Capítulo 59.
Versus.
"Puedes estar en la tormenta, pero no dejes que la tormenta te atrape". ~ Joel Osteen.
Muchas veces la vida se puede comportar como si todo estuviese correctamente alineado en su lugar como si realmente todo fuese algo que conspirara a nuestro favor, pero de repente nos damos cuenta de que solamente era un pequeño periodo de paz, aunque realmente todo mundo deseamos que sea una paz permanente, la vida no es así, la vida es cruel y despiadada y siempre nos va a mostrar que puede ser un poco más.
Siempre había pensado que mi vida no podía hacer completamente tranquila, y realmente estaba preparada para ello, era una militar y no había forma de que todo en mi vida estuviera alineado siempre habría algo que cambiaría las cosas y me haría sentir que cada una de las emociones que sentía eran completamente nuevas o que en mi vida nada era tranquilo y nunca lo sería, yo era consciente de ello y realmente estaba bien así porque sabía que de otra manera mi vida sería realmente aburrida, un día podía sentir que toda mi vida estaba totalmente hecha, que no me faltaba nada y el día siguiente saber que eso sólo había sido una ilusión mía porque realmente nada era permanente pero había algo que rogaba que lo fuera.
Mi vida siempre me había gustado, amaba lo que hacía y me esforzaba por hacerlo mejor cada día, me gustaba esforzarme por mi trabajo y da lo mejor de mí en lo que yo había elegido para mi vida, por qué nadie me había obligado a ser militar yo era lo que había elegido y lo que había querido para mi vida y era algo que me llenaba, no sólo era el hecho de atrapar criminales que merecían castigos peores que la muerte, pero entregar completamente mi vida al bienestar de los demás y enseñar que tenía fortaleza en mi corazón y que valía por el simple hecho de tener valentía.
Ser militar implicaba más que saber disparar, crear estrategias y entrenar, ser un militar significaba entregar todo por las personas que no tenían nada que ver contigo, entregarte al mundo para protegerlo y jurar tu lealtad a todos. Ser un militar de la IISMFCMO implicaba incluso más responsabilidad, porque tenías en tus manos la vida de todo el mundo, si cometías un error dentro podías hacer que murieran miles de personas inocentes, que cientos de personas que no merecían sufrir alguna desgracia la sufrieran por un error que tú cometías y eso era lo importante de mantenerse entrada a la mente en lo que hacías y lo que eras.
El sistema militar habia cambiado desde los 20's, donde se habia creado el CMI, era una organización de todos los países, a habían creado después de las guerras civiles que habían ocurrido en esos años, pues realmente se necesitaba que algo rigiera al mundo militar sin la influencia de cada país, había sido una organización creada para la paz del mundo, por lo tanto el peso no recaía en una sola persona, lo hacía en casi 55, aunque mis padres eran los ministros superiores ellos sólo eran quienes regían el interior, no podían tomar decisiones sin consultarlo con el gran consejo del CMI, sin embargo eran las personas que tenían más poder en todo el mundo, tenían más poder incluso que cualquier Presidente de algún país y ellos dos, incluso tenían más poder que si los presidentes uniesen sus fuerzas, por eso era un gran deber ser ministro superior del CMI.
No era una organización secreta, de hecho los civiles conocían que era el CMI, no conocían a los miembros ya que la mayoría de ellos era de manera anónima para evitar cualquier disturbio o atentado contra ellos, pero pertenecían a los ejércitos más poderosos del mundo. Mis padres, quizás no habían llevado una vida militar desde niños, pero habían ascendido al puesto de ministros de la IISMFCMO mucho antes de la creación del CMI, por lo que no podían removerlos o borrarlos de la ecuación, la elección de los ministros del CMI era casi nula, al igual que en la IISMFCMO, sólo en casos especiales se realizaba una votación y nadie tenía injerencia sólo los que se encontraban dentro.
Las segundas personas con más poder dentro del mundo militar eran los ministros de la IISMFCMO y FEMR, al igual que los del CMI tenían más poder que cualquier Presidente y era lo máximo que un soldado podía aspirar, aunque realmente sabía que podía jamás llegar ahí, pues no existía una ley que determinara el tiempo en el que debía regir un ministro y eso no sería cambiado jamás, no era que quisieran poner una monarquía o algo por el estilo, sino que de esa manera el poder quedaba en manos de personas que realmente estuvieran preparadas para algo así, ser ministros no era ponerse a jugar a ser los líderes, ser ministros era echarse sobre la espalda a 3 ejércitos que eran los más poderosos del mundo y eso conlleva una gran responsabilidad que no podía ser dada a cualquiera.
