.
-¿Estás bien?.- preguntó Kinn con una inusual preocupación que nunca antes había sentido por otro guardaespaldas.
Porsche ni siquiera pudo responder, tan sólo miraba el cuerpo tirado del hombre al que él le había disparado. El pálido miró el rostro pasmado de su guardaespaldas y después su brazo manchado de sangre.
👨❤️💋👨💞👨❤️💋👨💞👨❤️💋👨💞👨❤️💋👨💞👨❤️💋👨💞👨❤️💋👨💞
Primer capitulo de esta preciosa historia.
Se que esto son solo escenas de la serie, pero díganme ¿que les pareció?.
Enserio espero que les guste mucho esta historia, porque yo la ame.
Gracias a las personitas que le dan una oportunidad.
Nos leemos mañana, los amo💙💙💙
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top