capitulo 4
Max Uchiha
—¡imposible! —
—no lo puedo creer. ¿todos están vivos? —
—¡John mi hijo estas vivo! —
Fueron las exclamaciones de la parte la cual no fue envidada a la recuperación Shiganshina, al verlos entrar desde las grandes puertas de hierro, las familias de los integrantes que pensaron que ya habían muerto, lloraron de alegría al verlos nuevamente después de un año entero.
Los soldados quedaron atónitos por este resultado, uno de ellos le dijo a un inferior de puesto que informara a rey sobre esto, de la noticia de los sobrevivientes.
Lo suministros ya no eran escasos, pero no estaban si seguirá así después de ver a tantas personas llegar, callaron al ver que las personas no venían con las manos vacías. Carretas llenas de alimentos y bebida se extendían a kilómetros.
La noticia se extendió inmediato por toda la muralla rose, llegando más al fondo de boca en boca. El capitán de las tropas de exploración se quedó sorprendido al recibir el informe de tal irregularidad. Erwin entendía que la gente había sido mandada a morir así evitando la sobrepoblación y escases que ejercía, cruel pero así era el mundo.
Leyendo el informe completo, el misterioso nombre de "madara" lo hizo pensar como nunca antes, se hubiera reído de lo fantasioso que sonaba las acciones "sorprendentes" de este individuo.
Cortar las cabezas de los titanes con facilidad, saltar alturas de 15 metros con facilidad y la velocidad con la que mataba a los titanes.
Él tenía que verlos con sus propios ojos por lo que el armo a un equipo especial para ir a ver quién era ese hombre con ojos rojos.
Había sido un día bastante para Armin, su abuelo no había muerto tras la misión de conquista, lloro su regreso.
El rumor de un hombre que mataba titanes como si fueran hormigas se extendió rápidamente como lo de los sobrevivientes, mucha gente negaba aquel hecho y pensaron que solo eran delirios de las personas.
La mayoría de personas creían las historias de aquel Chico con ojos rojos, ya que la prueba estaba viva, viniendo poco a poco dentro de las murallas rose.
La mayoría estarían felices por saber de un salvador, una nueva esperanza en las que podían confiar y tenerlo como ídolo. Un símbolo de paz.
Pero había a alguien que le preocupaba esto.
Reiner Braun, estaba nervioso cuando escucho los rumores, sus acompañantes guerreros como el decían que solo eran eso, solo rumores de gente supersticiosa. Aun con los consejos de sus Annie y Bertolt, no se jugó con bromas.
No confió mucho en estos "demonios" por lo que sus planes seguían en pie, su meta era recuperar el titán de fundador y lo cumplirán como su deber.
Con caballos a todo flote, Erwin junto su mejor soldado Levi y otros soldados de muy buen rendimiento para estas misiones, llegaron sin problemas al refugio en los árboles y lo más curiosos es que no encontraron a ningún titán.
Se sorprendieron de ver como se habían instalado en los árboles, fue maravillosamente ingeniosa esa idea, pero Erwin no había venido para ver esto, su mente estaba fijado en Madara.
Pregunto a varias personas, pero ellas no sabían dónde estaba, algunos hasta negaron que existía. Mandando una flota a ver los alrededores no encontraron nada del sujeto con los ojos rojos. Pensó que era demasiado bueno para ser real y Erwin pensó que solo fue suerte de que sobrevivieran.
Al parecer poco a poco las personas del pueblo partían nuevamente al muro Rose en busca de refugio. Misteriosamente el rey acepto nuevamente el regreso de las personas, según él. Habían llegado con suficientes suministros para sostenerse por si mismos.
4 años después...
Un gran salto de tiempo y Mikasa por la promesa que le hizo a Carla de cuidar de Eren, se inscribió al ejército. No tenía nada más que Eren y Carla como su familia, Armin era un buen amigo, pero le importaba más su familia.
En los cuatro años que estuvo en por así decirlo, un tiempo de paz. Reflexiono sobre algunas partes de su vida, la muerte de sus padres la llevaron a estar apegada al yeager menor. Se sentía aliviada a su alrededor y en parte admiraba a Eren por su gran lección que había dado en ese día.
Esa acción le hizo cometer errores que ella fingía no verlos al principio, pero con el pasar del tiempo fueron remordimientos que luego se convirtieron en deseos de culpa.
El nombre de Max sonaba en su cabeza de vez en cuando. Su recuerdo le hacía sentir culpa en su corazón y unas ganas de retroceder en los momentos en que él le ofrecía su tiempo para pasarla juntos. Y aceptar esa muestra tan pura de amor.
Ella lo sabía, o creía que Max de alguna forma sentía amor a ella. tal vez no era así, pero Carla siempre decía que era de esa forma.
Pero la culpa no eran los únicos recuerdos que Mikasa le venían a su mente cuando pensaba en su amigo, el asombro por ver lo valiente que era. Ella había visto como Max sin miedo y con el grito de su corazón le había cortado el brazo a un titán en defensa de Carla.
