Capítulo 61.

Lobo y Gatita.

"El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto."~ François de La Rochefoucauld.


A la vida muchas veces le encanta ponernos entre la espada y la pared, le encanta hacernos sentir como si no pudiésemos tener elección en nuestra vida y destruye todo lo que construimos a lo largo de nuestra existencia, aunque también, hay otros momentos donde sentimos que todo está a nuestro favor, momentos en donde todo pinta bien y sabemos que tendremos paz por fin, que podremos respirar tranquilos por algunos momentos.

En mi vida, siempre me habia dado cuenta de que siempre podía haber algo que jodiera la felicidad, por eso, me habia propuesto a mí misma a disfrutar de absolutamente todo lo que ocurriera en mi vida, los pequeños momentos en donde despertaba entre los brazos de Conall, los besitos de Niall, los abrazos de mis padres o los almuerzos con todos mis amigos, donde nos olvidábamos de títulos y solo compartíamos una sola mesa.

No sabía el momento en el que eso podía terminar y por eso, realmente queria disfrutar de ello, sabiendo que en cualquier momento, la vida podía joderme y hacerme caer de mil formas posibles, asi que podía sentirme afortunada de los pequeños momentos de alegría, por más chiquitos que fueran.

Habia atravesado demasiadas cosas que me habían hecho llegar a esa conclusión, en la que realmente debía disfrutar todo por más pequeño que fuera, porque de una u otra momento, cada momento es único e irrepetible, por más que creamos que algo puede volver a vivir, no estamos en una monotonía en la que se repite una y otra vez un mismo ciclo, estamos en un mundo donde cada día ocurren cosas diferentes y eso realmente es bueno.

Mi madre en una de sus tantas enseñanzas, siempre me habia dicho que debía competir contra mi misma y no contra otros, en el sentido de que no necesitaba hacer lo que todo mundo estaba acostumbrado, como pisotear a las demás personas para alcanzar el éxito o tratar de opacarlos para sobresalir, ella me habia dicho que lo mejor que podía hacer era competir contra mi misma y superar a la versión anterior de mí. Yo siempre crecí con ese pensamiento y me di cuenta de que ella tenía razón, no competía con nadie, sólo conmigo y eso era un motivante real.

La vida me habia mostrado que no podía simplemente competir con otras personas o rendirme a la primera, siempre debía enfocarme en lo que quería lograr, superarme a mí misma y por más baches que se presentarán en mi camino, no debía rendirme o bajar la cara. Debía plantarles frente a todos los problemas que pudiesen presentarse en el camino a mi victoria, competir contra mí misma y superarme. Eso siempre me había funcionado y le agradecía a mi madre que me hubiese enseñado tantas buenas cosas.

Desde muy pequeña mi madre me había dicho que realmente la única persona a la que debía superar era la antigua versión de mí misma, pues competir contra alguien más o contra varias personas no me serviría de nada, no me llenaría completamente y terminaría por rendirme al ver que no podía superar a los demás a la primera vez, por eso era mejor competir contra mí misma y saber que cada vez me superaba, así no sólo competía sino que veía el progreso que yo había logrado por mis propios medios.

Siempre supe que vivíamos en un mundo lleno de artimañas y realmente lleno de personas que no están conscientes de todo el esfuerzo que los demás hacen, que tratan de llegar al poder con tretas o jugarretas que afectan no sólo a la persona contraria, sino incluso a sí mismos, pues llegará el punto en donde no puedan avanzar con trabajo sucio y tengan que hacerlo bien sin saber hacerlo.

No trataba de competir contra los demás candidatos, yo había decidido ser feliz y no me importaba si ganaba, claro que quería ganar para mantener el legado de toda mi familia pero si no lo hacía no sería el fin de mi mundo simplemente me recuperaría y lograría quizás más adelante recuperar ese puesto pues como bien lo decía a mi madre, más rápido cae un hablador que un cojo. Mi felicidad estaba primero y no me quebraría la cabeza con una campaña.

Sentí los fuertes brazos de Conall sobre mí y no pude evitar sonreír mientras me ocultaba en su cuello, sentí el delicioso aroma amaderado que siempre tenía sobre su piel, un aroma delicioso, varonil y elegante, no importaba nada, ese olor parecía ser parte de él, ser parte de su piel y eso realmente era algo que me gustaba percibir.

Estábamos prácticamente desnudos, mis piernas eran atrapadas entre las de él y mi cuerpo descansaba sobre el suyo. Me encantaba dormir en esa posición, realmente se sentía nuestra, se sentía como si estábamos completamente hechos para el otro.

