Capítulo 74.
Ventaja.
"Una vez que tenemos una guerra sólo hay una cosa que hacer. Hay que ganarla. La derrota trae peores cosas que las que pudieran ocurrir en la guerra." ~Ernest Hemingway.
Hay veces en donde la vida nos enseña que realmente tenemos que ser soldados para no dejarnos caer en los momentos más frustrantes que enfrentamos en nuestro día a día, la vida misma nos enseña que debemos de pararnos firmes y tomar un arma si es necesario para acabar con todas las amenazas a nuestra paz o a lo que hemos construido alrededor de toda nuestra vida.
Hay veces que debemos ensuciarnos las manos para poder proseguir con nuestro plan de vida, otras en las que debemos de pararnos firmes y por más que el mundo se caiga sobre nosotros no debemos bajar la mirada pues nos puede aplastar y dejarnos en completa ruina. Es doloroso ver cómo alguien se apaga de esa manera.
Mi madre siempre había dicho que todo mundo tenemos una luz interior, una luz que brilla tan fuerte que a la vez nos sirve para guiarnos en el camino llamado vida, sin embargo muchas veces esa luz se ve apagada por no saber enfrentar las tormentas que existen, tal como ocurre en tormentas eléctricas, a veces los generadores fallan y la luz se va, pero no solo por un par de horas sino por el resto de nuestras vidas.
Por eso quizás siempre mi madre me había dicho que debía estar preparada para las tormentas que la vida podía interponer en mi camino, tormentas que más bien se asemejaban a huracanes de categoría 5 que eran imposibles de predecir. Ella me había dicho que siempre debía mantenerme fuerte por más que la tormenta me azotara, debía levantar y permanecer con la frente en alto y si era necesario ocultar mis emociones para poder continuar, aunque también me había dado el consejo de jamás callar lo que sentía, pero suponía que había ciertas excepciones en las que realmente las emociones no eran un buen camino para continuar en la vida.
Mi padre me había dado otro consejo, cuando te encuentras hasta abajo, que no puedes bajar más o que ya no existe otro fondo más que ese, lo único que puedes hacer es levantar la mano enfriar tus emociones y comenzar a nadar hacia la superficie, cuando te encuentras tan abajo tan abajo que no puedes bajar más lo mejor es comenzar a subir para encontrar la superficie en algún momento de nuestra vida. Algo realmente doloroso, pues a pesar de que dicen que el golpe es lo que más duele siempre había considerado que la recuperación lo era peor, por lo tanto subir del pozo de la desesperación y el abandono era aún más doloroso que caer en seco en él.
Ambos padres siempre me habían enseñado que no importaba si yo demostraba mis emociones pero que debía hacerlo en los momentos correctos para no dejarme caer si la tormenta estaba azotándome en ese momento, pero no solo ellos me lo habían enseñado como mis padres sino también como los líderes de la organización militar más grande del mundo, en mi entrenamiento como soldado del ejército Alpha, se me había entrenado para poder soportar climas intensos, emociones desgarradoras y situaciones de trauma.
Se me había enseñado a soportar torturas físicas y psicológicas, las torturas físicas dañaban la piel incluso te dejaban a veces heridas tan fuertes que era imposible volver al ejército, quizás esa era la razón por la que me había recuperado tan rápido de una adicción a una de las sustancias más venenosas que existían en el planeta, de alguna forma me habían hecho un poco más resistente a ese tipo de tortura. Sin embargo, las torturas psicológicas eran aún peor, porque te dejaban heridas que era imposible ver, esas torturas que no te dejaban marcas visibles sino dentro de tu alma y que poco a poco apagaban la luz que tenías en tu interior. Eran traumas que se te quedaban en lo más profundo de tu ser y que era imposible para ti controlarlas, esos traumas que reaparecen cuando crees que lo has superado pero de repente llega a un factor detonante y te das cuenta que realmente jamás subiste de ese pozo en el que estabas completamente hundido.
Sentía que estaba yendo un profundo pozo, en el que ni siquiera yo era capaz de tenerme a pesar de que las paredes eran demasiado estrechas y fácilmente podía estirar mis brazos para sostenerme de las piedras aunque mis manos se rajaran en el proceso, Sentía que caía como si fuese una bala atravesando el aire, era imposible para mí detener mi curso y sentía que poco a poco me acercaba a un lugar incierto en el que ni siquiera sabía si se encontraba un fondo o era agua.