Sin embargo a pesar de que había una ley que decía que podía pasar de generación en generación el puesto, mis padres habían decidido hacerlo democrático por algunas quejas que había dentro del CMI, ellos querían demostrar que no había una dictadura, que los ejércitos eran los que seleccionaban a su ministro sin que les fuera impuesto.
Habían pasado 26 años desde la última vez que la IISMFCMO había tenido nuevos ministros, antes nombrados regentes, Mis tatarabuelos habían formado la IISAMC para proteger al mundo de los criminales que crecían día con día, militares de alto rango de cuatro países habían decidido unir fuerzas y crear las bases que estaban distribuidas por el mundo, era una organización totalmente secreta que apenas algunos gobiernos sabían que existía, se cubrían tras la máscara del FBI o ICI, nadie los molestaba y ellos seguían cumpliendo con su misión de eliminar a todas las ratas de la sociedad. Mi padre siempre había dicho que era como la parte de la mafia que se encargaba a limpiar la mafia, pero cuando el CMI habia sido creado; formalizaron la organización, convirtiéndola en la IISMFCMO, no solo dándola a conocer más en el mundo militar sino brindándole todo lo necesario para que se convirtiera en un ejército poderoso, en pocos años mis padres lograron alzar ese ejército, convirtiéndolo y dividiéndolo en tres.
Gracias al CMI, la IISMF se había convertido en el ejército más poderoso, sólo ahí existían personas que eran 3 veces un soldado normal, eso se debía a que su formación académica empezaba desde niños y lograba convertir en prácticamente súper soldados a todos los que ingresaban al sistema, no se podía ingresar si no se tenía un gran historial militar, no cualquiera aspiraba a la academia porque ni siquiera era conocida por civiles, se tenían que pertenecer al mundo militar para conocerla y por eso era exclusivo.
Mi madre siempre había dicho que también eran como cazadores de talentos, pero ellos en lugar de ver los patinar sobre hielo, veían las habilidades que tenían en pelea, honor y valentía, los seleccionaban de otros ejércitos y les ofrecían un puesto dentro del ejército mayor. Dependiendo de las habilidades que poseían era lugar donde irían, mis padres determinaban eso y por eso, el privilegio de ser ministro de la IISMFCMO era tan importante y no podía tomarse a la ligera si se iba a llevar a cabo una elección.
Lo que era sorprendente era que la mayoría deseaba permanecer en el sistema anterior, quizás era porque la familia Kim se había ganado realmente un lugar en el mundo militar, con sólo escuchar el apellido ya se sabía que realmente era alguien poderoso, mis padres habían ganado ese título y me gustaba creer que yo era también parte de eso, mis hermanos eran los abogados más poderosos dentro de la IISMFCMO, tenían invictos más de dos mil casos y no habia nadie que les ganara en un juicio.
Y yo me había ganado un lugar por mí misma, por las medallas que me habían sido otorgadas no solo por la IISMFCMO, sino por ejércitos y organizaciones internacionales. Así que sí, en definitiva el apellido Kim causaba terror en el mundo militar, porque era estar junto con los mayores, el ejército Alpha nisiquiera habia tardado dos días en anunciarme como su candidata y eso me habia llenado de orgullo, siempre habia dicho que cuando saben que puedes, no es necesario ganarte a nadie.
Realmente yo me había partido el lomo para conseguir lo que había logrado en toda mi carrera, me había esforzado día con día por lograrlo y no me importaba caer porque siempre me levantaba y volvía a renacer. Sin embargo, aunque no conocía a mis contrincantes, estaba segura de que eran poderosos.
Después de nuestro maravilloso viaje a África, habíamos tenido que regresar a casa y tener un real golpe de realidad, el primer día al regresar mi madre me había informado que efectivamente mi ejército había realizado una votación interna en donde yo me había llevado el 100% de votos, no sólo había sido de la base en donde me encontraba, si no de todas en donde se encontraba el ejército Alpha. Incluso los cadetes habían votado por mí y eso habia sido un gran maravilla.
Aunque mis padres no habían anunciado aún quiénes eran los candidatos o a quién brindarían su apoyo, realmente era algo que debían hacer, Pero no podían darme su apoyo sino yo no me ganaba ese, claro que ellos querían apoyarme pero no podían hacerlo simplemente porque era su hija, debía haber un motivo por el cual hacerlo había sido una de las reglas que habían puesto para la selección de candidatos. Todo mundo sabía que incluso en las elecciones políticas a quien se debían ganar era la prensa, pues de esa manera hablaban bien en los noticieros y los votantes tomarían una decisión correcta.
El estrés me consumía todo el tiempo, aún ni siquiera había comenzado la campaña y yo ya estaba muriendo de estrés, tenía que hacer una y otra cosa para mantener quieto a mi ejército pero también para darles la seguridad de que si me convertía en ministra no tomarían una mala decisión.
