Capítulo 87.

El inicio de las pesadillas.

"Prometieron que los sueños pueden hacerse realidad, pero olvidaron mencionar que las pesadillas también son sueños". Oscar Wilde.

A veces como seres humanos nos sentimos tan agotados al punto de sentir que nuestra vida pierde total sentido para poder mostrarnos el mundo verdadero a nuestro alrededor, sentimos que realmente jamás hemos pisado un lugar propio, que estamos vagando en la Tierra sin encontrar nuestro hogar y peor aún, nos conformamos con ello como si no existiese nada más.

El odio hacia uno mismo se crea cuando nuestro corazón deja de amar, cuando nos sentimos insuficientes para los demás y que creemos que realmente todo es nuestra responsabilidad, duele sentir que el alma se nos destruye en mil pedazos por el simple hecho de no poder ser capaces de enfrentar una bala o quizás de mantenernos de pie incluso cuando la vida cae como una tormenta sobre nuestros hombros.

Nos damos cuenta demasiado tarde cuál fue la herida que nos provocó el pasado que realmente se volvió imposible de sanar, una herida tan profunda que era imposible poder sobrevivir a ese dolor, pero cuando regresamos nuestra mente y nos damos cuenta del día que comenzó todo ese dolor y esa culpa que nos atormenta por las noches, podemos darnos cuenta de que también existe una solución en ese pasado.

Muchos estudios afirman que cuando se vive un trauma, el cerebro desarrolla una especie de protección para no salir más dañado si vuelve a ocurrir algo parecido, sin embargo el corazón es demasiado frágil y aunque el cerebro lo olvide en el corazón sigue viviendo ese dolor que nos atormenta día y noche. Un tormento que se vuelve implacable y que destruyen nuestra alma aunque no lo queramos.

Yo había vivido una infancia realmente hermosa y feliz, siendo la princesita de mis padres y la protegida de mis hermanos, jamás me había faltado un solo abrazo o una sola cosa material, había nacido en una cuna de oro que realmente agradecía a los cielos, pero aun así me había formado con orgullo y honor, mis padres me habían formado de esa manera porque a ellos los habían formado así, a pesar de que mi abuelo paterno hubiese sido un hijo de puta. Mis padres nos habían formado a mis hermanos y a mí con el mejor valor del mundo, el amor.

Por haber crecido de esa manera siempre pensé que mi vida sería realmente fácil, creía que todos estaban llenos de bondad como mi madre, qué todo mundo actuaba sin esperar nada a cambio como mi padre, también creía que todas las personas que estaban a mi alrededor merecían completamente mi confianza. Sin embargo cuando crecí me di cuenta de que todo eso sólo existía en mi hogar, el mundo de afuera era una completa basura.

Era horrible darse cuenta de que el mundo realmente no era así; era una mierda darse cuenta de que los malditos demonios, se ocultaban tras el rostro amable de un productor de cine, tras una mirada amable de otra actriz o de los ojos de bambi de un hombre que se suponía era un maldito agente del FBI. Era tan malditamente horrible darse cuenta de que la sororidad, sólo existía con mujeres que tenían un verdadero corazón, no brujas que quieren arruinarte la vida porque estás triunfando más que ellas.

Recordaba como si hubiesen pasado dos días desde todo lo que me había ocurrido cuando era un adolescente, cuando apenas comenzaba a vivir y tenía un corazón igual de noble que el de mi madre era tan doloroso recordarlo que trataba de bloquear mi mente de esos recuerdos, pero cuando me sentía abrumada por todo lo que ocurría a mi alrededor. era realmente jodido.

Las noches habían dejado de tener sentido, los días ni siquiera parecían días porque mis ojos no podían ver la luz del sol. De mis ojos ya no podía salir ni una sola lágrima, lo único que podía hacer era rogarle al cielo porque alguien me rescatara o que Dios se apiadará de mí y me quitara la vida, realmente no quería seguir viviendo en ese maldito infierno en el que no había una salida, de que yo era completamente consciente de que cada día que pasaba en ese maldito lugar mi alma se apagaba y mis fuerzas se agotaban.

Me dolía malditamente en el alma no tener el control de todo lo que ocurría a mi alrededor, no podía simplemente escapar o recurrir a los brazos de mi madre para soltarme a llorar como cuando era una niña, estaba secuestrada y no había forma de que alguien me salvara. Rogaba al cielo cada día para que mi cuerpo dejará de luchar, Realmente no quería seguir en ese maldito lugar y menos con vida.

