Capítulo 26
"Una nueva vida y un chico misterioso"
Las palabras de mi padre quedaron resonando durante todo el camino hacia Nags Head, pues ya estábamos de nuevo en ruta, al final no supe tanto de mis padres como hubiera querido...pero creo que tarde o temprano llegará el momento en que mi padre me dirá lo que realmente paso. Mientras tanto llegamos a Nags Head, estoy viendo el paisaje que nos rodea aunque estoy bastante mareada de lo rapido que vamos, ahora no se que pensar...creo que mi mente ya ha pensado lo suficiente el día de hoy. Me siento muy cansada...este viaje me ha traído lindos recuerdos de cuando yo y mis padres íbamos a acampar cada verano cerca de aquí, era muy lindo pero...ahora cada vez que lo recuerdo veo a mi padre y a mí sentados en el pasto y veo a una mujer con la cara borrosa, presiento que es mi madre...como ahora se ha ido supongo que también mis recuerdos con ella se irán desvaneciendo con el tiempo. Pienso que de ahora en adelante debo esforzarme por hacer nuevos recuerdos y momentos con mi padre, debo disfrutarlo mientras este a mi lado, hasta que el decida alejarse...no quiero que pase pero supongo que eso lo decidirá el tiempo o ¿el destino...? Todavía quedan muchas cosas y palabras que no entiendo, de alguna manera siento que lo entiendo pero a la vez solo se crea una confusión en mi mente. Solo espero que mi madre tenga la felicidad que busca, que ella pueda experimentar lo que falto en nuestra familia.
Al pasar tanto tiempo en un coche en movimiento, siento tanta tranquilidad que termino por estar somnolienta, cabeceando constantemente, ahora que no tengo nada que desear no he vuelto a soñar con "mi yo del pasado" ...todavía le tengo miedo es como mi debilidad, ella lo sabe pues...es parte de mí y quiero poder entender por qué justo en estos momentos se aparece. ¿Algo hizo que apareciera? ¿Alguna mala emoción? No lo sé, trato de encontrar la respuesta a todas estas preguntas pero responder una pregunta con otra no me lleva a nada. Así que solo esperare a que alguien pueda ayudarme a responderlas. Al final el sueño me venció y me quede dormida sin saber que pronto llegaríamos a nuestro destino.
—Cristal, hija, despierta ya hemos llegado—anuncia mi padre viéndome por el retrovisor—.
Todavía estaba algo adormilada, con esfuerzo trato de abrir los ojos frotándomelos y bostezando, y pude ver que habíamos pasado un gran cartel que daba la bienvenida a Nags Head, entonces respondí con mucha energía:
—¡Ya hemos llegado! —
—Si eso trataba de decirte—dijo mi padre riendo—.
—Pero llegamos muy rápido, ¿no? —pregunto mirando hacia la ventana—
—Tienes razón, fue por que tome un pequeño atajo—
—Vaya...no ha cambiado mucho desde la última vez—expreso casi en un susurro—.
—Bueno hija...tampoco es como si hubiera pasado un década—dijo mi padre confundido—
—¡Para mí 3 años es muchísimo! —exclamo mirando a mi padre—
—Yo que tengo 35 años puedo decir que ha pasado mucho tiempo—replica mi padre con una sonrisa—.
Ante su respuesta giro mi cara con un pequeño gesto de duda, algo molesta por dudar de que para mi 3 años son mucho.
—Bueno, bueno, hija no te molestes, cuando tengas mi edad me entenderás créeme—habla mi padre tratando de alentarme—
—¿Alguna vez podré entender a los adultos? —preguntó en voz baja—.
—Claro hija, estoy seguro de que algún día podrás—afirma mi padre—.
—Es que siento que el mundo de los adultos es muy complicado y confuso—dije frunciendo el ceño—.
—Cuando llegues a esa etapa seguro podrás descubrirlo tu misma hija—responde mi padre—.
—Eso espero... ¿entonces podré entenderte mejor papá? —
—Eso...no lo sé hija, no se que será de nosotros en un par de años—habla mi padre algo desanimado—.
