"Solo un sueño"

Hola, esta es la tercera y última parte de "Solo Dulces Recuerdos" ( compuesta por "Recuerdos Olvidados" y "Dulces Sueños")

Se recomienda, cuando encuentre el siguiente icono, (*), que escuche la canción mientras lee, para mayor experiencia.

Disfruten.

***

¿Que puedo decir del tiempo? Las horas pasan, los segundos pasan, y la vida sigue su curso. Los mismos amaneceres y atardeceres, las mismas estaciones, todo es igual.

Y yo, me encuentro entre las cuatro paredes color verde claro, que eran iluminados por los rayos del sol que entraban desde la ventana. No suelo estar tumbado sin hacer nada, siempre intento estar realizando actividades para pasar el tiempo, pero hoy, hoy no es el día más apropiado para ello.

Mis pies están descalzos totalmente, están algo fríos por el leve viento que entra hacia la habitación. Puedo escuchar los pájaros cantar, y puedo ver desde aquí, como las nubes se mueven con la ayuda del aire, pues estas, observan todo el paisaje que rodea el planeta. ¿Por donde habrás pasado, pequeña nube? ¿Que has visto?.

"¿Me recuerdas?"

El viento deja de soplar. Cambio mi posición en ese momento, para acabar poniéndome de rodillas frente a la ventana, abierta de par en par, y así, estirar mi brazo, con aquella intención de tocar las nubes, de sentir esa suavidad de la que mucha gente habla, de pasar mis dedos por estas y notar como se deshacen con tan solo el tacto.

"¿Estarás tocando tú también las nubes?"

Sigo estirando mi brazo cada vez más, con la mano totalmente abierta, pero el viento se ha puesto manos a la obra, viendo como aquella pequeña nube, comenzaba a retomar su camino hacia el más allá, hacia el nunca jamás. En ese instante, mi mano se cierra en un puño, y comienzo a bajar, hasta acabar en la misma posición que la otra, sobre mis rodillas dobladas.

Me quedo en esa posición varios minutos, dándome igual aquel malestar de mis piernas al estar de la misma manera por mucho tiempo. ¿Es normal que quiera llorar? ¿Es normal que quiera gritar?, supongo que lo será, no son más que pequeños sentimientos, buenos de expresar.

Mis manos se cierran cada vez más en puños, y siento como mi pelo va cayendo por mi cara, va tapando mi única vía de vigilancia, y mis ojos van poco a poco cerrándose.

"Adiós"

Una palabra, cinco letras. Una cadena de fonemas que transmiten dolor, que me hace visualizar aquella situación, aquella escena que la luna y las estrellas contemplaron aquél día, mientras me alumbraban un único camino de baldosas grises hacía un campo de minas.

Cada mina, no era más que un obstáculo detrás de otro, que con tan solo el más mínimo roce, explotaban. Y cuando al fin llegué, a lo que tendría que ser mi meta, una mina explotó al entrar a tu habitación.

"¡No!"

Abro los ojos con gran rapidez, tras este pensamiento, notando mi acelerada respiración se iba tranquilizando con cada inspiración. Dejo mi posición anterior, para esta vez, cruzar las piernas, y comprobar, como una pequeña gota de agua, recorría mis gafas lentamente.

Me quito las gafas y con ayuda de la camiseta, quito aquel hilo de agua y esa pequeña gota, para, a continuación, volver a ponérmelas y contemplar aquel cielo azul, con pequeñas gotas de colores cálidos.

Me siento en el borde de la cama, y con un pequeño empujón, me dirijo hacia ésta, y comienzo a asomarme lo más posible, para mirar hacia la derecha y ver como el sol está comenzando a esconderse lentamente.

"Ya es la hora"

Cierro la ventana despacio, y me dirijo hacia la cama de nuevo, para agacharme y sacar de debajo de ésta, el estuche de mi guitarra. Lo coloco sobre las sábanas que protegían el colchón, también de color verdoso, para abrirlo por completo con ayuda de la cremallera. Me giro, y a mi espalda, mi guitarra color rojo estaba en una esquina de mi habitación.

Me arrimo con rapidez y la cojo, para a continuación, guardarla en el estuche, y cerrar con la cremallera. Con cuidado, me lo pongo en la espalda.

Antes de marchar, cojo una foto de encima de mi mesita de noche, y me la guardo en el bolsillo trasero, para después, dirigirme a un pequeño baúl, y, sin pensármelo dos veces, cojo aquel ramo de rosas azules y moradas...

...tus favoritas.

El sol va cayendo lentamente detrás de las montañas, sigue aquel transcurso que el tiempo no puede parar, aquel mismo atardecer que se forma todos los días, siempre a la misma hora.

Camino a paso ligero, observando cada detalle, hasta al final, llegar a la escuela. Hoy no, hoy no iba a ensayar, pues el festival ya terminó en su momento, mencionando a los ganadores, todo se dijo en aquel entonces, todo acabó.