—Objetivo rojo por la derecha—murmuró Archie.
—Objetivo en la mira—murmuré—. Prosigan con plan 537—ordené.
—Captado, Little Princess —murmuró Jerry y pude divisarlo en la altura de un edificio.
Era una de las misiones que llevábamos planeando más de un mes, aunque no era el cabecilla que queríamos, era parte del clan y eso era una catapulta para capturar al cabecilla que creíamos podía estar encabezando al clan de los Lombardi en Italia.
En menos de un mes nos habíamos dado cuenta de que efectivamente las sospechas que yo había tenido, los Lombardi habían ganado poder y terreno en la mafia italiana al no tener el rey Schiavone y la Bratva habia logrado posicionarse como primero en la lista de criminales, con la familia Nikolaev, a quienes yo había derrotado con mi ejército pero todos los herederos habían desaparecido en el mapa.
—Little Princess—murmuró Conall en el edificio frente a mi—. Tres objetivos a la distancia, parece que tenemos compañía.
—Sabían que estaríamos aquí—murmuré—. Big King, necesito ayuda.
—Cubro su espalda—aseguró.
Ambos enganchamos los arneses, como si fuese una película de acción nos dejamos caer de los edificios por donde observamos a nuestro objetivo, no estaba solo, llevaba todo un grupo de escoltas como protección. Lo que nos hacía saber que efectivamente habíamos acertado con nuestra corazonada, ese hombre era el Consigliere de los Lombardi no un simple Cassetto.
Ambos como si estuviéramos conectados aterrizamos a la vez, nos deshicimos de los arneses y nos colocamos los cascos para no ser reconocidos como civiles, saqué ambas armas que traía puestas en mi cinturón dispuestas a matar a cualquiera de esos bastardos.
—¿Se les perdió algo, caballeros? —pregunté al ver que los tres hombres que suponía eran sus escoltas, sacaban sus armas al vernos.
—¡Todos al suelo! —gritó el hombre, pero antes de que pudiera pensar en disparar, Conall le quitó el arma con un disparo preciso.
Giré en mi propio eje planteándole una patada en la quijada, logrando que entorpeciera y cayera al suelo, siguiendo el mismo movimiento tomé el cuello de otro de los hombres con las piernas, giré con mi cuerpo dejando caer todo mi peso al pavimento y enviándolo al suelo con un fuerte golpe. Mientras yo hacía eso, Conall esposo al tercer hombre, logrando capturar a los tres en menos de cinco segundos.
—Monkey H. necesitamos limpieza—murmuré.
—Voy en camino, general—murmuró mi hermano.
Pronto los vi aparecer en mi campo de visión, a él junto con cinco soldados de su guardia, no habíamos hecho mucho escándalo, además de que nos encontrábamos en una solitaria calle de La Gran Ciudad.
Conall y yo nos miramos por un par de segundos, antes de comenzar a correr en dirección de nuestro objetivo, él hombre caminaba como si realmente nada lo preocupara, llevaba un maletín en la mano donde sabíamos llevaba cerca de 10 millones de dólares que había lavado para la familia. Los Lombardi eran poderosos en el sentido de lavado de dinero, siempre lo habían sido, sin embargo, también eran narcotraficantes de talla mundial, algo que realmente era perjudicial para todos, quizás no tenían en su poder el HACNSE21, el SX1 o el CN2, pero seguía siendo realmente poderoso con los narcóticos comunes como cocaína, heroína y metanfetaminas.
El equipo de Nick se encontraba frente a ese hombre, quien o estaba ciego o le valía madres que estuviésemos tan cerca. Hice una señal para que todos los equipos se acercaran, no sabíamos si el hombre estaba armado y aunque lo habíamos investigado y sabíamos que no tenía ninguna habilidad de defensa, no podíamos arriesgarnos a dispararle y terminar con nuestra única evidencia que podía catapúltanos para poder comenzar con la investigación a los Lombardi.
El hombre se giró en mi dirección y apuntó un arma que no teníamos idea de dónde había sacado directamente a mi cabeza, era claro que alguien le estaba dando instrucciones de quienes lo estaban siguiendo.
—Me dijeron que eras audaz pero no creí que lo fueras tanto—murmuró en italiano.
—No te contaron mal, pero sí pensabas amenazarme debiste de haberte dado cuenta cuántas personas me respaldan—contesté.
— Un Cassetto tiene poco poder en comparación mía...
—Entonces debería decir que eres el consigliere ¿no es así?
—Algo parecido—murmuró—. Si me atrapas a mí no estarás ni al inicio del túnel de la maldita miseria que te van a meter.
Me quité el casco en un par de segundos, dejando a mi cabello libre y mi rostro también para que pudiese ver quién era quién lo iba a encerrar.
