Prólogo

Explicaciones: Muy buenas a todos, bueno esta va a ser mi primer fanfic sobre hetalia, espero que os guste mucho ^^ Saludos!!

(t/n): tu nombre (t/a): tu apellido (t/p): tu país (c/o): color de ojos (c/p): color de pelo

(t/pi): tono de piel (c/f): color favorito

...(***)...

Setenta y cuatro, setenta y cinco, setenta y seis, setenta y siete...

(T/n) seguía doblando su abdomen, subiendo y bajando, a pesar de la lluvia torrencial, que golpeaba su cuerpo haciendo que quisiera dejarlo y rendirse de una vez. Las gotas de sudor se mezclaban con las de agua, las cuales caían de su frente, en cada subida.

Estaba a punto de tirar la toalla, cuando una voz se alzó sobre sus pensamientos y sobre el ruido de la lluvia chocando contra el suelo.

-Ya puedes parar, (t/a)-Paró de golpe abajo para recuperar el aliento-. Tu entrenamiento ha finalizado.

Roger Wakefield, el líder de todo el comando y la academia, si se podía llamar academia al lugar en el que vivía. La joven abría la boca para tomar aire en el suelo, provocando que algunas gotas de agua se colasen; no interrumpió a su superior en ningún momento. El adulto caminó alrededor de ella mientras hablaba.

-Has obtenido las mejores marcas de tu generación. Has cumplido todas las órdenes que se te han impuesto y nunca dijiste nada a pesar de todo lo que os mandamos hacer.-Escalofríos recorrieron la espalda de (t/n) al recordar todas aquellas horribles primeras misiones de entrenamiento-. Aunque muchos de tus compañeros no lograron cumplirlas y se quedaron por el camino, tú has demostrado tu valía. Por ello y por tu compromiso con la academia, eres aceptada.-Roger dejó de caminar en círculos y pasó a alejarse hacía el gran edificio de metal-. Date una ducha y reúnete conmigo en la sala de mando. Tenemos cosas de las que hablar.

Una gran emoción hizo que la joven de ojos (c/o) se pusiese en pie de un salto. Miró hacía el cielo gris, dejando que la lluvia limpiase su cara. Había sido duro, muy duro... Incluso, algunos de sus compañeros murieron en el entrenamiento, sin embargo ella no. Ella había sabido imponerse a todas las adversidades que se le habían puesto por delante. Su esfuerzo había dado sus frutos, acababa de ser reconocida como miembro.

Miró su pelo lleno de barro.

-Quizás si deba darme una ducha después de todo...

...(***)...

<<La vida de una espía es complicada, y lo peor de todo es que seguramente alguna adolescente stalker es mejor que tú a pesar del entrenamiento y adiestramiento intensivo>>. O eso ponía en una de las múltiples placas desmotivadoras de la academia. Sin embargo, (t/n) ya no las hacía caso. Esa incluso la daba risa, y en ocasiones se preguntaba si una adolescente, como la placa decía, sería capaz de sobrevivir solo con un cuchillo en la selva Amazónica.

Tras darse la ducha y cambiarse de ropa llegó a la sala de mando, en la que se asignaban las misiones, además de que era la sala en la que pasaban la mayor parte del tiempo los altos rangos de la academia. Lo hacían porque desde allí controlaban toda la actividad del mundo con los satélites, ordenadores, GPS y demás aparatos que desconocía (t/n).

Las pantallas de decenas de pulgadas no faltaban en las paredes. Las personas que allí trabajaban se movían de un lado a otro a gran velocidad llevando papeles, hablando por teléfono o gritando por causas desconocidas. (T/n) caminó por la sala con la mirada fría, que acostumbraba a llevar como accesorio favorito, buscando a su jefe.

El hombre de avanzada edad, de pelo blanco y cortado al estilo militar miraba la pantalla más grande que podía haber visto en su vida y que ocupaba toda una pared a lo largo, la cual debía de medir tres metros. En esta pantalla aparecía una imagen por satélite en vivo de la Tierra. Eras capaz desde lejos de localizar a todos los países que conocías.

-(T/a), me alegro de que hayas venido. Ven, acércate y charlemos-habló Roger sacando a (t/n) de sus pensamientos.

Cuando llegó a su lado, la imagen cambió dando paso a la cara de ocho chicos que conocías perfectamente.