—Buenos días, muñequita—murmuró besando mi frente.

—Buenos días, amor—murmuré con una sonrisa.

—¿Dormiste bien?

—Tanto como Conaconda me dejo—murmuré y ambos soltamos una carcajada sin poder evitarlo.

—Te levantas muy ocurrente, amor—murmuró con voz divertida—. Pero debería darte un buen castigo por llamar Conaconda, a mi polla...

—Te amo—murmuré—. Y prefiero no tener castigos, gracias, señor.

—Eso no te salva, muñequita—murmuró.

Levantó mi mentón con sus tibios dedos, dejando que nuestras miradas se encontraran y que realmente me sintiera en casa, sus brazos parecían ser mi hogar, un hogar que me hacía sentir a salvo. Sus labios se posaron sobre los míos y no pude evitar sonreír, realmente me encantaba sentir sus labios sobre los míos, reclamándome tan temprano en la mañana.

—Sabe que si comienza, no podremos levantarnos de esta cama, coronel.

—No tengo problema con estar una eternidad en sus brazos, hermosa general...

—Eso suena muy bien saliendo de tus labios—murmuré riendo.

—¿Verdad? —preguntó volviendo a besarme—. Pero, por más que quiero quedarme contigo entre mis brazos, ambos sabemos que debemos ir a la primer entrevista que tienes como candidata y después prepararnos para la presentación del primer candidato.

—No quiero ir—murmuré y no era necesario decir la razón, ambos la sabíamos.

—Yo tampoco—murmuró—. Pero debemos hacerlo... él era mi mejor amigo y ahora hace como si nunca hubiésemos compartido más de un par de palabras...

—Lo siento—murmuré entrelazando nuestros dedos—. Siento que si yo no me hubiera enamorado de él...

—Nada de eso—murmuró—. Él tomo sus propias decisiones, rompió promesas no solo en la relación que teníamos entre los tres, sino también como mi mejor amigo y el de Archie, habíamos prometido nunca separarnos a pesar de las tormentas que pudiesen estar dentro de nuestras vidas y él realmente rompió esa promesa, los 2 tatuajes que tenemos símbolo de nuestras amistades le valieron una jodida y ahora sé cómo si realmente no nos conociera, como si no hubiésemos compartido más de 20 años juntos...

—Lo siento, amor—murmuré abrazándome a su pecho—. No me habia detenido a pensar que tú también perdiste a tu mejor amigo...

—No te preocupes, mi amor—murmuró —. Él tomo la decisión de borrarnos de su vida... nosotros hagamos lo mismo...

Asentí, ocultándome en su pecho.

—Queria preguntarte algo—murmuré agarrando valor.

—Dime—murmuró.

Tomó mi barbilla entre sus delicados y largos dedos, haciendo que mi vista quedase completamente frente a la suya, esa era una manía que realmente me gustaba porque a él no le gustaba hablar si no nos estábamos viendo a los ojos y eso realmente me indicaba que él no mentía en lo que decía y suponía que también lo hacía por eso, de cualquier modo me encantaba ver sus hermosos ojos grises comiendo los míos.

—Sé que ya lo habíamos hablado antes y nunca llegamos a una decisión final, ninguno de los dos estaba seguro de lo que quería hacer o si queríamos, ya sabes... dar a conocer esto. Sé que lo nuestro ya es oficial pero los únicos que lo saben son nuestros padres.

—Como te lo dije la última vez, si fuese por mí yo ya lo vi ese gritado a los mil vientos... si tú estás lista para que lo nuestro sea conocido por todo el mundo, yo también lo estoy...

—Eso es lo que siempre me preguntan lo mismo en las conferencias y aunque no quiero causar polémicas, creo que es mejor si nosotros lo decimos a que comiencen a inventar cosas... Luca aun no lo sabe, pero seguro aceptará.

—Entonces supongo que debería hacerte una pregunta muy importante—murmuró y lo miré sin entender.

—¿Cuál?

Me dio un pequeño beso en la punta de mi nariz, haciéndome sonreír por la ternura de su acción.

—Quizás—murmuró.

Con sumo cuidado nos puso de pie a ambos, yo vestía uno de sus largas camisas abotonada y eso me quedaba gigante, pero realmente me gustaba vestirlas porque sentía que estaba cubierta por él. Solté una pequeña risa al verlo ponerse de rodillas frente a mí y tomar mi mano izquierda.