Cuando se sacrificó para distraer aquel titán demostró una gran valor y coraje que muy pocas personas demostraban a esa edad, incluso las personas mayores no darían su vida para salvar a alguien como lo hizo Max.
Mikasa extrañaba en su corazón a que chico con quien tuvo sus mejores días de su vida.
De la persona que amo y abandono. Aun con ese remordimiento no detuvo y continuo. Ahora estaba formando con muchos otros compañeros a su lado, para un futuro proteger y ofrecer sus vidas. Pero Mikasa solo estaba para Proteger a eren y cuidar de Armin.
—¡tú el de ahí! —la voz del instructor Keith Shadis era duro y grave. Como era de esperarse intimidaba a los más débiles del grupo en formación, así ayudándolo en detectar quienes eran cobardes con solo ver sus reacciones. Antes de si quiera hablar noto a un rubio muy nervioso el cual fue su primer objetivo del día.
—¡señor! — contesto con un grito el rubio tímido. Que para demostrar su valor hablo más fuerte.
—¡¿Quién eres tú?! —pregunto el instructor, dándole al rubio una dura mirada.
—¡soy Armin Arlert de Shiganshina. ¡Señor! — Armin lo dijo con coraje.
—¡así, tienes nombre de retrasado. ¿te lo puso tu padre?!—
—¡fue mi abuelo. señor! — contesto Armin.
—¡Arlet, porque quieres unirte a nosotros! — sin piedad el instructor intimido al chico aún más.
—¡para conseguir la victoria de la humanidad. ¡Señor! —
—¡valla eso es maravilloso. ¡Te convertiré en comida para titanes! — tomando la cabeza del rubio el instructor la giro hacia atrás. — ¡tercer escuadrón, media vuelta!
Luego deposito su vista en otro chico cercano. Menos rubio que el otro y con el cabello corto.
—¡y tu quién diablos eres! — pregunto.
—¡sí señor. ¡Soy Thomas Barnier de trost! — respondió el muchacho nervioso.
—¡más alto! — continuo con varios tipos. Ignorando algunos que lo lúgubre y casi nada de vida en sus miradas, ya no tenían que tener esta iniciación.
Hasta que noto a un tipo con el cabello muy largo pero desordenado. Este tenía la piel pálida y su mentón refinado lo hacía lucir alguien lucir algo femenino, que combinado con esos ojos negros tan profundos lo resaltaban.
Su altura era considerablemente más alta que los demás cadetes. Su cuerpo era delgado, pero se notaba el musculo y su mirada neutra daba a saber que el chico paso por mucho.
Pero eso no era lo que llamo la atención de Shadis. Su atención venia de lo familiar que se le hacia el muchacho, pareció verlo una vez y le dio curiosidad.
—¡tú el de ahí. ¡Cómo te llamas! —no intento intimidarlo, su experiencia lo acompañaba y con personas como él. No se jugaba.
los demás cadetes miraron disimuladamente al chico, las mujeres les pareció atractivo por su aspecto tan diferente. Lo que les llamo más la atención era el cabello tan largo hasta la parte de los omoplatos de la espalda y lo desordenada que era, lo hacía sentir salvaje.
A los chicos les pareció un tanto afeminado. No les intereso tanto como a las chicas.
—Max uchiha — contesto el chico. Provocando que tres personas giraran sus rosto para verlo.
Mikasa que estaba solo esperando acabar con esta presentación, no estuvo tan atenta. Pero al escuchar el nombre de Max, pero con un diferente apellido, giro su rostro para velo no le importaba ser regañada más tarde.
Al velo detalladamente Mikasa noto los rasgos característicos similares a un Max joven. Ella supo en instante que era el, quería ir abrasarlo y llorar. Pero lo aguanto a sus adentros, no podía romper formación esperaría cuando se el momento adecuado.
Armin también no podía creer ver a su amigo, se pudo feliz de verlo de nuevo. Él sabía que no había muerto hace tiempo, por lo que no se sorprendió al verlo. Eren por otra parte también estaba incrédulo al ver a un chico que se suponía que estaba muerto.
—¿de dónde viene chico? — pregunto el instructor.
—Shiganshina. Señor — eso resolvió cualquier duda sobre su identidad real. Mikasa ahora estaba realmente 100% segura de que era su Max.
—¿y a que vienes? —
—Vengo para acabar con esta guerra — contesto Max, en vez de sonar como un objetivo algo que cumpliría, a los oídos del Shadis fue una afirmación, un hecho.
Eso trajo un levamiento de ceja del Instructor. Adivino que se trataba de la guerra de la humanidad contra los titanes que continuaba, sin decir nada.
No molesto más al recluta y su mirada distinguió a una chica comiendo un papa.
La valentía o estupidez de la chica hizo que por un pequeño momento Max sintiera algo de compasión por la chica.
Ya había pasado 4 años desde las sombrase, haciendo espionajes y matando a personas que se lo merecían. Descubrió una red de traficante de niños y mujeres, la cual ya había acabado. Desenmascaro a muchas personas que comentan actos ilegales contra la humanidad misma.
