Epílogo.
A la vista.
"Aquel que ya perdió algo que daba por hecho al final aprende que nada le pertenece". ~ Paulo Coelho
Dicen que la vida puede irse en un suspiro, es tan momentánea que es imposible predecir si estaremos al minuto siguiente o si terminaremos tres metros bajo tierra. Pero cuando vemos morir a quienes más amamos, todo puede llevarnos a un perpetuó dolor en el que nos sumergiremos hasta el final de nuestra vida.
Es cierto que todo puede cambiar en segundos, un momento podemos estar disfrutando un hermoso viaje o planeando la boda de nuestros sueños y al minuto siguiente, velar a la persona que más hemos amado en la tierra o a cientos de personas que realmente no merecían la muerte.
Cuando alguien que amamos muere, nos damos cuenta de que perdemos el control de nuestra vida, que todo a nuestro alrededor se vuelve completamente insignificante que logramos perdernos en el camino. No sabemos cómo decirle adiós a los que amamos, porque simplemente, como humanos, a pesar de que la muerte es lo único seguro que tenemos en la vida, jamás nos preparamos para su llegada.
Dos días después del funeral.
Habían sido los dos días más difíciles de toda mi vida, no me habia quebrado ni una sola vez aunque todos parecían estar esperando el momento en el que estallara por todos los sentimientos reprimidos que tenía. Pero no lo hice, me habia deshecho el día de la ceremonia luctuosa y me habia levantado más fuerte, estaba lo suficientemente convencida de vengar a quienes amaba que me importaba una mierda acabar con todo a mi paso.
No podía bajar la guardia cuando era posible que el ataque final fuese en nuestra base, más considerando que Magnus se encontraba en las celdas subterráneas. Si Lombardi era el que coordinaba los ataques, no dudaría en liberar al otro bastardo.
Había dado la orden de no interrogarlo y tampoco darle atención médica, me valía una mierda si se moría. Él habia asesinado a mi familia, a mis padres y al amor de mi existencia, no merecía nisiquiera tener un poco de compasión de mi parte.
Me habían dado una de las oficinas de la base para poder tener privacidad al momento de planificar y realizar todas las actividades. No dejaba a Niall en ningún momento, lo llevaba conmigo a todas partes.
Sí, sabía que se aburría de vez en cuando, pero me negaba a dejarlo solo. Era mi pequeño niño, aunque no fuese mi sangre lo amaba como tal y lo protegería con mi vida, como no lo habia hecho con su padre.
Miré los papeles sobre el escritorio, todos tenían análisis detallados de las posibles identidades de Lombardi, pero ninguno encajaba con el sadismo del hombre, matar a tantos inocentes solo podía ser obra de un verdadero psicópata. Solo parecía que dábamos vueltas en un interminable circulo, no teníamos respuestas y tampoco éramos capaces de encontrar algo que pudiese esclarecer todo y eso realmente nos jodía.
—Mami—murmuró Niall, limpiando los bigotes de chocolate de su boquita—. ¿Papi aún me quiele?
Levanté la mirada para ver al pequeño niño, todos los días preguntaba lo mismo y sabía que le costaba asimilar el hecho de que su padre no estaba con nosotros, a mí también me costaba pero tenía que ser fuerte, también por ese pequeño niño.
—Ven, mi amor—murmuré estirando mis brazos y dejando en el olvido los papeles que debía revisar.
Niall bajo rápidamente del sillón donde se encontraba sentado y corrió en mi dirección. Lo tomé en brazos y lo subí sobre mis piernas, buscando que su carita quedara frente a mí.
—Papi eta con papi Dios... pelo... ¿Poque no viene?
Solté un pequeño suspiro mirando a Niall, quien tenía sus bonitos ojos verdes brillantes.
—Papi fue llamado para ser militar con Diosito, mi amor—murmuré acariciando su mejilla—. Recuerda lo que te dije, él nos sigue amando... pero lo llamaron porque es el mejor soldado, igual que los abuelos...
Mi pequeño niño hizo un puchero.
—¿Poque se los llevó a ellos? Hay muchos solalos, ¿Poque papi y belitos?
<<Me pregunto lo mismo, mi pequeño>>
—Eres un bebé que hace muchas preguntas—murmuré besando la punta de su nariz—. Se los llevó porque ellos son los mejores, los más fuertes y valientes...
Niall infló sus mejillas, un acto que habia descubierto me copiaba a mí.