—Aunque creo que ya hemos pasado de suficientes veces por ello, sí esto se volverá aún más oficial y todo el ejército lo conocerá, creo que quiero que sepan que no solo eres mi novia, si no mi prometida... claro eso si tú aceptas...

—Pues haz la pregunta y averígualo—murmuré.

—Que gatita tan juguetona—murmuró riendo—. Keylani Kim Rossi, dueña de mi vida, mi corazón y mi Conaconda, ¿Me harías el fabuloso honor de ser mi prometida y convertirte en mi esposa en un futuro, cuando ambos nos sintamos completamente listos para dar el siguiente paso y disfrutar de nuestro amor sin tener que vivirlo a escondidas?

Solté un pequeño jadeo al ver que detrás de su pantalón de pijama sacaba una hermosa cajita larga, afelpada y con un hermoso tono oro rosa.

—¿Tenias planeado esto?

—No sabía el momento en el que podía dártelo—murmuró—. ¿Aceptas?

—¡Si, acepto! —chillé y él me dio una ligera sonrisa.

Se puso de pie y colocó sobre mis manos la hermosa cajita, al abrir la solté un jadeo lleno de sorpresa, era un hermoso collar de oro blanco, totalmente único, todo en la cadena parecía dibujar una especie de enredadera que podía notarse trataba de pequeñas petunias dibujadas un incrustaciones en diamantes ahumados, el dije tenía a un hermoso gatito y un lobo que se unían, creando un corazón en el centro con un precioso rubí que destellaba con el pequeño rayo de luz que se colaba por nuestro balcón.

—¿Te gusta?

—¡Me encanta! —chillé—. ¡Es precioso!¡Tú eres precioso!

—Amor—murmuró riendo—. Y aun no has visto todo...

Se alejó un par de pasos de mí para poder llegar a nuestra mesita de noche, buscó por un par de segundos y volvió a girarse en mi dirección, solté un jadeo al ver la pequeña cajita cuadrada donde seguramente habia un hermoso anillo y al abrirlo lo confirmé, era un anillo de compromiso.

—Es hermoso—murmuré.

—Cuando compré ambos no sabía si ibas a aceptar, por eso primero te entregué el collar, lo mandé a diseñar yo mismo y el anillo, también, lo mandé a diseñar a conjunto.

Sonreí al admirar el hermoso anillo, era un anillo tan perfecto de oro blanco, con 3 pequeñas filas de diamantes alrededor, diamantes tan pequeños pero hermosos y únicos, ya que no eran totalmente blancos eran más bien como diamantes ahumados, había 2 grandes diamantes humados que parecían custodiar la hermosa piedra de rubí que resaltaba en un perfecto tono rojo, y que era circundada por toda un círculo de pequeños diamantes. Podía distinguir unas preciosas letras grabadas en el metal, Mi muñequita.

—¿Cuánto llevas planeando esto?

—Si te lo digo jamás me lo creerías...

—¿No? ¿Desde que nos conocimos? — pregunté burlonamente, pero al no recibir respuesta, me di cuenta de que era verdad—. Conall ¿Llevas planeando esto desde que nos conocimos?

—No había preparado desde la primera vez que te llevé con mi abuela—murmuró —. Pero no tuve oportunidad de dártelo porque ya sabes lo que ocurrió... después creí que no era apropiado dártelo cuando estabas con los dos y creí que lo conservaría por el resto de mi vida guardándolo como un recuerdo de la vez que te amé solo—murmuró tomando mis manos y el anillo de la cajita, me sacó el anillo que ya llevaba y colocó el nuevo, haciendo lucir incluso más hermosas mis manos—. No pensaba pedirte matrimonio o algo por el estilo, simplemente quería darte un obsequio para que supieras cuánto te amaba, al principio sólo te daría el collar... y cuando ambos nos sintiésemos más preparados, te daría el anillo...

—Dios—murmuré y sin poderlo evitar comencé a llorar.

Por un momento odié mi orgullo, él estaba tan enamorado de mí como yo lo había estado en la primera ocasión que habíamos estado juntos, ambos nos habíamos amado y habíamos querido pasar el resto de nuestras vidas al lado del otro, pero yo había sido demasiado orgullosa para aceptarlo y más aún para perdonarlo después de que no me hubiese sido sincero. Me pregunté en ese momento si todas las cosas que hubiesen sido diferentes, pero a la vez no me arrepentía, porque todo lo que había ocurrido en ese tiempo, nos había llevado a conocernos y a saber que realmente estábamos destinados a estar juntos.