Sabía que mi muerte quizás dañaría demasiado a mi madre, no me podía ni siquiera imaginar los ojos llorosos de mi padre al enterarse que su única hija había muerto. Simplemente eso parecía ser lo único que me mantenía respirando, saber el dolor que les provocaría a mis padres si se enteraban de mi muerte.

Lo único que mantenía mi corazón latiendo, era saber que aún necesitaba un abrazo de mi padre o un beso de consolación de mi madre, algo que me hiciera sentir completamente viva y renovada, que me hiciera olvidar completamente el maldito infierno que estaba viviendo con ese hijo de perra.

Quería abrir los ojos y darme cuenta de que en realidad estaba en mi casa, que era uno de esos domingos en los que mi madre me levantaba con los Hot cakes preparados y un delicioso desayuno, quería saber que mi padre se burlaría de mi por mis raras combinaciones o que mis hermanos harían gestos de repulsión cuando mezclará galletas oreo en el jugo de naranja.

Pero sabía que eso no era posible, lo que estaba viviendo era una simple fantasía o una pesadilla que me estaba atormentando por las noches, era la realidad y era imposible que saliera con vida de ese lugar.

—K...Keyli—sollozó Mariane, una de las más pequeñas del grupo.

Me acerqué a ella con velocidad, tratando de quitarme la blusa para poderla colocar sobre la gran herida que tenía sobre su espalda, quizás había dejado atrás Mi futuro entrenamiento como agente, pero recordaba claramente cómo se debía realizar un torniquete para evitar que una persona se desangrara con heridas tan graves.

No tenía una formación médica, pero había entrenado para mi militar la mayoría de mi vida. No me importaba quedar simplemente en sostén o corpiño que era lo que es ese bastardo nos hacía utilizar, después de todo realmente, sí estaba enfermo.

—Mariane—murmuré, tratando de parar el sangrado que corría por su espalda.

No era una simple cortada que pudiese curarse con agua oxigenada o con cualquier otra cosa, se la habían hecho con una maldita fusta con púas, Stefan no dejaba que les quitarán la virginidad a las niñas que eran mejores, pero sí dejaba que las usaran de maneras más atroces y crueles. Mariane había sido la elegida de este día, un maldito bastardo le había causado tanto daño, que estaba completamente segura de que las rajadas penetraban más allá de la piel.

—Dios, Mariane—murmuró la mayor—. ¿Qué fue lo que hiciste para que te golpearan de esta manera? les he dicho mil veces que no importa lo que les pidan, háganlo si no quieren terminar heridas, no quiero más de ustedes muertas.

—Perdón—susurró —. Él queria q...que la metiera en mi boca...

—Les he dicho que si les piden que hagan eso, deben hacerlo para no salir lastimadas como lo acabas de hacer, ¿Y si Stefan no te quiere llevar al hospital? seguramente el cliente no le quiso pagar y ahora tú no podrás ser atendida...

—P...Perdón...—sollozó.

Todos nos quedamos en completo silencio al escuchar las puertas del pasillo azotarse con una furia inhumana, esa furia que solo era un detonante del maldito bastardo que se acercaba a nosotras, cuando escuchábamos eso todas sabíamos que debíamos ocultarnos, era la única manera de evitar ser golpeadas hasta la inconsciencia.

—Todas, ocúltense—ordenó la mayor.

—Mariane...—murmuré al ver que la pobre chica ni siquiera podía ponerse de pie.

—No, Key, no puedes salvarla, él viene por ella, si intervenimos, el castigo que le vaya a poner a ella nos lo pondrá a nosotras. Recuerda, aquí no podemos ser héroes.

—P...Pero...

Antes de que pudiera decir algo más, la chica de la que ni siquiera podía recordar su nombre, tomó mi brazo y me jaló hacia uno de los colchones. Nos ocultó a ambas detrás del lateral, traté de callar mi llanto al escuchar la puerta de la habitación abrirse y los pesados pasos del maldito bastardo que era nuestro verdugo persona.

—¡¿Quién fue la perra que me hizo perder dos mil dólares?!

—P...Perdón...

Esa fue la última palabra que escuchamos salir de la boca de esa pequeña chica, lo próximo fueron gritos desgarradores y sollozos de agonía. Ese hombre la habia destrozado de mil maneras diferentes, Ni siquiera supimos si pasaron horas o días, ese bastardo la había asesinado mientras abusaba una y otra vez de ella.