—¿Puelo velos?
—Los veremos cuando Papá Dios nos llevé con él—murmuré.
—¿Puelo pelile que me llevé aholita?
Un nudo se formó en mi garganta al escuchar sus palabras y el amargo sabor del duelo me invadió.
—No, mi amor—murmuré, aguantando las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos—. Debemos esperar a que Diosito nos llame a nosotros, él es quien decide si nos quiere allá... y si le pides que te lleve ahorita, mami se sentiría muy triste
—No quielo que mami se sieta tiste, pelo quielo vel a papi—murmuró—. Lo extlaño.
—Yo también lo extraño—murmuré—. ¿Qué te parece si más tarde le escribimos una carta a papi?
—¡Si! —chilló con una pequeña risa—. ¡Calta!
Sonreí, besé su tierna mejilla para tratar de tranquilizarlo, mi pequeño extrañaba a su padre y yo también, pero sabía que no podía rendirme, tenía que vengar su muerte y proteger a ese pequeño niño.
La puerta de mi oficina se abrió, dando paso a un sonriente Kennett, Álex, Archie y Hunt empujado por Nick.
—¡Belito! —chilló Niall.
Bajó de mis piernas y corrió hacía Kennett, quien sin dudarlo cargó a su nieto. Solté un pequeño suspiro, tratando de no sentir el dolor en mi pecho, ver a Kennett con su nieto solo me hacía pensar en la vida que podía haber tenido con el hombre que más amaba.
—Por favor díganme que son buenas noticias—murmuré al ver los papeles que mi hermano tenía en su regazo.
—Bueno... dejémoslo en noticias, enana—murmuró—. ¿Quieres leerlo o prefieres que nosotros lo digamos?
—Dilo—murmuré.
Nick soltó una pequeña risa, llamando la atención de Niall, quien no dudo en alzar los bracitos para que mi amigo lo cargará.
—Bueno... la juez del CICF evaluó el caso sin una audiencia, como es un caso sin precedentes, no existe una ley que determine el proceso a seguir, así que la jueza fue quien procedió de la manera que se pusiera a salvo la integridad de Niall—murmuró Hunt.
—El proceso que la Juez dictamino, fue que el parlamento defensor del menor comenzara con la investigación a la madre biológica, a pesar de que fue una donación anónima, en este caso se le debe informar la... ausencia del padre... —explicó Álex.
—Dejen de darle tantas vueltas, hombres ¡Me marean! —murmuró Archie.
—Tenemos un contexto que explicar—gruñó Álex—. Bueno, a pesar de que el proceso de donación de Óvulos se lleva de forma anónima, se tiene un registro por cualquier motivo de la integridad del bebé... Encontraron a la madre biológica de Niall y todo indica que aceptará la maternidad.
Sentí como si mi mundo se fracturara de repente, no podía perder también a Niall, no podía concebir perder el único pedacito que me quedaba de Conall. Miré con temor a mi hermano, odiando la estúpida sonrisa de alegría que tenía en el rostro.
<< ¿Por qué mierda está sonriendo cuando nos van a quitar a Niall?>>
—¿No hay forma de cambiar que esa mujer quiera aceptar la maternidad? ¿Quizás podamos usar el testamento de Conall? Él dejo claro que queria que yo...
—Mujer, respira—murmuró Nick con voz risueña—. Te quedarás sin pulmones.
—¿Por qué todos estan tan jodidamente tranquilos? Joder, deberíamos estar moviendo las influencias que tenemos para poder tener a Niall con nosotros y...
—Si dejaras que Hunt terminara de hablar, podrías escuchar todo—murmuró Kennett.
Mi tío y el padre de Nick se unieron en la oficina.
—¿Aun no se lo dicen?
—Si nos dejara hablar lo habríamos hecho hace horas—murmuró mi hermano rodando los ojos.
—No mientan, le dan más vueltas que un espiral—murmuró Archie—. Pero ¿Crees que el universo pone las cosas en su lugar aunque sea en un tiempo erróneo?
—¡Sólo díganme lo que dictamino la juez y cómo podemos recuperar a Niall! —gruñí.
Álex me miró con una ceja levantada y me entregó uno de los papeles que llevaba mi hermano sobre las piernas.
Miré los papeles, tratando de descifrar el motivo de la alegría de todos. Tenían el nombre de Niall y todos los datos que se habían sacado cuando se le habían hecho los análisis de ADN de compatibilidad con Conall.