Antes de poder continuar llorando me estrechó entre sus brazos, haciendo que todas las piezas de mi corazón se unieran y por más roto que se encontrará, en ese momento se sintió completo, me sentí vibrante y todas mis células parecieron reconocerlo a él.

—No llores, mi amor—murmuró.

—¿Cómo no quieres que llore? me acabas de confesar que me pensabas decir todo lo que sentías por mí hace más de 2 años y medio, pero yo por mi estúpido orgullo me segué y no te permití hablar.

—Suele pasar eso, mi amor—murmuró besando mi frente—. Pero te amo, y realmente no me ha importado esperar toda la vida para estar a tu lado, aunque tuviese que compartir tu amor.

—Eres un tonto—murmuré —. Y yo una tonta...

—No lo eres—murmuró —. Yo fui el tonto por no haber sido sincero desde el primer momento... pero creo que ahora es momento de que ambos podamos vivir completamente nuestro amor.

Le sonreí y ambos nos fundimos en un profundo beso.

Realmente no me importaba si habían tenido que pasar meses e incluso un par de años para darnos cuenta de que deberíamos estar juntos desde el primer momento, Porque sabía que a partir de ese momento sólo éramos él y yo y realmente quería que fuese así.

No dijimos mucho después de nuestras pequeñas confesiones, en donde yo ya no sería solo su novia, porque era claro que el matrimonio que había sido roto por Arniel, también nos incluía a nosotros y ya no estábamos unidos bajo ninguna ley.

<<El matrimonio más corto de la historia>>

Pero de cierta manera eso había sido bueno, pues él y yo podíamos continuar con nuestra relación y formalizarla como un matrimonio cuando ambos nos sintiésemos completamente listos para ello, aunque realmente parecíamos más matrimonio que novios, pues ya habíamos comprado una casa, criábamos a un pequeño niño y compartíamos mascotas.

Ambos nos dimos una rápida ducha entre toqueteos y besos; eso era algo que realmente nos gustaba hacer, por muy poco tiempo que tuviésemos siempre encontrábamos el momento para estar juntos.

Cuando vamos estuvimos completamente listos, bajamos las escaleras encontrando todo un borlote que realmente ya estamos acostumbrados a vivir, suspiré al ver a mis padres, junto con Luca y un par de personas desconocidas, realmente me irritaba tener personas en nuestro hogar, pero como lo habia dicho Luca "Vida diaria es igual a confianza", di mi mejor sonrisa al entrar a la cocina, el pequeño soldadito, corrió hacia mí y sin dudarlo lo cargué entre mis brazos.

—No me acostumbro—murmuré hacia Conall, señalando al frente.

Él soltó una pequeña risa y asintió.

—Yo tampoco—murmuró.

Se acercó y le dio un tierno beso en la mejilla al pequeño Niall, quien soltó una pequeña risa, seguramente por las cosquillas que le causaba la barba de Conall.

—Mami—murmuró el niño, aferrando sus manitas al nuevo collar que adornaba mi cuello—. ¿Quién te dio esto? ¿Papá lo sabe?

<<Dios, igual de celoso que su padre>>

—Papá me lo dio—murmuré besando la puntita de su nariz—. ¿Ya comiste, enano?

—Belita , lijo que lebíamos espelalos—murmuró con una pequeña sonrisa—. Liana plepalo paqueques.

—¿De verdad? —pregunté caminando hasta donde se encontraba mi madre, aun con el bebé en brazos—. Buenos días...

—Buenos días, peque—murmuró mi madre con una sonrisa—. Fuimos a despertarlo cuando llegamos. Luca, sugirió que tu primera entrevista como candidata fuese en tu casa, así darás más confianza a los votantes...

—¿Y estas personas son? —pregunté señalando a la mujer y al hombre.

—Ella es Situ Mo, será tu maquilladora personal, quien se encargará de que luzcas bien todo el tiempo.

Miré a la mujer de aspecto asiático, quien tenía una cálida sonrisa, me dio un pequeño asentimiento en señal de saludo.

—Es un gusto—murmuré —. Pero no soy una actriz o algo por el estilo, lucir bien queda en segundo plano cuando debo salvar vidas...

—Si, pero debes lucir bien en todo momento, las cámaras estarán detrás de ti todo el tiempo—murmuró Luca—. Él es Justin Black, es quien autorizara o denegara las fotografías que te tomen, además de los videos en donde aparezcas.