Había sido una de las situaciones que me había cambiado completamente, porque de cierta forma yo sabía que en el momento en el que me volviera mayor de edad, me convertiría completamente en la esclava de ese hombre. Sabía que no tenía ni una sola salvación y realmente temía por mi vida, sabía que si lo hacía enfurecer no dudaría ni un solo momento en hacerme lo que le había hecho a esa pobre chica, a una chica que sólo tenía la ilusión de salir de su pueblo natal para poder comprar los medicamentos de su madre.

A veces creemos que cuando crecemos somos capaces de ahuyentar el pasado, sentimos que podemos dejar de sujetarnos a esa cuerda que nos mantiene atados al dolor, sin embargo nos damos cuenta de que cada que respiramos, ese pasado vuelve a nuestra vida. por más que queremos darnos cuenta de que crecimos y que eso ha quedado realmente lejos de nuestra vida, es imposible que nos deshagamos de ello y es entonces cuando entendemos completamente, lo que significa perder el control.

Perder el control de algo que nos ha regido durante toda nuestra vida; es realmente estúpido y doloroso, porque como personas no somos capaces de ahuyentar ese dolor que sentimos en el pasado y en su lugar crece un profundo hueco en nuestro pecho que se convierte en un cincel que perfora hasta nuestra alma.

—Creo que todos estamos de acuerdo con que se realice una investigación exhaustiva—murmuró Eliel, el hombre que tras la muerte del presidente de la INTERPOL, tomaba completamente el poder—. Me hace desconfiar de que hayan secuestrado a tantas personas por el simple hecho de querer obtener unos códigos... quizás las personas eran simple distracción o no tenían en cuenta que alguien los descubriría.

—Lo hacen por diversión—murmuré—. En la investigación que realizamos hace una semana, logramos encontrar que realmente, las personas que estaban aquí como los captores, eran simples aficionados que querían tener el poder de algo, ya que de sus insignificantes vidas no lo tenían.

—¿Buscar asesinar a tantas personas por simple poder? creo que debe de ser algo más profundo...

—Los captores eran simples peones que venían aquí para buscar algo de placer y de disfrutar quitarle la vida a personas inocentes, sin embargo los organizadores es claro que tenían otras intenciones y eso no se lo estoy discutiendo, los organizadores son los que tienen una razón mayor para todo lo que ocurre, sin embargo no tenemos ni la mínima idea de cuál es esa razón.

—¿Y qué es lo que cree que signifique que esos organizadores estén planeando hacer con los códigos?

—Según lo que tenía entendido y lo poco que alcanzó a decirme el ex Presidente antes de que lo asesinaran, fue que esos códigos tienen el poder de enfriar el planeta en caso de una guerra nuclear, pero como no existe una guerra nuclear y se han prohibido desde hace años la fabricación de estas armas, ese satélite tiene la capacidad de enfriar el planeta aún peor que Neptuno, volviendo completamente imposible en la vida bajo Tierra o en la superficie. Un plan de destrucción masiva.

—¿Terminar con la Tierra? ¿Se da cuenta de lo ilógico que suena eso?

—Si me dejara terminar de hablar y no me interrumpiera a cada 2 minutos podría explicarle la teoría que he estado planeando con mi equipo—gruñí—. Si ellos quisieran activar el satélite necesitarían a las 3 personas que tienen los códigos... puede ser que quieran usar ese satélite como un arma.

—Aun así... suena ilógico, no estamos en el universo Marvel para creer que esas tonterías son reales—contestó.

—Señor... de hecho, no lo es...—murmuró uno de sus hombres—. Lo interesante del satélite que nosotros ni siquiera conocemos, es que puede liberarse cierta cantidad a una determinada parte del mundo, creo que este sistema fue creado en caso de que existiera otro bombardeo nuclear como el de Hiroshima o un accidente nuclear como el de Chernóbil, como ya comentó la general... puede que quieran usar el satélite como un arma, con los códigos que tenía en su poder nuestro antiguo Presidente, podía ser capaz de liberar sólo un punto en cualquier parte del planeta.

—Esto es incoherente—gruñó.

—No, no lo es—murmuró mi padre—. Presidente... un gusto conocerlo.