La muerte de sus padres fue descubierta y vengada, aquellos tipos que habían matado a su familia eran de la misma banda criminal, extermino a cada uno y libero a muchos esclavos, fueron unos años muy productivos cuidando a la gente desde las sombras.
A favor de la edad, su Chakra aumento considerablemente y junto al entrenamiento diario, estimulo lo suficiente sus redes de Chakra, era tan abismal el nivel de poder que se consideraba en términos de cantidad de Chakra un kage de alto nivel.
Como era de esperar esto le trajo una grande desnivelación en su control de esta energía, lo que provoco que sea más difícil su manipulación. El tiempo de Max se enfocó principalmente en solucionar este problema y los resultados fueron aceptables.
Sus ojos para su mala suerte no evolucionaron como hubiera pensado, al parecer se necesita el suficiente estímulo para la pasar a la siguiente etapa. Lo único nuevo que podía hacer con sus ojos eran crear ilusiones de un nivel medio. Lo probó con muchas personas, solo hubo dos personas que pudieron salir de ella, por lo que, si una persona con una buena fuerza de voluntad podría romper la ilusión, pero eran raros que existan.
El dominio del rayo fue excelente, lo manipulaba con bastante frecuencia. Y el elemento fuego no había avances por la falta de sellos de mano.
Su fuerza, velocidad y reflejos estaban al tope, donde ningún humano podría superar.
"que increíble chica" pendo Max viendo como esta chica Sasha le entregaba la mitad de una patata al instructor. Su tuviera el permiso de silbar lo haría ahora mismo, no todos los días vez a alguien así.
La castigaron a correr hasta la hora de la cena.
A los demás se les entrego algunas cobijas y uniformes, después de eso una orientación breve sobre las horas de toque de queda y la repartición de alimentos. Le dio la tarde y noche libre para que acomoden sus cosas y arreglen sus camas.
—¡Max! — Mikasa que espero hasta su tiempo libre se adelantó y miro con lágrimas al chico pelinegro.
Max miro a Mikasa un tiempo, se alegró de verla al igual que a los demás. Pero su actitud cambio mucho desde hace mucho, antes lloraría por verla y abrasarla. Ahora realmente no le importaba dar ese tipo de afecto a alguna persona, fue el tiempo y los recuerdos desconocidos que cambiar abruptamente.
Aun con ello el no sería desconsiderado con otras personas conocidas, se veía mal hacerlo. Por lo que no se apartó de Mikasa.
—es bueno verte Mikasa — dijo Max, apoyándose en pasamano ya que esto iba para rato.
chica se quedó desorientada, la actitud de su amigo le hizo nuevamente evaluar su relación con él. su mirada la congelo, era tranquila, fría y aburrida.
—Max yo... Max ¿Dónde estuviste todo este tiempo? — realmente no quería saber eso, quería preguntar otra cosa más íntima, pero la mirada del chico demostraba que su idea podría ser un error.
—¿tengo que contestarte? — pregunto Max, realmente no estando tan interesado en responder.
—b-bueno, desapareciste después de lo que paso en Shiganshina... yo quiero saber. ¿Por qué no viniste conmigo- digo con nosotros? — Mikasa intento ocultar su sonrojo con la bufanda que eren le había regalado ese día. Max no se molestó en preguntar lo evidente.
Ya había pasado un año desde que aclaro su mente de los sentimientos de Mikasa. Al principio empezó con una pequeña pregunta "¿Qué tan importante era Mikasa para el?".
Max recordara esos días en el campo junto a la pelinegra como los días más felices de su vida, los recordaba bien hasta incluso soñaba algunas veces con ello. Mikasa era especial para él, incluso después de la muerte de sus padres, Max aun tenia a Mikasa a su lado.
Entonces vino la muerte de los padres de la chica. Y aunque se lamentó de no poder ayudarla, no fue lo suficiente para que Mikasa volviera. Ahora usaba una bufanda del chico que la protegió como un héroe, era recordatorio que había perdido aquella relación tan profunda con la chica.
Eren era un chico bueno y Max siempre le agradecería de salvar a Mikasa. Por lo que nunca pudo guardar algún rencor sobre el chico.
En esos tiempos eran los celos quienes invadían su cerebro y corazón, intentando muchas veces estar un momento con Mikasa, todos fueron en vano. La chica ya había elegido un camino y el otro.
Max en algún momento amo a la chica, pero ahora sus sentimientos con ella eran tan alejados al amor y un tanto cercano a la amistad.
—quería estar apartado de todo, lejos de todos y solo pensar — respondió Max, mientras miraba a la chica patata aun correr, Max supo que la chica era especial. Ya que nadie corría tanto solo por comida.
Mikasa no se tomó muy bien las palabras de Max.
—¿Qué tenías que pe- —
—¡Max, Mikasa! — Armin interrumpió a Mikasa. Junto a eren quien lo acompañaba.
—Max es bueno verte de nuevo amigo — comento eren a Max, su actitud cambio hacia cambio mucho después de que salvara a su madre.
—lo mismo — Max contesto.