—¿Me estás diciendo que voy a tener a 2 personas más detrás de mí todo el tiempo?—pregunté—. Entiendo que esto es su trabajo pero tener a más personas que son fuera del mundo militar dentro de la base es un peligro para nosotros...

—Hija—murmuró mi mamá—. Ellos también tienen puesto dentro del ejército, son parte del ejército de la FEMR...

—¿FEMR? —preguntó Conall—. ¿Son los que ayudaron a Kennett a ganar el puesto?

—Si—aseguraron ambos—. Lo ayudamos a conseguir su puesto como general y como director académico.

Miré a Conall, quien asintió, haciéndome saber que lo que decían era real.

—Luca ¿Es seguro que con todo esto podamos llegar a ganar las elecciones?

—Sí, señora. Nuestro plan principal es que creemos una cara de amor, va a mostrar el lado amable de la IISMFCMO, pero también es que demuestre fortaleza, valentía y lealtad, que son los valores que los rigen como organización, entonces lo que necesitamos es que los votantes confíen en usted—murmuró —. Por eso lo principal quizás también sea que mostremos que usted tiene una estabilidad no sólo emocional, sino también una lealtad a la familia, a los amigos y a todos los aspectos de su vida, que tiene estabilidad para gobernar y ser el rostro amable pero también el que da fortaleza.

—Bien—murmuré con una mueca —. ¿Cómo logramos eso?

—Debe a dar a conocer todas las relaciones que tenga, grabarán en su día a día socializando también con las personas que comparte en la base, con sus hermanos, amigos y soldados...

—De acuerdo—murmuré—. Conall y yo estamos juntos, así que deseo que él también sea parte de eso, no como mi coronel sino como mi pareja y mi prometido...

—Entiendo que quiera eso, pero ahora...

—No sería crear una polémica—murmuré—. Todo mi ejército sabe que estoy con él. Solo faltaría a los demás ejércitos para que sepan que estoy enfocada en un futuro, lo único que pido es que si nos van a grabar en nuestro hogar, censuren todo lo que pueda ubicarnos, es decir que no de nuestra dirección o gran información de la casa, además de que censuren el rostro de este pequeño, no quiero que alguien vaya a atentar contra él, a todos los demás los conocen pero él es un niño indefenso.

—Perfecto—murmuró Justin—. Yo me encargaré de censurar todo aquello que pueda ubicar la casa o dar a conocer la identidad del niño.

—También tendré horarios, si quieren conocer mi vida del día a día, esto será a partir de las 8:00 de la mañana y finalizará a las 5:00 de la tarde, quiero tener tiempo para mi familia en privacidad y tampoco quiero merodeando gente alrededor de mi casa después de esa hora, sólo en casos especiales como lo que ocurrirá hoy en la noche o mañana, podrán estar después de esa hora, pero en cuanto yo lo decida ustedes deberán intervenir para que dejen de seguirnos a alguna parte.

—Bien—aseguró Luca—. Esta anotado, señorita... sin embargo debo aclararle que estas cosas pueden ser modificadas, se lo avisaremos previamente pero si alguno de los candidatos decide dar mayor amplitud a la prensa nosotros deberemos hacer algo parecido para no quedar como los malos. Debe entender que en el momento que usted aceptó ser candidata perdió cualquier tipo de privacidad, y su vida ahora pasa a dominio público o militar, como quiera llamarlo, todo lo estamos haciendo para ganar más votantes y realmente lograr que usted gane las elecciones y como ya lo dijo mantenga el legado de su familia.

—Bien—murmuré.

—En unos cuantos minutos llegarán los primeros entrevistadores, programé su primera reunión a las 8:00 de la mañana y los acompañarán en un desayuno familiar, aunque, debo decir que sería una buena idea decir que el coronel está de visita y no confirmar o negar ninguna relación.

—Daremos a conocer nuestra relación hoy por la noche—murmuré—. No queremos causar polémica, pero hemos decidido que llegaremos juntos y de la mano a la presentación del primer candidato.

—Me parece perfecto y adecuado—aseguró Luca—. ¿El pequeño ira con ustedes?

—No—murmuré —, ¿Qué es lo primero que debemos hacer?

—Por lo que veo ya se ha maquillado así que sólo será necesario retocar un poco con polvo traslúcido para poder quitar todas las zonas de brillos, además para que luzca perfecta a la cámara—murmuró Situ Mo—. Por la noche yo le ayudaré a maquillarse para que luzca preciosa en la alfombra, además de que elegiré un vestuario adecuado para ambos si es que van a presentar su relación esta noche.