—¿Quién es usted? —preguntó el hombre con suficiencia, al ver a mi padre que vestía completamente el uniforme de ataque y su rostro era completamente cubierto por el casco.

—Qué descortesía mía—murmuró con falsedad—. Ministros Kim del CMI.

—Señores, lo siento—murmuró el hombre.

Se puso firme y les dio un saludo militar a mis dos padres, quiénes por la posición de su cuerpo estaba segura de que estaban a nada de ahorcarlo por su ineptitud. Acababa de ascender y él ya quería sentirse el dueño de todo y eso era realmente jodido.

—General Kim, por favor continúe con la explicación que nos estaba dando. Como ministros haremos la orden para que se inicie una investigación exhaustiva sobre este tema, esto no sólo se trataba de la caza que se llevó a cabo anoche, es algo mucho más grande y debemos de poner a los mejores equipos para que lo investiguen.

—Ya lo explicó todo el soldado, señor. La teoría en la que hemos estado trabajando, se basa completamente en lo que ya nos ha explicado, la persona que está detrás de esto quiere usar los códigos para activar de alguna forma el satélite y usarla como un arma contra alguien. Tenemos nuestras sospechas y creemos que se trata de Lombardi, con un arma de ese calibre podría ser capaz de destruir a todos sus enemigos y tomar completamente el reinado de las mafias. Además no conozco a nadie a excepción de él y de Magnus, que estén completamente dispuestos a crear una destrucción masiva.

—Una destrucción para acabar con otro clan...—murmuró Archie—. Nos estamos enfrentando a una guerra de clanes, ellos quieren los códigos.

—El problema de todo esto es que se necesita la huella dactilar de las tres personas para activar los códigos, una de ellas ya está muerta pero los otros dos siguen en el mundo, lo que nos indica que cualquier persona puede tener esos códigos y si ellos conocen la identidad, seguramente tratarán de secuestrarlos para obtenerlos a la mala—murmuré—. Sabemos que es prácticamente imposible que lo hagan, quizás sólo es una herramienta que están utilizando en caso de no llegar a un acuerdo verbal o en su caso en una guerra normal.

—Smirnov, encárgate De investigar las identidades de las otras dos personas, la IISMFCMO les brindara protección—murmuró.

—¡Señor! —gritó Nick—. Disculpe que lo interrumpa, tenemos información sobre el ataque en el instituto de Londres. Según lo que podemos determinar hasta este momento es que fue atacado porque ahí estudia la sobrina del tercer candidato a ministro, el general y el coronel Harrison, enviaron equipos de protección a todos los institutos, además de que evacuaron el instituto de la Gran Ciudad.

—Bien—murmuró mi padre —. Como ya lo habíamos pactado anteriormente, todas estas personas, serán juzgadas por las leyes de la IISMFCMO y se les sumara un juicio por la INTERPOL.

—Perfecto—murmuró el hombre—. Entonces nuestro trabajo aquí ya terminó, nosotros veníamos para recuperar a nuestro antiguo Presidente, pero teniendo en cuenta que por desgracia no logramos salvarlo como era debido, agradecemos su gran ayuda y esperaremos juzgar a esos bastardos con ansias.

—Lograran justicia—murmuró mi padre.

Los hombres hicieron un saludo respetuoso ante mi padre y se alejaron de nosotros, era horrible ver que debían alejarse sin la persona que tenían como misión de rescaté, y realmente me culpaba por ello, yo había sido la encargada de protegerlo pero me había distraído demasiado tratando de protegerme a mí misma. Sí, la milicia no hay tiempo de ser un héroe, pero era nuestro deber poner a la persona más vulnerable antes que nosotros mismos y había roto esa regla importante.

—Hunter—murmuró mi tío Avery—. Ya realizamos la limpieza, Mike y Berto llevarán a los prisioneros a la base de la Gran Ciudad, de esa manera estaremos completamente seguros de que se les juzgará cómo es debido.

—Bien—contestó mi padre—. Los demás, realicemos una última búsqueda en todo el lugar y volvamos al hotel, partiremos a casa al amanecer, tenemos cosas que arreglar, sabemos que estos ataques estan dirigidos a los candidatos.

—Envíen protección a los candidatos Oliver y Maxim—ordenó mi madre, llegando junto con mi tío Mike —. Avery, encárgate de la protección de Keylani, a nadie más le confiaría la vida de mi hija, Mike y Berto se unirán a ti al regresar a casa.