—Lo importante es que ahora podemos empezar una nueva vida—manifiesto optimista—.
—Así es, ahora nada nos podrá detener—confirma mi padre con una mirada segura—.
Justo en ese momento a los 2 nos ruge el estomago y el ambiente se pone tenso hasta que empezamos a reírnos a carcajadas por lo que acababa de pasar.
—Creo que el hambre nos detuvo esta vez—dijo mi padre todavía riéndose—.
Yo todavía seguía riéndome de la situación, tanto que me dolió mi estómago.
—Hace mucho tiempo que no me reía así... —digo en voz baja—.
—Bueno Cristal vamos a parar en una tienda de comida rápida de camino a la casa de la abuela—.
—Vale, yo quiero acompañarte, ¿puedo bajar contigo? —pregunto algo tímida—.
—Claro hija, de hecho es esta tienda, a la que solía ir de pequeño—expresa mi padre apuntando una tienda a menos de 3 metros—.
Entonces mi padre se estaciono justo enfrente de la tienda, era muy curioso, era pequeña y tenía una gran ventana de cristal mostrando diferentes tipos de comida, la tienda estaba a la par de muchas más en una sola fila, y también cuando entramos la puerta era casi transparente, cuando abrimos la puerta de la tienda sonó una pequeña campana, en ese momento una señora con el cabello canoso ondulado corto, con unos grandes anteojos que estaban colgando de un sujetador para lentes de perlas sobre su cuello, llevaba un vestido largo muy lindo de flores y un mandil.
—¡Vaya, vaya! —exclama la señora con asombro mientras se pone sus antojos—¡Pero si es el Walter tímido del pueblo! —.
—Jajaja...Hola señora Misstey soy Walter he vuelto—saluda mi padre un poco avergonzado—.
—¡Que alegría Walter! No sabes cuanto te extrañamos todos los del pueblo—dijo la señora Misstey con nostalgia—.
—¿Enserio? Pensé que se habían olvidado de mí—habla mi padre más avergonzado tocándose la nuca—.
Nunca había oído a alguien llamar a mi padre por su nombre y me parecía muy raro e incomodo así que proteste algo molesta
—¡No le diga Walter, es mi papá! —
La señora al escuchar mi voz bajo su cabeza y nuestras miradas se encontraron, la señora Misstey parecía muy sorprendida de verme y no tardo en responderme
—¡Miren que tenemos aquí! Dime pequeña, ¿Quién eres? —
—Me llamo Cristal... —digo en voz baja ocultándome detrás mi padre desviando un poco la mirada—.
—¡Walter! ¡¿Ella es tu hija?! —pregunta la señora sorprendida—.
—Si, ella es mi hija, Cristal—confirma mi padre—.
—¡Quien lo diría! Nunca pensé que te casarías y tendrías una hija... —expresa la señora con una voz exaltada—
Mi padre ante el comentario solo se rio ligeramente, el ambiente era algo incomodo pero a la vez agradable la señora no me inspiraba confianza pues no la había visto nunca. Pero la señora Misstey siguió preguntando sin más.
—Cristal es realmente muy bella, pero no se parece mucho a ti Walter, seguro salió a la madre, por cierto, ¿Quién fue la afortunada? —
—Bueno...fue Rose, pero ahora estamos separados—responde mi padre algo cortante—
—¡Válgame! ¿La dulce Rose que vivía cerca de la granja de tu familia? —
—Si...esa Rose—
—Pero... ¡Qué lástima que estén separados! Con lo dulce que es... —exclamo la señora negando con su cabeza—
—Aún así la pequeña parece tener albinismo, ¿no es así? —
Yo me quede un poco sorprendida por la pregunta de la señora Misstey, pues no entendía bien que quería decir con "albinismo" no sabía que era eso, pero sonaba extraño. Alzo mi mirada hacia mi padre y pude ver su rostro impactado por la pregunta.
—¿Albina, dice? —repite mi padre la pregunta de la señora Misstey confundido. —
—Si, si, pues su cabello es muy blanco y tiene una piel tersa, muy bella debo recalcar, aparte de tener unos ojos azules preciosos—dijo la señora Misstey mirándome fascinada—.
