chapter tree

El planeta estaba rodeado de hielo y nieve, las plantas muertas en frío, quedando solo pocos animales como los cuervos y lobos. La calor reemplazada por el frío total. Las casas eran solo un blanco, como los altos edificios ya con algunas partes destruidas, hasta la muralla china casi ni se la ve por todo, el obelisco argentino estaba que se parte por la mitad de tan roto que se veía de lejos, la torre Eiffel, obtenía su nueva belleza a través de los pequeños cristales que quedaban colgando, la casa de Rusia, ni sus colores vivos estaban presentes, lo que era de los incas, mayas y aztecas. . . ¿Ahora quien habla de esos monumentos?
Simplemente todo era esa fría tormenta, con tornados que rugían cual león muerto de afuera.

- mira niña, no se si te gusta comer esto- decía mientras le daba un plato de arroz con arbejas arriba.

La niña solo con la cara sin expresiones quedo callada, parecía que no le enseñaron a hablar o algo así, complicando más al hombre. Solo se sentó, el hambre siempre le ganaba.
En medio de un silencioso momento, Billi empezo a ver que pequeñas arvejas estaban sobre de la mesa, la pequeña estaba jugando con las pequeñas bolitas verdes.

- mira, si no quieres comer, solo dilo -Aclaro un poco nervioso, no quería sonar malo para ella, solo dos segundos que la pequeña empezo a alinear uno al lado del otro las arvejas, él no se quedaría atras así que hizo lo mismo.
Ambos tenían ya su armamento preparado, así que empezaron a tirarse entre si las arvejas que salían de la mesa, entre risas que duro poco. La tranquilidad volvio a invadir el lugar.
 
Se estaba haciendo de noche, Billi agarro de la mano a la pequeña y la llevo a la abitacion para aclararle una cosa.

- mira, yo voy a dormir acá, mientras tú, ¿en donde dormías antes? - le pregunto a ls pequeña, sabía que le hiba a contestar con alguna cara o algo así.
Lo que recibió fue un agarre de brazo y lo llevo a donde seria el gran estante de comerció, lo llevo a una zona vacía. Y le mostró la pequeña camita que se había echó ella misma, tenía juguetes de luz y una pequeña lamparita, que tenia agujeros en forma de corazón- ¿Aca en esta parte abandonada de los estantes? -la niña asintió con la cabeza un poco nerviosa- . . . Bien, son muchas las cositas que tenés acá, espérame, ya vuelvo- dijo Billi y se fue de allí dejando a la pequeña sola, la menor de edad con todo los miedos se metió en su camita, no quería verle la cara al cuco.

Billi había ido a buscar sus frazadas y almohada para dormir en el estante con la pequeña, se le hizo un poco pesado ya que por tener 60 años, sus músculos se debilitaban. Fue a una media arrastre de sus cosas al los estantes abandonados, y se encontró con la niña ya dormida en el lugar. Solo acomodo su cama, su almohada, se acostó y a dormir.

Sintió algo tocarlo, abrió los ojos y el oscuro solo se veía a lo lejos, después que algo se movió a su lado. La pequeña se había acostado a su lado y acomodado abrazando al mayor, Billy se sintió raro después de eso, como una sensación recorrer su cuerpo y como su mente empezo a actuar por su propia cuenta. . . Se sentía padre otra vez.
¿Porque orea vez?
Ni el sabia la razón del porque.

.

.

.

- Sera la última vez que hagas esto! -dijo el hombre mientras se acomodaba la corbata- Siempre buscando problemas, ¿No es así?

- no es eso, nunca se le trata así a una señora y a sus nietos, eso además de robo a consumos es asesinato. -aclaro la mujer mientras veía como conducían ambos hombres el tren.

- . . . - quedo callado, solo se dió medía vuelta y se fué. No crean que se retiro por perder cierta pelea.

--no es facil …¿he? - pregunto uno de los conductores haciendo que la contraria lo mire mal.

Llegando la media noche, nadie sabia de lo que el era capaz...

  Al día siguiente en el tren, haciendo algunas revisiones en el vagón donde estaría la mujer y algunos empleados. Malena dió el buenos días con una sonrisa a la anciana, esta feliz por un día más en el tren.
Malena se dirigió a la casa de uno de los hijos. Se encontró con la peor sorpresa que se pudo imaginar. El señor estaba muerto en el piso, desparramado, su cabeza estaba quebrada, su sangre salía a cantaros, se ve que fue hace poco, su cuerpo estaba tibio.

- Hoo no . . . Mi pequeño Luck . . . Mi pequeño angel -la anciana se arrodilló a tener a ese señor entre sus brazos, no le importo que se manchara de sangre. Llorando sin parar, los otros tres hijos se acercaron y no podían creer de la escena que estaban viendo.

-tengo que hablar con alguien. . . -Hablo Malena, y se fue de espaldas al hombre que sabía que hizo eso.

__________

-¡Eres una maldita rata inmunda! Sin sentimientos! Enfermo mental! -insulto una Malena muy enojada, le arrojó un cuchillo haciendo que este esquivará por completo el objeto afilado.

-Para que aprendas, todavía faltan otras 3 más, y te valga que voy a hacer con ellos - advirtió Diego, acomodándose la corbata.

- . . . No se porque estas aquí, la verdad que me sorprende como la gente queda ciega ante tus actos imperdonables, Diego.

¿-y eso a ti te preocupa tanto? -mirando de reojo a la mujer de traje azul.

- Si, y más de lo que tu crees, más de lo que tu maliciosa mente puede llegar a pensar -Dijo sacando mala cara al contrario.

- Bien . . . Tendrás lo tuyo, pero por ser mi compañera, solo te llevaré a un lugar donde tu condena sera presente. . . -dijo Diego mientras pasaba la punta de su palo por un mechón de la mujer. Sabía que significaba, iba a ir a una parte del tren en donde todo es un asco ahí.

- ni creer que la tecnología llego para quedarse en nuestras vidas sabiendo que todos nos estamos "muriendo" -dijo Diego mientras activaba un teletransporte, su marca 2022, ni recordar esos años de pandemia dura y horrorosa como películas de terror en una sola.

- . . . -quedo callada la mujer mientras trago saliva a lo seco, no le quedo opción, tenía que acompañarlo.
Al llegar a ese lugar, era una celda larga, ahí iban los que hicieron algún delito menor, como robos, estafas, traición a una persona importante.

-entonces, no solamente vienen aca los que cometiron un delito manor, también los que dicen la verdad y lo que pueden hacer bien? -pregunto la mujer mirando un punto fijo mientras quedaba tiesa al ver la luminosidad escasa y alguna rata blanca que paso delante de ella.

- en eso si ... O tal vez no... O tal vez las dos -contesto Diego mientras abría la celda, había otro chico ahí, era un negro de ojos claros, pelo largo y algunas trencitas. Ella entro despacito mientras miraba el lugar donde la metían, trago saliva a lo seco y se estremeció al escuchar como cerraban la puerta haciendo que su ruido rebote por el cuarto.

-Te encerró porque hiciste algo o ... Porque hiciste algo bueno en contra de él? -pregunto el muchacho. -y perdona mis respetos señorita, me llamo Will.

- ... -tomo Aire mientras lo miraba con una sonrisa pequeña y con la mirada vidriosa. -mi nombre es Malena ... Y no me quedare de brazos cruzados ...

-Bien ... Pues yo tampoco. -dijo mientras sonreía mostrando sus dientes blancos. Parece que ya sabía que hacer, tenía un plan.

-bueno, creó que nos tendremos que conocer- se acercó a Will mientras ponía las manos atras de su espalda.

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