<<Información del donante de óvulo en caso necesario para el bienestar del menor.
Nombre: Keylani Kim Rossi; Edad: 21 años>>
Dejé caer las hojas en completo Shock, no podía nisiquiera creer lo que leía en ese documento, se sentía tan surrealista que tenía miedo de despertar en cualquier momento. Miré los ojitos curiosos de Niall, esos ojitos tan idénticos a los míos y todo cobro completo sentido.
La conexión que habia sentido al conocer a Niall no solo significaba la conexión que tenía con su padre.
El amor que sentía por ese niño no era solo por el carisma que lo acompañaba.
Las mañas que eran tan parecidas a las mías.
El sentimiento de querer protegerlo y cobijarlo todo el tiempo no era solo por el amor que le tenía, era ese instinto materno que me gritaba que ese niño, ese pequeño de ojos verdes, era mi niño, mi sangre y mi bebé.
Nisiquiera esperé nada más, me puse de pie tan rápido que la silla salió volando, pero me importó un comino. Corrí hacía Niall, quien al verme, nisiquiera dudo un segundo para levantar sus bracitos y ofrecerme uno de esos abrazos de oso, como los habíamos bautizado.
Lo estreché entre mis brazos, no me importó llorar mientras lo abrazaba y sentía su inconfundible olor frutal de su cabellito cobrizo. Mi corazón se embriago de amor y esa sensación de maternidad que me era tan extraña, pero a la vez tan conocida, después de todo, quizás no habia sido la forma en la que siempre habia soñado ser madre, pero era perfecta, mi sueño de tener un bebé con el hombre que más amaba en el mundo entero era una realidad.
<<Aunque la vida es una completa mierda... a veces el universo se apiada... ahora realmente tengo una razón para seguir luchando...mi hijo... nuestro hijo>>
El duelo no siempre es eterno, finalmente, se encuentra la fase de aceptación, la llegada de un estado de calma asociado a la comprensión de que la muerte y otras pérdidas son fenómenos naturales en la vida humana. Además, se da la aceptación de que la vida humana es frágil y se comprende la inevitabilidad de la pérdida.
—Mi bebé, eres mi bebé.
Miré por enésima vez el informe que Álex y Archie habían realizado, no teníamos la identidad del bastado de Lombardi, pero teníamos un indició. Tenía un puesto de alto rango, uno que tenía acceso a los servidores y que habia estado en la misión.
—¿Estan seguros? —pregunté.
—Si—murmuró Archie—. Mis cortafuegos son intraspasables, solo alguien con los códigos que tienen los de alto rango podría entrar, además, bloqueo su historial o cualquier cosa que nos lleve a él... tiene que ser un coronel o un general...
—¿Descartaste a nuestros generales? —pregunté refiriéndome a Kennett y Avery.
—Si—murmuró—, fue lo primero que hice... Con la tarjeta del general Oliver tienen acceso a todos los datos de la IISMFCMO, pero el problema de todo esto es que solo puede ser alguien que estuvo en la misión con nosotros y que tiene un puesto mayor. Me aseguraré de...
—Key—murmuró Kennett—. Espero no interrumpir nada importante, pero el consejo y la prensa esperan... es hora de que te pongas frente a las filas...
Solté un suspiro.
—Estamos revisando lo que ellos estaban investigando, no tenemos un nombre, pero definitivamente no fue alguien de nuestros amigos... lo que quiere decir que podemos tener a Lombardi entre nuestras filas, ahora.
—¿Lombardi dentro de la base? ¿No sería mucho riesgo?
—Mi padre siempre decía que la mejor forma de ocultar algo es a plena vista—murmuré—. Puede que en realidad nisiquiera se esté ocultando, pude que este justo frente a nosotros y no lo sepamos...
—Estaremos al pendiente—murmuró Archie—. Ahora vamos, necesitas tomar tu legitimo lugar como ministra.
Asentí, tratando de no entrar en pánico.
Era un día de demasiadas emociones, me habia enterado que Niall no solo era hijo de Conall, sino que por caprichos del universo y el destino, era mi hijo, habia sido creado con el óvulo que yo habia donado años atrás. ¿Cuántas posibilidades existían para que ocurriera eso? Ni una sola, pero agradecía infinitamente a Dios, al universo o a cualquier ser superior, me habían regalado la oportunidad de ser madre.
