Capítulo16.

"Vivir en los corazones que dejamos atrás no es morir. "~Thomas Campbell.

Quien soy.


A veces cuando mientes la mentira no es lo que hiere si no lo es que no tienes la confianza para contarle a los que amas eso qué estás ocultando, muchas veces ocultar una verdad no es lo mejor que podemos hacer, pues llega el momento en que la bomba de tiempo explota y todo eso que habías estado ocultando sale disparado en una ráfaga que destruye todos los muros de confianza que se habían construido.

Cuando era niña mi madre siempre me lo dijo, más valía una verdad que hiere a una mentira que mata, cuando las cosas deben de decirse no importa que sea o a quien hiciera esa en verdad, es necesario que lo digamos para no romper los muros de confianza que hemos labrado.

Siempre había admirado la relación de mis padres, porque en ella no había ni una sola mentira, ellos siempre se habían dicho la verdad y a nosotros nos habían inculcado que siempre debía de decirse lo que se pensaba o lo que ocurría para evitar malos entendidos o que en su caso se crearían conflictos que fuesen difíciles de resolver y que al final, las personas quedarán tan heridas que no podrían volver a estar juntas.

Yo siempre había sido enemiga de las mentiras, pero sabía separar lo personal de una misión y en ese momento mi misión era proteger a los que amaba siendo otra persona completamente diferente, sabía que al decir a más personas quién era yo, debía informarlo al WPP, para que ellos tomaran cartas en el asunto. Ellos decidirían si enviarme a otro lugar o volver a fingir mi muerte, que en la mayoría de los casos la segunda opción era la más factible.

Realmente no quería dejar el lugar donde había construido mi nueva vida, en donde se encontraba el hombre al que estaba aprendiendo a amar, quizás debía considerarme toda una perra por haber aceptado un noviazgo cuando mi corazón seguía siendo de los hombres que yo había amado en mi antigua vida, pero sabía que debía avanzar al igual que ellos pues jamás los volvería a ver, mi corazón debía dejarlo así para que igual que ellos yo pudiera ser feliz.

Claro que quería contarle todo mi pasado al hombre que amaba, sabía que él me apoyaría y no me criticaría o me ofendería de ninguna manera, sabía que entendería completamente las razones por las que había mentido, pero en ese momento que los había dos personas más, mi vida corría peligro y no sólo a la mía, si no la de todos los personas que yo amaba.

Recordar el pasado para mí era como volver a vivirlo, pues mi memoria fotográfica había grabado cada detalle de lo ocurrido durante toda mi vida y aunque no debía de contarle los detalles a Nick, sabía que tenía que decir la mayoría de las cosas para que él comprendiera y que supiera quién era en realidad.

Durante la cena no mencionó nada de eso, incluso cuando yo hacía mención de algo, él lo dejaba pasar y me preguntaba cómo había sido mi gran hazaña del día, no paraba de decirme lo orgulloso que se sentía de mí y que estaba feliz por tener una relación con una mujer tan inteligente y que además de todo era hermosa, parecía incluso que había olvidado lo que había pasado con Julián pero teníamos que aclarar todo lo que había ocurrido.

Además, él había visto las pastillas e incluso había investigado para que funcionaban, yo sabía que no le había sido muy difícil al científico al que le había preguntado donde las conseguía, pues esas vitaminas no se obtenían en cualquier farmacia y sólo existían muy pocas para los recuperados de una adicción tan fuerte como la que yo había tenido.

Él nisiquiera se sorprendió cuando destapé una de las pastillas y me la tomé, era consciente de que debía tomarlas por más emociones que tuviera, no podía arriesgarme a sufrir algún efecto secundario.

Cada que estaba a punto de abordar el tema de mi pasado, él me distraía completamente.

—¿Quieres bailar?

—Sabes qué debemos hablarlo—murmuré.

—Lo sé, yo también debo de decirte todo mi pasado porque quiero hacerlo, pero creo que ambos necesitamos pensar las cosas y ver la manera de abordarlo correctamente—murmuró extendiendo la mano hacía mi —. Asi que... ¿Me concedes esta pieza?