—Me gustan los retos—conteste—. Ponte de rodillas si no quieres hacer más difícil todo esto...
—¿Y dejar que te posiciones como candidata? Ni en sueños.
—Eso ya no está para discutirse, aunque realmente me sorprende que mafiosos como tú sepan de algo tan propio de nuestra organización—murmuré.
—No es difícil cuando tienes a los mejores dentro—contestó.
—Déjate de payasadas y hazlo más fácil o te volaré la cabeza de un tiro y eso no les conviene ni a los Lombardi ni a ti.
—Parece que te subestimamos, sí eres tan inteligente como lo dijeron, los Lombardi no dieron ni un solo paso para dejarse al descubierto—murmuró—. Les dije que era una mejor opción apoyarte a ti, pero decidieron mejor verte caer...
—parece que sí— contesté.
Realmente no tenía miedo a que disparara, me había confirmado que no me querían muerta. Gran error.
Me acerqué a él y En pocos segundos lo desarmé, colocando sus manos en la espalda y esposándolo como era debido.
—Tienes derecho a guardar silencio, cualquier cosa que digas puede y será usado en tu contra en la corte—murmuré —. Guilo Giordano, Quedas arrestado por complot y lazos con la mafia italiana y la familia Lombardi.
—Debería ser considerado un delito que una mujer tan hermosa me espose—murmuró.
—Debería—aseguré siguiéndole el juego—. Por lo que veo me conoces así que sí eres listo será mejor que te calles.
—No te preocupes por eso, ya sabía que venían persiguiéndome desde hace 2 semanas, sólo estaba esperando el momento en que me cazaran—murmuró—. Fue realmente impresionante lo que hiciste ahí atrás.
—Y te impresionará más lo que le haré a las personas que están detrás de todo esto—murmuré —. Tan sólo deberían ver el ejemplo de su antiguo rey, no me costó nada encarcelarlo y condenarlo a Cadena Perpetua.
—Es que es imposible no obsesionarse con una mujer como tú—murmuró —. Tal parece que ese fue su error...
—Suelo causar ese efecto en la gente—murmuré —. Llévenselo—ordené al ver al equipo de Nick frente a mí.
Sólo habíamos participado lo que nosotros habíamos nombrado el equipo Alpha, solo los que habían superado las pruebas con niveles extraordinarios, eran los que pertenecían a dicho equipo, estaba compuesto en su mayoría por capitanes y tenientes, sólo había un par de soldados que se habían esforzado demasiado en superar las pruebas como para pertenecer a él.
Mis padres lo habían aprobado y eso era realmente algo bueno, era el ejército Alpha, pero habia un equipo especializado en respuesta rápida. Estaba segura de que eso impulsaría más soldados a querer esforzarse para lograr estar dentro de ese equipo.
—Bien hecho, Princess—murmuró Nick, seguramente sonriendo.
El equipo encargado realizó la captura y lo subieron a la camioneta de traslado. Sonreí mientras me acercaba a Conall, quien sin dudarlo, se quitó el casco y me agarró entre sus brazos para plantarme un beso que me dejo completamente desorientada, pero realmente amada.
—Búsquense un hotel—gruñó Hunt.
—Calla—gruñí separándome de los labios de mi novio—. ¿Los capturaron?
—Si—murmuró—. Pertenecen a los dientes de sable.
—Creí que se habían extinguido hace unos años.
—al parecer igual que los Lombardi sólo se acobardaron y se ocultaron del rey—murmuró mi hermano—. Pero ahora que el rey no está, han dejado salir sus deseos de poder... el ERR no está con ellos.
—¿En cuánto tiempo sacaste toda esa información?—pregunté.
—Mamá me dio un excelente regalo de cumpleaños—murmuró girando entre sus dedos unas pinzas de tortura—. Son fabulosas.
Solté una carcajada sin poderlo evitar, quizás no estábamos usando los métodos que siempre utilizábamos en misiones, pero nos habíamos dado cuenta de que los métodos básicos ya no eran útiles, no violentábamos ningún derecho humano, pero los hacíamos a hablar por la buena o la mala e incluso el consejo internacional militar lo había aprobado.
—La vemos en su campaña, futura ministra—murmuró guiñándome un ojo y solté una carcajada.
—Gracias, señor—murmuré riendo.
—Estoy seguro de que ninguna futura ministra va a llegar con todo un convoy que lleva al consigliere de la mafia italiana —murmuró Conall besando mi mejilla.
—Ni con su novio de la mano—murmuré riendo.
—Eso me agrada más, amor—murmuró riendo.
