Capítulo 22.
"Después de todo, la muerte es solo un síntoma de que hubo vida." ~Mario Benedetti.
Código azul.
Cuando menos lo creemos la vida nos sorprende con varias cosas que jamás creímos poder tener, nos enseña que no importa los esquemas que tengamos por muy bien estructurados que estén, ella se va a encargar de hacer que todo se vaya a la mierda, porque le encanta jugar a hacernos perder la razón e incluso alucinar con un futuro sin nada de mierda.
Siempre estuve acostumbrado a las pérdidas, a saber que debía despedirme de las personas en todo momento porque no sabía qué día el destino decidiría asesinarme y mandar todo lo que tenía en mi vida a la mierda. pero también sabía que en el mundo en donde estaba metido, cualquier persona podía morir en cualquier instante, en el ejército no hay nada seguro sólo la muerte y sabes que puede salir a una misión un martes por la mañana y ese mismo martes en la noche ya no regresar a tu hogar.
Pero yo quería que esa regla fuera la excepción con Arniel, Keylani y yo, Arniel era mi hermano realmente no soportaría su pérdida porque habíamos estado juntos más de la mitad de nuestras vidas, habíamos compartido todo incluso nos habíamos enamorado de la misma chica, no sabíamos vueltos locos por la misma y habíamos bajado las estrellas por su felicidad.
Siempre me habían dicho que cuando te hiere alguien esa misma persona es la única capaz de sanar la herida, jamás creí que eso fuera algo real, creía que simplemente se debía alguna tontería del destino.
Odiaba los libros de literatura en donde los protagonistas eran dependientes del otro, siempre creí que eso era algo absurdo considerando que la muerte puede llegar en cualquier momento, y odiaba aún más cuando la persona que quedaba viva en alguna historia de amor era la que sufría más, no entendía el motivo por el que en no podían avanzar sí era tan fácil como volver a conocer a alguien que te hiciera sentir vivo.
¿El problema?
Cuando conoces a la persona indicada sabes que no hay forma de que nadie te vuelva a hacer sentir lo mismo, que es realmente difícil que tu corazón vuelva a alterarse en los niveles cósmicos que la persona a la que amabas te hacía sentir. Siempre había sido fiel creyente de que Romeo y Julieta eran la excepción más no la regla, cuando ella había desaparecido de mi vida realmente creí ser Romeo, mi vida dejó de tener sentido y realmente no le encontraba un solo motivo para poder continuar.
Keyli era el amor de mi vida o de mi existencia, pues no me imaginaba ni una sola vida que no fuera a su lado y ni siquiera estaba seguro de que existiesen otras vidas después de esta, pero si lo hacían yo quería vivir cada una al lado de esa hermosa mujer y estaba seguro que Arniel deseaba lo mismo. Keylani era la luz de nuestras vidas, una luz que se había apagado antes de tiempo y que nos había llevado a un profundo pozo del que nosotros no podíamos salir.
Cuando ella había muerto toda nuestra luz se había acabado, todos nuestros esfuerzos por superar su muerte habían sido en vano, pues incluso teniendo supuestas parejas no éramos capaces de pensar en alguien más que no fuera esa hermosa muñequita de ojos verdes, cuando tenía relaciones con esa mujer, con Maddison, realmente a quien me imaginaba era a mi preciosa muñequita, sólo teniéndola en mi mente era capaz alcanzar el orgasmo, antes ni siquiera lograba eso.
Estaba realmente jodido y lo aceptaba, no podía seguir atrapado en el fantasma de una mujer que se había marchado tiempo atrás, pero tampoco podía avanzar, pues ella era mi ancla segura a la orilla del mar tormentoso. Sin embargo, estando en el pozo de Dereck, no perdí la esperanza de que ella estaba con Vida, lo había visto en los ojos de Archie, él sabía algo pero la estaba protegiendo.
Todo se confirmó en el momento que vi que ella entraba por la puerta de la mansión, con ese vestido rojo completamente ceñido a su cuerpo y se veía tan preciosa que sentí que volaba, sin embargo no estaba seguro si eso era realidad o una alucinación, después de eso todo se volvió completamente borroso. No sabía que era realidad y que alucinación.
