Rubia


Todo iba tan mal.

Todo estuvo mal desde que accedió a ayudar a su mejor amiga a pasar la mudanza a su nueva casa.

La castaña de alguna manera había creado su propio sistema de manipulación contra Simón para poder hacer lo que quisiera, dos semanas atrás lo había obligado a ayudarla a traducir una de sus exposiciones, la siguiente vez fue casi jurar a la madre de Luna que harían una pequeña pijamada en su casa cuando en realidad la pequeña mexicana se había escapado de fiesta.

Simón estaba bastante extrañado por el cambio de Luna, había pasado de ser la chiquilla temerosa de su estatura a ser la chica que se escapaba de clases para ir a cualquier otro lado.

Era obvio que la universidad y el poder vivir sin su madre ya la estaba afectando mucho, no llevaba más de tres meses fuera de la casa de los Valente y en esos tres meses había salido más de catorce veces en la noche. Estaba feliz de que su amiga de la infancia se estuviera divertiendo y disfrutando su vida, sin embargo ese lado protector le gritaba que estuviera al pendiente de ella pues cada vez iba caminando con rapidez.

Luna esta vez había cambiado de departamento a una casa compartida, por lo que la ojiverde le había comentado era que su nueva roomie era su compañera de varias clases al igual que algunas de sus amigas. Ahora serían tres chicas en una misma casa, tres universitarias fiesteras y posiblemente las otras dos con influencias economicas y sociales.

Y es que la castaña ahora tenia una pequeña fama de juntarse con quienes tal vez no le convenían.

Eso era una suposición de Simón, claramente. En esas dos semanas solo se había encontrado con Delfina que tal vez era la chica más superficial que había conocido por medio de su amiga.

Una pelinegra que a cada rato mencionaba sobre sus nuevas compras y lo emocionante que seria su futuro después de pasar el segundo trimestre y cambiarse a economía o relaciones comerciales, esa chica ya se veía como la proxima Kim Kardashian.

Nada que ver con la sencillez de Luna.

—¡Simón! – el castaño dejo de pasar uno de los cajones del armario de Luna para volteara verla– ¿Te digo algo y no te enojas?

Tacones, cabello planchado y maquillaje más realizado, ropa ajustada. Sorpresa, volvio otra manipulación de Luna.

—¿Qué rayos? – murmuró en un suspiro agotaso.

—Debo ir a exponer, ¡la profesora aviso a ultimo momento! – se excusó tan pronto como pudo– ¿sería mucha molestia que te quedaras a abrirle a mi otra roomie? Ella perdio sus llaves y no puedo dejarte las mías que después de eso tengo que ir por otras cosas.

Esta vez se veía culpa en sus ojos, aunque ya había tenido la suficiente experiencia para ver el parecido en la mirada de su amiga con cada que le hacía un pedido.

—¡Puedes ducharte aquí! Hay regadera con agua super fresca y puedes comer lo que quieras, hasta puedes llevarte el bote de helado pero por favor, espera a mi roomie– imploró jugando con su saco, uno que le había prestado Delfina claramente.

No tenía mucho sentido su aparente mala onda con la pelinegra, pero era automático.

La castaña presiono más con un puchero y sus ojos verdes, Simón giro los ojos y asintió.

—¡Genial! Eres el mejor, te amo, te adoro mereces el cielo, mereces un beso de Zac Efron.

—Sabes que odio a ese tipo–recalcó el mexicano con una mueca.– Y ni siquiera me gustan los chicos.

—Que princesa me saliste–murmuro burlona– Bueno, con Zendaya. Me tengo que ir, cuidas la casa y cuando llegue Ámbar ya te vas. Te quiero! –chillo tomando su computadora y mochila.

El castaño respondió con una respuesta positiva casi automática.

Sin rechistar o perder el tiempo, se dirigió a la ducha que había mencionado la ojiverde para después desvestirse y dejar caer el agua fresca.

No tardo mucho en la bañera pues su estomago comenzaba a rugir. Finalmente vestido, bajo a la cocina en busca de algo que comer.

Pan integral sin gluten, leche des-lactosada. Fue lo primero que vio, en si lo único que tal vez se le antojaba no estaba presente el la cocina de esa casa. Todo estaba afuera, en algun restautante de comida rápida que no daba servicios a domicilio.

¡Pequeña manipuladora! Antes era tan inocente que no hacía nada más que hacer y cumplir al igual que el, ahora ella era de las que daba ordenes y el las acataba.

Ya había nacido el carácter de su mejor amiga.

El tiempo pasaba y no de la forma en que quería, estaba pasando tan lento pero de igual forma seguía pasando y no había señales de que la compañera de Luna llegará. ¿En que tanto estaba tardando esa chica?

Posiblemente adivinaria, comprando un nuevo auto para combinarlo con sus zapatos o buscando algun tipo de maquillaje que jure belleza eterna, en la universidad de la castaña era un mundo de superficiales que sólo vendían sus caras bonitas sin dejar que vean el interior, tal vez eran conscientes de lo vacios y horrorosos que eran internamente.