Aunque debía ser un día de completa felicidad y de renovar esperanzas, me sentía alterada y ansiosa, ese día también debía tomar protesta como ministra. Oficialmente debía tomar mi puesto y remplazar el legado de mis padres.
Arreglé el traje de sastre que había decidido usar. Completamente negro, sobrio y sofisticado, perfecto para la ocasión.
—Manténganme informada—murmuré.
—Sí, señora—contestaron ambos a la vez.
Agaché la mirada para ver a Niall, quien se mantenía entretenido con un libro de dibujos animados, jugando a leer aunque no hacía más que balbucear, pero me llenaba de ternura verlo, realmente me alegraba el día.
—Peque—llamé.
—¿Mande, mami? —murmuró levantando sus ojitos con curiosidad hacia mi—. Etas muy bonita, mami...
Sonreí. Estiré mis brazos y Niall entendió.
—Tú también estas muy bonito, mi amor—murmuré besando la puntita de su nariz—. Vas a quedarte con la tía Julia, mientras Abuelito y yo vamos al frente ¿Sí?
—Si, mami—murmuró con una dulce sonrisa—. Te quiero, mami.
—Y yo a ti, mi pequeño hombrecito—murmuré con una sonrisa.
Kennett me ofreció su brazo y sin dudarlo lo tome, caminando con él hasta donde se encontraban las tropas reunidas y el consejo del CMI. Kennett fue el primero en tomar protesta, recitando cada una de las palabras donde declaraba su honor, lealtad y vida para la protección del CMI y todas las organizaciones militares.
—Si así no lo hiciese, que las sagradas leyes del CMI lo juzguen como sea merecido—murmuró uno de los hombres—. ¡Dios salve ministro del CMI!
—¡Dios salve ministro! —contestamos todos a la vez.
Uno de los hombres le colocó la insignia en el uniforme, Kennett no se veía alegre, no como cualquiera que recibe un cargo tan grande y sabía a qué se debía, era porque habia perdido a su hijo y a su madre.
Se giró hacía mí, con los ojos menos embravecidos e incluso con un deje de orgullo, sentí que mi corazón se oprimía un poco, en el fondo deseaba que él fuese mi padre o mi madre, que alguno de ellos estuviese frente a mi, ver el orgullo en sus ojos, pero sabía que la vida habia trasado otros planes.
—Keylani Kim Rossi—comenzó Kennett—. Ministro de la IISMFCMO Keylani Kim Rossi, jura solemnemente regir como ministro superior de la IISMFCMO, con los valores que dicta el régimen del CMI. Protesta con firmeza pertenecer y brindar fidelidad a esta unión, acatar las ordenes, regir con justicia y bondad, defender el mundo ante todo peligro y proteger la vida de miles de personas aunque la suya culmine con ello. Así como cuidar, proteger a todos los desprotegidos, brindar la lealtad, el honor y hacer cumplir las leyes de la IISMFCMO.
—Yo, Keylani Kim Rossi, Juro solemnemente proteger y brindar mi fidelidad completamente al ejército Alpha y a servir fielmente a las naciones, defendiéndolas con mi vida.
—Sí así no lo hiciese, que las sagradas leyes del CMI la juzguen como sea merecido—murmuró con una pequeña sonrisa—. Vamos a darles con todo, pequeña—susurró, colocando la insignia de ministro sobre mi traje.
Sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas, no me importaba cuando, como o donde, pero me aseguraría de usar mi título para asesinar a cada maldita persona que habia estado involucrado en la muerte de mis padres, mi familia y el amor de mi vida.
—Aunque este es un motivo de celebración, les prometo, como ministra que haremos caer a cada desgraciado que se atrevió a tocar a nuestras familias—murmuré—. La IISMFCMO no caerá hasta que cada uno de nosotros lo hagamos, así que hoy les digo algo, si yo caigo... ustedes no lo hagan, peleen con uñas y dientes para honrar a aquellos que perdieron la vida en esta guerra. ¡Somos la IISMFCMO, el mejor ejército del mundo! Quiero caras en alto y armas arriba, porque si nosotros caemos, nos llevamos a todos esos desgraciados con nosotros, pero a diferencia de ellos, nosotros nos levantaremos para resurgir de las cenizas. ¡Honor, lealtad y justicia! ¡IISMFCMO!