Bien dicen que quien causa la herida es el único capaz de sanarla, jamás había creído en esa tontería hasta que la había visto a ella, en el momento que abrí los ojos estando aún un poco drogado, pero lo suficientemente consciente como para saber que no estaba teniendo una alucinación, sentí que mi corazón volvía a estar completo, De repente todos los meses de sufrimiento se redujeron a un solo instante, el instante en el que sus ojos verdes me miraron, con esa ternura que le caracterizaba.
Mi cuerpo dolía como una jodida, pero estaba consciente de ese dolor y también sabía que estaba experimentando alguna etapa post drogadicción, pues era claro que mi cerebro no estaba procesando la información.
Quería abrir los ojos ante el insistente ruido de una máquina, un pitido tan agudo que hacía que mi cabeza punzara llena de fastidio por tener que escuchar tan horripilante sonido, no podía abrir los ojos pues me sentía realmente cansado y sentía que no pasaban las horas como si mi cuerpo fuera incapaz de establecerse en un tiempo y espacio, me sentía realmente confundido.
Sentía que las horas no pasaban a pesar de que podía escuchar entre sueños voces y alguno que otro comentario hacia mí << Saltamontes más te vale que te levantes pronto>><< Mi niño tu abuela está aquí y necesitas levantarte>><< Hola papá, ¿Puedes levantarte?>> .
Sin embargo ninguna de esas voces era la de ella y realmente parecía que mi cuerpo y mi cerebro eran la única voz que necesitaban escuchar para levantarse. entre sueños la había escuchado hablar con las enfermeras, incluso decirle cosas a mi abuela, pero hacia mí no había dicho ni una sola palabra.
—Yo me hago cargo—escuché su voz entre sueños —. Debe ir a descansar casa señora Harrison, quizás sea bueno que también Niall duerma un poco, debe estar agotado de estar en el hospital...
—¿Estas segura, cariño? Has estado de aquí para allá toda la semana, seguro debes estar más cansada que yo.
—Le pedí a mi novio que me trajera una manta, así que quizás mientras cuido a su nieto, pueda dormir un poco...
—Gracias—murmuró mi abuela —. Tú novio es un chico muy amable y guapo...
—Gracias, se lo haré saber—contestó Key con una pequeña risa—. Cualquier cambio se lo informaré, igual no creo que despierte esta tarde, así que vaya tranquila.
—te agradezco mucho lo que estás haciendo por mi nieto... no tienes ninguna obligación...
—Me gusta ayudar a mis amigos—murmuró seguramente con una deslumbrante sonrisa.
Era consciente de todo lo que ocurría a mi lado, sin embargo los ojos me ardían tanto que no podía abrirlos y cada uno de mis músculos dolía, por lo que a moverlos tampoco era una opción, me encontraba en algo así como un sueño lúcido, en dónde eres consciente de todo lo que pasa a mi alrededor e incluso lo imaginaba.
—Adiós, papá—murmuró Niall y sentí como sus pequeños labios besaban mi mejilla.
<<Adiós, mi campeón>>
—Hijo, más te vale que te levantes pronto de esa cama o cuando despiertes ten por seguro que te voy a desheredar por hacerme pasar tantas penas de tan junto.
—Seguro que la escucha, señora—murmuró Keyli —. ¿Le importa si mi novio se queda aquí conmigo?
—No, después de todo lo que ha hecho por nosotros, merece el cielo—murmuró mi abuela —. Ya te lo advertí, saltamontes, más te vale levantarte pronto o le diré a tu tío que no haya caramelos para ti.
—¿Pero si puedo darle al pequeño Niall? —escuché una voz masculina.
—Nick—saludó mi abuela y pude escuchar que sus pasos se acercaban al chico—. Tú puedes darle caramelos a mi nieto las veces que quieras.
—Entonces... traje varios caramelos para el pequeño valiente que no ha llorado ni una sola vez.
—Tío Nick—murmuró mi hijo —. Quelo comel, ¿Me das helalo?