Puro estereotipo viviente, esa era la definición.

Finalmente, sintio la emoción y alegría al escuchar el irritante timbre provenir de la puerta principal.

—¡Ya voy! – dijo con voz fuerte bajando las escaleras con su mochila en el hombro y su celular en la mano.

Las ganas de salir de esa casa picaban en sus extremidades pues era como si se tratase de liberar a un pajaro, por más dramático que sonase en esa casa no había nada entretenido.

—Genial, ya llegas..–

—Buenas tardes jovencito, sólo venimos a ofrecerle un nuevo servicio de televisión con un internet de mayor velocidad, solo es cuestion de rellenar este cuestionario– comento una mujer con su uniforme a corde a la compañia de cable.

El castaño no pudo evitar maldecir internamente.

—Ah yo no, lo siento pero no vivo aquí – respondió con algo de pena.

La mujer formo una 'o' con los labios para después asentir.

—Oh disculpa, buenas tardes– se despidió con amabilidad.

El castaño asintió para después cerrar la puerta.

Frustrado dejo la mochila en el sillón para después prender la pantalla, tantos lujos para no tener programas entretenidos más que de moda y noticieros.

Su celular vibro en su bolsillo por lo que se acomodó para sacarlo y finalmente desbloquearlo.

No falta en que llegue mi roomie, ya le faltan unos minutos para que llegue :)

Y tal cómo decía su mensaje, después de haberle respondido, en menos de siete minutos ya habían tocado el timbre.

Con la mochila en el hombro abrió la puerta, necesitaba salir de esa casa o terminaría dormido de la flojera.

—Tuve cosas que hacer, había mucha gente que no comprendía la prisa de los demás –comento con fastidio la rubia entrando rápidamente sin darle tiempo de abrir totalmente la puerta– Es fastidiante que los demás no entiendan las necesidades de uno, gracias por esperar a que llegue. Ya puedes irte.

Ni siquiera lo había volteado a ver.

—Por dios– murmuro fastidiado el castaño, la rubia no pudo dejar de acomodar su bolsa en el comedor pues volteo rápidamente con el ceño fruncido – Que superficial eres.

—¿Perdón? Acabas de decirme superficial a mi?– cruzo sus brazos sobre su pecho – Perdona ¿y tu eres?

—Es que es la verdad, no eres más que la niña de papi y mami– la rubia abrio la boca incrédula – Soy amigo de Luna.

—¿Y crees que tienes el derecho de suponer de ese modo sobre mi?– subio sus cejas, sus ojos azules denotaban molestia – No es culpa mía que tu tengas el mismo nivel de estupidez que esa bola de imbeciles.

—¿Qué?– el castaño preguntó con el ceño fruncido– ¿Cuál es tu nombre?

—Oh cariño, te va a dar jaqueca de envidia. Ámbar Smith.

El castaño sonrio amargamente para después lamerse los labios.

—Claro, la familiar de Sharon Benson. No te tengo envidia, yo prefiero ganarme la beca a entrar sólo por ser sobrina de una mujer rica.

—¿Una mujer rica? Dime cuantos años tienes, ¿cuatro? No tienes idea de lo que ha hecho mi madrina para poder ganarse lo que tiene.

—Al menos eres consciente que ella es la que lo gano, tu solo lo obtienes por ser su familiar– Ámbar rió amargamente.

—Mira no tengo tiempo para perderlo contigo, hiciste un favor lo cumpliste, ahora puedes retirarte. Digo, si quieres puedo pagarte, como soy hija de mami y papi el dinero me llueve y sobra.

Ambos mirandose directamente a los ojos, enojo y un agrio ambiente.

El castaño tomo su mochila para después abrir la puerta y cerrarla, con la rabia haciendole el paso pues con su rostro enojado posiblemente estaba asustando a todos y así obtener el paso.

Estaba enojado por esa chica superficial, jamás volvería a caer en los favores de su amiga. No si se trataba de volver a estar en esa casa de riquillas.

Claramente no pudo cumplir su propia promesa ;)

Saimon, Simón, Álvarez, sumiso, pendejo, estúpido, tarado, adorable e inocente. No se enojen, le dio un ataque de amargura al niño, ya se le pasará.

Una pequeña historia de shots, esta es la parte 1☝️

Ámbi, rich girl ahre JSJS

Desde hace mucho quería hacer un oneshot así, donde se hable más o menos de eso. El tema que a veces envidiamos, el dinero ¡no lo nieguen!💸

Esta vez es una perspectiva algo superficial al principio.

No lo nieguen, a veces pasamos por el camino de Simón y solo asignamos los estereotipos sin conocer a las personas🤑

Un poquito de superficialismo gente ❤

Y obvio SIMBAR 7v7

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