Sonreí asintiendo.

The Rose And The Thorn, sonaba por una pequeña bocina que él tenía incrustada en la pared, era una hermosa pieza que a pesar de no poderse bailar, con él todo era posible. sus manos se posaron sobre mi cintura y yo rodeé las mías sobre su cuello, mientras nos dejábamos guiar por la música que inundaba nuestros oídos, nuestros ojos se conectaban y por un momento supe que ahí no sería juzgada, que él estaba igual de roto que yo y que me entendería completamente cuando le contara la verdad,

—Soy hija de los ministros—murmuré de repente.

Él no detuvo el baile, lo agradecí y al contrario de la reacción que esperaba, simplemente me escuchó. Seguimos bailando hasta la pieza se detuvo, él tomó mi mano y como si supiera el miedo que tenía dentro de mí me llevó hacia el balcón interno, se encontraba en el piso de arriba justo en medio de nuestras dos habitaciones.

—Hablaste de irte, pero más te vale que tengas espacio en la maleta porque si tú te vas yo me voy contigo—murmuró sentándonos a ambos en el sillón.

—Si debo irme, debo hacerlo sola—murmuré.

—Pues tendrás que aguantarme porque no te dejaré ir sola, sé que tienes miedo ahora pero te prometo que no hablaré a menos de que tú me lo pidas y después de que tú termines de contarme tu historia yo te contaré la mía.

—Esto no es un intercambio de información—murmuré soltando una pequeña risa.

—No lo es—aseguró —. Pero creo que también mereces saber más que mi historia de que crecí en un orfanato, eso no es ni un 10% de lo que paso en realidad.

—¿Me escucharás?

—Todo lo que deba escucharte—aseguró.

—Creo que debo empezar por explicarte quién soy... mi nombre real es Keylani— murmuré—. Y como ya te lo dije soy hija de los ministros, así que mi apellido es Kim, mi madre siempre me dijo que era la más pequeña de los trillizos, así que como ya lo has deducido, Hunter y Giandrick son mis hermanos.

—¿Por eso estabas enferma?

—En realidad no estaba enferma—murmuré —. Pero no podía arriesgarme a que alguno de ellos me viera y tú sabes por qué, estoy segura de que investigaste a todas las personas que vinieron ese día además de que admiras mucho al ejército Alpha...

—Por supuesto—murmuró —. ¿Eres Keylani Kim, la coronel?

—Si—murmuré —, ese es mi verdadero yo, aunque ella murió hace un año, nueve meses.

—Lo recuerdo... todos estuvimos de luto por haber perdido a una gran soldado—murmuró —. Tengo demasiadas preguntas en mi cabeza pero como dije dejaré que me cuentes lo que tú creas correcto.

—No sé ni siquiera por dónde empezar, sí te soy sincera—murmuré —. Conocí a Magnus Schiavone en una misión en Japón, yo debí infiltrarme para obtener su huella y distraerlo mientras mis tropas acababan con la mitad del ejército rojo. Soy experta en camuflaje y en infiltrarme, así que tontamente creí que sería una misión fácil y que ese hombre nunca lograría rastrearme, pero no tuve en cuenta a su mano derecha, a su UnderBoss, como lo conozcas...

—Adelante.

—Su consigliere es Alexei Moskalev, es uno de los mercenarios e investigadores más fuertes de la mafia. Esto lo logró porque él era mi antiguo compañero, fingió su muerte y se unió a las tropas de Magnus. No tardó mucho en encontrar respuesta de mí y le dio mi identidad a Magnus Schiavone, desde ahí empezó su obsesión por mí.

—¿Magnus se obsesiono contigo? —preguntó y asentí —. Investigué su perfil y es un sádico con problemas de control.

—Sádico se queda corto a lo que es ese bastardo—murmuré —. Tuvimos un enfrentamiento en Alaska, dónde su antigua Antonegra me dio tres tiros en el abdomen y después Magnus intentó llevarme con él, pero me lancé al agua y logré escapar de él, pero por eso tuve pérdida de memoria y olvidé alguien importante para mí.