—"I de Imparcial, si mi enemigo eres no hay libertad.
I de Inteligente, si mi enemigo eres a mí me temes.
S de Sabiduría, si sabio eres de mi te escondes.
M de Misericordia, si mi enemigo eres, bala segura tienes.
F de Fidelidad, si mi aliado eres por mi vida teme.
C de Compañerismo, si mi compañero eres sabiduría tienes.
M de Madurez, si un niño eres a la milicia le temes.
O de Obediencia, si obediente eres a mí no me temes. "—cantaron todas las tropas a coro.
Levanté la mirada para ver a mis tropas, pero algo llamo mi atención cuando Arniel se acercó con cinco soldados, portando el uniforme táctico y con armas que se usaban solo para las capturas de grandes criminales.
—¡Arréstenla!¡Es una traidora! —ordenó.
Fruncí el ceño sin entender que mierda estaba ocurriendo, Kennett se paró protectoramente frente a mí, como si hubiese estado preparado para eso.
—¿Qué ocurre? —preguntó uno de los miembros del consejo.
—Arréstenlos—murmuró.
Tres hombres que obviamente no conocía, se abrieron paso en el estrado principal, tomando como prisioneros a todos y cada uno de los miembros del consejo.
—¿Qué mierda estás haciendo? —preguntó Kennett, pero en su voz realmente no captaba confusión.
—También arréstenlo—ordenó—. Cómo viceministro de la IISMFCMO, tengo la autoridad de hacer un arresto bajo los cargos de traición y asesinato. Los ministros actuales del CMI y la IISMFCMO, junto con todos los miembros del consejo del CMI, son cómplices.
—¿Qué? —interrogué confundida.
—Explíquese, viceministro—murmuró uno de los hombres del CMI.
Arniel giró la mirada hacía en concejal y algo en mi cabeza se activó al ver la sonrisa burlona, pero trate de ignorarlo, estaba más concentrada en el maldito arresto injustificado.
—La muerte de los candidatos no fue una coincidencia, ella los asesino para quedarse con el puesto de ministra—dijo con seguridad—. Además que es la autora intelectual de todas las muertes.
—¿Cómo iba a asesinar a mis colegas, a mis tropas y a mi familia? —pregunté con ironía.
—Eres la única con acceso al servidor como general—murmuró.
Giré la mirada a Archie, nadie habia dicho una sola palabra referente a los hackeos del servidor, menos de los accesos autorizados con la tarjeta de generales.
—Arniel, es momento de que pares esto... ¿A qué quieres llegar? Creo que no es momento de ponernos en contra... —murmuró Kennett.
Trataba de tranquilizar al hombre, pero también a todas las personas que esperaban una respuesta a todo lo que pasaba.
—¿Y usted? Asesino a los ministros y ha asesinado a cientos de personas por el simple deseo de poder y venganza, venganza porque por culpa de la FEMR perdió a su esposa.
Miré en dirección a los soldados desconocidos y la alarma se disparó en mi interior al descubrir la tinta sobresaliente en el cuello de uno de ellos, no era difícil adivinar el bando al que pertenecían esos bastardos. Mi cabeza comenzó a hacer conexiones a la velocidad de la luz, algunas cosas cobraron sentido al darme cuenta de lo que estaba ocurriendo y la razón por la que todo estaba completamente desubicado.
—Eres tú—susurré—. Tú eres Lombardi... eres el único que no estaba en las listas oficiales de quienes acudieron a la misión, porque estabas desaparecido. Fuiste el único que se quedó atrás, después de que todos saliéramos... y por ende... tú...—solté un jadeo sin poderlo controlar.
Fue como si varias piezas fuera de lugar encajaran perfectamente, creando las conjeturas que faltaban. Las conexiones comenzaron a tener sentido, el motivo por el que siempre lo que hablábamos era sabido por los criminales, la razón por la que Schiavone se enteraba de todo lo que ocurría afuera, su repentino cambio de actitud, los hackeos y los falsos "criminales".
—¿Ven? Está perdiendo la cabeza—murmuró Arniel—. Ella es la que estuvo aliada una vez con...
—Maldito hijo de puta—gruñí—. ¡Tú eres Massimo Lombardi!¡Tú mataste a mi familia y al amor de mi vida!
Saqué el arma que cargaba en mi espalda y sin pensarlo un solo momento, me lancé en su dirección para someterlo contra el suelo. Él era el que me había arrebatado todo, era el bastardo que habia terminado con la vida de mi familia, quien había asesinado al amor de mi existencia.