—Nada de helado antes de comer la sopa—murmuró Keyli —. Pueden ir al castillo, mi madre lo habilito para que todos pueden dormir ahí y pidan a las cocineras que les preparen lo que ustedes deseen.
—¡Patel!
—El pastel va despues de la sopa, enano—aseguró Keyli.
—Entonces... nosotros nos iremos, trataremos de descansar y regresaremos por la mañana, ¿Segura que puedes quedarte?
—Si por algún motivo debo ir a ver a algún paciente, Nick puede quedarse con él...
—Claro, usted vaya a descansar... —murmuró el hombre.
—Gracias, de verdad merecen el cielo—murmuró mi abuela.
Escuché como la puerta se abría y cerraba, seguramente señal de que mi abuela se había ido de La Habitación donde me estaba quedando. Quería abrir los ojos para verla, la había escuchado pero quería comprobar por mí mismo que no me estuviera jugando una mala jugada mi cerebro, pero mis ojos parecían no obedecer las órdenes neuronales.
La escuché sentarse en el sillón.
—¿Estás cansada? No has dormido desde hace 24 horas, deberías ir a dormir, amor.
<< ¿Amor?>>
—Estoy bien—contestó Keyli —. Solo me tiene estresada que ningún antídoto funciona contra lo que le inyectaron a Conall y a mi padre, ya me contacté con todos los científicos que conozco incluso con el CTRATA, pero nadie me dice alguna idea de lo que podemos hacer para bajar los niveles que tienen en su sangre...
—Quizás deban recurrir a un método tradicional, una desintoxicación desde cero...
—No quiero que pasen por ese dolor... yo ya sufrí lo que es tener una drogadicción y tener que estar en desintoxicación, no pienso que ellos o cualquiera de los que fueron secuestrados pasen por eso... si no de nada sirvió haber sacrificado a todo.
—ya sacrificaste bastante, amor... yo estuve cuando estuviste más mal y no quiero que vuelvas a estar así. Encontraremos una solución, el Coronel y el ministro son fuertes, osita.
—Necesito una buena noticia—susurró y por su respiración supe que seguramente se había abrazado al hombre —. Conall y mi padre estan dormidos para que no tengan un maldito síndrome de abstinencia y me siento condenadamente culpable, sí me hubiera entregado a Magnus...
—Hey, eso no—murmuró el hombre —. Tomaste la decisión correcta, los protegiste por un año y 9 meses, no sabíamos que Magnus trataría de encontrarte.
—Pero ahora siento que fue cobarde lo que hice, debí enfrentarlo no huir de él.
—no fue ni un poco cobarde, sacrificaste tu felicidad, tu vida y todo por protegerlos a ellos, si alguien se atreve a decirte que fue cobarde la acción que tomaste, creo que debería estrenar una de mis nuevas armas.
—Eres un tonto—murmuró ella.
—Así me amas—contestó el chico soltando una pequeña risa —. Deberías dormir un poco y...
—Doctora—murmuró una mujer—. Lamento interrumpir su hora de descanso, pero tiene una llamada desde el Suecia, un especialista que está analizando la nueva droga quiere tener contacto con usted.
—Debo atender la llamada y quizás después vaya al laboratorio para intentar hacer un nuevo antídoto que funcione contra la droga que le inyectaron a mi padre y a Conall.
—Debes dormir...
—No puedo dormir si mi padre y Conall están en la cuerda floja de la vida—murmuró —. Te quiero.
—Yo también, osita—murmuró el hombre.
Escuché sus pequeños pasos por la habitación, pero no hacía la puerta, sino a mi cama. Su mano rodeo la mía y sentí una descarga eléctrica recorriendo todo mi cuerpo, fue como si todos los pedazos rotos de mi alma se hubiesen unido en uno solo, como si de repente la vida volviera a tener color.
—Oye tú, es hora de que te levantes, tienes a todos preocupados y realmente necesito una buena noticia... Necesito tener tu descaró por lo menos ¿Si? —preguntó y sentí sus delicados labios sobre mis nudillos —. Despiértate Conall, por lo menos para que me digas lo cobarde que fui.