—Estoy de acuerdo—murmuró mi padre—. ¿Cómo está la situación en casa? —preguntó mi padre.

—Las cosas están alterándose un poco, antes de que saliéramos de la base, encontramos a un par de soldados hablando que estar en la base ya no es seguro, pusieron de ejemplo lo que ocurrió hace dos años que Schiavone logró entrar, sabemos que no tocarán a nuestros soldados directamente pero nadie tiene la confianza de permanecer en la base.

—Como ministros debemos hacer algo—murmuró mi madre—. Daremos un informe oficial sobre todo lo que ha estado ocurriendo, no podemos pedirle o exigirles a nuestras tropas que luchen en una guerra que ni siquiera estaba pensada, sabemos que esta guerra es entre clanes y también están atacando a la IISMFCMO por alguna razón...

—Necesito un informe completo de todo lo que estaba ocurriendo alrededor de las bases, quizás lo más importante en estos momentos es que pospongamos las elecciones, no podemos hacer un cambio de gobernante, cuando estamos en una guerra.

—Lo anunciaremos al llegar a casa—aseguró mi madre—. De momento todos vayan realizar la investigación correspondiente, las víctimas ya fueron llevadas al WPP, serán reasignadas ya que ninguna de ellas conserva familiares con vida. Se realizó una investigación y estas personas fueron tan crueles como para asesinar a las familias de ellas.

—Esas chicas...

—Todas tenían la ilusión de salir con vida para poder ver a sus familiares, esos bastardos les arrebataron la oportunidad. Todas ellas llevarán un proceso psicológico muy largo, pero nos encargaremos de que todas puedan tener una vida digna—dijo mi madre.

—Ya todas fueron inyectadas con el suero de antídoto que creaste, Keylani—murmuró mi padre—. Si todo sale bien y ellas se recuperarán quizás podrán volver a vivir una vida normal.

—Me alegra que algo que hice funcione—murmuré—. Archie ¿Para que podrían usar los satélites, tienen otro uso?

—El único uso diferente que tienen a una arma de destrucción masiva, es su propia autodestrucción. Con los códigos también pueden ordenar la autodestrucción total del satélite, pero eso significaría que están pensando en hacer una guerra nuclear, pero considerando que esas armas desaparecieron y fueron confiscadas durante los años 30, es imposible que estén planeando algo así.

—Investiguen todos los depósitos de armas nucleares, se supone que fueron desactivadas y aquellas que estaban en exposición fueron puestas en sitios en los que es imposible el acceso de civiles. También investiguen cuáles son los otros usos que se le puede dar al satélite, la teoría de Keylani parece ser correcta, quizás sólo le están usando como amenaza si no se les entrega el poder de los clanes.

—Antes de venir, Conall me dijo que estaban siguiendo una pista de Lombardi.

—Entre más rápido atrapemos ese bastardo podemos tener más oportunidades de combatir esto, no tenemos ni la mínima idea de quién mierda está detrás de todo y en cuanto tengamos un rostro ordenaremos una orden de aprehensión.

—Magnus Schiavone fue puesto en custodia por la madrugada—murmuró Giandrick—. Hunter asegura que el tipo se volvió loco, hablando de una profecía estúpida, todos creen que está perdiendo la razón al estar en un encierro completamente solitario.

—Eso puede significar que tiene contactos, quisiera salir estar haciendo lo que tiene que hacer para evitar que se cree una guerra mayor, quizás quiere fingir que pierde la cordura para poder ceder su reino sin perder su reputación, eso sería darle el reino a Lombardi.

—Eso sería idiota—murmuró Archie—. Me críe por desgracia con ese bastardo, Schiavone no da un paso sin dar mordida ...

—¿Y si estamos malinterpretando todo? —pregunté ante una idea fugaz—. ¿Y si incluso a mí me hicieron creer que estaban en una guerra por el poder? ¿Qué pasaría si en realidad, Lombardi y Schiavone estan aliados? ¿Qué tal si esta guerra no es una guerra, es una alianza?

—Si miramos tu perspectiva, creo que puede ser demasiado certero lo que estás diciendo, Schiavone nunca he estado más quieto que estando en la cárcel, sin embargo seguía dictando órdenes y si...

—Puede ser—murmuró Nick—. Lombardi y Schiavone estan aliados, eso significaría que su poder es aún mayor.