El mismo hombre al que habia amado meses atrás, era el mismo que habia arruinado mi vida.
—¡Key! —gritó Kennett.
—¡Es él!¡Es Lombardi! —respondí.
—¡Estas perdiendo la cabeza, vez cosas donde no las hay! —respondió Arniel y las ganas de volarle la cabeza aumentaron.
Ese bastardo me habia jodido y lo había hecho en grande, no le permitiría que volviera a hacerlo. Cuando apunté su cabeza con mi arma, un fuerte estallido hizo que todo mundo se agachará, miré con terror como una de las alas principales de la base explotaba en mil pedazos, creando una reacción en cadena de temblores.
—¡Nos atacan! —gritó Kennett.
Antes de que pudiera hacer nada, sentí un cañón apuntándome la cabeza, la conmoción seguramente no permitía que vieran lo que ocurría, pero era claro a quien le pertenecía el arma. Miré a Arniel, quien tenía una sonrisa sátira y llena de odio, los ojos que antes me habían causado seguridad y amor habían desaparecido.
—Tardaste demasiado, conejita—se burló.
Cuando escuché el seguro del arma ser quitado, no pude hacer más que cerrar los ojos, temiendo por mi propia vida al saber que la muerte podía estar cerca. Pero no fue así, un golpe llegó directamente a la mejilla de Arniel y unos fuertes brazos me rodearon.
—Eso es por matar a mi hijo—gruñó Kennett.
Me alejó rápidamente de ese bastardo y aunque queria volarle la cabeza tenía algo más importante y eso era sobrevivir.
—Es hora del plan B—gritó Archie.
—¡Todos evacuen!¡Es una orden! —grité—. ¿Cuál es el jodido plan B? —pregunté.
—Sin preguntas—murmuró Kennett.
El terror me invadió cuando escuchamos una segunda explosión a lo lejos, haciendo temblar el suelo bajo nuestros pies. Miré a Kennett, quien señaló la salida sur, asentí en señal de que esa era la salida más cercana para lograr salir con vida de ese lugar.
—¡Key!¡Los niños!
El gritó de Julia llamó mi atención, giré la mirada y sin pensarlo corrí en dirección de Niall y nisiquiera me importó nada más, lo tomé en brazos y lo cargué para llevarlo lejos de ese lugar que si realmente era un maldito ataque, todo se volvería un infierno sangriento. Archie se acercó a mí y tomó a su hija en brazos, mientras Julia corría a la par .
Nick llegó a mi lado de forma apresurada, me pidió a Niall y sin dudarlo se lo di, yo era mejor con las armas y podía defendernos en un ataque. No sabía nisiquiera de donde salían los ataques, me encontraba realmente confundida a pesar de que queria esclarecer mi mente y saber que rayos estaba pasando.
—¿Estan bien? —preguntó Kennett alcanzándonos.
—¿Cuál es el plan B?
—No hay tiempo de explicaciones, Key—murmuró Avery—. Sólo... sólo perdónanos, es la promesa que le hice a tus padres.
—¿Promesa?
Antes de poder decir algo, sentí un ligero pinchazo en mi cuello y todo se volvió borroso, mis piernas comenzaron a fallar y un agudo dolor llego a todo mi cuerpo. Solo podía pensar en Niall, mientras él era llevado en brazos de Nick.
Mis piernas flanquearon y antes de caer, sentí los brazos de Kennett rodearme.
—Tranquila, Key... estas a salvo... pero es más fácil llevarte así que con tus cinco sentidos—murmuró.
—¿Q...Qué...?
—Sólo confía...
No pude evitar que mis ojos se cerraran, mientras sentía como poco a poco todo a mi alrededor se convertía en una nulidad. No tenía ni la menor idea de que era lo que estaba pasando y tampoco tenía idea de cómo descubrirlo, pero sin dudarlo, confiaba en ellos... no importaba qué.
<< Bueno, no podía tener una vida tranquila ¿O sí? Sin drama no hay vida>>
...
ÚLTIMAS NOTICIAS.
BASE INTERNACIONAL DE OPERACIONES DE LA IISMFCMO. SEDE ITALIA.
Cuando el sol parecía brillar... una nueva tormenta inicio.