—¿Dónde estuviste todo el tiempo Max? — pregunto Armin, aunque sabía que no le contestaría con la verdad.
—por ahí Armin — dijo Max levantándose, luego camino hacia las cabañas — tengo un poco de sueño los veo luego chicos
Max se retiraba tranquilo. Mientras que Mikasa lo veía irse.
Ya en la cena, Max no se presentó, su atención estaba más a la chica llamada Sasha que seguía corriendo. Por sus expresiones no tardaría en caer al suelo, se acercó a la chica y justo antes que cayera la cargo.
—lo hiciste bien compañera — levantando a la chica y llevándola a un rincón donde pueda descansar.
—comida—
—comida—
Murmuraba la chica, Max se rio internamente de lo rara que era la chica, aunque después de correr por ya casi 5 horas quien no estaría hambriento. Ocultando su muñeca para no ser visto, un sello de almacenamiento escrito en su piel, un trabajo que le costó pero que fue fácil después del primer intento.
Y en un "puf" una manta abultada con comida dentro apareció. La nariz de Sasha capto algo deliciosos, identifico el olor como carne ahumada, una merienda que la hizo recordar a casa.
Pero sin molestarse en preguntar como una bestia fue directo a la comida arrebatando la comida de Max de las manos, quien se apartó sorprendido del comportamiento tan primitivo que tenía la chica.
Era entendible para Max que la chica estuviera muerta de hambre, si corría por tantas horas sin descanso para alguien normal como ella seria atroz. Miro relajado como la chica empezaba a comer toda la comida que había preparado antes.
Sasha al destapar desesperadamente la manta se sorprendió por lo que había, en su mente pensó "un festín celestial"; carnes bien cocinadas y eran rebanadas grandes, por el aspecto parecía de algún jabalí, había pan, mucho pan, un cuerno con lo que su contenido era algún líquido.
Comiendo sin parar, masticando la comida y saboreándolo, lleno su estómago.
—¡gracias por la comida! He... — Sasha intento recordar al chico, pero su mente parecía estar denle una mala pasada. Antes de desmayarse miro al joven "apuesto" mirándola con una sonrisa cálida que por alguna razón la hizo olvidarse de todos sus problemas.
Max detuvo a Saha de caer de nuevo y la cargo estilo princesa, con la chica en sus brazos pensó en llevársela a los dormitorios femeninos.
—hola — una tierna voz llamo la atención de Max. Se giró para ver a una rubia muy pequeña, tenía facciones muy lindas para su parecer y unos ojos encantadores, pero que escondían algo.
—hola compañera, llegaste en un buen momento — una pequeña sonrisa amable fue lo que Max dedico a la chica rubia — nuestra compañera está cansada de correr tanto que se desmayó, me harías el favor de llevarla a los dormitorios
—no hay problema, mi nombre es historia Krista. ¿Cuál es el tuyo? — pregunto amablemente la chica.
—Max uchiha — contesto Max para poner en la espalda de Krista a Sasha, quien no pudo levantarla de todo — es mucho peso. Bien, guíame donde a tu dormitorio
Tomando nuevamente a la chica papa nuevamente, dejo que Krista se relaje por el mucho peso que su cuerpo recibió, ella no era alguien fuerte por el momento.
—gracias, disculpa por no poder ayudarte, ven te llevo a los dormitorios — apenada Krista camino con Max hacia los dormitorios de las chicas.
—oye tú, aléjate de ella —mirada dura de una mujer alta, de tez trigueña, con pecas en las mejillas y de cabellera castaña, la cual casi siempre lleva atada en una cola de caballo. Tenía ojos pequeños de color café claro. Sus cejas eran largas y finas, tenía una nariz perfilada y el rostro levemente alargado. — ¿qué haces con él?
—es que, buscaba a Sasha para darle algo de comer, pero Max ya lo había hecho — Krista indicó con la mirada a Max y continúo explicando a su amiga— como vez se desmayó y como no puedo cargarla Max la llevara a los dormitorios, el no conoce el camino por lo que yo le guio.
—y tú te ofreciste a ayudarlo — Ymir continúo acercándose un tanto enojada.
Luego intento intimidar al chico nuevo, el cual solo parecía ser un "capullo" para ella, nada que ella no pudiera lidiar. Miro fríamente y enojada al chico, acercándose peligrosamente a él.
Krista iba intervenir, pero noto que su amiga se detuvo.
Max activo su charingan y también devolvió la mirada, después de matar a tantas personas a cientos de titanes y ver la oscuridad de las personas, de lo que el mundo podría ofrecer. Los instintos de Max estaban al tope.
Activo el charingan solo ayudar a canalizar ese instinto tan podrido de maldad.
Ymir había pasado por mucho, desde que había sido abandonada en Marley su vida fue un infierno, al principio era bueno la alababan luego vino su conversión como titán. Miro a muchas personas que apreciaba morir y ser convertidas, sobrevivió sola en las murallas.
Pero nunca había sentido tanto miedo, su cuerpo se paralizo por un momento y si se mirara observaría que se puso pálida, su mano y rodillas temblabas.