Mirando hacia los lados, entré al colegio lentamente, hasta llegar a las puertas del establecimiento, que por supuesto, estaba cerrado. Hago un rodeo, hasta encontrar una ventana abierta.

Con mucho cuidado, conseguí pasar a través de ésta, acabando en los baños. Salgo de esta sala, y llego al pasillo, para comenzar a avanzar y recorrer todo éste, hasta encontrar uno de mis destinos:

"La clase de ensayo"

(*)Sin hacer mucho ruido, abro la puerta y cierro tras de mí, para observar como la única luz que iluminaba la sala, era los distintos colores del cielo.
Mis piernas, con esa imagen se quedaron inmóviles, pues, en una de las paredes, se encontraban los instrumentos de los Toy's. El teclado estaba de pie, el micrófono en el suelo, al lado del ya mencionado, y la guitarra al otro lado de éste.

Ellas, tras enterarse de lo ocurrido, dejaron de tocar sus instrumentos, dejaron de cantar y de tener relación con la música. No pisan esta sala, tan solo pasan y la miran con tristeza, ya que, ocurrieron muchas cosas importantes para ellas, importantes para mi.

Con los ojos aguados y sintiendo la movilidad de mis piernas, avanzo hacia aquellos tres instrumentos y me agacho enfrente de la guitarra. Me quedo mirándola unos segundos, y con la mano, comienzo a rasgar las desgastadas cuerdas. Suspiro, y, a continuación, cojo del suelo, una púa. Tras esto, me levanto, y sin mirar atrás, me dirijo hacia la puerta.

Soy la última persona que ha entrado en la sala, pues nadie más lo a hecho, es por eso lo que los instrumentos estan en esa misma posición.

Salgo de la sala, y vuelvo al baño para salir del colegio, antes de que alguien me encuentre, y voy corriendo hacia un lugar muy especial: el parque.

Una vez allí, busqué aquel lugar tan importante, encontrándolo segundos después, tras ver una pequeña casa abandonada.

Me arrimo despacio, y miro ésta de arriba a abajo, para poco después, posar mi mano sobre una de las paredes, lo que hizo que, aquella pequeña casa, comenzara a crujir.

-Tu también estás triste, ¿Verdad?- dije, retirando la mano de aquella pared, y comenzando a retirarme hasta un pequeño tronco, que utilizábamos para sentarnos o simplemente, dejar las cosas.

Respiro hondo, y con aquel ramo en las manos, me arrimo a aquel árbol, dejando a sus pies, esta combinación de flores, para después, volver a aquel tronco, y sacar la guitarra del estuche. Aprovechando este silencio, comencé a tocar.

Nadie sabe que estoy aquí, pues este lugar solo lo sabíamos nosotros dos, este lugar era, como una base secreta donde los niños jugaban a los superhéroes. Nosotros, éramos esos niños, que se sentían poderosos rasgando cada una de las cuerdas de la guitarra.

Cada nota, no era más que una forma de disculparme, una forma de soltar todo esto que llevo retenido meses, semanas, días. No paro de recordar escenas, imágenes que pasan por mi mente y me hacen recordarte, que me intentan animar, aún sabiendo, que es imposible.

Fue en ese momento, cuando me equivoqué de cuerda, fallando un acorde, pero es normal que falle, mis ojos están inundandose en lágrimas. Ya no puedo seguir tocando, éstos se han cerrado para no seguir viendo la realidad, para no seguir derramando lágrimas. Todo, vuelve en un silencio.

Entonces, comenzaron a llegar a mis oídos, una melodía de guitarra, lo que hace, que mis ojos se abran lentamente y observe como tú, seguías mi melodía, con una gran sonrisa en el rostro.

Estoy sorprendido. Tú me haces un gesto con la cabeza para que te acompañe, y plantando una sonrisa, comienzo a tocar aquel instrumento tan preciado. No nos hacía falta hablar, tan solo el sonido de las notas desaparecer en el aire, hablaban por si solas.

Pero no todo es eterno, pues hasta la más linda melodía llega a su final. Justo en el último solo de guitarra, las ganas llegaron a mis dedos, haciendo que cerrara los ojos y terminara esa hermosa melodía.

Al abrirlos, ya no podía verte. Me quedé estático en el sitio, mirando al frente aún con sorpresa.

-Estas perdonado- oí, acompañado del viento, que movía mi pelo despacio. Miro hacia atrás, para ver cómo el sol, se escondía por completo y cómo el viento seguía su camino.

"Puede que te haya perdido, puede que tan solo tenga recuerdos inolvidables..." pensaba mientras guardaba mi guitarra en el estuche "...El viento, las nubes, todo sigue su camino..." me cuelgo la guitarra en el hombro, y me dirijo hacia el árbol "... Por alguna extraña razón, se que te acabaré volviendo a ver, pero hasta ese momento, no morirás para mi..." me agaché enfrente del árbol "... Por qué, tú, siempre estarás en mis sueños."

Y dejé una foto partida por la mitad, y una púa, a los pies del árbol, antes de marcharme.

~Fin...~

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