Después de que la mañana del pasado Miércoles, todos creímos que por fin tendríamos un poco de tranquilidad en la tormenta al nombrar al nuevo ministro del CMI y a la condecorada ministra de la IISMFCMO, todo se vio completamente destruido en lo que muchos llaman "EL INICIO DEL FINAL".
La base de operaciones en la Sede Italia fue destruida desde sus cimientos, los recuentos de víctimas de este último ataque son atroces, nuestro ejército que ya se encontraba sumamente debilitado, lo ha sido aún más tras el ataque. La explosión que dejó más de 130 fallecidos y 80 heridos también terminó con la vida de los miembros del consejo del CMI.
Este acto que muchos han clasificado como terrorismo, permitió la fuga de Magnus Schiavone, Alias D'yavol y Rey de la mafia "Krug Ada". No se tienen declaraciones al respecto del ministro Arniel Vallarelli, quien fue nombrado después de la desaparición de la ministra Keylani Kim tras la explosión.
Sin embargo, fuentes afirman que minutos antes de la explosión el actual ministro desenmascaró a los que serían los autores intelectuales de esta guerra. Las únicas palabras que el señor ministro ha dicho de la situación nos dejan completamente consternados.
"Keylani Kim no es quien dice ser, es la traidora, nunca existió Massimo Lombardi, era ella quien movía los hilos a su favor, haciéndonos caer en sus mentiras y falsa hipocresía, por desgracia las vidas que se perdieron no podrán recuperarse y solo esperamos que esta traidora se entregué y pague las consecuencias conforme lo dictamina la ley".
¿Será verdad que Keylani Kim ha sido la autora de todas estas muertes? ¿Será que su regreso fue un plan de los mafiosos para hacernos confiar en ella? ¿Los ministros también fueron víctimas de su propia hija?
El ejército está dividido en dos, sin embargo, una segunda declaración del ministro nos ha dejado aún más confundidos "Cualquiera que busque la inocencia de esta mujer, será condenado de la misma manera que ella"
¿Será esto el inicio de una guerra interna? Como quiera que sea, todos esperamos que las cosas se aclaren y los culpables paguen la larga condena que merecen por la muerte de todos los que amamos. Dios proteja a nuestro fragmentado ejército.
*Primera declaración del ministro.
Ley: Traición.
Cualquiera que tenga contacto o que intente esclarecer la falsa inocencia de las siguientes personas, será condenado a pena de traición. Si se conoce el paradero de estas personas debe ser informado inmediatamente a las autoridades.
Keylani Kim Rossi
Hunter Kim Rossi
Kennett Harrison
Avery Bianchi
Alexander Vallarelli
Nikolai Pávlov
Andrew Pávlov
Archie Smirnov
Julia Jones Smirnov
No ocultemos a criminales, entre menos tiempo tardemos en encontrarlos más rápido podremos hacer que paguen su traición.
Juliana Razo. Periodista principal de Mañanas con la IISMF.
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¡Hola, mis queridos Muñequitos!
¿Se esperaban al traidor? ¿Teorias?
Espero hayan disfrutado este capítulo y antes de que planeen mi asesinato, les prometo que todo se aclarará en la próxima entrega de esta trilogía, no me queda más que agradecerles acompañarme hasta el final de esta segunda parte. Sus comentarios alegran mis días y a veces me dan ganas de desaparecer jajaja.
Gracias por seguir aquí con esta autora medio deschavetada<3.
Algunos avisos:
1. Como saben, estoy en la recta final de mi carrera, por lo que me será muy complicado darles fechas de actualización para la tercer parte, sin embargo, creo que no es necesario pausarla, ya que sinceramente odio cuando estoy picada en una novela y me dejan con la duda del ¿Qué ocurrirá? Así que aunque sea un capítulo por mes, aquí me tendrán (Trataré de que sea por lo menos uno por semana), lento pero seguro aquí tendrán a la autora loca que ama dejar sin estabilidad emocional.
2. La tercera parte comenzará a ser publicada a finales de este mes o comienzos del próximo, ahora tengo trabajos escolares que me estan consumiendo y me será un poco difícil, pero les prometo que haré lo posible por comenzar pronto con la tercera parte. Pequeño Spoiler. ¡Me van a matar!
3. Les agradezco infinitamente seguir aquí, me hacen los días mejores.
Y ahora sí, nos leemos pronto, mis queridos muñequitos. ¡Los quiero!<3
Autora fuera.
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