Y al mirar esos ojos que antes eran negros puros sin vida, unos rojos carmesíes con lo que precia tener puntos en el la hicieron enfriar su sangre, solo por un momento observo o tal vez facticio con una muerte muy dolorosa a manos de ese tipo.
Todo eso fue un momento, Max desactivo rápido su charingan, pero noto algo que lo llamo la atención, algo que hace años no había visto.
—¿pasa algo Ymir? — Krista estaba fuera del asunto, no entendió porque su amiga miraba con miedo a su compañero Max. Hasta ahora le pareció amable y encantador, incluso lindo.
—n-no, no es nada, ¿Quién eres? — Ymir intento cambiar el tema cuando volvió a respirar y su cuerpo dejo de temblar, miro que ese chico Max parecía tener nuevamente los ojos negros. —"¿lo imagine?" — pensó la chica confundida y temerosa.
—Max uchiha — se presentó nuevamente Max un tanto irritado de volver a escuchar la misma pregunta. — Krista podrías llevarme, mañana tenemos entrenamiento por lo que te aconsejaría que también fueras a descansar
—o está bien, Ymir nos acompañas — Krista miro a su amiga, quien asintió y los acompaño.
—espera acabo de recordar algo. ¿Tú no eras el chico que le corto el brazo a un titán? — Krista pregunto sorprendido de recién acordarse de lo que hablaba ese chico Yeager.
—"al parecer sigue tan boca suelta como siempre" — Max habría supuesto que Eren hubiera madurado algo o cambiaria de ser tan bocazas después de lo que paso en Shiganshina, pero al parecer cometió un error.
—podría decirse que soy esa persona— respondió Max.
—"¡que hizo que!" — Ymir no había oído esa historia por estar metida en sus propios asuntos, creyó que solo era palabrería de ese niño para llamar la atención. La confirmación de esto era muy impactante para Ymir.
Ella sabía que el chico debía tener 10 o 8 años cuanto habría pasado el ataque de Shiganshina, era un niño y aun así pudo cortarle la mano a un titán, eso demostraba lo peligroso que era el pelinegro.
—¡increíble, eres muy fuerte! — alago Krista sorprendida por aquello. — ya quisiera ser así como tú, pero sé que no tendría el valor...
Esto era algo que Krista o su verdadero nombre Historia sabia de sí misma, ella era un cobarde y eso fue uno de los motivos por entrar a la ejercito, ella quería de dejar ser tan débil y tan cobarde, tener una meta clara.
—si no lo intentas no lo sabrás— contesto firmemente en su palabra Max, sin molestarse en mirar a la chica.
—p-pero no soy alguien muy fuerte, y como te dije le temo a morir por los titanes, no tengo la convicción — comento triste Krista, bajo la cabeza porque todas cosas eran reales.
Ymir que escuchaba se sintió mal por Krista, ella intentaba ayudar a que Krista no se tan sumisa. Y la conocía lo suficiente para entender todo lo que decía, ella no tenía talento para eso, pero tenía muchas cosas más que ofrecer, como su amabilidad, su belleza y su convicción oculta.
—tienes toda la razón ahí — eso hizo enfurecer Ymir, por lo imbécil que estaba haciendo con su amiga, pero Max continúo diciendo — eres débil. No tienes las características de los demás, aun con eso tienes algo más importante que la habilidad misma
Krista miro atentamente a Max esperando sus repuesta, de que podría tener ella siendo tan incapaz. Ymir estaba igual expectante del consejo que el chico estaba dando a su amiga.
—quieres cambiar eso, se nota en tu voz. Quieres superarte a ti misma rompiendo esas cadenas que llevan al miedo. Veras que hay personas más hábiles en el mundo, mejores que ti o yo. personas que no le tienen miedo a la muerte. Pero el trabajo duro siempre vence al talento natural. Si te esfuerza y te empeñas lo suficiente, mas allá de los demás. Llegará el día en que tú seas una de esas personas; no le temerás a nada, serás fuerte y capaz de lograr todas tus ambiciones — el Mensaje quedo más que claro en Krista y Ymir, "el trabajo duro vence al talento natural".
—y si te preocupa morir. El único destino que existe para cada uno y la cual compartimos es morir, algún día moriremos, no le temas a algo que eventualmente sucederá — dejando a Sasha en la puerta de los dormitorios femeninos. Max se giró y con levanto su palma — hasta mañana Krista, Ymir
Las dos chicas miraron al chico irse, en sus mentes estaban ensombrecidos por ese último discurso, la eventual muerte que le esperaban a cada uno, los hizo pensar sobre ello y como morirán, de vejes en una cama o en combate devorado por un titán.
Lo único que sabían era que no dormirían bien esa noche, pensando en las palabras de Max.
a la mañana siguiente los cadetes se tomaron a las ordenes al frente de unas máquinas que probaran su equilibrio.
—¡empezaremos con un test de actitud. ¡Los que caigan no servirán como señuelos, los mandare a las zonas de desarrollo! — explico el instructor en su voz diciendo que no le repitiera dos veces.