Subimos a una de las camionetas que llevaría el convoy, mis hermanos irían atrás, vigilando que nadie nos interceptará, no sabíamos por qué motivo el Consigliere se encontraba en la Gran Ciudad, lo habíamos vigilado y solo habíamos encontrado que era algo más poderoso que un simple Cassetto, no llevaba las cuentas de la familia, lo que él hacía era aconsejar al líder de clan, que claramente no sabíamos quién era y no lo sabríamos hasta encontrarlo.
Me apresuré a cambiarme, realmente llegaríamos a la presentación de candidatos, ni un minutos antes, nos habíamos retrasado demasiado y lo único que podíamos hacer era lanzarnos por todo. Al seguirle la pista al hombre nos habíamos dado cuenta de que había comprado boletos de avión para ese mismo día, por lo que realmente era el último momento que tendríamos para capturarlo, un consigliere no andaba solo por las calles.
Conall también se cambió, colocándose el uniforme de Gala, como coronel debía estar al frente de las tropas cuando yo fuera presentada como candidata frente a los medios y ejércitos, no pude evitar soltar una carcajada al ver el pequeño broche en su pectoral derecho, un hermoso fénix. Mi madre habia bromeado con mi nombre de mi candidatura Fénix Y aunque me había negado rotundamente a tener ese nombre en mi candidatura, ella estaba totalmente decidida a hacerlo.
Pasamos los controles, y todos nos felicitaban por la maravillosa captura, lograda en menos de dos semanas, claro habíamos realizado una extensa búsqueda de información para lograr capturarlo, no podíamos simplemente llegar y quitarle a la libertad, esa era una de las leyes que teníamos como ejército.
—Sigo en total desacuerdo de que mi nombre como candidata sea Fénix—murmuré rodando los ojos.
—Es un nombre maravilloso, amor—murmuró Conall risueño.
Claro si quiero que me digan sinsajo o algo por el estilo—murmuré.
—No suena mal—aseguró riendo—. ¿Estas lista para enfrentarlos?
—No voy a pelear con nadie, simplemente nos van a presentar como candidatos a todos los elegidos.
—¿Entonces...será un evento corto?
—Si a corto le dices que nos van a bombardear con preguntas, por supuesto...
—Perfecto—murmuró—. Desde la mañana he imaginado arrancarte el uniforme...
—¡Conall! —chillé golpeando su brazo.
—Me amas—aseguró —. Y amas a mini Conall...
—¿Mini? —pregunté riendo.
Me gustaba que nuestra relación fuese así, no éramos tóxicos en demasía, bromeábamos entre nosotros y nos la pasábamos hablando en doble sentido si alguien nos escuchaba, pero era una relación bonita, porque yo sabía que en el dormitorio podía ponerme de rodillas frente a él, pero afuera estaba a su lado o él estaba a mi lado en el sentido de rangos. Era realmente hermosa esa relación.
Llegamos a la base después de aproximadamente media hora, cuando entramos pudimos ver los autos de cientos de personas que habían ido para el anuncio de los nuevos candidatos, todos sabíamos que eso realmente sería algo cansado, no solo para mí sino para la base en general. Aunque sabía que tenía prácticamente ganado todos los votos de mi base y mi ejército, los otros 2 ejércitos también lucharían porque sus representantes quedaran al mando. Precisamente por ello era importante que nos ganásemos la confianza de los soldados como para que votaran por nosotros en las elecciones que serían justamente al finalizar el año.
—¡General!
La mayoría de los periodistas se abalanzaron hacia nosotros al vernos descender de las camionetas, Nick se abrió paso con los hombres arrestados sin permitir que les tomasen fotografías. Sonreí frente a las cámaras e inmediatamente todos comenzaron a tomar fotografías de cada ángulo de mi cara, mientras se hacían cientos de preguntas de lo que estaba ocurriendo.
—Gracias a todos por estar aquí, por el momento no podemos dar detalles de la misión debido a que primero tenemos que ser el informe para entregar a nuestros ministros... pero en cuanto podamos hacerlo serán los primeros en enterarse—murmuré con voz delicada y firme.
—¡Se rumora que usted es la candidata del ejército Alpha! ¿Qué declaración puede darnos al respecto...?
—Aún no sé si soy la elegida del ejército, así que esperaré que los ministros den el anuncio oficial—murmuré.
—General, Si es seleccionada por su ejército ¿Aceptará la candidatura?
—Por supuesto—murmuré con una sonrisa—. Con su permiso, debo ir con mi ejército...
Conall me abrió paso entre todos los periodistas para que pudiésemos caminar directo a las tropas que se encontraban formadas alrededor de la mesa de prensa, no era algo normal que se hiciera ese tipo de eventos, por lo que todo mundo quería la exclusiva, la prensa era interna al IISMFCMO y FEMR, a pesar de que los últimos no estaban dentro de nuestro sistema, también era algo que les importaba conocer quién sería el regente de sus prácticamente compañeros.