<< ¿Cobarde? Mi amor, tú eres la mujer más valiente que conozco, no hay persona con más valentía que tú, sacrificaste todo por protegernos>>
—Doctora...
—Ya voy—murmuró Key separándose de mí —. Nick, cuídalo por favor y háblale, mi tío dijo que eso funciona bien para que despierte.
—Tranquila, Osita.
Lo escuché salir de la habitación, y pronto una manta sobre mí ¿cómo se suponía que debía odiar a su nuevo novio si se comportaba tan bien? Lo escuché saltar un suspiro y después el sillón moverse un poco, seguramente para acercarse a la cama.
—Coronel—murmuró —. Realmente no sé si me escucha o no, pero lo que dijo Keyli es cierto, todos están preocupados por usted, realmente necesitan una buena noticia después de que nos dijeron que ministro y usted pueden no sobrevivir. Keyli está destrozada por la noticia y realmente necesitamos un rayo de esperanza y creo que usted es ese rayo de esperanza
<< ¿Ella está feliz contigo?>>
—No sé qué relación tuvieron ustedes con ella, y pienso preguntárselo, pero tampoco quiero abrumarla, pero la manera en que los mira creo poder adivinar cuál era esa relación que tenían, y sinceramente no estoy celoso, sí ella lo llega a elegir yo la dejaría ir, porque yo solo vi la tristeza en sus ojos cuando llegó a Suiza y esa mirada la sigue teniendo a pesar de que ahora somos pareja, pero desde que los volví a ver pude notar que su mirada cambió...
—Nick, la doctora me pidió que te trajera algo de comer —murmuró una enfermera —. Te traje sopa de la cafetería.
<< ¿Ella ya comió? La escuché muy presionada y...>>
—Llévale de comer a ella... seguro tampoco ha comido... la conozco y seguramente está demasiado preocupada por lo que está pasando que no ha comido ni una migaja y debe alimentarse para tomarse las vitaminas.
—Le llevare lo que encuentre...
<<La sopa la odia, llévale fruta o algo así>>
—Todo menos sopa—murmuró el hombre —. ¿Sí?
—Parece que es su traductor—murmuró la mujer riendo —. Coronel, despierte, realmente todos necesitamos buenas noticias.
—Ya escuchó coronel, todos necesitamos buenas noticias en realidad.
<<No sé ni como mierda abrir los ojos>>
—Debe estar en un sueño lucido, le bajaré los antibióticos para que pueda despertar... la doctora también nos pidió que le trajéramos una camilla a usted para que pueda dormir...
—Estoy bien— murmuró —. Por favor infórmame cuando ella coma, y que se tome las vitaminas.
—Claro—murmuró.
—El coronel debería despertar en un par de horas, le suministraré el nuevo antídoto de la doctora, es el que logró prepararo esta mañana.
—Gracias—murmuró el chico.
—Lo dejo para que coma.
Escuché los pasos de la enfermera salir de La Habitación. soltó un ligero suspiro al escuchar al hombre volverse a sentar en el sillón y comer lo que suponía era fruta, No dijo mucho después de eso pero yo no dejaba de repetirme las palabras que mi Key había dicho.
<< Oye tú, es hora de que te levantes, tienes a todos preocupados y realmente necesito una buena noticia... Necesito tener tu descaró por lo menos ¿Si? ... Despiértate Conall, por lo menos para que me digas lo cobarde que fui. >>
Jamás podría llamarla cobarde, ella había hecho la acción más valiente que hubiese conocido en mi vida, ella era tan valiente que no le había importado sacrificar su felicidad y todo por protegernos, no estaba molesto y tampoco le reclamaría, incluso cuando había continuado con su vida. Sólo quería estrecharla entre mis brazos y saber que estaba con vida, quería volver a tocar su cabello y saber que entre mis dedos tenía la seda más suave del mundo, para mí ella era arte.
—Mi amor—escuché la chillona voz de Maddison—. ¿Tú que haces aquí?