—Vaya... no sabía eso... hicieron creer que no te habías enfrentado en Alaska con él.

—Yo le hice creer a todos que eso no había pasado, conozco las leyes al derecho y al revés, la regla de exilio es muy clara, Cualquier agente que esté en contacto con un mafioso directo o que conozca su identidad, debe ser exiliado e incluido en el programa de protección de testigos. Creo que en ese momento debí haber tomado la decisión de contar lo que pasaba y ser exiliada, pero no quería ser una cobarde que dejara la lucha para alguien más, además, quería atrapar a Stefan...

—Tomaste la mejor decisión que creíste, no sé quién sea Stefan pero supongo que era algún criminal que tenías que atrapar.

Solté un pequeño suspiro, era la primera vez que le hablaría a alguien sobre Stefan aparte de los que habían vivido conmigo el dolor, pero como me lo había dicho la psicóloga si lo seguía reteniéndolo en mi interior sin contarlo, eso me afectaría.

—cuando tenía 15 años, tenía la tonta ilusión de ser una actriz internacional, claro que amaba el ejército, pero era una niña y quería perseguir mi sueño de ser una actriz. Mis padres me apoyaron e incluso me consiguieron un casting en una serie que nunca salió a la luz, era mi primer papel protagónico y yo estaba muy feliz por estar logrando un sueño que era absurdo e infantil—murmuré sintiendo como mi corazón latía frenéticamente —. Era muy tonta y creía que realmente podía escalar de la manera más fácil, cuando termine de filmar la serie, me dijeron que un productor de Hollywood se había interesado en mí, deberás de imaginar que me puse muy alegre ni siquiera leí el contrato o le avise a mis padres que me iría de Corea.

—Vee...

—Stefan no era un productor, era un maldito pedófilo, que secuestraba a niñas que tenían sueños de ser actriz y las comerciaba en el mercado negro, pero por alguna extraña razón se obsesionó conmigo y me hizo su juguete personal.

Antes de que pudiera continuar, Nick me abrazó con fuerza cómo si temiera que en ese momento desaparecería o me desharía en sus brazos, no quería llorar pero su abrazo era tan cálido que sólo me recordaba que no estaba sola y como lo había dicho mi psicóloga no debía volver a sufrir nada en mi soledad.

Cuando logré tranquilizarme, lo miré.

—Bausili, de quien te conté, fue quien coordinó mi rescate, a él le debo mi vida. Pero nunca se lo dije a nadie, ni a mis padres ni mis hermanos y sólo había como 6 personas que sabían lo que había sufrido con ese bastardo, así que no podíamos hacer mucho y creímos que estaba encerrado o nuestro plan de atraparlo había funcionado.

—Si no quieres continuar...

—Quiero hacerlo—murmuré —. El coronel Harrison, siguió mi estrategia para atrapar al hermano mayor de Magnus, a Dereck Schiavone, las cosas resultaron muy bien y lo tuvimos alrededor de meses en la base bajo nuestra custodia, intentamos sacar la información de su hermano pero no decía nada, nunca pensamos que el general en el que más confiábamos era uno de los traidores y por eso motivo Dereck no hablaba, por qué sabía que tenía protección aún dentro del territorio enemigo.

—¿Qué ocurrió después?

—En el día de la noche en la que Magnus atacó, Dereck dijo que su hermano lo rescataría... nadie le creyó y como por alguna extraña razón se había cancelado el traslado que teníamos programado para ese día, todos creímos que se debía alguna circunstancia interna, pues la orden había llegado donde está el ministro del CMI, anterior a mis padres—murmuré.

—Lo recuerdo, los ministros nos habían pedido un armamento especial para ese día, pero al igual con ustedes nos llegó una orden de que ya no serían necesarios—murmuró —. Incluso yo era de los que iban a ir a entregarlo, debo decir que me sentí decepcionado al no poder conocer a mis ídolos. Ahí fue cuando te secuestro ¿Verdad? Fue una noticia de la que todo mundo se enteró.