—¿Cómo fue? —preguntó mi madre con voz divertida.
—El desgraciado se burló en mi cara—murmuré—. Además confesó que es el Consigliere, tal como lo habíamos estado investigando las últimas semanas, todas las conexiones nos llevan hacia él así que si queremos obtener información sobre el líder de la mafia, él es quien nos la puede dar.
—Llévenlo máxima seguridad y mañana a primera hora será el interrogatorio inicial, comenzaremos con el proceso legal para que quede en nuestras celdas y no sea extraditado.
—De acuerdo, ministra—murmuré con un saludo militar.
—Sigo sin entender cómo puedes quedar tan perfecta cambiándote en un auto en movimiento—murmuró mi madre risueña.
—Es la perfección de los Kim Rossi—murmuré guiñándole un ojo.
El patio principal comenzó a llenarse de periodistas y diferentes representantes de los ejércitos, todos me saludaban con respeto a pesar de no ser de mi ejército y realmente era bueno saber que me respetaban, aunque eso no aseguraba su voto, me ponía un escalón arriba sobre todos.
—Buenas tardes a todos—murmuró mi madre.
—Buenas tardes—murmuró mi padre, ocupando lugar en el centro de la mesa—. Como todos saben hace aproximadamente cuatro semanas dimos el anuncio de que se haría una elección de nuevo ministro de la IISMFCMO, el día de hoy se da por finalizada la primera etapa de elecciones, cada ejército seleccionó al mejor que tienen entre sus filas que creen que tienen las capacidades de regir todos nuestros ejércitos.
—La siguiente etapa comenzará desde el primer día de agosto hasta finales de octubre, cada candidato deberá tener una campaña, en la cual le verá convencer a todos nuestros soldados que tiene el valor y las habilidades necesarias para regir a toda la IISMFCMO.
—Durante esta etapa se realizarán 3 debates, en los cuales cada candidato deberá decidir sus puntos a favor y lo que planea hacer, siendo ministro.
—Del primero de noviembre al veinte de ese mismo mes, será la tercera etapa, donde los tres candidatos estarán a prueba, una semana cada uno, serán evaluados por los generales de división y veteranos de la IISMFCMO.
—En esta etapa deberán comprobar que son aptos para tener el poder en sus manos.
—La cuarta etapa, serán las pruebas internas, donde se medirán sus habilidades tanto físicas como de inteligencia.
—Deberán comprobar que tienen las habilidades no solo de inteligencia y estratégicas, deberán hacerlo con todas las virtudes.
—Sin más preámbulos damos a conocer a nuestros 3 candidatos—murmuró mi madre—. Del ejército Gamma con sede en la Gran Unión, el general Oliver Meyer, con treinta y tres años de edad, con 21 medallas asignadas, en los cuales se destacan honor, legión uno y brigada de rescate. Lazo de valentía y con 32 misiones victoriosas en toda su carrera y tres años como coronel y uno como general.
—Candidato del ejercito Delta, con sede en Italia, Maxim Lombardo veintinueve años de edad, con veintitrés medallas asignadas, destacándose en combate, estrategia, legión tres. Con una medalla de honor y un lazo honorifico de lealtad, crimen cibernético y redes de pedófila. Treinta y cinco misiones victoriosas en toda su carrera, tres años como coronel y recién ascendido como general.
Solté una pequeña exclamación al girar la mirada hacia el hombre, no estaba solo, lo acompañaban una mujer rubia y un hombre pelinegro de ojos azules. Sentí una punzada en mi corazón sin poder evitarlo, la mujer le hablaba cerca del oído mientras él reía, como si realmente nadie existiera a su alrededor.
Apreté el brazo de Conall, quien sin decirle una sola palabra, giró la mirada hacia el hombre. Reprimí las fuertes ganas de llorar, ¿Cómo mierda se atrevía a ir ahí, a presumir a la mujer cuando me habia pisoteado el corazón?
—Candidata del ejército Alpha, con sede en la Gran Ciudad, Keylani Kim, Veinticinco años de edad, treinta medallas asignadas de las cuales se destacan combate sin armas, tiro avanzado, infiltración, operativos especiales, piloto de ataque, medalla honorifica de lealtad y lucha contra crímenes internacionales, lazos en cinta verde de supervivencia en el amazonas y en la guerra internacional, Cinta blanca por misiones contra redes de pedofilia, cinta roja con medalla honorifica de lucha contra el narcotráfico, cinta azul por los rescates de víctimas de trata de personas, amarilla por hazañas contra mafias internacionales y cinta morada de valentía y supervivencia. Coronel por tres años y medio y de la misma manera, recién ascendida al puesto de general, con 20 misiones invictas y 42 misiones victoriosas en toda su carrera.