Sentía mi boca completamente seca como si necesitara pasar saliva pero me fuese imposible producirla, sentía un nudo atorado en el fondo de mi garganta impidiendo mi respiración, no era capaz de recibir el aire necesario y eso era con una sensación realmente ahogante. Por más que abrí mis ojos tratando de ubicarme, es imposible saber dónde estaba o por qué estaba cayendo sin un fondo cercano.
Escuchaba mis propios gritos sin embargo me era imposible callarlos o saber el motivo por el que me encontraba en ese lugar, mi cerebro parecía no tener el control de mi cuerpo, podía ver mis manos temblando por la escasa luz que se vislumbraba sobre mi cabeza, y era como si éstas estuviesen completamente llenas de sangre.
De repente cambié el curso de mi dirección, deje de caer y mis piernas comenzaron a correr por un pasillo extraño, parecía tener sangre por todos lados y clavos en cada centímetro del túnel. Sin embargo algo llamó incluso más mi atención, un llanto de bebé, En un llanto tan angustiante que tenía pavor al escucharlo, quería tapar mis oídos para dejar de hacerlo y no sentir ese dolor desesperante que sentía en mi pecho, era como la impotencia de no poder hacer nada para calmar a esa pequeña criatura.
Las lágrimas salían de mis ojos y resbalaban por mis mejillas, sentía mis lágrimas empañado mi visión, sin embargo me era imposible limpiarlo; igual que como cuando estaba cayendo, mis manos estaban totalmente temblorosas y llenas de sangre, pero pude notar algo más en mí, llevaba un vestido completamente blanco, cubierto de sangre y entre mis piernas caía de la misma manera un hilo de sangre.
Sentía mi respiración completamente agitada y como si el aire comenzará a faltarme, pero por más que quería detenerme a revisarme a mí misma o saber por qué estaba cubierta de sangre, mis piernas seguían corriendo por ese extraño pasadizo. Mis piernas dolían con cada paso que daba, sin embargo trataba de mantenerme firme para no caer al sentirme tan cerca del suelo, no entendí absolutamente nada de lo que me ocurría, era como una pesadilla pero de alguna forma se sentía completamente real.
El llanto del bebé pronto se comenzó a escucharse más y más cerca, al punto de llegar como si estuviese a un par de pasos de él. Gire a la izquierda sin poder controlar el movimiento entonces me encontré en una gran habitación parecida a una bóveda, a pesar de que era un ambiente realmente legumbre, se podían ver juguetes de bebés y una hermosa cuna de color azul cielo.
Pero no había solo un bebé dentro, había tres.
Sintiendo mis manos temblorosas me acerque al lugar, claro que seguía sin poder controlar mis movimientos, sin embargo parecía que podía controlar un poco de lo que quería hacer, los 3 bebés se encontraban completamente limpios, sus ropitas parecían estar en conjunto, sin embargo los 3 lloraban desgarradoramente.
De alguna manera pude tomar a los tres en brazos, los niños eran hermosos. Dos de ellos eran varones, uno con los ojos verdes brillantes y cabello cobrizo, el segundo con hermosos ojos grises tormenta y cabello azabache. El tercer bebé era una preciosa niña, tenía heterocromía, uno de sus ojitos era gris y el otro verde y su cabello era de dos colores diferente, eran niños que no tenían más de dos semanas de nacidos, pero la pequeña niña tenía su cabello tan largo y sedoso como si tuviese cinco años.
Por algún motivo los aferraba a mi pecho, como si quisiera protegerlos de algo con mi cuerpo ensangrentado y débil. Escuché pasos apresurados atrás de mí y por instinto mi cuerpo se giró para ver de qué se trataba.
Cuando pude ubicar por fin a las personas que se encontraba detrás de mí, las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, más aún al ver lo que tenían a sus pies. Conall se encontraba muerto, con los ojos abiertos y una bala en el cráneo, en sus brazos estaba Niall, quien tenía una gran herida en el pecho y sangraba por la boquita.
De pie en la puerta de ese extraño pasadizo, se encontraba un hombre con rostro borroso, con un arma en la mano, Magnus con una sonrisa sádica y Stefan, con su cuerpo cubierto de sangre y su maldito y asqueroso miembro de fuera, era claro que la sangre que tenía sobre él me pertenecía a mí. Abracé con más fuerza a los pequeños bebés, sintiendo que las lágrimas no paraban de caer de mis mejillas y mi pecho dolía incluso más.
