Perdida de memoria


—Simón –el castaño miro cuestionante y curioso a Luna, ella estaba llorando con una mezcla de felicidad y tristeza– ¿Sabes cómo me llamo?

—No.

Luna se mantuvo callada esperando a que estuviese bromeando, después de unos segundo comenzo a llorar sin freno asustando a Simón pues prácticamente una desconocida estaba llorando frente a él.

—¿Sucede algo? –preguntó totalmente incómodo.

—No, nada –respondió mientras gruesas lágrimas caían de sus ojos.

Simón había sido atropellado hace dos meses, había caído en coma por mes y medio hasta que despertó justo ahora. Los estudios y análisis explicaba que Simón había perdido la memoria.

Para Simón no existía su banda, su trabajo, su novia, ni siquiera sabía que día era.

Sólo recordaba a su familia y a su perro, el perro de Simón destacaba más que Luna.

La castaña se disculpó para después salir de la habitación a llorar con más libertad, su novio acababa de perder la memoria, la había olvidado por completo.

Simón se mantuvo quieto esperando a que algún profesional viniera a explicarle que carajos estaba pasando, no entendía nada tan solo se le venía a la mente la imagen de su perro comiendo.

Resopló pasándose la mano por la cara, tenía sueño y mucha hambre. Estar en el hospital lo hacía sentir más enfermo, no le gustaba el color blanco.

Era tan opaco y sin vida, le gustaba el azul y amarillo, así quedaría mejor.

—¿Simón? –una rubia entro a la habitación, sus ojos estaban cristalizados con cada paso que daba.

El castaño la miro con recelo mientras detallaba cada movimiento que hacía la de ojos azules, se veía igual de preocupada que la chica anterior.

Ámbar por dentro estaba brincando de felicidad sin embargo sus ojos le ardían bastante, debía de aguantarse sí lo que quería era hacer una venganza correcta y bien planificada.

—¿Quién eres?

—Ámbar –su actuación era bastante buena, la voz le había salido temblorosa y titubeante– ¿No me recuerdas?

—No te recuerdo ni a ti, ni a la otra chica que no recuerdo su nombre. –eso era bueno para su plan.

—¿Enserio? –el castaño asintió, Ámbar se cubrió el rostro para después hablar– Yo soy tu novia.

Simón frunció el ceño para después entreabrir los labios.

—La chica anterior dijo que también era mi novia –la rubia se mantuvo callada mientras insultaba mentalmente a Luna– Espera, ¡¿somos un trío?!

—Casi, en realidad no, que asco.

—¿Entonces?

—Ahora no es importante eso, ¿cómo estas? ¿Te duele algo? –fingió preocupación mientras sostenía su mano.

El castaño miró fijamente sus ojos para después ver sus manos juntas, Ámbar trato de darle la mueca más triste que pudo.

—Ahm estoy bien, tengo hambre Ámbar –entre lágrimas le dio una sonrisa feliz.

—Extrañaba que dijeras mi nombre –susurró sollozando, el castaño le dio pequeñas palmaditas en la espalda intentando calmarla.

—Ámbar, Ámbar, Ámbar, Ámbar –repitió con una intención buena, quería que todos dejaran de llorar pues realmente estaba bien. – Ámbar, Amber, Ámbar, Ámbar, Amber, Ámbar, Amber.

Aun fingiendo llorar la rubia lo volteo a ver furiosa al incluir el "Amber".

—Mejor me calló –la rubia negó para después lanzarse a sus brazos.

—¿Qué necesitas? –le preguntó acariciando su mejilla con su mano, quería transmitirle preocupación y amor.

Cosa que en realidad no sentía hacía el, tan sólo era un muñequito de trapo de debía manipular hasta hacer sufrir a Luna.

El castaño se sintió invadido en su espacio personal aunque de alguna manera le gusto esa caricia cariñosa, la castaña ni siquiera lo había tocado tan sólo le había llorado en la cara.

