Capitulo único

Chuya regresaba a su apartamento de una larga jornada de trabajo, como era de esperarse, esperaba pacientemente en el ascensor para llegar a su casa, estaba muy cansado, el estar a cargo de Lagarto negro, sus subordinados y sobre todo Akutagawa no era cosa fácil y menos si este se encontraba con Nakajima Atsushi.

Cuando el ascensor llego a su piso. salió sin prisas y se dirigió a su puerta, al tomar la perilla sintió algo diferente en esta, chasqueo su lengua, inserto la llave en la cerradura y abrió la puerta, entrando rápidamente, se quitó los zapatos sin darle mucha importancia y fue directo a su sofá, ahí estaba su desgracia, la Momia mal parida, estaba recostado durmiendo plácidamente como si estuviera en su casa.

-¡¿Qué mierda haces aquí maldito bastardo?!

Más el hombre ni siquiera se movió, Chuya no sabía si le estaba ignorando o realmente dormía, se acercó a él y se agachó tomando el sofá desde la punta del soporte y sin más lo levanto haciendo que el castaño cayera al suelo y se quejara para después mirarle indignado, Chuya bufo ¿Por qué el estaría indignado? Si el castaño fue quien irrumpió en casa ajena.

-Debiste haberme despertado más frágilmente

-¿Por qué lo haría? -mencionando mientras dejaba el sofá como estaba-

-¡SOY TU PAREJA CHUYA!

-Pareja mi culo, dejaste de serlo desde que estas con esa agencia de mierda

-Chibi...

-Lárgate Dazai, estoy muy cansado como para aguantar tus niñerías

-Es mi apartamento, lo compré cuando estaba en la port mafia

-Error, se vendió cuando te largaste y yo lo compre para mí, por lo tanto, es mío

-Pero Chuya~~

-¡Agh! Ya te dije que te largaras -se dejo caer en el sofá y mientras cerraba sus ojos-

-Y yo que te traje un regalo...

-No quiero nada que venga de ti

-Lastima, este vino sé ira a a la basura, bueno será mejor irme

Dazai se levantó y dispuesto a irse, pero sintió como le jalaban la gabardina, miro atras triunfante, Chuya le miraba con un leve sonrojo.

-¿Qué clase de vino?

-Uno muy caro, que te cuesta un ojo de la cara -dijo mientras sonreía divertido-

-Agh... trae tu maldito culo aquí junto con la botella

Dazai rio y se acercó con unos vasos, el castaño sabía que Chuya cedería fácilmente si había un trago de por medio y no se equivocó,

Parte de la noche estuvo escuchando las quejas del más bajo y las molestias que supuestamente Dazai le causaba, ya llevaban la mitad de la botella y Chuya ya estaba muy ebrio, por su parte Dazai solo tenía un leve sonrojo, el tenía mucho aguante para el alcohol o al menos eso quería creer él.

Chuya de la nada tomo toda la botella y se la bebió de un trago, Dazai suspiro, mientras se recargaba en el respaldo del sofá cerrando sus ojos, estaba un poco mareado, volvió a abrirlos en cuanto sintió algo enzima de él, al mirar, noto a chuya sentado enzima, eso le extraño.

-¿Chibi? ¿Qué sucede?

-Ya te dije miles de veces que no me llames Chibi -Hizo un tierno puchero-

-No puedo tomarte enserio cuando estas así, vamos te llevaré a tu cama para que descanses - acaricio levemente su mejilla, mientras el contrario se dejaba llevar por el tacto-

-No quiero ir

-Pero...

-Quiero estar así contigo un rato ¿No puedo? -Se recargo en su pecho y cierra sus ojos-

-Chibi, sé que quieres dormir, pero yo no soy una almohada y…

Chuya le cubrió la boca y Dazai le miro atento, el peli-naranja de verdad estaba ebrio, sus mejillas sonrojadas y un leve rastro de lágrimas en sus ojos, Daza suspiro y le tomo de la cintura comenzando a bajar hasta su trasero haciendo que Chuya se estremecer, para que después soltara un leve gemido, Dazai aparto la mano de su boca y le miro sonriente

-Estás muy sensible ¿No lo crees?

-N-No lo estoy, maldito bastardo

-Mm mm ¿De verdad? -Apretó su trasero causando un gemido por parte de Chuya- Tu voz y reacciones no dicen lo mismo

-Y-Yo no ngh... ¡¡¡T-Tú tienes la maldita culpa!!!