Quería despertar y darme cuenta de que era solo una maldita pesadilla, y aunque escuchaba mis gritos era imposible hacer algo o moverme cada que ellos tres se acercaban hacia mí, mis manos temblaban tratando de proteger con mi cuerpo débil a los bebés que estaban en mis brazos, sin embargo era completamente imposible hacerlo.
Tres disparos se escucharon en todo mi alrededor, miré con horror como en mis brazos se acababa la vida de tres pequeños seres que apenas comenzaban a vivir, las lágrimas corrían por mis mejillas y era imposible hacer algo, solo caí de rodillas mientras lloraba una y otra vez sobre los cuerpos inertes de esos tres bebés, con la mirada fija en el hombre que amaba y el pequeño niño que era su hijo pero que yo amaba como si fuera mío.
Se escucharon dos disparos más y cuando levanté la mirada, solté un grito despavorido al ver la sangre sobre el rostro del único hombre en la habitación, tenía una mirada felina y una sonrisa de bestia. Sus pasos resonaban en el completo silencio que se había creado, se acercaba a mí yo no podía hacer nada para alejarme, se puso en cuclillas frente a mí y me dio la sonrisa más perversa y macabra que jamás hubiese visto en mi vida.
—Por fin serás mía... absolutamente mía...
—¡Keyli!
Abrí los ojos asustada, mis mejillas estaban completamente llenas de lágrimas, mi corazón latía como si no tuviese freno y mis manos temblaban sin poderlas controlar. Parpadeé rápidamente tratando de ubicarme en el espacio en donde me encontraba, trataba de jalar el aire por mi boca ya que mi nariz parecía completamente inservible en ese momento, era como si siguiese en ese sueño y no pudiese respirar correctamente.
Mis ojos asustados chocaron con los tranquilos, pero preocupados de mi novio, tenía su ceño fruncido y podía ver el pequeño temblor en su labio inferior, señal de que realmente estaba preocupado por el sueño que estaba teniendo. Ni siquiera me importó tener que darle explicaciones después, me abalancé hacia él tratando de aferrarme a su cuerpo con tanta fuerza que fuese imposible soltarse de mí. Un simple recuerdo de ver sus ojos sin vida era suficiente para hacerme sentir un pavor inimaginable, algo que no había sentido desde mucho tiempo atrás.
No dijo ni una sola palabra, me estrechó entre sus brazos como si supiese que estaba realmente en una crisis de terror, me era imposible parar de llorar. Recordar sus ojos sin vida y los ojos sin vida de su pequeño hijo, era algo que realmente me atormentaba y me hacía sentir tan vulnerable que era imposible ser la general Kim, cuando lo único que quería era ocultarnos a los 3 de todo lo malo que podía acecharnos.
Mis piernas rodeaban su cadera, nisiquiera nos molestaba encontrarnos completamente desnudos, en ese momento sentía tanta debilidad que era sofocante. Sentía que mi corazón latía frenéticamente sin que fuese posible controlar el dolor en mi interior, era como si mi corazón estuviese prediciendo que eso no era un simple sueño, mi alma se partía en pequeños fragmentos que era imposible juntarlos todos, las lágrimas descendían por mis mejillas mojando su pecho pero eso ni siquiera le importaba, no quería separarme de sus brazos, no quería volver a soltarlo porque tenía miedo de que la próxima vez que lo viese, sus ojos estuviesen sin vida como en mi sueño.
Odiaba cuando mis sueños me atormentaban de esa manera, me sentía realmente vulnerable porque yo no podía controlar si esos sueños se quedaban simplemente ahí o si eran de alguna forma una advertencia del futuro. Jamás había creído en esas estupideces de poder predecir el futuro en los sueños, sin embargo, sabía que cuando tenía esa especie de sueños catastróficos era porque se acercaban tiempos oscuros en los que incluso dudaría de mí misma. Era como un sexto sentido que mi madre me había heredado, no sabía qué era lo que podía pasar, pero era claro que nos acercábamos a un huracán de categoría cinco.
Ni siquiera me di cuenta en el momento en que volví a quedarme dormida entre los brazos de mi hombre, en ese lugar en el que me sentía completamente segura y donde estaba confiada en que no pasaría absolutamente nada si estábamos juntos.