Sus teorías de por qué tenía dos novias le estaban explotando la cabeza, estaba haciendo un trío, ¿era drogadicto?, ¿estaba siendo infiel?

Decidió alejar esos pensamientos de su mente para concentrarse en que decirle a la rubia de ojos azules, aunque no podía negarlo Ámbar era muy hermosa.

—¿Podrías traerme algo de comer? Por favor –Ámbar asintió tensando los labios– ¿Cuándo es mi cumpleaños?

—¿Qué?

—Es una prueba de pareja, sí eres mi novia debes saber cuál es el día de mi cumpleaños, Ámbar.

Nada tonto, Simón.

Ámbar rebusco en su mente por un par de segundos para después atacar, tampoco ella era una tonta.

—¿Cuándo es el mío? –el castaño subió las cejas incrédulo– Somos... una pareja diferente.

—¿Una pareja que no sabe el cumpleaños del otro?

—¡Esta bien! Mi cumpleaños es en dos meses –el castaño la miró inconforme con la información– El tuyo paso hace dos meses, sí se en que mes pero no recuerdo el día.

—¿También te paso por encima un auto?

Era la primera discusión de pareja. Casual, despiertas de un coma y decides comenzar a discutir por el cumpleaños con tu pareja, totalmente de Simón.

—Iré por tu comida, ¿tienes sed?

—Sí –alargo la letra "i" mientras hacía una mueca, Ámbar se acercó a la puerta para después dirigirse a la area de comida.

Insultó mentalmente a Luna y también a Simón, estúpido pensativo ¿a quién se le ocurre contradecir después de despertar de un coma? Tarado.

Ahora debía pensar que diablos hacer con Luna, había sido un total error el soltar tan pronto "soy tu novia" ¡estúpida Luna y su bocota!

Finalmente consiguió la comida de Simón para después dirigirse a su habitación, tenía suerte de que casi todos hayan ido a descansar y los otros se quedaran a cuidar.

Estaba su abuelo, el padre de Luna, Delfi y Jazmín. Ellas eran sus cómplices, eran como sus cámaras de seguridad en caso de que Luna volviera a arruinar todo de nuevo.

—Gracias –Ámbar le dio una breve sonrisa para después sentarse a su lado– Wow, sí me conoces. Las tostadas son mis favoritas y también la gelatina de uva.

Prácticamente lo había elegido para quitarte un poco.

Se sorprendió un poco al descubrir que al castaño también le gustaban esas dos delicias.

Te perdonó por causarme un colapso de ideas, Simón.

—Lo sé, en nuestras citas siempre comíamos tostadas, a los dos nos gusta –el castaño sonrió emocionado, con algo de timidez le ofreció una cosa que Ámbar agradeció a los cuatro vientos.

Ámbar ya estaba preparada para todas la preguntas de Simón, ya había idea su "historia de amor" entre los dos.

—¿Cómo se llama la otra chica que dijo que era mi novia?

Ámbar puso los ojos en blanco con algo de fastidió.

—Luna, ¿por qué?

—Por nada –respondió con la voz llena de curiosidad– Luna dijo que tengo una banda.

—Sí, tienes una banda, Nico y Pedro estan preocupados por ti –se había aprendido los nombres pues los apodos que le había puesto no servían de nada, el vampiro y Wolverine no servían– Tu y yo nos conocimos cuando tocaron por primera vez juntos.

—¿En serio? Que cursi –comento vacilante mientras la miraba, Ámbar no pudo evitar reír– ¿tengo trabajo?

—Sí, trabajas en el Jam&Roller, haces licuados bastante buenos.

—¿Cuánto tiempo llevamos juntos?

—En cuatro meses cumpliremos un año como novios –el castaño abrio más los ojos.

—¿Y aun así no sabes nuestros cumpleaños?

—¿Por qué te indigna tanto? Es sólo un cumpleaños, a mi no me gusta festejar mi cumpleaños.