Estos ejercicios eran los más básicos que permitían averiguar el talento con el equipo de maniobras de cada recluso.
Mikasa, Sasha, Connie y Jean, reclutas demostraban mucho talento en este año, siendo los primeros, la habilidad en equilibrio era buena uno mejor que otro, pero todos eran competentes para pasar la prueba.
La vista de Max se puso en el recluso con mayor complejidad en la prueba. Estando de cabeza eren Yeager intentaba todo lo posible para volver estar en su posición inicial, claramente el esfuerzo era envano y solo hacia reír a los demás reclutas por moverse como un bufón.
—¡qué diablos estás haciendo eren yeager, levanta tu cuerpo! — dijo Shandis al recluta defectuoso.
—no. ¡puedo hacerlo! — grito eren no resignándose a fallar. En su mente aún estaba la idea de exterminar a todos los titanes y su meta era fija.
Viendo la convicción clara del recluta, Shandis pensó en darle una oportunidad al hijo de su viejo amor, era lo menos que podía hacer.
A eren le dieron un ultimátum de completar la prueba hasta mañana.
Max por otra parte había activado su charingan solo un instante para ver qué era lo que fallaba en eren y se dio con la sorpresa de que el chico lo hacía perfectamente bien, su ojo fácilmente veía las contracciones de los músculos y sus articulaciones movimientos, no encontraba ningún error.
Solo se demoró un segundo, pero llego a notar la oxidación en el cinturón de eren, el óxido era visible. Si bien podía decirlo ahora, la convicción del mocoso era muy fuerte y Max pensó que sería un desperdicio si no lo intentaba.
Tal vez eren podría sorprenderlo.
Llegando su turno Max no tuvo ninguna dificultad, su estabilidad era demasiada buena. Eso llamo la atención de todos, ya que no vieron al pelinegro moverse en ningún momento.
Incluso Mikasa que era la más prometedora de todos los reclutas se movía ligeramente por ser su primera vez.
La meditación fue de mucha ayuda para que Max tenga ese nivel de concentración.
—miren a ese, no se mueve — Connie le indico a Sasha con su dedo.
Shadis que estaba regañando a otro recluso escucho lo que dijo el recluta calvo y dirigió su atención del recluta Uchiha.
—tenemos un buen año de recolección — dijo el instructor, analizando al muchacho. Y la mirada tranquila del chico demostraba que no se esforzaba para nada, parecía aburrido.
Volviendo de nuevo a lo suyo, aprobó al muchacho y continuo con los demás reclutas.
Al atardecer lo únicos que se quedó a entrenar fue eren. Acompañado por Mikasa que le explicaba los pasos para lograr el equilibrio, Armin que daba algunos concejos y Max que fue arrastrado a ver por petición del rubio.
—limítate a hacer los pasos básicos, no te preocupes por hacerlo perfecto apoya tu peso lentamente en las correas y presta equilibrio con las caderas y los pies — Mikasa le explico a eren.
—mantén la calma y lo consiguieras — el consejo de Armin fue cliché para Max, pero solo se limitó a mirar — incluso yo logre hacerlo
—venga creo que esta vez pueda hacerlo — medio convencido eren se puso nervioso, miro a su amigo y dijo — súbeme Armin
Activando la maquina con poleas, eren empezó a subir lentamente, pero perdió el equilibrio y a gran velocidad su cabeza iba ser estrellada contra la tierra. Pero su cabeza fue salvada por una mano que detuvo su caída.
Por la velocidad que iba eren al suelo, Max reacciono inmediato ya que Eren podría tener una grave trauma en la cabeza, lo último que quería era hacer era entregar a Carla a su hijo discapacitado.
Mikasa y Armin se sorprendieron a ver aparecer a Max ayudando a eren.
—"no lo vi" — Mikasa fue amigo de Max por mucho tiempo y desde un comienzo supo que el chico era muy fuerte para su edad, lo noto. Siempre pensó que ambos estarían igualados en velocidad por sus habilidades físicas mayor al promedio.
Pero ahora acaba de ver Max haciendo acto de una velocidad que estaba mucho más encima que ella, solo había visto un borrón a lo máximo.
Los pensamientos de Armin eran casi parecidos a los de su amiga.
—creo que ya es suficiente por hoy chicos — dijo Max soltando a eren.
—¡genial, no sabía que fueras tan veloz Max! —alago Armin a su amigo.
—gracias Max, te debo una — agradeció Eren, ya que sabía que ese golpe lo llevaría a la lona.
—gracias por cuidar de Eren, Max — Mikasa también agradeció a su "amigo". Ella cuidaba bien de su familia y ahora le debía un favor más.
Max asintió y se retiró del lugar junto a los demás siguiéndolo.
Tomando un bocado de la sopa que habían servido como cena, Max pensaba en aquellas auras que veía en esos tipos; Reiner, Bertolt, Annie, Ymir e incluso eren. El aura anaranjada se concretaba de alguna forma que no entendía con cada uno de ellos.
Los animales, Titanes y humanos tenían diferentes auras. Y entre todas ellas las de un titán se asemejaba a los de esos tipos. Max tenía la teoría de que podría ser eso, como aquella vez en la muralla de Shiganshina.
