Calor
A lo lejos esos ojos cafes observaban con intensidad a la joven rubia, sus movimientos delicados y potentes al deslizarse con sus patines por la pista.
Era sabado, el bien frecuentado lugar había cerrado temprano pues era momento para que la segunda pareja protagonista ensayara y que mejor aprovechar cuando estaba sin una alma el lugar.
Debido a que no tenían nada que hacer, Nicolás y Pedro decidieron irse a perder el tiempo en cualquier cosa que seguir en su trabajo.
A lo que simplemente dejaban solos a los dos patinadores, por muy molestos que estuvieran de patinar juntos acataron a las indicaciones de Juliana pues quien se revelaría con el temperamento de esa mujer, su mirada tan sería ponía nervioso hasta al más frío.
Por parte del mexicano no sentía la necesidad de seguir aparentando su enojo infinito como el que manejaba Ámbar, ya habían pasado unas largas semanas sin dirigirse la palabra con alegría o simple dulzura, se había quebrantado ese compás tan melodioso y tierno, había guerra entre ambos campos.
Una era totalmente sanguinaria, tan poco gentil que realizaba un golpeteo intenso y doloroso. En cambio el otro era silencioso, no hacía nada más que golpear a su manera, de forma silenciosa e inersperada. Dandole donde más le duele, en la confianza.
Su propia medicina era verla tan celosa, totalmente en llamas al verlo hablar con las que más le irritaban, una total mojigata que besaba el piso donde Simón pisaba y otra que lo consideraba suyo aun sin siquiera recibir al menos aun abrazo amistoso.
Pronto Ámbar se detuvo, cruzandose de brazos avanzo hasta su agua. Una manera de alejarse tan bien pensada, estando su botella a menos de un metro cerca de donde se encontraba parado Simón, una buena venganza,
¡bravo Ámbar!
—¿Vas a seguir viendome o harás lo que pidió Juliana? — preguntó con molestia cerrando su botella después de haber tomado un par de sorbos.
—Ambas — respondió sin pena alguna — ¿Me das un poco?
Preguntó señalando su botella, la rubia frunció su ceño y se la entregó con aburrimiento.
—Apresurate, tengo cosas importantes — ordenó como siempre, con ese tono autoritario que adornaba su voz.
El castaño obedeció, encendió la nocina con la URL que tenía la canción con la que se ensayaba siempre. Sus manos se dirigieron a su cintura y las manos de Ámbar a sus muñecas.
Espero a que recorrieran la mitad de la pista para lograr impulsarse y poder realizar el brinco que tanto anhelaba ver la brasileña, después de el brinco siguieron con la estructura restante de la coreografía.
Finalizando, el castaño se tropezó tan torpe permitiendo que la gravedad sea contradictoria y los deje tirados en el piso uno arriba del otro.
La rubia miró en reproche a Simón, una risilla salió de los labios de Simón rozando su aliento con el de Ámbar.
—Perdón — una sonrisa vacilante invadió a Ámbar.
—Siempre vas a ser tan torpe.
Sus ojos divertidos titubearon con los azules, esa piel rosada pedí que la probará. Ese suave manjar le susurraba su necesidad de probarse
Sin esperarse a ser correspondido la beso, tan suave y envolvente. Paso de ser ella la aue tenía sus manos en su nuca a ser Simón el que jugará entretenido con sus cabellos dorados mientras besaba y mordía sus labios.
La rubia no se había molestado en acomodarse mejor, seguía con una de sus piernas entre la entrepierna del castaño y con sus pechos rozando el pecho del castaño.
Sus manos se instalaron en sus caderas, su cinturón era un nuevo entrenamiento además de jugar con la mente de Ámbar, la ojiazul fue dejando sus manos recorrer el pecho del castaño.
Ya lo conocía, el la conocía de casi todas las formas, la había visto de todas maneras en todos los aspectos.
De pronto sus manos pasaron a sus muslos, con curiosidad acariciando su piel despejada por su short. El calor ya la estaba fastidiando.
—Simón — lo llamó mientras se separaba con rapidez al ver que ya pasaba a otro nivel — No podemos.
—No podemos volar — comparó ahora con sus manos en su cintura.
Ahora estaba sentada en su abdomen.
—Estas saliendo con–
—Con nadie, además de ti. Nos molestamos pero no salí con nadie, tu misma viste que estuvimos ocupados con las decoraciones de octubre para la entrada — recordó esta vez jugando con la blusa de la rubia.
Entre ese deseo carnal y la razón, decidió levantarse y también ayudar a su ¿amante? ¿ligue? ¿novio? ¿amigo? Amigovio.
—Nos vemos mañana — se despidió con el auto esperando a que entrara pues su chófer con puntualidad había llegado.
Simón le dio una gran sonrisa junto a un guiño, la rubia no soporto más y lo arrastró a sus labios para robarle un beso, uno intenso pero rápido.
—Esto aun no termina — anunció para después besar su mejilla y ya alejarse — Adiós.
Y finalmente se fue, dejando a un alocado Simón con intensiones de perseguirla y terminar de una vez lo que querían empezar pero estaba consciente en que también no era el momento adecuado, ni la situación adecuada.
Sólo debía de esperar.
Uno corto pero fogoso 👀😂
Extrañaba escribir la quimica de estos dos ❣
¿Cómo les va con su life? 💋💋
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top