Quizás era el temor de que nos tendríamos que separar por tiempo indefinido, ambos teníamos que acudir a misiones diferentes, en polos completamente opuestos en el globo y con una diferencia horaria de por lo menos siete horas. La misión a la que yo sería reenviada junto con mis padres y un equipo de Élite, era casi imposible tener algo de comunicación, contemplando que nos encontraríamos en un lugar desde seguramente las redes telefónicas eran hackeadas por los organizadores de esta supuesta caza.
Habían pasado un par de meses desde el ataque en el club de Andréi, habíamos realizado todo el sondeo necesario para el momento en que llegara la verdadera "Caza", incluso nos habíamos infiltrado un par de veces en el comité que los organizaba, era una de las misiones más complejas que habíamos enfrentado como organización, pues debíamos tener sumo cuidado ya que las vidas de cientos de personas que eran víctimas de esos malditos estaban en juego.
Habíamos seguido las pistas que nos llevaban hacia los organizadores, sabíamos de quién se trataba y cuáles tienen las atrocidades que hacían, era una misión compleja por todo lo que teníamos que hacer con tal de atraparlos con las manos en la masa, sin embargo de cierta forma era sencilla, pues en cuanto los tuviéramos acorralados los atraparíamos y podríamos regresar a casa, con una misión exitosa y un retiro perfecto para mí como general y mis padres como ministros.
Cuando volví a abrir los ojos, Conall me seguía teniendo entre sus brazos, sin embargo, se veía completamente sexi con una preciosas gafas de lectura, no era que la vista le fallara, pero al igual que a mí, era necesario usar gafas para poder leer sin cansarse de más la vista. Traté de ver lo que leía sin que se diera cuenta, sin embargo, antes de que pudiera hacerlo mi cuerpo quedó debajo del suyo.
—¿Espiando, muñequita? —preguntó con una sexi sonrisa.
—Solo queria ver que leías—murmuré con un pequeño puchero.
—Cosas aburridas—aseguró con una pequeña sonrisa—. Deberíamos levantarnos, tienes una agenda muy ocupada y estoy seguro de que Luca enfurecerá porque no estas lista para la entrevista del desayuno.
—Creí que eso había quedado en el pasado—murmuré con sinceridad.
—Tomando en cuenta que estarás fuera de alcance de los medios, debes dar una buena impresión para toda la prensa—aseguró—. Por lo que tengo entendido, Luca se encargará de mantener las aguas calmadas hasta que puedas regresar y por la noche será el tercer debate como candidato.
—No puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido—murmuré—. Estamos casi a finales de noviembre, parece que fue ayer cuando me propusieron Por Primera Vez como candidata para ser ministra.
—Realmente ha pasado demasiado rápido todo este tiempo—aseguró con una sonrisa—. Parece que fue ayer cuando te pedí matrimonio.
—Deberás superar eso si quieres que nos casemos, mi amor—me burlé.
—Pensaré en algo mágico para proponerle a mi mujer que sea mi esposa—murmuró guiñando un ojo.
—¿Tú mujer? No recuerdo haberme tatuado tu nombre.
—No me des ideas, amor—murmuró atrapando mis labios en un beso.
Solté una pequeña risa, siguiendo su beso durante un par de minutos, disfrutando un poco de nuestros últimos días juntos, quizás debía considerarse exagerado, pero sería la primera vez en que estaríamos separados durante más tiempo.
A lo largo de toda la misión nos habíamos tenido que separar un par de veces por lo menos, pero sólo se trataba de un par de días y lo máximo había sido una semana, sin embargo, en ese momento serian un par de semanas e incluso más, todo dependía del rumbo de la misión.
Aunque quería negarme a separarnos, teníamos que continuar con nuestras misiones para poder tener libre las últimas dos semanas de diciembre y pasar juntos las navidades y el año nuevo, aunque faltaba un mes para esas festividades, era claro que deberíamos apurarnos con toda la planificación de la misión de caza y la de los Lombardi, así no tener tantos pendientes cuando se llegaran las celebraciones decembrinas.
Cuando ambos salimos de la cama tomamos una corta ducha juntos, mi madre incluso había bromeado con que parecía que nos íbamos a separar durante años, pues aprovechábamos cada momento para estar juntos, incluso dentro de la base, la biblioteca de archivos se habia convertido en nuestra oficina, siempre contábamos una excusa para toparnos en ese lugar. Ninguno de los 2 queríamos separarnos del otro, podría sonar tonto pero de alguna forma éramos el pilar del otro y necesitábamos estar juntos para serlo.