- ¿Yo? Si tú fuiste el que…

-¡Tú tienes la culpa de que me sienta así de extraño!

Dazai le mira sin creerlo, lo que chuya hablaba no tenía Coherencia, siempre que se embriagaba era así, decía cosas al aire sin sentido, le gritaba, golpeaba, tenían sexo, luego lloraba, reía y caía dormido, sin duda alguna nunca entendería a Chuya borracho, suspiro dispuesto a apartarlo, pero este se aferró a su cuello indispuesto a apartarse

-Chibi...

-C-Continúa...

-¿Qué?

-S-Sigue con lo que hiciste... se sintió bien

-De verdad estás ebrio, no sabes ni lo que me estás pidiendo

-Estoy sobrio... sé lo que te estoy pidiendo... Osamu - suplico aferrándose más a el-

-¿Cuántos años tienes?

-22

-¿Cuántos años tengo?

-Los mismos que yo maldito bastardo, y no empieces con que por cuantos meses que soy capaz de levantarme y encerrarme en el cuarto sin hacer nada contigo.

-Bien, Bien tú ganas

Dazai sin más lo atrajo hacia él y comenzó a besarle, Chuya soltaba leves gemidos mientras eso pasaba, por alguna razón el toque de Dazai se le hacía muy cálido.

Los besos continuaron por un largo tiempo hasta que ambos comenzaron a sentir como la ropa comenzaba a estorbar, el primero en quitarse algo de ropa fue Chuya, se había retirado el chaleco, junto con este su camisa aunque solo desabrochándola.

Dazai miraba atentamente a Chuya, sus ojos iban a cualquier lado a dónde sus manos iban, Chuya noto eso y soltó una pequeña risita

-¿Tan interesante es verme?

-Solo procuro que no hagas una estupidez

-No soy tú

-Olvidaré que has dicho eso

Se acercó más a Chuya y le tomo de la cintura, acostándolo suavemente sobre el sofá, al saber que estaba bien acomodado, comenzó a desabrochar su pantalón y  bajar su bóxer, Chuya se estremeció, ya que se sentía aliviado, puesto que su miembro fue liberado de su tortura.

Dazai río levemente, a lo que Chuya hizo un leve puchero, el castaño se acercó, comenzando nuevamente a besarle, mientras con una de sus manos comenzó a atender el miembro del peli naranja quien se estremecía por el tacto.

Chuya no supo en qué momento había terminado en la mano de Dazai, este sin pedir opinión, acercó su mano y la lamió todo, haciendo sonrojar al mayor de los dos.

-O-oye...

-Dulce

-¿Qué?

-Tu escénica es dulce a pesar de que bebés mucho vino

-Y-yo…

-Dime Chuya, después de tanto tiempo ¿aún recuerdas como es la mía?

-No tengo que responderte eso -desvió la mirada-

-Mm tal vez no, pero quiero oírte -lamio su cuello haciendo qué el contrario soltara un gemido- después de todo, cada cosa que salga de tu boca es muy excitante.

-Q-Quieres callarte

-No, pero sabes se una forma de hacer que digas todo

-¿Ah?

Dazai sonrío levemente, acerco su mano a las de Chuya y con delicadeza comenzó a retirarle los guantes, Chuya se estremeció haciendo arquear su espalda un poco, quiso retirar sus manos, pero Dazai se lo impidió, continuando con un tacto suave y tranquilo, haciéndolo estremecer a más no poder comenzando gemidos

-D-Detente

-¿Por qué?

-E-Es incómodo

-¿Incómodo? Tus reacciones dicen otra cosa, y más los sonidos obscenos qué salen de tu boca

Chuya iba a decir algo, pero Dazai simuló una embestida que hizo al peli naranja cerrar sus ojos y gemir, Dazai sonrío divertido y dejando de lado sus manos ya descubiertas, acerco sus manos a lo último de ropa del otro y las retiro al igual que las propias, para después  comenzar a acariciar el pecho de Chuya

-¿Has estado, jugando contigo mismo desde mi partida o has estado con alguien más?