Solté una pequeña risa.

—Yo me quedé en la base porque había tenido una discusión con dos personas, se me hizo noche sin darme cuenta, y como yo tenía sospechas de que había algo más, traté de investigar un poco a fondo, creo que debí irme a casa en cuanto vi que había anochecido...—murmuré—. Magnus y Stefan hicieron alguna especie de trato, se aliaron para secuestrarme y también liberar a Dereck. Ahí comenzó mi gran tortura, aunque a decir verdad no recuerdo que ocurrió con Stefan, porque cuando desperté no estaba... sabía que no servía de nada defenderme o comportarme como una perra intentando escapar.

—Fuiste inteligente—murmuró.

—Si... lo fui, sabía que intentar escapar era mil veces peor que quedarme, además de que era imposible escapar de la isla en donde me tenía. él quería obligarme a casarme, me quería hacer su reina y yo sabía que debía fingir que lo deseaba, así ese bastardo no me lastimaría.

—¿Qué fue lo que paso?

—Un día fui demasiado tonta, Magnus no estaba y yo tenía que explorar mis oportunidades de escape—murmuré —. Me perdí en la gran mansión, era hecha de pasadizos, así que abrí una puerta al escuchar ruidos, yo sabía que ninguno de los hombres de Magnus me haría daño, pues le tenían un gran miedo a él, pero no conté con que me encontraría a Dereck violando a una chica mientras la drogaba...

—Dios...

—Se enojó demasiado por interrumpirlo, y la droga que había preparado para ella, me la inyecto a mí, ese bastardo es el segundo químico más poderoso de la mafia, así que había preparado una solución que combinaba las drogas que eran una estrella para Magnus y le agregó otras sustancias que eran nocivas para mi salud, pero sobre todo, tenía una cantidad mortal de TX1. Tuve una sobredosis...

—Vee, no tenía idea de eso... yo... perdón.

—Eso no fue lo peor—murmuré —. Por alguna razón el chip de rastreo que llevaba en mi collar no funcionaba dentro de la isla, pero sí al salir de ella, en el helicóptero escuché que después de ir a ese hospital me llevarían a Rusia, pero estaba demasiado drogada como para pensar en algo cuerdo... Lara, quién estuvo a mi lado durante todo mi encierro y que también era una víctima de los Schiavone, fue muy lista y llevó el collar con ella... así mis padres y los coroneles pudieron encontrar...

—Pero Magnus implanto bombas—continuó —. Todos supimos de la falsa muerte de todo el equipo de rescate, mi padre no lo creyó ni un segundo y a decir verdad, yo tampoco...

—Yo estaba demasiado drogada como para pensar en que no era cierto—murmuré bajando la mirada—. Magnus siguió alimentando mi adicción, una adicción que su hermano me había creado, sabes cuáles son los efectos del TX1, en una de las noches que estaba bajo los efectos de la droga, Magnus me...

—Peque... —interrumpió, asintió mostrándome que entendía lo que había ocurrido.

—Yo quería acabar con mi vida, me habían utilizado como un juguete sexual y era una maldita adicta a una sustancia que yo no podía controlar, pero Lara me hizo entrar en razón, yo debía escapar si quería seguir viviendo y quería encontrar a las personas que amaba, pero después, para probar mi lealtad el bastardo de Magnus me obligó a ver el funeral de mis padres y de todos los que amaba...

—No debías sufrir eso—murmuró abrazándome —. Si quieres parar...

—No, debes saber todo—murmuré —. Planeé una estrategia de escape, y salió bien al principio, logré huir y supe que los que creían muertos estaban con vida, así que me rescataron pero justo cuando el helicóptero estaba a punto de alzarse, Magnus apareció, lanzó cuatro disparos a las personas que amaba, no pensé o razoné las cosas, simplemente me interpuse en las balas, no supe cómo o de dónde saqué las fuerzas si me encontraba con el síndrome de abstinencia.

—Salvaste a quienes amabas—murmuró.