—Su doctora me dejo encargado—contestó Nick sin inmutarse —. ¿Tú que haces aquí?, las visitas son exclusivas para los familiares.
—¡Soy su familiar, él es mi novio!
—le voy a pedir que no grite, realmente necesita descanso y no puede tener tantas visitas, entiendo que sea su novio pero realmente la doctora dio una orden, además que de doctora es nuestra general y nosotros debemos cumplir sus órdenes,
—¡Ella no ha hecho más que lucirse!
<< ¡Hija de la gran tostada, con ella no te metas!>>
—¿Lucirse? lo dice la mujer que estuvo a punto de volarle los sesos al equivocado, si yo no hubiera estado atrás de ti habrías matado a uno de los nuestros—gruñó Nick —. Como jefe interino de los capitanes, te doy la orden de qué salgas de este lugar, realmente el coronel no necesita estar escuchando excusas de una persona que sólo se ha enfocado en demostrar lo inservible que es en el ejército.
<<Tómala ¿Por qué se siente tan agradable que alguien diga algo así?>>
—U...Usted nisiquiera...
—¿Nisiquiera qué? —preguntó una voz femenina que reconocí como la de la ministro —. La general dio la orden de que no se podían permitir visitas no autorizadas, ella se está enfocando en salvarle la vida al ministro y al coronel, mientras usted sólo se la ha pasado llorando en la sala de espera y cuando alguien le pidió ayuda ¿Cuál fue su respuesta?
El silencio inundó a La Habitación y quería abrir los ojos para ver la cara de Maddison, realmente no sentía mucho por esa mujer, quizás era bonita y tenía buen cuerpo, pero en el tiempo que llevamos juntos también se había esforzado en demostrarme que no era más que una niña en un cuerpo de adulta, y no, no una niña que hacía berrinches, una que se enfocaba en demostrar que no era capaz de permanecer frente a un ejército y que sólo había logrado entrar ahí por sus apellidos.
—Le hice una pregunta, Capitana.
—Dije que no me molestaran... porque mi novio se encontraba malherido—murmuró.
—Pues le doy una noticia, todos los que estábamos esperando ahí afuera tenemos a alguien que está mal herido, me acaban de dar la noticia de que mi esposo quizás no sobreviva y en lugar de estar chillando como una cría, estoy viendo qué diablos puedo hacer para salvarle la vida, así que regresando... usted y yo tendremos una conversación muy seria y deberá rendir nuevamente las pruebas para el ejército.
—P...Pero s...soy una capitana...
—Una capitana no apunta a objetivos equivocados—gruñó la ministra —. Haga el favor de salir de La Habitación del coronel Harrison y deje de estorbar en el trabajo de los demás.
Escuché los pasos de Maddison salir casi corriendo de la habitación, mientras soltaba sollozos que seguramente debían causar algo en mi interior, sin embargo no sentía nada.
—Lo siento ministra, sólo quería seguir las órdenes de Key.
—No te preocupes, Nick. Escuché los gritos de esa mujer y supe que tenía que intervenir, mi hija no está muy contenta con su desempeño en la misión, pues solo se ha enfocado en demostrarle que es incapaz de estar al frente de una tropa. Nosotros la aceptamos por sus apellidos y porque supuestamente había tenido una misión victoriosa en donde estaba anteriormente.
—Entiendo—murmuró Nick.
<<Díganme que Arniel está bien>>
—¿Qué dijo?
—Está hablando entre sueños, pero dice algunas palabras claras y yo trato de responderle, ahora mismo dijo algo sobre Arniel...
—Está bien...
<< ¿Estoy hablando? ¿Por qué no siento que mi boca se mueva?>>
—¿Qué dijo?
—Eso sí no lo entendí, creo que su cerebro está confundido y no sabe si lo está pensando o lo está diciendo, así que supongo que puede escucharnos pero tampoco es capaz aún de procesar todo lo que hay en su cerebro, o más bien la información que recibe.
—Vaya, el general Pávlov le heredo la inteligencia.
—Ya quisiera ser tan inteligente como papá—murmuró el hombre —. Debería ir a dormir, ministra. Ha estado aquí el mismo tiempo que Key...