—¿Un traje a conjunto? —pregunté.

—Correcto—murmuró —. ¿Tienen algún color en especial?

—Rojo—contestamos al unisonido y después soltamos una carcajada al ver que estábamos realmente conectados.

—Entonces me parece propio que el color de nuestra campaña sea rojo, no sólo me encargaré de que usted se vea bonita y luzca perfecta frente a las cámaras sino también de que toda su campaña tenga un hermoso color para que llame la atención y podamos adornar toda su candidatura. ¿Puedo preguntar por qué rojo?

—Es el color de los Kim—murmuré.

—Y de los Harrison.

—Es el color del poder—murmuró mi padre.

—Y el dorado también lo es—aseguró mi madre.

—¡Mi favolito!—gritó Niall.

—Perfecto—murmuró Situ Mo—. Entonces me encargaré que para la presentación de la campaña el día de mañana todo sea en estos colores...

—Pensaba pedirle ayuda al tío Lui—murmuré hacia mi madre —. ¿Crees que acepte?

—Por supuesto—aseguró mi mamá—. Ya los hemos invitado, aunque no sabíamos si tú ya tenías algo planeado, lo único que supimos fue que habías elegido el día sábado para la presentación de tu campaña.

—Estuve demasiado ocupada con la misión—murmuré.

—General—murmuró Luca—. Si me permite opinar respecto a eso, creo que es necesario que en estos momentos centren más su atención en la candidatura, es importante...

—Para mí es más importante mi trabajo—murmuré —, si quiero que mis soldados crean en mí también debo de dar resultados como general, no sólo mostrar una cara bonita y pararme frente a las cámaras. Así que no me pida que mi trabajo se vea opacado por la campaña, para mí eso se encuentra en un tercer lugar en mi lista de prioridades.

—¿Tercero?

—Claro, el primero es mi familia, el segundo mi trabajo y el tercero la candidatura—murmuré —. Así que tampoco voy a dejar alguna de las anteriores para poner más atención en la candidatura, quiero ganar las elecciones pero también quiero que mis soldados confíen en mí como general y no por una cara que les voy a estar enseñando.

—Bien—murmuró Luca rendido—. Entonces encontraremos el tiempo para que usted pueda ser General y candidata...

—Eso me parece lo más propio—murmuré.

—Los entrevistadores preguntarán cosas de su vida, hoy será una entrevista sencilla y les pediremos que no se metan o entrometan tanto en las relaciones privadas, sólo lo haremos como un desayuno familiar y entre amigos, no afirmen o nieguen una relación déjenlo al aire y en la noche lo confirmarán llegando juntos a la presentación del primer candidato.

—Estuve pensando en algunos diseños de los logos para nuestra campaña, todos la consideran usted a la general en llamas o como la llamarían la fénix, así que me pareció propio, incluir dicho animal fantástico dentro de nuestro logo. Ahora que lo dicen, nuestros colores en rojo y dorado queda mucho mejor ya que yo lo había puesto en una bandera azul.

—Preferimos rojo—murmuré.

—Perfecto—aseguró.

—Todos respondan las preguntas con su corazón, harán preguntas un poco personales y ustedes respóndanlas sin miedo nuestro editor se encargará de que las respuestas que sean televisadas sean correctas ¿Están de acuerdo con ello?

—Si—contestamos todos.

Antes de que pudiéramos pensar en algo más, la sala de nuestro hogar se llenó de periodistas, no solo eran de un programa, sino de varios, todos luchando por obtener la primer nota. No presté demasiada atención a toda la entrevista, no preguntaban nada nuevo en realidad sólo preguntaban una y otra vez ¿Cuál era nuestra relación?, ¿Cómo debían de confiar en mí cuando había estado en manos de un mafioso? ¿Y cómo había sido mi tiempo fuera?, siempre y contesté con una sonrisa en los labios, mostrándome amable.

Agradecí a Liana, quien se llevó al pequeño Niall a mitad de la entrevista, con la excusa de que debía prepararlo para salir de casa. No mucho tiempo después, Justin reviso todo lo necesario de las grabaciones, censuro el rostro de mi empleada y del pequeño, además de la fachada de nuestro hogar, dando instrucciones claras de todo lo que eran requerimientos para que no se conociera la ubicación de nuestro hogar.

—Perfecto—murmuró el jefe de prensa—. General... una última pregunta y creo que esto es más personal... ¿Usted y el coronel Harrison son pareja? realmente no hemos podido evitar notar las miradas que se daban durante todo el tiempo que estuvimos aquí.