—Si—murmuré —. Después de eso la verdad todo es borroso, lo último que recuerdo antes de que me internaran en la clínica de rehabilitación, es que leí una carta que Magnus me había enviado para decirme que mataría a cada persona con la que yo tuviera contacto, que la única manera que me dejara libre, era si alguno de los dos moría. Así que decidí proteger a quienes amaba, fingiendo mi muerte.

—Sufriste sola...

—Si—murmuré —. Pero eso no fue todo, claro que lo que te voy a contar no lo supe hasta mi cuarto mes de rehabilitación, donde todos creyeron que estaba mejor... tenía un mioma en mi útero, era benigno, pero la droga que me habían inyectado a pesar de haberme inyectado solo cuatro o 5 días, había hecho que los esteroides que contenía hicieran que el mioma creciera al tamaño de una bola de beisbol de un diámetro de 10 centímetros... Me operaron, pero la droga y el mioma, hicieron que mi útero se convirtiera en algo inservible, además de que cuando entraron se dieron cuenta que mis dos ovarios estaban hechos mierda. Ahí me dijeron que soy infértil—murmuré.

—Eres tan fuerte—murmuró.

Antes de que pudiera hacer algo me abrazó con fuerza, dándome toda la fortaleza que necesitaba. corresponde su abrazo se sentía bien haberle dicho la verdad, aunque eso podía cambiar muchas cosas no tenía miedo pues sabía que con él podía contar.

—tuve que hacerme fuerte—susurré.

—Tú atravesaste tantas cosas y yo sigo traumado con algo que pasó en mi infancia—murmuró, ayudándome a sentarme frente a él —. Te conté que terminé en un orfanato, pero nunca te dije por qué era...

—No tienes que contarme...

—Quiero hacerlo, eres mi novia y debes de saber quién soy...

—Nací en una familia pudiente del sur de Rusia, ellos aparentaban ser una familia perfecta frente a todo mundo, hacían creer que nos amaban a mí y a mi hermanito, todos envidiaban la familia que teníamos incluso nosotros creímos eso, hasta que yo cumplí los seis años—murmuró —. A esa edad ellos se convirtieron en unos apostadores compulsivos, yo crecí por la vecina quién se encargaba de darnos de comer y a los 7 años, yo comencé a cocinarle a mi hermano para que pudiera sobrevivir... nuestros padres se iban durante días y no regresaban hasta supuestamente ganar miles de apuestas... mi padre era un idiota apostador y apostó todo incluso nuestra casa. Nos quedamos en la calle y sin un solo centavo, pero ellos parecían seguir apostando todo... pues a nosotros nos obligaban a pedir dinero en las calles y la gente al ver a 2 niños pequeños necesitaban dinero nos daban, pero eso ni siquiera lo utilizaban para darnos de comer, en cuanto tenían un poco de dinero, los bastardos se iban a apostar.

—Debió ser muy difícil—murmuré cuando se quedó callado por un par de segundos.

—Sinceramente, hubiera preferido seguir viviendo en la calle—murmuró —. Cada que alguien nos regalaba comida yo solo probaba el sabor y le daba el resto a mi hermano, nuestros padres nos hicieron creer que los servicios sociales eran malos, así que a pesar de que nos encontrábamos muchas veces con ellos, siempre mentíamos... lo único que tenía era mi hermano, mis padres eran unos apostadores compulsivos y comenzaron a meterse en las drogas. Éramos dos niños flacuchos que no podían defenderse.

—Tu debías vivir tu infancia, no vagar por las calles en búsqueda de comida...—murmuré abrazándome a su pecho.

—Si me hubieran dado la oportunidad de elegir, créeme que hubiera elegido mil veces dormir en las calles y comer una vez a la semana—susurró con tristeza —. Uno de los días que nosotros salimos a pedir comida, un hombre nos siguió hasta donde estaban mis padres completamente drogados. Se presentó como el Pastor Amherst—vi como una lagrima bajaba por su mejilla.

—Amor... no sigas...—susurré, sabiendo que le dolía contarlo.