—Ya veo...bueno se podría decir que si ya que Rose no es tan pálida, de mí no saco más que sus ojos—manifiesta mi padre poniendo su mano en su barbilla pensativo—.
—Que afortunados son tus padres de tenerte, Cristal—dijo la señora Misstey mirándome—
Ante lo que me dijo solo pude ladear un poco la cabeza confundida, no entendía como mis padres eran afortunados de tenerme, nunca lo vi de esa forma y sin pensarlo le respondí.
—No lo creo señora Misstey... —antes de poder continuar lo que iba a decir mi padre pone disimuladamente su mano en mi boca tratando de evitar que continúe—
—¡Señora Misstey! Yendo al grano...venimos por un poco de comida pues el viaje desde Stowe nos ha dejado muy hambrientos—habla mi padre con una sonrisa—
—¡Oh! ¡Claro, claro! Que descuidada soy...! En un momento les preparo la comida del día y se las pongo para llevar—manifiesta la señora mientras va de camino a la puerta de atrás—.
Cuando la señora Misstey ya se había ido, mi padre volteo a verme con una mirada un poco triste.
—Hija...a veces no hace falta responder esa clase de comentarios, solo debemos asentir—se dirige mi padre a mi con una voz calmada—.
—Oh...lo siento mucho papá—expreso mirando hacia abajo—.
—No te preocupes hija, todo esta bien—me dice mi padre tranquilo y nota que detrás de mi hay un estante donde hay manzanas acarameladas recién hechas—Mira hija, ¿quieres una? —.
—¡Woooo! —exclamo con asombro al voltearme y ver esas brillantes manzanas rojas—¡Que lindas! ¡Si quiero papá! —.
Entonces mi padre toma una del estante y me la da, la tomo muy contenta y miro a mi padre con ojitos tiernos suplicando
—¿Puedo comérmela ahorita? —
Mi padre se quedo unos momentos mirándome con una mirada dudosa así que seguí esforzándome por verme más tierna hasta que mi padre me contesto poniendo una leve sonrisa.
—Está bien...tu ganas, pero...! prométeme que te comerás toda la comida—dice mientras me señala—
—¡Lo prometo! —afirmo con voz grave—.
Con toda seguridad tomo mi manzana acaramelada y la saco de su envoltorio ansiosa, pocos segundos después note que la señora Misstey ya estaba por entregarnos la comida, mi padre se acerco a ella pues se veía bastante pesado, mi padre toma la comida y veo que la señora voltea a verme de lejos, me saluda de lejos despidiéndose de mí, le devuelvo el saludo y mi padre se acerca a mí, tomándome de la mano.
Al salir de la tienda nos subimos al coche, y mipadre pone en el asiento de atrás donde voy la comida, mientras tanto vamos decamino hacia la casa de la abuela, que esta un poco a las afueras del centrodel pueblo, voy comiéndome mi manzana acaramelada disfrutándola. En un par deminutos noto que vamos por una pequeña pendiente y veo por la ventana unahermosa playa, justo estaba atardeciendo se veía tan hermoso, el sol me dabajusto en la cara, el agua de la playa era tan transparente que podía ver comoel sol se reflejaba en el agua, también note que había unas piedras, las olas azotabanfuerte. Cuando ya estábamos por llegar a la cima, veo a un chico con cabellocafé castaño aunque por el sol se veía casi dorado, estaba caminando sobre lacera que separa la calle de las piedras donde azotan las olas con mucha fuerza,fue por un segundo que apenas pude verlo con claridad y más por el sol que medaba en la cara. Trate de voltear para alcanzar a verlo mejor pero ya estábamosen la cima, ya habíamos dejado al chico atrás.
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¡Hola chicos! Aquí habla la autora, bueno para comentarles que este capítulo es un poquito diferente a los demás ya que puse 2 imágenes XD, no lo había planeado pero pues justo las imágenes van de acuerdo a la ocasión, las imágenes no me pertenecen créditos al autor, ¡bueno eso es todo! espero les haya gustado (ɔ◔‿◔)ɔ ♥
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