—Lo diremos en el momento apropiado—aseguré con una sonrisa.

El hombre, rendido por no poder obtener una noticia polémica antes de cualquier otro, tomo su equipo y se marchó. Todos lo siguieron y agradecí que mi casa por fin se quedará completamente sola.

Nosotros también salimos de casa después de ellos, el resto de nuestro día fue demasiado monótono, fuimos a la academia, dejamos a Niall, llegamos a la base y nos encerramos en mi oficina para seguirle la pista al supuesto hijo de Giuseppe Lombardi, aunque realmente no encontramos mucha información, el hombre que buscábamos parecía ser un completo fantasma, no existía ni un solo registro de lo que Guilo nos había dicho, lo último que sabía del niño era que había muerto en el incendio que había provocado Hugo Schiavone, donde los Lombardi habían perdido absolutamente todo.

Cuando llegaron las 5:00 de la tarde, ambos fuimos a la academia a recoger al pequeño niño que compartía hogar con nosotros, la mayoría de los que estaban ahí nos conocían como sus padres a pesar de que sabían que yo no tenía hijos, pero de cierta manera me encantaba que dijeran que yo era su madre, porque sentía mi corazón lleno cuando estaba con ese pequeño niño. Lo sentía como parte de mí.

Al llegar a casa, Conall se encargó de duchar a Niall y ponerlo en pijama, mientras yo tomaba un baño de burbujas en la espera de Situ Mo, la mujer que me arreglaría completamente y que además nos combinaría correctamente para la presentación oficial de nuestra relación. Pronto, Conall se unió a la tina conmigo, después de la llegada de Lucy y Katy. Cuando se metió conmigo bajo la deliciosa agua con fragancia a fresas, no me negué a la cercanía de su cuerpo, no sabíamos cuánto tiempo tardaríamos en volver a tener un momento tan íntimo.

<<Se la pasan 24/7 juntos, ¡Solo van a estar con gente dos horas!>>

Sus dedos pasaban por mi piel desnuda, mientras sus labios besaban mi cuello y parte de mi espalda alta, logrando que me estremeciera lo suficiente como para soltar pequeños jadeos por sus atenciones, me encantaba lo que él me hacía sentir, realmente sentía que mi cuerpo estaba completamente disponible para él, no tenía temores o inseguridades, sus manos eran suficientes para hacerme sentir completa renovada.

Su respiración sobre mi cuello y sus pequeños susurros de amor sobre mi oído eran suficientes para hacerme sentir completamente embriagada de endorfinas, él era capaz de hacerme sentir cientos de emociones que desencadenaban una profunda sinestesia. Me amaba y yo lo sabía, me encantaba sentirme amada por ese hombre, por mi magnifico y perfecto hombre que me hacía sentir realmente feliz de que estuviese a mi lado.

—Te amo—murmuró.

—Te amo—contesté, recargando mi cabeza en su pecho.

No tuvimos sexo, solo nos dimos mimos como si estuviésemos después de una escena, su cariño y el amor que me demostraba me hacía sentir completamente embalsamada por él. Ambos salimos de la ducha, después de unos cuantos minutos más de mimos, él tallo mi cabello y yo me encargué de limpiar su perfecto cuerpo que parecía gigante por mis manos.

Salimos de la ducha.

—¿Te han dicho que pareces Tarzán? —pregunté, acariciando el cabello que habia comenzado a crecer, no era demasiado largo, pero ya tenía unos cuantos caireles que caían por su frente.

—¿Tarzán? —preguntó riendo, asentí con un pequeño ruidito, mientras me ponía de puntitas para secar su cabello, experimentando con su cabello—. Amor, eso debería ameritar un castigo. Acabas de llamarme como un hombre salvaje que creció en la selva, criado por gorilas...

—Me gusta tarzán—murmuré riendo.

—A ti te gusta ser castigada—murmuró, besó mis labios —. Creo que deberemos hacer algo al respecto al regresar...

—Por supuesto—murmuré besando sus labios—. Hace mucho no me castigas...

—Sigue buscándome, gatita—gruñó.

Solté una pequeña risa cuando me elevó con los aires y mi espalda quedo contra el colchón, abrió mis piernas y se colocó en medio de ellas, con una sonrisa llena de lasciva. Quedé completamente atontada cuando sus labios chocaron con los míos y mi cuerpo comenzó a ceder ante él, me encantaba esa parte de él, donde se convertía en el dominante que me encantaba.