—Quiero que lo sepas—murmuró —. Amherst era un supuesto excompañero de mi padre de la preparatoria, su culto se llamaba Prospera en el Señor... esas personas les ofrecieron todo, nos dieron un techo donde vivir y por un momento creímos que todo era genuino...

—Hay un archivo judicial sobre ese culto—murmuré recordando el expedienté —. ¿Qué paso después?

—Llegó una de las fechas en que supuestamente ellos celebraban al Gran Señor, mi hermano y yo habíamos hecho algunos amiguitos dentro de los lugares donde nos quedábamos, pero cuando esas fechas comenzaron a acercarse, los más antiguos comenzaron a desaparecer, dormíamos como en una comuna, entonces todas las noches se llevaban a alguien nuevo... —explicó —. Hasta que una noche sentí como jalaban a mi hermano, pero él parecía no estar consciente... yo me desperté y algo en mi instinto me dijo que no debía gritar, así que seguía al hombre que llevaba en brazos a mi hermanito y desearía nunca haberlo hecho...

—Nick...

—Eran unos pedófilos y mis padres también lo eran, vi los cuerpos de todos los niños que habían desaparecido, todos, absolutamente todos estaban colgados del techo. Las niñas tenían destrozado todo su cuerpo y los niños se desangraban.

—¿Tu hermanito?...

—vi cómo lo abusaban todos, incluso mi padre y mi madre... vi cómo le arrancaban sus bracitos y cómo incluso entre tres lo torturaban... no supe cómo ni de dónde saqué fuerzas, pero salí corriendo de ahí a buscar ayuda.

—Sufriste demasiado...

—lo peor fue que nadie me creía, todos veían un niño de la calle que podía estarse inventando cualquier estupidez... hasta que encontré a una señora que llevaba en brazos a un bebé, cuando me vio inmediatamente fue como si supiera que algo estaba mal... le dijo a su esposo que se acercara a mí. El señor dejó a sus dos bebés en una carriola y se acercó a mí... entre tartamudeos le dije lo que había visto, resultó que él era el ministro de una de las organizaciones contra criminales más grandes del mundo.

—Mi papá—murmuré y él asintió.

—Tus padres me resguardaron y me llevaron a la base de Rusia, ahí desplegaron un equipo... Ganamos la demanda contra mis padres, los condenaron a muerte en la silla eléctrica, en realidad todos los bastardos que estaban ahí tuvieron el mismo castigo, sólo uno de ellos logró escapar, el pastor Amherst pero al parecer después lo encontraron muerto en su hotel. Tus padres me ofrecieron asilo pero yo estaba demasiado afectado porque había perdido a mi hermano, me dijeron que me podía integrar a la academia, pero sinceramente no sabía cómo hacerlo y yo era un niño no sabía tomar decisiones por mí mismo... entonces escapé y terminé en un orfanato de Rusia...

—Dios—lo abracé con fuerza, sintiendo el dolor que él guardaba en su corazón.

Tal como lo había pensado ambos estábamos igual de rotos, habíamos sufrido por culpa de bastardos que no sabían controlar sus impulsos, además él había sido traicionado por las personas a las que se suponía les tenía más confianza, sus padres debían cuidarlo no obligarlo a ver cómo violaban a su hermano.

—Tranquila, amor—murmuró besando mi coronilla —. Quería contarte mi historia, para que sepas que aunque tú estés rota, yo te daré pedacitos de mi corazón roto para completarte.

—Eso es bastante cursi—murmuré soltando una pequeña risa en medio del pequeño llanto que me había embriagado—. Lamento no haberte dicho la verdad, no queria traicionar tu confianza pero no sabía cómo decirlo, menos cuando sé que si tú lo sabes corres el mismo peligro que te haces los de mi antigua vida.

—Me encargaré de protegerte, no te preocupes por eso.

Nos quedamos abrazados no supe si fueron horas o minutos, pero estar entre sus brazos me hacía sentir bien, como si esa parte de mi corazón que se había ido hubiese recuperado una mínima cantidad, porque estaba segura de que jamás volvería a estar completa, pues había perdido a todos los que amaba por protegerlos, pero me sentía orgullosa de haberlos dejado ir y protegerlos.