—Mi hija no va a descansar hasta que no tenga un antídoto le inyectó ya a Conall, pero debemos esperar a que haga afecto, la conozco y es tan necia como yo... así que lo único que podemos hacer es quedarnos con ella, y tratar de darle fuerza para seguir buscando un antídoto...
—Tardo un año en descubrir un antídoto para SX1... Sé que ella es capaz de todo pero, realmente temo por su salud, no ha dormido y apenas come.
<<Eso es algo normal en ella>>
—Parece que realmente nos contesta—aseguró la ministra—. En cuanto pueda le diré a mi hermano que venga a verlo, estaba revisando las heridas de Álex y Jerry.
—¿Estan mejor?
—Si, por lo menos no tendrán que amputarles nada, la infección disminuyo al 0.23%
—Eso es algo bueno—aseguró Nick —. Me quedaré con el coronel hasta que despierte, después iré con Keylani para ayudarle en lo que pueda... me preocupa realmente.
<<Ve ahora, ella necesita a alguien>>
—Si me voy ahora, seguramente me asesina—murmuró Nick—. Usted la conoce, así que no me conviene hacerla enfurecer. Pero despierte pronto y así podré ir con ella y también traerle informes a usted.
—Nadie puede pasar a esta habitación—murmuró la ministra.
—no se preocupe, señora.
Escuché los pasos de la ministra alejarse, no volví a escuchar una palabra de Nick, seguramente me estaba dando mi espacio para poder abrir los ojos y volver a mí mismo, a pesar de que había escuchado que decía algunas palabras no había logrado conectar mi mente con todos mis sentidos, sólo sentía un agudo dolor en todo mi cuerpo y los párpados tan pesados que me era imposible abrirlos.
—¡Código azul! —gritaron a lo lejos.
—Ministro Kim, resista—escuché el grito de Charly.
<< ¿Q...Qué pasa?>>
Mi corazón por algún motivo se sentía alterado, me daba miedo escuchar código azul porque sabía lo que significaba, era un paro directo al corazón y si habían gritado el nombre de Hunter era claro que se trataba de él. Él era como mi padre y no estaba dispuesto a perderlo tampoco.
Quería abrir los ojos y ver qué diablos estaba pasando, pero estos pesaban tanto que parecía que mis ojos se quebraban cada que trataba de abrirlos, quería gritar y decir que estaba pasando, tenía preguntarle a todo mundo por qué gritaban. Sentí que mi respiración se agitaba de repente y como si mi corazón diera un fuerte brinco.
Abrí los ojos de golpe y me senté, no supe ni siquiera de dónde saqué fuerzas para hacer tal acción, pero cuando lo logré pude ver todo con mayor claridad, me encontraba en una sala de hospital y en la puerta de la habitación había un hombre de cabello cobrizo oscuro de espaldas, mientras veía hacia afuera de la habitación.
—¿Qué paso? —escuché su voz.
—El ministro tuvo un paro—murmuró la enfermera—. Pero creo que está controlado, la doctora le inyecto algo... creemos que es un nuevo antídoto.
—¿Lo logró?
—Es sorprendente lo inteligente que es esa mujer—aseguró la enfermera —. Creo que tiene un antídoto para la nueva sustancia, todo el hospital estaba hablando de eso.
—¿N...Nick? —pregunté con la poca voz que me salía.
—¡Joder! — él hombre se acercó a mí a la velocidad de la luz—. ¡Despertó!
—¿Dónde estoy? —murmuré.
—El hospital militar—contestó —. Debe recostarse ahora, tuvo una cirugía y estar recuperándose no debe hacer movimientos bruscos.
—T...Tú... Me hablaste...
—Creí que no me había escuchado, he estado hablándole las últimas 12 horas pero creo que dejo de responderme hace como 6. Soy muy parlanchín, lo siento.
—E...Ella...
—Vendrá en cuanto pueda—aseguró el hombre —. Infórmale a la doctora que el coronel despertó, seguro se le alegrará en día.
