Wirt_Pines

Hola, supongo que estabas ocupado y por eso no me contestaste antes :(

¡De verdad lo lamento Wirt! Estaba distraído y olvidé por completo lo que quería escribir.

Está bien ¿Y si mejor salimos hoy?

Uhh... Va a ser algo complicado porque estaré ocupado

Vale comprendo en cuanto te desocupes y quieras, me avisas y paso por ti.

Por supuesto ;)

(...)

Pines salió de su hogar con una mochila en hombros y un celular con la batería al 100%, pensó en pasar el tiempo en la biblioteca como acostumbraba a hacer, además de que en ese día en concreto lo mantendría aislado de sus pensamientos respecto "A qué horas me va a llamar Bill".

Una vez recorrió el camino largo que atravesaba el bosque y le dirigía a la biblioteca en cuestión se adentró al silencioso lugar, saludó a el hombre que atendía y caminó con velocidad hacia el pasillo de "Criminales, suspenso, asesinado, etc." Miró los lomos de los libros los cuales sobresalían de entre las estanterías y tomó el que más le llamó la atención, era de color vino con detalles en dorado además de que una de las esquinas estaba gastada, su título era "Secuestro".

Comenzó a leer, la historia en sí le atrapaba, le atraía, el clímax el cual no tardó en empezar en aquellos escritos fue tan acelerada, fuerte y rápida que aun no terminaba de procesar la información cuando aun más llegaba. La novela consistía en un joven el cual por medio de la mafia se dedicaba al tráfico de chicas desde Latinoamérica hasta Alemania. El libro era bastante corto, 175 páginas, de letra amplia, estando a tan sólo 27 de terminarla. Su afinación al suspenso comenzó en cuanto se dio cuenta que podía llegar a causarle más terror que el Thriller en sí.

Estaba tan metido en el libro que en cuanto unas manos se posaron en sus hombros le tomaron de sorpresa haciéndole saltar sobre la silla teniendo que ahogar un grito para evitar que el bibliotecario le reprimiera.

—Psst Dipper soy yo —Se oyó un susurro.

—Wirt casi me das... —Apretó su mandíbula en cuanto escuchó el elevado tono de voz que estaba utilizando ante su exasperación. —Casi me das un infarto —Masculló lo más bajo que pudo, viéndole con el ceño fruncido.

—Lo siento pero es que te veías tan adorable leyendo mira —Wirt le tendió delante su teléfono celular donde se podía apreciar la plataforma que ambos solían utilizar para comunicarse, en ella se encontraba ya la fotografía que le acababan de tomar donde se hallaba sentado, algo encorvado mirando el libro de antes.

—¿Por qué la subiste? —Preguntó haciendo un pequeño puchero.

—Porque te veías casi tan lindo como te ves ahora —Sin poder contenerse, Wirt pellizcó una de las mejillas de el menor.

(...)

Un fuerte azote se escuchó en el suelo causando un eco monumental en ese temible silencio que seguidamente se vio roto esta vez por un ronco grito;

—¡IMPOSIBLE! —Gritó el hombre de parche sintiendo como su rostro se teñía de un intenso carmín. —¡¿Quién es ese "Wirt"?! —Volvió a gritar, llevándose ambas manos a el cabello haciéndolo hacia atrás con frustración. —¿Por qué está con Dipper? —Finalmente con la voz un poco más baja se preguntó a sí mismo eso, pues esa fotografía le había dado mucho en qué pensar. Cerró su ojo inhalando y exhalando fuerte y sonoramente para posteriormente ponerse de cuclillas y entre los trozos de aquel aparato ya inexistente, de cristales y plástico destrozado buscar el chip, tomarlo y pararse. —Ah... —Tomó el puente de su nariz entre sus dedos y soltó un suspiro cansino que se disolvió en el nuevo silencio establecido.