El día pasó realmente rápido como lo había sido los últimos días, yo me la pasaba encerrada tratando de encontrar más información sobre las personas que estaban involucradas en ese tenebroso juego y Conall trataba de dar con el verdadero Don de la Sacra Corona, quien tenía sangre Lombardi y era el legítimo heredero a todo. Nos la habíamos pasado encerrados en la biblioteca de archivos, quizás ninguno hablaba con el otro, pero disfrutábamos de la compañía de la persona que amábamos.
Ni siquiera me di cuenta en el momento en el que me encontraba en mi hogar, siendo arreglada por mi tío y por toda la banda de maquillistas y estilistas que había contratado Luca para hacerme ver radiante en una conferencia de prensa que fungía también como el último debate de candidatos para ministros de la IISMFCMO.
Realmente esa candidatura y la misión de la caza estaban consumiendo toda mi vida; tenía que acabar lo más pronto posible, antes de que me convirtiera en una completa lunática al tener tantas responsabilidades en las que era imposible repartir mi tiempo con el trabajo, la candidatura y mi familia. Pasaba la mayoría del tiempo metida en la investigación de todos los involucrados en la misión que estábamos por erradicar, el poco tiempo que me sobraba del día tenía que invertirlo en pasar posando frente a cámaras, haciendo algunas obras de caridad y movimientos especiales para lograr tener a los mayores votantes en el momento de las elecciones. Mostraba un lado amable de la IISMF, cuando todo mundo sabía que nos dedicábamos a erradicar el mal con más violencia, pero necesitaba que mis votantes supieran que iban a tener por lo menos un poco de bondad si me elegían ministra.
Al llegar a casa apenas podía aguantar despierta más de un par de minutos después de entrar a la cama, sin embargo, encontrábamos tiempo para estar juntos y entregarnos todo el amor y el deseo que nos teníamos. Los fines de semana los pasaba en su mayoría en eventos sociales y galas benéficas, sin embargo por la mañana, Conall y yo nos dábamos los sábados y domingos para pasarlos completamente con Niall, mimándolo y dándole todo el amor que no podíamos darle entre semana.
Mi vida no se había convertido en una monotonía, todo lo contrario, cada día descubría algo nuevo sobre la caza y tenía que cambiar mi rutina constantemente para acomodar todo a las necesidades de la misión, de la candidatura y de mi vida privada.
Me miré nuevamente frente al espejo, vestía el uniforme de gala correspondiente a mi división, mi cabello estaba peinado con maestría en un moño inglés, sin embargo tenía algunas variaciones que lo hacían los idealmente hermoso y recatado. También llevaba un hermoso maquillaje sencillo pero lleno de vida.
Sería el último debate que tendríamos que llevar a cabo durante toda la candidatura, habíamos pasado por todas las fases y lo único que quedaba era concluir el debate. Mis padres habían modificado la última fase en donde se suponía cada uno de los candidatos tendría una semana para mostrar al ejército qué tan buen ministro podía ser, en su lugar habían realizado intercambios a los diferentes ejércitos, por lo tanto, yo habia estado en una de las bases del ejército Gamma dos días y otros dos días con el ejército Delta, me enaltecía saber que había ganado por lo menos la mitad de los votos en cada uno de los ejércitos.
Al concluir el debate se darían dos semanas para que los votantes se decidieran de quién querían como ministro y las elecciones finales se llevarían a cabo en 26 de Diciembre y el candidato electo tomaría el puesto de ministro el 02 de Enero. Todo estaba completamente trasado y no habría más modificaciones.
El debate era algo realmente sencillo, lo único que debíamos hacer era dar a conocer las ultimas promesas como ministros y dar nuestro discurso final, no eran como los debates políticos a los que se estaba acostumbrado en diferentes países, hoy era más bien que cada uno de los candidatos daba su punto de vista sobre ciertos temas y decía cuál era su plan erradicar o mejorar ciertas fallas que existían en el sistema.
—Te ves preciosa—murmuró mi madre, adentrándose en la habitación—. Causas mucha seguridad y estoy completamente segura de que todos se quedaran boquiabiertos al verte, no solo porque eres completamente hermosa, sino porque causas una impresión de seguridad y paz.
—Gracias—murmuré con una sonrisa.