—¿M...Ministro...?
—Está bien, tenemos entendido que se está recuperando, hace un par de horas tuvo un paro cardíaco.
—¿U...Un par de horas? L...Lo acabo de...
—El tiempo es raro cuando te estás despertando de un casi coma—murmuró la voz que había estado anhelado durante tanto tiempo—. Me puedo hacer cargo... No le quites la mirada a mi padre, tiene el antídoto en su sistema y no tenemos idea de como vaya a reaccionar después de todo lo que le habíamos inyectado, pero al parecer funciono...
—M...Muñequita—susurré.
—Bienvenido de regreso, Conall—murmuró con una sonrisa—. ¿Cómo te encuentras?
—E...Estas... v...viva
—Tendremos tiempo de hablar de eso, ahora necesito saber si estás bien o si tienes algún tipo de dolor extraño, claro aparte de todo tu cuerpo, ya sabes algún dolor en la cabeza picazón en alguna parte...
—E...Estoy bien...—murmuré.
Ver sus ojos era suficiente para sentir que mi mundo volvía a tener color, no me importaba nada más sólo esos hermosos ojos brillantes que parecían resplandecer como la más hermosa estrella en el cielo oscuro, me sentía bendecido de poder verla, era como si mis ojos jamás hubieran sentido tanta luz.
Su hermosa sonrisa que parecía iluminar toda una ciudad me hacía sentir seguro, como si me hubiese vuelto a entrar en la orilla del mar después de estar navegando sin rumbo en el mar tormentoso. De repente todo el dolor de la soledad y los meses que había pasado sin saber nada de ella, creyendo que estaba muerta se redujo a un solo instante, no supe que estaba llorando hasta que mis mejillas estaban completamente mojadas, y unas cuantas cortadas ardían por las lágrimas que caían.
—No llores—murmuró secando mis lagrimas con sus delicadas manos—. No estás viendo un fantasma... eso te lo prometo.
—Y...Yo t...te extrañé.
—Yo también te extrañé—murmuró con una sonrisa —. Enfermera, necesito análisis completos del coronel y también de toxicología.
—Si, doctora—murmuró la mujer.
No me importaba parecer un idiota mientras la veía, verla era suficiente para sentir que mi vida volvía a tener sentido y que podía volver a sonreír de una u otra forma, era tan hermosa que no tenía la mínima comparación con nadie ni con nada que hubiese visto antes. Era más hermosa incluso de cómo la recordaba, su aroma seguía intacto, esa preciosa esencia a fresas me hacía sentir que estaba en mi hogar, que por fin había logrado nadar hasta la orilla y estaba a salvo. Sonreí al verla, era tan preciosa que no podía pensar en nada más mientras la veía.
—D...Debes dormir—murmuré.
Se seguía viendo hermosa a pesar de tener unas oscuras bolsas bajo sus preciosos ojos verdes, estaba seguro de que no había dormido ni un solo minuto y se la había pasado tratando de salvar a su padre y a mí, así era ella y la admiraba por la valentía que tenía, no le importaba sacrificarse a ella misma por proteger y mantener a salvo a todos los que amaba, por eso ni siquiera podía enojarme porque ella se hubiese ido o que hubiese continuado con su vida, ella había sacrificado todo por nosotros.
—Estoy bien—murmuró con una sonrisa—. Nick, avisa a la señora Harrison que su nieto despertó...
—Claro—murmuró el hombre dándole una sonrisa—. Me da gusto que esté aquí, coronel—susurró el chico hacia mí.
Lo vi salir de La Habitación, mi corazón se puso a latir como un loco sabiendo que estaba solo con ella, que tenía mi muñequita a un lado mientras revisaba mis signos vitales y no me importaba ni siquiera que mi cuerpo se encontrará de esa manera por la droga que me habían inyectado, todavía ha perdido completo sentido desde el momento en que ella entró ahí, desde que supe que estaba con vida.
—¿Cómo te sientes? —preguntó revisando mis heridas.
—Estas viva—logré decir sin tartamudear.