—Eso también significaría que... Daré la orden de traslado a Schiavone, lo necesitamos en la base para evitar que se lo lleven, Cage Iron Pentagon no es tan fuerte para resistir un ataque del ERR, menos de dos mafias...

—Archie ¿Con los códigos que tenía el antiguo Presidente de la interpol, podía activar un rayo enfocado?

—Si—murmuró Archie—. Estuve viendo varias simulaciones desde que nos enteramos de que existe un satélite de esa magnitud, pueden situarse los rayos de enfriamiento a ciertos lugares, pero eso no significa que no congelaría toda una ciudad, se necesitan años de experiencia para poder manejar esos satélites.

—¿Tú puedes manejarlo? —preguntó mi padre.

—¿Yo? Es pan comido para mi—murmuró—. Necesitaré un par de minutos para desactivar el satélite o cambiar los códigos, claro, si tuviéramos un solo código de los que permiten el acceso.

—Bien, busquen al presidente Aziz, líder de la unión Árabe—ordenó mi madre.

—¿Qué? ¿Él tiene un código?

—Si—murmuró mi madre—. Pero no podíamos decir esa información frente a los agentes de la interpol, conocemos la ubicación de los dos códigos que faltan, se nos fue confiada la información cuando ascendimos a ministros superiores del CMI, sin embargo no teníamos idea del poder de ese satélite, sólo el conocimiento de quienes son las tres personas que conocen los códigos.

—Yo puedo hablar con el presidente Aziz—murmuré—. No me gusta decir estas cosas, pero aún me debe un favor...

—Hazlo—murmuró mi madre—. ¿Alguien tienen más información que nos sea útil?

—No sé si sea útil pero esta mañana, llego a la base el ex guardaespaldas del presidente Aziz, Nicolas Faez—murmuró mi tío Mike—.El general Harrison lo asignó en la misión de Londres, si no logramos tener una conexión a exitosa con el Presidente, seguro que mantiene contacto con su ex guardaespaldas.

—Bien—murmuré —. Archie, necesito una conexión segura.

—Como ordene, general.

Archie tecleó algo rápidamente en su tableta, haciendo varios sonidos de confirmación en el momento en el que seguramente accedió al sistema seguro que él mismo había creado, realmente ese hombre parecía ser el mejor hacker que había en todo el maldito mundo, no había ni una sola forma de que alguien le ganara en inteligencia o algo parecido.

—Todos los demás continúen con las labores que ya les asignamos, necesitamos investigar si encontramos más cabos sueltos.

—¡Si, ministros! —gritaron todos y se alejaron hacia la casa donde habían sido las diferentes reuniones de esos bastardos.

—Aún tengo una duda—preguntó Mike—. ¿Cómo se conecta la caza con los Lombardi?

—Porque la caza solo era una distracción, no pensaron que encontraríamos con vida al presidente y les cagaría su plan—murmuré—. Tío Mike, tío Berto, asegúrense de que esos bastardos estén en donde merecen.

—Por supuesto, princesita dos—murmuró mi tío Avery—. Ellos son los mejores en traslados, si alguien trata de interceptarlos, terminaran con una bala en el entrecejo, aunque, considerando que hay más cadáveres que vivos, será muy fácil llevarlos.

—En cuanto aterricemos en la base les daremos la información que estamos requiriendo, también nos encargaremos del traslado que se hará de Cage Iron Pentagon a la base.

—Cuídense allá por lo que más quieran—murmuró mi madre—. Vayan, nos quedaremos todos los demás aquí, nos aseguraremos de estar al tanto de toda la situación. Archie recortará las líneas seguras hasta que lleguemos a la Gran Ciudad, si necesitan contactarnos, la única línea externa segura es la de Keylani con Conall.

—De acuerdo—murmuró mi tío—. Les informaremos cualquier novedad, al llegar a casa nos aseguraremos de que todo esté perfecto. Bausili se está haciendo cargo de la base ahora...

—Tardaré diez minutos es establecer una conexión segura con el presidente Aziz—murmuró Archie.

—Llamaré a Conall... yo...

—Ve—murmuró mi madre.

Sabía que ella entendía totalmente lo que quería decir, necesitaba a Conall realmente para sentirme bien, para que me regresara a la Tierra y poder pensar con mayor claridad, Sí, quizás eso puede ir denominarse dependencia emocional, pero a decir verdad era lo que menos me importaba, lo necesitaba para saber que mi vida estaba bien, que por lo menos, hoy tenía alguien que me amaba a pesar de haber fallado.