-Alemania, América, Japón, Francia, Rusia, China, Inglaterra e Italia... ¿Qué pasa con las representaciones ahora?-Por lo general no mucha gente sabía de la existencia de las representaciones, pero a una academia de espionaje, ¿cómo eso se les podía pasar?

A parte de que desde un primer momento, (t/n) conoció a los países ya que a la academia le pareció conveniente que conociese a sus principales enemigos. Desde que uno llega allí, solo se habla de ellos: sus puntos débiles, sus rasgos más característicos, sus formas de lucha, como son, sus vidas (o como los humanos las conocemos: historia), etc.

-Fácil. Los ocho van a reunirse para hablar de los problemas internos de (t/p). Ambos sabemos los problemas que hemos estado teniendo por culpa de América y su crisis.

-Sí, bueno... Creo que no solo nos afectó a nosotros, señor. No obstante, ¿qué les importa nuestra situación? Nunca parecieron interesarse demasiado por nosotros, y cuando lo hicieron no fue para bien.

-Por eso estás aquí. (T/n) vas a hacer que esa reunión nunca se produzca. Que ellos nunca manden tropas aquí o todo como lo conocemos en (t/p) desaparecerá. ¿O tengo que recordarte todas las veces que ellos han causado problemas a nuestra nación?

-No señor, las conozco todas-respondió con frialdad la chica.

-Teniendo en cuenta que has sido la mejor en infiltración desde... Desde mí. Por supuesto, no lograste superarme, pero estuviste a punto-dijo con falsa modestia Wakefield. La joven se mordió la lengua y se obligó a mantenerse callada y seria-. Te he elegido a ti para que hagas que olviden esas estúpidas ideas y se vuelvan a su casa. Sé que puedo confiar en ti para lograrlo, desde que te vi entrar por la puerta de esta academia, sabía que podrías ser mi sucesora. Así que está en tus manos llegar a mi puesto. ¿Aceptas entonces?

-¿Tengo otra opción?

-¡Esa es la actitud!-Comenzó a empujar a (t/n) con gran velocidad hacía la puerta, como si hubiese perdido el interés en ella o tuviese cosas más importantes que hacer-. Ve a cambiarte a tu cuarto y coge la maleta con las cosas que te hemos dejado. Partes en una hora.

-D-de acuerdo señor. Pe-pero señor, ¿no...?

-No pasa nada, (t/a). Si tienes alguna duda, en el viaje te serán resueltas o siempre que necesites ayuda puedes llamarme. No se te ocurra abusar de ello o tú pagarás la factura.

-¡Espere! ¡Dígame al menos dónde es!-dijo molesta.

-En casa de Francia, París.

(T/n) se paró, obligando a su jefe a parar también. Le encaró con cara de pocos amigos.

-Me toma el pelo, ¿verdad? ¿Cómo van a quererlo hacer en casa de Francia?

-¿Tú crees que si hubiesen tenido elección hubiesen ido allí?

-Bien visto. ¿Y cómo...?

-El pervertido tuvo suerte y ganó el concurso.

-Sí, eso explica muchas cosas... ¿Y debo acabar con ellos?

-De momento no es necesario. No obstante, en tu maleta están todas tus armas. Ambos sabemos que no conseguirían matarlos, son países, pero con ellas podrías mandarlos al hospital si fuese necesario. También puede darse el caso de que nosotros te demos la orden de ejecutarlos si cambiamos de opinión.

-Entendido, señor-respondió seca.

-Ya te he respondido, ahora vete. Podrás ver el vídeo que hicimos con todas las respuestas a tus preguntas en el avión.-Eso sonó tan estúpido para (t/n) como una ventanilla en un submarino. <<¿Eso no era de una película>>, pensó-. Y no me falles. O sabes que voy a tener que matarte, y sabes que lo haré.

Era verdad, recordaba los fusilamientos de cada semana cuando no habían cumplido una misión. Recordaba las caras de sus compañeros antes de morir. El miedo se apoderó de ella en el interior, pero no era bueno que lo mostrara y menos delante de su líder. Siguió con su cara tranquila mirando a su líder.

-No lo defraudaré señor.

-Eso quería oír. Ah y ten cuidado de que no te descubran o ellos también te matarán. Buena suerte, la vas a necesitar.

<<Vaya ánimos...>>

¿Qué sería lo que iba a encontrarse en París?

La joven salió de la sala hacía su cuarto, inmersa en miles de preguntas sin respuesta.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top