—A mi me encantan los cumpleaños –comentó avergonzado, tal vez estaba muy a la defensiva– Es que cuando era niño no podíamos festejar nuestros cumpleaños por la situación en la que estabamos, y ahora que soy grande trato de festejar lo mayor posible mis cumpleaños.

El castaño evito mirarla pues la vergüenza lo quería poner rojo, Ámbar discretamente le quitó un pedacito a la tostada de Simón para después metersela a la boca y tratar de morder lo más suave posible.

—Lo siento –dijo Ámbar acariciando su mano, el castaño levantó su mirada hasta la ojiazul.

—No pasa nada –sonrío con sutileza.

—Bien, puedes hacer las preguntas que quieras.

—De acuerdo, entonces ¿somos un trío tú, Luna y yo?

—¡No! No, no, no, no. Que asco.

Simón se comenzó a carcajear ante la reacción de Ámbar, se sentía realmente cómodo pues ella no estaba llorando como los demás. Su llanto había sido sutil y había comprendido a la primera que él estaba bien, le gustó eso.

No le gustaba mucho el drama o el que exageraran con sus sentimientos, comprendía el que estuviesen desanimados pero ya le comenzaba a fastidiar que estuviesen llorando a cada rato.

Ámbar en cambió no seguía llorando, ella estaba haciéndolo reír y tratando de resolver sus dudas. Eso le gustaba y lo agradecía, además le había traído tostadas.

—Mmm, ¿te cae mal Luna?

—Simón eso son asuntos entre ella y yo, es algo personal –respondió con sinceridad, el castaño asintió aun con la esperanza de que resolviese su duda sin embargo no quería ser entrometido.

—¿Cuál es tu canción favorita de mi banda?

—Valiente, a ambos nos gusta mucho –obvio, era la única canción que recordaba de esa pequeña banda.

—Ni siquiera recuerdo haberla escrito –confesó con una sonrisa juguetona– No se que más preguntar Ámbar, ¿qué ha pasado en este mes y medio? Además de que haya dormido sin freno.

—Ahm, todo estaba muy triste, yo personalmente me sentía muy sola sin ti, realmente te extrañaba –su voz si sonaba dolida aunque ni siquiera sentía nada– Y Pedro rompió una licuadora.

El castaño se rió aunque ni siquiera recordaba totalmente a su amigo, sin pensarlo mucho tomó la mano de Ámbar y la acaricio cosa que la rubia ni siquiera había pensado.

Se tensó instantáneamente pero trato de demostrar felicidad, no le gustaba que le tocaran las manos.

—Ámbar no sé como le voy a hacer pero te juró que recordaré todo, no quiero perder ningún detalle. Quiero recordar a mis amigos, a mi banda, a mi trabajo y especialmente a ti –la ojiazul sonrió mientras escuchaba con atención– Te prometo que recordaré todo, por favor ya no estés triste ¿si?

Simón dejo su mano para después acariciar su mejilla con delicadeza, Ámbar mentalmente se preparo para algún contacto de ese tipo pero aun así estaba inquieta y deseosa de que no sucediera.

—No estoy triste sólo quiero que todo vuelva a como era antes.

—Te prometo que todo volverá a como era antes, solo necesito tiempo y apoyo –Ámbar asintió, el castaño se acerco más sin embargo la rubia no soporto y decidió interrumpirlo con un abrazo.

—No te presiones, todo esta bien.

Al separarse, Simón beso su frente con dulzura para después sonreírle mostrando sus hoyuelos.

Todo debía de salir bien, iba a salir bien.

Ámbar había ideado su plan, por consiguiente debía de salir bien ¿no?

Wiiiii viene muy bueno este one shot

Va a ser de tres partes creo, prepárense :D

Esta vez no murió Simón, por ahora

Nah no es cierto, luego pensaré que hacer

¿Pueden hacerme un favor? ¿Podrían leer el primer capítulo de Ojos Miel y decirme que les parece?

Necesito saber opiniones distintas para saber que mejorar :')

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