Me puse de pie, tratando de no caer por todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor, por una parte estaba realmente orgullosa de mí y las menciones que habia tenido, pero por otro, ver a un hombre que habia amado abrazando y tonteando con otra mujer, era un tiro por la espalda. Caminé en dirección a la mesa de prensa y ocupé el lugar al lado de mis padres.
Pude sentir inmediatamente la mano de mi madre bajo la mesa, sujetando la mía con fuerza, también lo habia visto y realmente nadie tenía idea de lo que estaba ocurriendo, pero en definitiva no nos detendríamos a preguntar, más con tanta prensa alrededor.
—General Keylani—murmuró levantando la mano uno de los periodistas—. Nos gustaría saber si esperaba esto, esperaba que su ejército la eligiera, no estuvo durante un año y nueve meses, ¿qué es lo que debe decir al respecto?
—Bueno, no me lo esperaba, pero fue una grata sorpresa saber que mi ejército confía en mí.
—¿Qué ocurrió durante los dos años que no estuvo presente?
—Estuve en las instalaciones del FEIC—murmuré—. Buscando un antídoto, mi trabajo como soldado del ejército Alpha no solo es capturar criminales, es darle seguridad al mundo entero y no podía hacerlo cuando una droga estaba tomando el control de las calles.
—¿Para eso tuvo que fingir su muerte?
—Asi es—contesté sin titubear—. Todos conocemos al clan Schiavone, no podía arriesgar a mi ejército mientras buscaba una cura para lo que estaba manchando a la sociedad.
—¿Es cierto que la quiso ser reina de la mafia? Hubo demasiadas especulaciones al respecto. ¿Es seguro que confiemos en usted cuando estuvo en las sábanas de un mafioso?
<<Hijo de puta>>
Le di mi mejor sonrisa venenosa, realmente odiaba cuando alguien sacaba el pasado para afectar. Pude ver a Conall tensarse, seguramente con ganas de destruirle el cuello al hombre.
—Fui secuestrada, torturada y obligada a muchas cosas, me presentaron como reina de la mafia por la obsesión de un criminal que está pagando cadena perpetua, cualquier especulación fuera de lo que mencione yo es falsa, como militares sabemos a lo que nos enfrentamos en este mundo, nadie está exento de la obsesión de un mafioso o uno que quiera hacerle la vida imposible... eso fue lo que me ocurrió a mí y les pido a todos por favor que no tomen en cuenta todo lo que ocurrió en ese momento, pues a pesar de estar bajo efectos de drogas, siendo torturada día y noche jamás mencioné una palabra que traicionara a la IISMFCMO, prefería cualquier cosa, antes de ser ileal a mi gente.
—Como lo preguntamos en el anuncio anterior—murmuró un reportero—. Todos queremos saber si la bella del ejército tiene su corazón ocupado.
Sonreí sin poder evitarlo al toparme con los hermosos ojos grises de Conall, eso fue suficiente para apagar toda la ira que tenía.
—Mi corazón está ocupado—murmuré.
—¿Podemos saber el nombre del afortunado?
—Lo sabrán pronto, en el momento indicado—aseguré con unas sonrisa, desviando mi mirada—. Creo que ya han sido demasiadas preguntas hacia mí, nos demás candidatos también quieren recibir atención.
Agradecí infinitamente que una de las mujeres que preguntó otra cosa al candidato del ejército Gamma. Miré a Conall, logrando que todos mis nervios se esfumaran. Después de lo que parecieron horas eternas en las que los periodistas nos atacaban con una y con otra pregunta, centrándose por fin en nuestras carreras, nos tomaron la foto oficial y estrechamos manos.
Bajé de la mesa de prensa, caminando hacia Conall quien me dio una pequeña sonrisa, pues aunque queríamos besarnos apasionadamente, realmente las muestras de cariño estaban completamente prohibidas en los patios principales o en los pasillos.
Arniel y la mujer rubia, se acercaron a Maxim y realmente quería acercarme y patearlo hasta que me dijera la mierda que estaba ocurriendo, pero ya no me importaba, habia decidido sacarlo de mi corazón, sabiendo que eso era lo mejor. No eran celos lo que sentía, me valía una mierda que estuviera con otra, lo que molestaba es que actuara como si nadie existiera, como si ese lugar no hubiese sido su hogar y las personas su familia.
—Me enferma verlo—murmuró Álex, parándose a mi lado, podía ver lo rojo que se encontraba, realmente fúrico por ver a su supuesto hermano—. Se larga, nos rompe el corazón a todos y regresa para "apoyar" a un tipo que no es ni de su ejército.