-N-No sé dé que me hablas

-¿Ah no? Entonces como me explicas esto

Sin previo aviso se adentró en Chuya, quien lo recibió como si nada, el más bajo se arqueó y gimió fuertemente, después empezó a insultar a Dazai en todos los idiomas que sabía y en todas las groserías que aprendió, Dazai río con ligero sonrojo

-E-Eres un maldito bastardo, solo a ti se te ocurre hacer esa estupidez

-No es mi culpa que estuvieras tan abierto - recibió un golpe y el soltó una risa, mientras se retiraba el chaleco y camisa- lo siento, lo siento, me exprese mal, pero... Chuya, ¿Puedo moverme? Ya no soporto más, tú interior se siente muy caliente, se siente exquisito

Chuya solo desvío la mirada y asintió, Dazai entrelazó sus manos, comenzando a moverse despacio, Dazai miraba las expresiones de Chuya quien mordida sus labios para evitar gemir, y estaba algo tenso, suspiro, como pudo se acercó al oído de Chuya

-No ocultes tu voz, es hermosa, adoro escuchar esos sonidos que salen de ti, me dan a entender que adoras esto tanto como yo, así que deja salir tu voz

Se separó un poco, miro la cara enrojecida de Chuya y lamió su oído mientras acariciaba sus manos, Chuya comenzó a gemir levemente, Dazai comenzó a moverse despacio, el mayor ya estaba relajado, sonrío ante eso y comenzó a aumentar la velocidad de sus movimientos.

Chuya tenía lágrimas en sus ojos que eran de placer, Dazai soltaba gruñidos ante tal obra de arte para él, el Peli-naranja estaba muy estimulado, ya que Dazai tocaba en ratos su punto sensible, a pesar que después de esto, Chuya negara el amar a Dazai, sabía que aún tenía sentimientos por él.

-Eres muy hermoso, tan entregado a mi, tan destrozado, gimiendo por esto, ¿es bueno? Te gusta, ¿verdad? Tu interior se aprieta deliciosamente a mi alrededor.

-C-Callate...

Y no faltaban los comentarios que hacían apenar a Chuya y de vez en cuando quererlo matar, cuando ambos estuvieron a su límite Dazai pensó en algo, sin previo aviso tomo a Chuya de la cadera y lo sentó enzima de si mismo , sin salir de su interior dándole la vuelta haciendo que la espalda del Pelo-naranja quedara contra su pecho, cosa que en algún momento desconcertó a Chuya, pero al darse cuenta de la idea de Dazai se apenó más e intento separarse, pero Dazai le abrazo por la cadera y beso su cuello

-No intentes huir

-E-Eres un maldito loco y enfermo

-Solo se me ocurrió, además no es mi culpa que cierta persona con síndrome de narciso tenga un espejo en medio de su sala y que quedara justamente frente a nosotros.

Chuya se sonrojó más y cerró sus ojos, Dazai con una sonrisa traviesa comenzó a moverse y besar su cuello, Chuya gemía algo bajo pero pronto volvió a subir su voz, ya que Dazai comenzó a atender su miembro

-¡N-No hagas eso! - grito con desesperación -

-Chuya, no grites o se enterarán los vecinos, bueno creo que a este punto, con tus gemidos y los ruidos ya se dieron cuenta

-¿R-Ruidos?

-Si, los de nuestro cuerpo, ¿no los escuchas?, Pon atención

Dazai comenzó a moverse más rápido y Chuya pudo escuchar claramente como sus cuerpos chocaban y hacían ruidos obscenos, cosa que lo hizo apenarse y querer detener a Dazai, pero al abrir sus ojos miro el espejo y sin querer apretó su interior eso fue el detonante para que Dazai ya no soporta más y se moviera para poder acabar, tomo de las muñecas a Chuya y siguió moviéndose

Chuya aunque quisiera apartar la vista no podía se sentía hipnotizado, ambos alcanzaron el clímax momentos después, Dazai llenando el interior de Chuya.

-C-Caliente...

-¿Te gusta? -recibió un codazo- auch

Dazai salió de él lentamente y lo acostó en el sofá, y se colocó a su lado abrazándolo posesivamente.

-E-Eres un maldito enfermo

-Pero tu enfermo

-Si, si lo que digas déjame dormir

-Chuya...

-¿Qué?

-Te amo...

Chuya se sorprendió y le miro, pero el castaño se había dormido, suspiro y acaricio su mejilla, mientras le miraba detenidamente

-También te amo

Sin más cerró sus ojos durmiéndose también él en su pecho, no sin antes cubrirse con la gabardina del castaño

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