Los titanes acorazados y colosal eran diferentes Titanes, y dudaba mucho que los titanes evolucionaran tan rápido. Y por el comportamiento tan coordinado de esas bestias, duda que no hubiera una mano inteligente en ello.
Su conclusión más loca fue que eran los humanos se transformaban en titanes, que aquellos titanes "especiales" eran en realidad personas convertidas en titanes o personas que podían trasformase a voluntad.
Pero él hubiera sabido si Eren fuera un titán.
Los pensamientos de Max se fueron a sentir una presencia en lado. Girando su vista encontró a Sasha mirándolo con cierto deseo.
—¿pasa algo? — pregunto Max.
—nada. Es solo quería saber... es que... quería saber si tenía más de esa carne — la chica se notaba apenada por preguntar eso.
Max suspiro internamente en lo que se había metido, pero entonces se le ocurrió una idea. Algo que a los niños les encantaba.
—déjame sacarlo de mi bolsillo mágico— bromeo Max.
—¿bolsillo mágico? — Sasha había leído algunas fantasías como la magia en libros, una vez en su niñez su padre le hizo un truco con una moneda, desgraciadamente nunca supo como hacerlo. Pero le encantaba estos trucos que eran solo ilusiones.
Max metió la mano en su chaqueta y activo otro sello de almacenamiento donde guardaba provisiones, en puf, un humo blanco salió de la chaqueta de Max, sorprendiendo a Sasha que se preguntó de dónde vino ese humo.
Para la incredulidad de Sasha, Max saco otra Manta abultada muy grande que no era posible que estuviera dentro de su chaqueta.
—aquí — Max le dejo la comida en la mesa, la chica olvidándose de ese acto, devoro el festín divino.
—¡genial, como hiciste esos! —Krista se acercó a la mesa donde se sentaba Max y Sasha, acompañada de su amiga Ymir, quien también estuvo asombrada por ese acto y pensaba en alguna manera de cómo lo hubiera hecho.
—un mago nunca revela sus secretos — respondió Max, divirtiéndose un poco con este pequeño espectáculo que estaba dando.
—¿eres un mago? — pregunto Krista emocionada, ella había visto algunos espectáculos en las calles sobre estos magos.
—me gusta más el termino ilusionista — comento Max, ya que mago lo hacía sentirse raro.
—sabea algún truco más, muéstranos — Krista se sentó al frente de Max expectante de lo que podría hacer.
—¿tienes una moneda? — a la pregunta de Max, Krista saco una moneda que tenía guardada y de la entrego. Ymir se sentó a su lado y también estaba interesada en el truco, estaría muy atenta para descifrar el misterio.
Sasha que estaba terminado de comer, también se interesó por el truco de la moneda. Pensó que sería genial que Max supiera como hacer el truco de desaparecer y aparecer la moneda que su padre hacía, así podría preguntar si le podía enseñar.
—miren aquí tengo una moneda de hierro, solo una. Como Krista me la dio pueden ver que es genuina y no es una falsa. Estante atento — mostrando la moneda a Ymir, Krista y Sasha, Max continúo diciendo — ahora sería fácil desaparecer esta moneda
Dejando la moneda en la mesa, todas las chicas estaban atentas. Sasha se preguntó que sería mejor que desaparecer la moneda.
—por eso voy a crear otra moneda — en un rápido movimiento de manos, tan rápidos que el ojo humano no podría verlo. Max hizo aparecer otra moneda a la mesa.
—¡no me jodas! — Sasha exclamo. Impactada de lo que acaba de ver, ella no le aparto ninguna mirada a la mano de Max, no supo de donde vino la segunda moneda.
—increíble — dijo Connie quien se unió a ver el espectáculo. algunos reclutas como Armin, Mikasa y eren también se acercaron a ver.
—ven dos la monedas. Ahora aun sería fácil desaparecer estas dos monedas así que elevemos el nivel— señalando las monedas — ven el primero, el segundo
Todos estaba prestando atención; Ymir, Reiner y Mikasa miraban atentamente cualquier movimiento raro.
—necesitamos una tercera — otra moneda más apareció de la nada y callo a la mesa.
Todos gritaron sorprendidos, acababan de ver aparecer una moneda de la nada. Los tres más atentos no supieron que paso, fue tan rápido que sus ojos no pidieron ver nada.
—aún es muy sencillo, otra moneda más — Dijo Max apareciendo otra moneda más. Ahora el público estaba enloqueciendo y por más que lo intentaban no adivinaban como estaba creando monedas de la nada.
Ymir se quedó estupefacta y ahora estaba realmente sorprendida.
—ahora desaparecemos esta — Max tomo una moneda en su mano y la apretó en un puño. Y la abrió demostrando que no había nada — vamos con el segundo, tercero cuarto
Ya todos no sabían que pensar de Max, creían que era alguna clase mago encarnado. Mikasa, Reiner, Ymir no pensaban lo mismo y creyeron que solo era un truco muy bien hecho.