Sus dedos se deslizaron por mi cuerpo, dejando pequeños pellizcos por todo mi piel sensible, me retorcí ante el tacto, pero antes de que pudiera comenzar a suplicar por tenerlo, escuchamos un par de toquidos en nuestra puerta. Bufé, odiaba que nos interrumpieran.

—Vamos en un minuto—murmuró Conall—. No desesperes, gatita... por la noche podemos tener un momento lleno de pasión.

Me guiñó un ojo, antes de separarse de mí.

Lo vi caminar hasta el closet. Minutos después, salió con un pans y una camiseta, que dejaba a la vista sus fuertes y fornidos brazos con varios tatuajes. No me distraje más tiempo y me coloqué el albornoz sobre mi cuerpo desnudo, él me dio una pequeña sonrisa, antes de abrir la puerta y darles paso a casi diez personas.

Miré con sorpresa a todos los que se encontraban en nuestra habitación, no sólo era la maquillista Situ Mo, si no también estaban mi tío y toda su gente. Miré con sorpresa como Lui entraba con cientos de vestidos rojos y detrás de él, un hombre pelón, que se asemejaba demasiado con Paolo de El diario de la princesa, realmente era idéntico y eso me hacía querer carcajearme.

—¿Tío?

—Creías que dejaría que cualquiera te vistiera ¡Dios! hoy debes quedar divina, una diosa para la presentación, en cuanto tu madre me dijo que necesitarían mi ayuda no dudé en volar desde Milán para poder traer todos los vestidos que tengo en mi colección, podrás ver que son hermosos y puedes usar uno cada día durante tu campaña.

—Tío...

—¡Nada de tío! —murmuró riendo—. Te aguantas si es que quieres ganar esa candidatura, vistiendo de rojo darás la imagen de poder y verás que todo mundo querrá tenerte como su ministra. Además, vestirás algo que sólo tienen pocas personas.

—Trajimos a la mejor maquilladora desde ¿De dónde dijiste que venías cariño?

—China—murmuró la mujer con una sonrisa.

—¡Magnifico! ¡Ahora que mi sobrina brille como la más hermosa estrella! mientras tanto yo elegiré el vestido que te quede perfectamente, todos están hechos a tu talla ya que son exclusivos de tallas tan perfectas como la tuya.

—¿Usaste mi talla como si fuese una medida universal? —pregunté soltando una pequeña risa.

—Por supuesto, corazón—afirmó Lui con una sonrisa, mientras se acercaba de regreso a los cientos de vestidos—. No lucirás algo tan elegante sino será algo más sensual y llamativo, algo que va a expirar poder, pero a la vez va a ser lucirte como la más preciosa diosa, claro que no va a superar el vestido de mañana, mañana tienes que lucir tan perfecta que todo mundo va a quedar con la boca abierta al verte.

—Dios—murmuré —. Tío, es demasiado... solo quiero lucir presentable y...

—¡Esa palabra no debe existir en tu vocabulario! —chilló rodando los ojos—. Si te comparamos con la realeza, tú eres la más divina princesa, eres hija de los reyes de la IISMFCMO y del CMI, así que ahora es momento de que esa princesa, saque sus garras y muestre que ella es la próxima en lucir la preciosa corona.

—Esa analogía fue muy extraña—murmuré.

—No me importa—murmuró riendo—. Ahora, ¡Todos manos a la obra, que mi sobrina debe de lucir como la más hermosa Diosa en menos de dos horas!

Suspiré sabiendo que a mi tío realmente no podría convencerlo de no hacer algo así, se empeñaría en dejarme como una verdadera diosa y hacerme parar frente a todo el mundo con un hermoso vestido que detallará cada uno de mis atributos e hiciera quedar a más de uno sin pensamiento.

Realmente mi intención no era opacar al otro candidato, sin embargo realmente quería sobresalir y más si en ese día presentaríamos oficialmente nuestra relación. No lo habíamos hecho porque realmente queríamos mantenerlo nuestro, pero a la vez queríamos que se supiera para que nadie quisiera meterse entre nosotros, quizás era una acción demasiado posesiva, pero ambos estábamos de acuerdo con ello.

<<Bueno, si el mundo arde por el dúo invencible que son, que se vuelva cenizas por su amor>>

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¿Qué les pareció este capítulo?

¿Esperaban esto?

¿Qué creen que ocurra después?

¿Estan listos?

*Imagen de referencia del anillo. 

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