—¿Crees que fue cobarde fingir mi muerte? —pregunté.

—Creo que fue uno de los actos más nobles y valientes que alguien puede hacer, sacrificaste tu propia felicidad por todo, por protegerlos a ellos, le causaste un pequeño dolor de la pérdida y quizás incluso aún no lo superan, pero los protegiste de alguien que realmente los podía dañar y no fue cobarde ni egoísta lo que hiciste—murmuró besando mi mejilla —. Si yo tuviera que proteger a alguien, haría lo mismo.

—Muchas veces sí querido contactarme con mi mamá o con mi papá, incluso el día que venían yo tenía planeado estar en ese lugar, sabía que ellos me reconocerían y de cierta forma quería que lo hicieran. Pero supe que si ellos sabían que yo seguía con vida... todo el sacrificio que hice y el dolor que les causé y no valdría la pena...

—Entiendo lo que sientes—murmuró —. Tú sacrificaste todo para protegerlos y no vas a echar por la borda todo lo que sufriste estando sola... porque me imagino que en la rehabilitación no tuviste a nadie sólo en los pocos que los sabían.

—Mi hermano era uno de ellos—murmuré con una sonrisa —. Hunt, fue el que me ayudó a entrar al WPP y realmente quería verlo, pero sabía que podía exponerlo, así que no lo hice...

—Eres la mujer más fuerte que he conocido, incluso yo siento que no podría fingir mi muerte por tanto tiempo, una cosa es entrar al programa WPP, ahí te dan tiempo de despedirte de los que amas y te permiten llevarte algo de tu familia... pero fingiste tu muerte y ni siquiera pudiste despedirte de ellos, no pudiste decirles que estabas con vida...

—De lo único que me arrepiento, es no haber dicho te amo...

—¿A alguien en especial? ¿Debo saber algún interés amoroso de mi novia?

—Continuaron con su vida—murmuré —. Así que no debes de preocuparte, yo también he continuado con mi vida...

—Y eso me hace sentir realmente orgulloso de ti—murmuró con una sonrisa —. No todos tenemos la valentía de dejar nuestro pasado atrás y comenzar de nuevo... no te preocupes por mí, te prometo que nadie sabrá quién eres y esto no cambiará nada entre nosotros...

—Te lo agradezco... realmente lo necesitaba y sé que debí de habértelo dicho antes, pero no tenía el valor y no sabía si ibas a reaccionar bien o podías reaccionar como lo hizo Juls...

—Juls, siempre ha creído que el mundo gira a su alrededor, y seguramente se armó miles de teorías conspirativas de que lo estabas persiguiendo a él... quizás no lo sabes, pero es refugiado de la guerra de Afganistán, y así que cada que llega un desconocido trata de investigarlo. Contigo mi padre se lo prohibió, pero cuando encontró las pastillas o no sé si me escucho a mí preguntarle al científico, vino a averiguar qué era lo que ocultabas y creo que leyó uno de tus diarios.

—No me preocupa que haya leído los diarios, ni siquiera yo entiendo lo que escribía... son los diarios que escribí en mi rehabilitación, a pesar de que en ese entonces ya estaba un poco mejor no era capaz de coordinar mis movimientos...

—Has sido tan fuerte—murmuró besando la comisura de mis labios —. Además, eres inteligente, alegre, cariñosa... ¡Dios! Me saqué la lotería contigo.

Solté una pequeña carcajada, abrazándome a él para darle un beso, me hacía sentir querida y no me importaba su pasado o mi pasado, ambos queríamos dejarlo atrás y comenzar de cero con una vida compartida, estaba dispuesta a ello, había enterrado mi pasado y estaba feliz por poder tener una nueva oportunidad de vivir.

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¿Qué les pareció este capítulo?

¿Qué piensan de la historia de Nick? 

¿Estan listos para lo que se viene? 


Holi! Espero todos tengan una bonita semana, Hoy habrá actualización doble pues el miércoles me será complicado actualizar, pero espero lo disfruten <3

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