—ahora, Eren puedes levantar tu plato — El muchacho se sorprendió de ser mencionado y también lo confundió la orden.
Ahora todos estaba expectantes de Eren quien se acercaba a su plato que había dejado en su mesa. Levantando el plato, lo que había abajo lo sorprendió a él y a los demás. Incluso Annie que se encontraba fuera de todo ese rollo, quedo con la boca abierta ver esto.
Los cuatros monedas se encontraban ahí.
—¿pero ¿cómo? —pregunto Eren tomando las monedas. No era el único sorprendió, todos tenía sus cabezas que les explotaba por tantas ilusiones.
—gracias por la comida — Max agradeció la sopa y se retiró a su dormitorio. Todos los miraba irse como si fuera un ser místico.
Ya en las cabañas el único entretenimiento de Max fue un pequeño libro de leyes que se encontró por ahí. Como ya era la hora de toque de queda todos sus compañeros estaban alistándose o ya listos para apagar las lámparas.
Un desesperado Eren preguntaba consejos a sus demás compañeros.
—el truco para mantenerte recto — Connie sonrió un tanto burlo y orgulloso contesto — lo siento, pero es talento natural. se tienes o no lo tienes.
—y a mí me gustaría que me digieras tu truco. Para mantenerte cuerdo después de haber tenido que soportar semejante humillación pública— burlándose de su compañero, Jean estaba contento de que echaran a Eren.
—chicos, se lo estoy suplicando literalmente —Eren casi hasta ruega ahí mismo.
—oye no fuiste que dijo si no eres lo suficientemente fuerte tienes que marcharte — Connie repitió las mismas palabras que dijo su compañero.
Eren estaba asustado y arrepentido de sus palabras.
—o era si no tienes el suficiente talento tienes que marcharte —el calvo no se acordaba precisamente las palabras orgullosas de su amigo.
—Max no tienes algún consejo — Eren avanzo hasta su compañero de gran cabellera, Este levanto su vista de su libro.
—un consejo... — murmuro Max, pensando en uno. También podía explicarle que equipo estaba dañado, pero se acabaría lo divertido si lo decía. Entonces pensó en otro método, si las cuerdas que te sujetaban no respondían al entrenamiento básico podría esperar que uno poco ortodoxo fuera lo necesario.
—si no funciona contigo usando los métodos tradicionales, puedes intentar haciendo algo alejado de los principios básicos. No te guíes tu peso a la cadera, intenta buscar la mejor posición de piernas y la cabeza no la levantes tanto. — si la polea del cinturón de eren no funcionaba, Max pensó que sería mejor ayudarte doblemente en las piernas.
EL chico Yeager lo pensó un rato y analizo el consejo de su amigo, parecía tener cierto sentido.
—Gracias Max de nuevo, voy a tratar de seguir tu consejo — Los ojos de Eren tenia fuego en ellos. Una voluntad muy buena pensó Max.
De igual forma Eren quería más consejos, en caso de que el de Max no funcionara. Por lo que junto a Armin se fueron en busca de Bertolt y Reiner.
—oye Max no puedes ayudarlo con un truco de magia o algo, el chico se ve desesperado por pasar —Connie pregunto.
—esos trucos no funcionan así. Solo son trucos no pienses que fue real — comento Max.
—fue genial ese truco de la moneda, ¿puedes enseñármela? —Jean pregunto, con el objetivo de sorprender a Mikasa.
—lo siento chicos, pero el secreto muere conmigo — cerrando su libro, Max cerro los ojos y se fue a dormir.
Dejando a sus compañeros decepcionados por no saber el truco.
A la mañana siguiente todos nuevamente estaban reunidos en las máquinas de equilibrio, Eren era el único en participar en ele ejercicios como última oportunidad o seria retirado. Armin y Mikasa se encontraban preocupados de que su amigo no aprobase.
Max por otro lado, solo esperaba el momento para hablar sobre el mal funcionamiento del cinturón de eren.
La mirada dura de Shandis al recluta era clara. Si fallaba largo.
—Eren yeager. ¿estás listo? — pregunto Shandis.
—¡si! — contesto Eren y en su mente recopilaría todos los consejos que sus amigos le dieron. Era la hora de ponerlos en práctica.
Ya en colgado Eren pudo estabilizarse con dificultad, lo que hizo que los bitores de sus compañeros sean escuchados. pero solo fue momentáneo ya que volvió a estar de cabeza.
—¡aun no, no me rendiré! — Eren intento todo lo posible de levantarse.
Shadis ordeno que lo bajara.
—"se tomó su tiempo" — Max ya no tenía que intervenir para nada, ya no era necesario.
Al final, eren si pudo lograrlo usando el cinturón de otro recluta. Y se ganó el derecho de ser soldado.
Max sonrió al ver que Eren lo había logrado, fue entretenido verlo esforzarse. Una perdida tiempo sí, pero Max no tenía nada más que hacer para entretenerse en este lugar. Hizo nuevos compañeros agradables y ya analizaba los pasos para poder hacer su investigación sobre el gobierno más profundamente.
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