Como en cada uno de los debates pasados, era en uno de los hoteles más prestigiosos de los que miss padres eran dueños, se cerraba completamente y se realizaba una rueda de prensa en donde cada uno de los candidatos respondía a las preguntas. No tardamos mucho en llegar al lugar, odiaba que mi día no pudiera ser completamente al lado de mi hombre, pero era algo necesario, considerando que nos encontrábamos en elecciones, aun así, en el auto nos abrazamos y nos dejamos ser guiados por Kris, quien era el que manejaba el auto con dirección al hotel.
—Tu padre me volvió a recordar que el Jueves nos esperan en el castillo—murmuró con una sonrisa—. Papá también fue invitado.
—No entiendo cuando comenzaron con el día de acción de gracias—murmuré risueña.
—Lo celebramos el primer año que te fuiste—murmuró con una sonrisa triste—. Tu madre dijo que siempre fuiste amante de las fiestas navideñas y Álex sugirió que podríamos celebrar también día de acción de gracias, quizás de alguna manera esperábamos que Dios nos concediera el milagro de traerte a nuestro lado de nuevo...
Me abracé con mayor fuerza a él. siempre creí que al haberme ido yo era la única que había sufrido, la que había llorado noches y días enteros por extrañar a mi familia, sin embargo ellos también me habían extrañado e incluso habían comenzado con tradiciones que habían conservado incluso después de mi regreso. De cierta forma me gustaba saber que tenía una familia realmente unida, era una gran alegría.
—Entonces estaremos ahí el jueves—aseguré—. Siempre he amado las festividades de familia...
—Entonces pasaremos esta festividad con nuestra familia—murmuró besando mi frente con delicadeza.
<<Nuestra familia>>
No pude evitar dibujar una estúpida sonrisa en mi rostro, estaba realmente feliz de escuchar salir esas palabras de la boca de mi novio, realmente era nuestra familia y no quería que eso cambiara ni en mil años, queria permanecer en ese hermoso lugar seguro por el resto de mi vida.
Cuando llegamos al hermoso hotel, había cientos de autos de lujo, no era de extrañarse que al tratarse de una reunión militar en donde asistían personas realmente es influyentes dentro de ese mundo, sus autos fuesen igual de ostentosos y ridículamente ególatras como ellos.
Bajamos del auto, recibiendo todas los flashes de los reporteros a mi rostro y la unión de nuestras manos, Habíamos dejado de preocuparnos de que se supiera nuestra relación, después de todo la habíamos anunciado nuestra primera aparición en público como pareja y aunque seguía preocupándome el hecho de que todo mundo sabía que él era mi punto débil, también era mi mayor fortaleza y lo necesitaba junto a mí todo el tiempo; era reconfortante que pudiese tomar mi mano incluso cuando teníamos a cientos de periodistas rodeándonos.
Solté una pequeña risa al ver a Marlen y Jacob en la entrada, mi amiga llevaba un hermoso vestido azul cielo que se amoldaba perfectamente a su abultado vientre. Podía verla con las mejillas infladas y rojas, seguramente debido a que su esposo la habia hecho enojar por algún motivo.
—Mar jamás se imaginó casada y con un bebé en camino—murmuré, viendo con anhelo a mi mejor amiga.
Conall me dio una sonrisa triste, no dijo nada pues sabía a lo que me refería y aunque él se esforzaba siempre en decirme de que no era más o menos mujer por no poder tener hijos, era una profunda tristeza que sólo yo entendía, jamás había pensado en tener una familia, pero siempre en el fondo de mi corazón, ese era uno de mis más grandes anhelos. Y más después de conocer al amor de mi vida, me imaginaba a mí misma con el vientre abultado y sosteniendo a mano de Conall con un anillo que marcara nuestro matrimonio.
Claro que ya habíamos estado casados una vez, pero ninguno de los 2 lo mencionaba pues sabíamos que era un tema realmente extraño de hablar. Ambos queríamos casarnos en una boda real, pero para ello ambos queríamos esperar a tener la suficiente madurez para saber qué podríamos estar juntos el resto de nuestra vida y que seriamos capaces de soportar las distancias si era requerido, incluso habíamos bromeado que con la separación que tendríamos que pasar por las misiones diferentes que tendríamos, era una especie de prueba de fuego, para saber si ambos podíamos contraer nupcias pronto.
—Te amo, Marlen, pero deja de hacer berrinche—gruñó Jacob.
—¡No me amas o me soportarías!