Marqué su número, mi corazón latía energéticamente con el simple hecho de saber que escucharía su voz, realmente lo necesitaba para sentir que mi vida estaba completa, no importaba absolutamente nada ni siquiera que estuviésemos en guerra con dos clanes, porque él estaba a mi lado y sería mi esposo.

—Muñequita—susurró.

Era demasiado fácil para mí reconocer su voz extremadamente cansada, estaba completamente segura de que no había dormido ni un solo minuto y eso realmente me preocupa, no solo porque no estaba descansando lo indicado. Sino porque el insomnio o la falta de sueño, le provocaba los Vacíos, No es que lo considerase débil, pero sabía lo que esas mierdas de vacíos podrían provocarle.

—Hola, amor...—susurré—. Dios, escuchar tu voz... se siente que paso una eternidad—me sinceré.

—Siento lo mismo—murmuró —. Estar en este lugar realmente está provocando cosas horribles en mí, se siente el aroma dolor y pérdida, realmente necesito verte y saber que a pesar de esta mierda tengo a mi muñequita.

—No me perderás nunca más, mi amor—murmuré—. Lo prometo...

—Tú tampoco me perderás, muñequita—murmuró—. Te lo prometo, pero ahora necesitaba escucharte, estaba a nada de marcarte, pero... no queria interrumpir.

—¿Interrumpo yo?

—Si alguien pregunta, estoy teniendo una conversación con mi general—aseguró.

—La general que también es tu prometida y futura esposa—murmuré riendo—. ¿Las cosas estan tan mal?

—Si, amor—murmuró—. Demasiado mal, mataron a tres soldados, quince estudiantes y dejaron al director del instituto, colgado en el asta de la bandera, este ataque no fue al azar, fue planeado... No sabemos si es Lombardi u otro bastardo, pero meterse con niños... eso si ya es algo inhumano, nisiquiera Schiavone se habia atrevido a tanto.

—Justo de eso estábamos hablando hace unos minutos, creemos que no sólo se trata de Lombardi, sino de Schiavone... es una suposición, pero creo que los dos están aliados, su falsa pelea entre clanes sólo era para distraernos y de alguna forma, hacernos creer que tendríamos la mínima oportunidad contra ellos, cuando todos sabemos que no es así...

—Hunt y yo coincidimos en lo mismo—murmuró—. Conozco a Schiavone, ese hombre es capaz de cualquier cosa, con tal de mantenerse en el poder.

—Pero eso también supondría que los Lev Nikolaev está involucrado con la alianza, lo que los volvería invencibles...

—Lev no está involucrado—murmuró.

—¿Cómo sabes?

—Ese hombre estaba perdido cuando tú te reuniste con él, sin embargo, también es inteligente, sabe que entrar en la alianza de dos bastardos, sería una amenaza para él y no es idiota, va a asegurarse de mantenerse con vida para proteger el linaje de los Nikolaev...

—Pero... bueno... tú también tienes sangre Nikolaev...

—Lo sé, pero... no soy reconocido, estoy seguro de que Lev me trataría de asesinar si se entera que no es el único Nikolaev heredero de la Bratva...

—Tienes razón—murmuré—. Dios, solo quiero que pase todo esto y volvamos a estar tranquilos. No tenía en mis planes preboda tener que descubrir una alianza mafiosa...

—Yo tenía planeado tener a mi muñequita gimiendo mi nombre hasta que me hiciera su esposo—murmuró y solté una pequeña risa.

—Más te vale que cumplas todas tus condenadas promesas, Conall Harrison, o me encargaré de cobrarme—gruñí.

—Por supuesto que cumpliré mis promesas, mi amor—murmuró—. Te extraño, demasiado...

—Nos veremos mañana, amor—murmuré—. Por fin mañana...

—Estoy contando los jodidos segundos, necesito que ya llegue mañana o voy a enloquecer—aseguró—. Sí, padre... voy en un minuto...

—¿Tú padre? —pregunté al escuchar su voz del otro lado.

—Si... estamos realizando la investigación, queremos encontrar algo... Marlen... sé que enfurecerás porque está trabajando, pero dijo que se volvería loca si la enviábamos a casa... Ella, tiene la teoría de que hemos estado buscando a la persona equivocada...