—Amor—murmuró Conall poniendo su mano en mi espalda—. Vamos... tenemos mucho trabajo que hacer...
Suspiré regalándole mi mejor sonrisa, no era necesario mentirle, él conocía lo que mi corazón estaba sintiendo en ese momento. Ambos caminamos con dirección a mis padres para poder pedir permiso de retirarnos, pero antes de que pudiéramos hacerlo, una gran horda de reporteros se abalanzó a nosotros.
—General—murmuró uno de ellos—. Se especula que tiene una relación con el coronel Harrison ¿Qué puede decirnos al respecto?
—Como ya lo mencioné—murmuré con mi mejor sonrisa—. Diré las cosas en su momento.
—Coronel Harrison, ¿Usted puede darnos una declaración?
Conall solo sonrió sin decir nada, no es que no quisiéramos hacer publica nuestra relación, pero sabíamos que en el momento que lo hiciéramos, comenzarían a atosigarnos sin dejarnos tener nuestro amor, eso ocurría con las parejas de la IISMFCMO.
—Hace un par de años eran el dúo dinamita y parece que está volviendo ¿Qué opinan al respecto?
—Somos un gran equipo trabajando juntos—murmuré—. Ahora si nos disculpan, tenemos un informe que hacer.
—Varias fuentes afirman haberlos visto con un niño, sabemos que es hijo del coronel Harrison ¿Pero también es suyo?
—No daremos declaraciones al respecto—murmuré—. Tengan una excelente semana.
No supe ni como me libré de todos los periodistas. Realmente eran sabuesos en búsqueda de una noticia, eran las primeras elecciones y estaba segura de que todo mundo queria causar polémicas, no era como los programas normales, pero claro que existía el canal de chismes en la IISMFCMO, así como noticieros.
La prensa era dirigida por diferentes agentes que habían decidido permanecer en el ejército pero a su vez, seguir su pasión en el área de la comunicación, ellos no tenían ejército, pero aun así eran más chismosos que cualquier programa civil.
—Ministros—murmuré con una sonrisa.
—General—murmuró mi madre—. Necesitamos el informe de la misión para mañana temprano.
—Lo tendremos hoy mismo—murmuré—. ¿Hasta qué hora se quedarán los reporteros?
—Un par de horas más—murmuró mi madre—. Mañana iremos a su casa a primera hora... necesitamos arreglar unos asuntos con ustedes...
—Por supuesto.
Hicimos un saludo formal y ambos nos alejamos de mis padres, tener a tantos reporteros me estresaba de cierta manera, no me gustaba que hubiese tanta gente desconocida en nuestra base, era como recordar que ese habia sido el motivo por el que habia sido secuestrada dos años atrás.
—Pediré a psicología un informe—murmuró Conall—. Fue extraña la manera en que te hablo y eso significa que hay alguien que está dando información de todo lo que ocurre...
—También pide un examen a toxicología, sus ojos estaban desorbitados...
—Como ordené, mi general.
Solté una pequeña risa asintiendo, por algún motivo que él lo dijera de esa manera me encantaba.
—Te toca ir por Niall—murmuré—. Cumple su primer mes...
—Es cierto—aseguró con una sonrisa.
Ambos nos topamos de golpe con Arniel, no sentía ese brinco que normalmente sentía mi corazón al verlo, no habia esa emoción de lanzarme a sus brazos o de besarlo, no sentía esas ganas incontrolables de fundirme en sus brazos, pero la punzada en mi pecho seguía, la ira por lo que habia hecho.
—General Kim—murmuró el hombre al que apoyaba.
—General Lombardo—saludé—. Espero este teniendo una visita agradable.
—Por supuesto—aseguró con una sonrisa—. Le presento a mi hermana Anya y a su esposo Arniel...
—Un gusto—murmuré con mi sonrisa más falsa—. Nosotros tenemos algunos pendientes por hacer, pero esperamos que puedan seguir disfrutando de su estancia...
—Gracias, es muy agradable estar aquí.
—Si, lo es—murmuré—. Con su permiso...
—Espero no le importe que sea el primero en lanzar su campaña, los ministros ya lo aprobaron.
—Por supuesto—murmuré —. Lo veo después...
No tenía ganas de seguir una conversación, había algo extraño en todo lo que ocurría pero tenía cosas más importantes que investigar a un hombre que era de los más destacados en el ejército Delta.
Quizás mi madre siempre me había enseñado a seguir corazonadas, pero en ese momento realmente teníamos cosas más importantes que hacer como seguir los tontos instintos en mi corazón, además estaba completamente segura de que se trataba del sentimiento de traición que sentía por parte de Arniel.
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¿Se lo esperaban?
¿Qué les pareció este capítulo y nuestra Keyli como candidata?
¿Creen que ella gane?
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