Jacob rodo los ojos y yo no puede evitar una carcajada. El pobre chico se acercó rápidamente a Conall y se ocultó detrás de él, como si mi novio pudiera protegerlo de su esposa embarazada y endemoniada. La amaba, pero con ella me habia dado cuenta de que muchos romantizan el embarazo demasiado.
—Hermano, huye mientras puedas—murmuró Jake.
—Yo que tu corría—murmuré riendo—. Mar te va a asesinar...
—¡Dios! Temo por mi vida, esta mujer está más chiflada que una cabra—chilló.
Solté una risa, mientras me acercaba a mi mejor amiga, quien murmuraba algo sobre ser madre soltera por el idiota de su esposo.
—¿Qué ocurrió ahora? —pregunté.
—¡Parezco elefante! —chilló señalando sus pies hinchados—. ¡Soy un puto elefante, gordo y sin forma!
Solté una pequeña risa, se veía preciosa con su barriguita de embarazada, no como un elefante. La tomé del brazo, para llevarla al interior del hotel para que dejara sus berrinches de embarazada, realmente su humor era cambiante y era fácil tranquilizarla, pero su esposo parecía ser el detonante de su furia.
—¿Qué te hizo Jake? —pregunté.
—¡Dijo que me veía como algodón de azúcar!
Reprimí una carcajada, amaba a mi mejor amiga pero realmente parecía algodón de azúcar con su vestido de tono pastel, extrañamente no me parecía un mal halago, en realidad me parecía bastante tierno porque parecer un algodón de azúcar era algo bonito considerando que en su vientre cargaba el fruto del amor que le tenía a Jake.
—Te ves hermosa—murmuré—. Tienes a ese perfecto ser en tu vientre...
—Siempre tienes las palabras indicadas—murmuró calmando su furia y suspiré tranquila, sabiendo que por lo menos, no le cortaría las bolas a Jacob.
Pasamos hablando unos cuantos minutos más hasta que me nombraron en el escenario, subí a la mesa de prensa donde se llevaría a cabo el último debate y donde claramente nos preguntarían cosas un poco más específicas conforme a nuestra campaña. Suspiré tranquila, tratando de dar mi mejor sonrisa.
Bausili era el presentador principal, tomó uno de los micrófonos y comenzó a presentarnos a todos como los candidatos y algunas preguntas que se nos harían durante el último debate.
—Candidato Oliver, ¿Cuál es su postura referente a los grupos revolucionarios?
Oliver y yo nos llevábamos bien, no teníamos mucha rivalidad y en su mayoría teníamos ideas parecidas y ambos coincidíamos en que el antiguo régimen estaba en perfectas condiciones, quizá se debían hacer un par de cambios para que fuese un poco más actualizado, pero no era nada del otro mundo.
—Gracias por su pregunta—murmuró poniéndose de pie para contestar la pregunta directa—. Su pregunta creo que va más dirigida a cómo erradicaremos estos grupos, en última conferencia que dimos los 3 candidatos le hicieron la misma pregunta a la general Kim y como lo he dicho en anteriores entrevistas, tenemos ideales que compartimos y esto es uno de ellos—aseguró—. Creo que para erradicar los grupos revolucionarios hace falta más que levantarnos en armas y tratar de acabar por ejemplo con el ERR, debemos cortar de raíz todo lo que existe y que está ayudando a que estos grupos revolucionarios crezcan día con día, si queremos erradicar los grupos criminales revolucionarios debemos erradicar primero a las fuentes que les dan poder dinero y armas.
—¿Las mafias?
—Eso es correcto—aseguró —. Si yo llego a ser ministro, créanme que no me encargaré de esa área, deslindaré responsabilidades a las personas que tengan un mayor conocimiento del tema.
—Gracias—murmuró Bausili—. General Lombardo, ¿Usted deslindara responsabilidades?
—No—negó—. Incluso pienso erradicar el consejo, esto es una decisión que he tomado con mi equipo, creemos que un consejo de vejetes no puede decirnos qué tenemos que hacer para guiar nuestro ejército.
Fruncí el ceño, el consejo no autorizaba ningún movimiento, era más para planear lo que se haría. Como ministro se necesitaba el apoyo del consejo, aunque fueses el mejor estratega, siempre era bueno tener otras mentes para unir ideas. Todo el mundo se quedó en completo silencio al escuchar su declaración, él no quería ser un maldito ministro queria establecer una jodida dictadura.
—General Kim ¿Cuál es su postura referente a la misma pregunta del general Lombardo?