—¿Lombardi?

—Si—aseguró—. Teníamos un perfil de: Hombre italiano de 28 años, características físicas marcadas y adoptado en Asís, pues su padre murió en un hospital de ahí...

—Pero...

—Key, logré establecer comunicación con el presidente Aziz, no logrará mantenerse mucho tiempo, ya que se encuentra en zona de riesgo.

—Bien...—murmuré—. Amor, debo irme, es una llamada importante...

—Lo entiendo, mi amor—contestó con su característica voz de tú puedes, muñequita, haciéndome sentir segura—. Te amo, tres vueltas al universo a pasito de tortuga...

—Te amo, tres vueltas al universo a pasito de tortuga—susurré.

Escuché una ronca risa salir desde el fondo de su garganta y sentí que mi vida tomaba un poco de color a pesar de estar media opaca. Corté la llamada, sonriendo hacía Archie.

—Joder, esa es la despedida más malditamente melosa que conozco—murmuró, lo miré mal, provocando una carcajada de mi amigo—. Línea tres...

Su afirmación me hizo sonreír, realmente él era el mejor en su campo.

Marqué la línea tres y tardó menos de dos segundos en conectarme con el presidente Aziz.

—Presidente Aziz—murmuré—. No sé si me recuerda... soy Keylani Kim...

—¿Cómo podría no hacerlo? —preguntó—. Es la mujer que me salvo la vida, por supuesto que te recordaré el resto de mi vida... ¿Qué puedo hacer por usted...? ¿General?

—Larga historia—murmuré ante el nombre—. Seguro está al tanto de los códigos del ISAMANUDE, uno de los protectores del código, fue asesinado...

—Dios—murmuró—. No lo sabía... eso significa... ¿Puedo ser el siguiente?

—Buscaremos que no sea así, señor—murmuré—. La IISMFCMO le brindara protección, pero... necesitamos su ayuda para otra cosa... necesitamos el código, hay una forma de inhabilitar el satélite para que no pueda ser usado como arma, pero para ello...

—Necesitan los códigos—murmuró—. Lo entiendo perfectamente, por supuesto que se los daré... les enviaré un archivo encriptado, sé que solo usted podrá descifrarlos... pero... ¿Quién es?

La voz de Aziz se escuchaba temerosa del otro lado, sentí que un hueco se apoderaba de mi estomago cuando se escuchó un fuerte estruendo, como si una puerta hubiese sido derribada. Sentí pavor, al escuchar las suplicas de Aziz, como si suplicará que no le hicieran daño.

—Presidente—llamé—. ¿Qué ocurre, presidente?

—Llegaron—murmuró—. Vinieron por mi...

—Señor...

—¡Aléjense!¡No!¡Bosque de Nasit! —gritó antes de que se escuchará un sonido sordo, señal de la detonación de un arma.

Me cubrí la boca con prisa, sintiendo como mi corazón se oprimía de dolor al escuchar como le disparaban al hombre al que le habia salvado la vida, el hombre que luchaba por la paz mundial y que hacía todo desinteresadamente, incluso sabiendo que su vida pendía de un hilo todo el tiempo.

—Presidente...—susurré.

Escuché pasos acercarse y temblé, al escuchar la respiración de alguien demasiado cerca.

—Pero si es mi perrita favorita—susurró una voz terrorífica.

El terror me invadió por completo, los años de sufrimiento pasaron como una película de terror frente a mis ojos y mi cuerpo se sintió realmente pesado, lagrimas gruesas comenzaron a caer por mis mejillas y supe que la persona del otro lado era uno de mis mayores terrores.

—D...Dylan...—susurré.

—En carne y hueso—murmuró—. No creíste que te habías deshecho de mí, ¿o sí, zorra?

—¿Qué le hiciste? —gruñí.

—Le di un pase directo al infierno—murmuró—. Keylani, el juego a comenzado y tú estás en el puto centro.

Con esas palabras, colgó la llamada y sentí que la vida se me derrumbaba, Archie se apresuró a sostenerme, pero todo a mi alrededor dejo de girar, solo se instaló un profundo dolor en mi corazón, tan agonizante que era imposible respirar. Eso no era solo una declaración de guerra, era una declaración de que el juego habia comenzado y yo estaba en el centro, con una diana dibujada en mi corazón.

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¿Qué les pareció este capítulo?

¿Quién creen que este detrás de todo?

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