— Lamento haberlos hecho sufrir, creí que mi sacrificio valdría la pena si estaban a salvo de por vida, creo que debí imaginarme que Magnus no descansaría aunque yo estuviera supuestamente muerta—murmuró —. Adelante, puedes decirme lo cobarde que fui al haberme ido...
—J...Jamás te llamaría cobarde...—murmuré acariciando su mejilla —. F...Fue el acto más v...valiente que alguien puede hacer.
—¿Eso crees?
—P...Por supuesto—murmuré con una sonrisa—. Sacrificaste todo por mantenernos a salvo... dejaste tu felicidad de lado por salvarnos de un bastardo.
—Espero que todos piensen lo mismo—murmuró con una sonrisa—. Debemos hacerte todas las pruebas necesarias y sé que quizás no lo recuerdes porque estabas drogado, pero necesito saber si usaste protección en el sexo, Julia no supo decir si eras tú o Arniel...
—¿Eh?
—Tomaré eso como que no te acuerdas—murmuró soltando una pequeña risa —. Tranquilo haré que te hagan los exámenes, y sabremos entonces que fue lo que ocurrió, tus últimos análisis de toxicología salieron con un 28.13% de droga, te tendremos que inyectar una micro dosis para evitar complicaciones.
—¿E...Estas bien?
—Si—contesto con una sonrisa —. Nick se quedará contigo para cuidarte en lo que viene tu abuela y tu pequeño, ambos estan descansando en el castillo, pero estoy segura de que vienen en camino, también dejaré que entre tu novia para que se sienta un poco más tranquila y deje de llorar como Magdalena.
—N...No es...
—Tranquilo, tampoco te fuerces al hablar... duraste mucho tiempo dormido, es un poco difícil que hables con la garganta tan lastimada—murmuró—. Más te vale estar bien y no volverte a desmayar por cinco días, nos tenías a todos muy preocupados.
—M...Muñequita...—susurré acariciando su mejilla.
No importaba nada más, sentir su rostro bajo mi tacto era lo más precioso que había experimentado en mi vida, era como si mi cuerpo lo reconociera completamente y estuviera a salvo sin sentir que la vida se me escapaba de las manos, ella era hermosa y me hacía sentir completamente vivo.
—Debemos hablar sobre los apodos—murmuró besando mi mejilla —. Me alegra que estes de regreso, realmente tuve miedo a perder a alguno.
—¿A...Arniel?
—Se está recuperando—murmuró—. Por lo que me informó Julia, mi padre y tú se negaron a tener relaciones sexuales con cualquier mujer y nuestra teoría es que a ellos les inyectaron el HACNSE21 al no lograr los resultados que necesitaban, pero a pesar de que fue un poco cantidad, combinada con el SX1 que ya les habían inyectado, Creo una bomba en su organismo... solo estamos en espera de que mi nuevo antídoto funcione contra esa droga, funciono en ti pero no se si en mi padre lo hizo, es un antídoto experimental y si no lo logra, tendremos que ingresarlo al CTRATA...
—E...Eres h...hermosa e in...inteligente...
—Gracias, Conall—murmuró con una sonrisa —. Recupérate pronto ¿Si?
—Amor, ya llamé a la señora Harrison, estan en camino...
—¿A...Amor? ¿E...Es tu n...novio?
—Ya habrá tiempo de presentaciones—murmuró con una sonrisa —. Nick... ¿puedes quedarte con él? Debo ir a revisar a los que serán dados de alta.
—Si—murmuró con una sonrisa el chico.
No me podía enojar con ella en lo más mínimo, no podía reclamarle ni siquiera que se hubiese marchado y empezado con una nueva vida, porque también había sacrificado su felicidad y había sacrificado todo lo que tenía en su vida por protegernos a nosotros. Ella no merecía que nadie le recriminara nada.
<<Si eres feliz... yo también lo soy...>>
.
.
.
.
¿Qué les pareció este capítulo?
¿Qué creen que ocurra en el próximo?
¿Qué piensan de nuestra Keyli?
Holi! Espero les haya gustado este capítulo <3
Los quiero mucho, muñequitos. <3
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