—Es necesario deslindar responsabilidades, como ya lo mencionó el candidato Oliver. No podemos simplemente acaparar todo lo que existe en el ejército, ya que son demasiadas cosas y no sólo tenemos una misión en puerta, por ejemplo, todos los ejércitos en este momento se encuentran en misiones de finales de año y sabemos que esto realmente es un problema, no podremos estar en cada una de las misiones y por lo tanto es necesario que deslindemos responsabilidades y a su vez mantengamos el control de cada uno de los ejércitos sin querer acaparar mucho—murmuré con seguridad—. Y de acuerdo con lo mencionado sobre el consejo, el consejo no sirve para demandar lo que se hará dentro de la misión o el ejército, sirve para planear una mejor estrategia y lo digo con conocimiento del tema, no sirve ser el mejor estratega si no tienes a más personas que puedan brindarte un panorama más amplio de las estrategias a realizar. Las decisiones las toma el ministro a cargo y los miembros del consejo solo son parte de la decisión tomada.
—¿Quiénes serán parte de su consejo?
—Tengo a varias personas pensadas, los tres ejércitos tendrán injerencia en mi consejo, sin embargo, como ya lo mencioné no estarán a cargo de las decisiones, las decisiones se toman por el ministro y si me eligen a mí serán tomadas por mí.
—Bien, pasamos al área de preguntas personales para poder finalizar con este último debate—murmuró Bausili—. La primera pregunta va dirigida al candidato Lombardo: ¿Su familia tiene importancia en la toma de decisiones?
—No—negó—. Mi familia es parte de mi vida personal, no de mi vida profesional.
Bausili frunció el ceño, hizo otro par de preguntas a los dos candidatos y se dirigió a mí.
—General Kim—murmuró—. Muchos creen que la responsabilidad de ser ministra va a recaer sólo en usted, ya que aunque tiene una pareja no están casados y muchos tienen la inseguridad de que el papel de ministra sea demasiado para usted, si me permite mi opinión personal yo sé que está más que capacitada para ese papel, sin embargo creo que todos los soldados que han solicitado esta pregunta tienen demasiado interés en su vida personal. ¿Cuál es su postura ante ello?
Fruncí el ceño, me habían hecho preguntas sobre matrimonio, familia y cosas de ese estilo, pero no habían sido tan directos Y suponía que se debía que era el último debate.
—¿Mi capacidad de regir un ejército recae en si tengo un anillo en mi dedo o no? —pregunté con fastidio—. A todas las personas que tienen esa duda, puedo asegurarles que si tengo un anillo en mi dedo no implica absolutamente nada dentro de mi profesión, conocen al hombre que amo, saben quién es y qué papel juega en mi vida, sin embargo les voy a pedir que no duden de mi capacidad para regir un ejército si no he anunciado una boda, porque no están seguros de si él y yo, ya estamos unidos por algo más fuerte que una fiesta, puedo asegurarles que si me eligen como ministra el que esté casada o no, no cambiará nada en mi toma de decisiones, sé separar mi vida personal de mi vida profesional, así que para la persona que hizo esta pregunta: El papel de ministra es lo mismo si estoy casada o no, como lo he dicho en varias ocasiones, regí el ejército alpha siendo coronel completamente sola por un año y medio, la etapa en donde tuvimos más victorias y reconocimientos internacionales y no tenía un anillo en mi dedo. Eso es todo lo que tengo que decir, no debería importar si estoy casada o no para elegirme ministra.
Realmente me molestaba que pusieran en juego mi capacidad para dirigir todo un ejército basándose en si estaba casada o no, claro que quería contraer matrimonio con el hombre que amaba pero no por imposición social o porque alguien dudara de mis capacidades como ministra, me casaría con él por amor no por presión social y me valía una mierda si no me consideraban apta para el puesto por no tener un anillo en mi dedo, los que realmente querían tener un ejército bien se fijarían en lo que era capaz como soldado y no como esposa.
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¿Qué les pareció este capítulo?
¿Creen que Key tiene razón?
Hola mis muñequitos, perdón por haberme desaparecido esta semana, queria avisarles pero fue por causas mayores. Espero me perdonen y para compensarlos, tendremos un maratón de 7 capítulos. Espero lo mega disfruten.
Los quiero, muñequitos <3
PDT. La imagen de arriba representa la campaña de Keyli, ¿Les gusta?
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