Capítulo 07.

"Recuerda, el dolor es momentáneo. Es tu enemigo, pero también es tu aliado". ~Albert Espinosa.

Suiza.

La vida muchas veces nos enseña que no podemos estancados en el tiempo, que debemos avanzar y darle vuelta a la página, debemos ser como la nieve que en invierno se congela pero en primavera fluye.

Quizás nuestra primavera había llegado y sí, nunca podríamos superar completamente la muerte de la mujer que amábamos, nos seguiría doliendo en el alma su ausencia y sería prácticamente imposible dar paso a otro sentimiento que no fuese el de dolor y las ganas de venganza, podíamos vivir con ello y quizás volver a sonreír un poco.

Claro que el que diéramos vuelta a la página no significaba que dejaríamos nuestro plan de venganza, ese seguía intacto y nos encargaríamos de hacer pagar con creses al bastardo que nos la había arrebatado, tampoco le abriríamos nuestros corazones al amor, simplemente nos encargaríamos de no sumirnos más en el profundo hoyo de la desesperación.

Después de la noche en la que había compartido con Selene, sentí que de cierta manera podía volver a desear, aunque como lo habia hablado con Conall, tener sexo no era lo mismo que amar a alguien, eso era algo que ninguno de los dos podría hacer jamás, teníamos tatuada a Key en nuestros corazones y eso nadie lo podía negar, ella nunca podía ser remplazada y nosotros no estábamos interesados en buscar un remplazo, ella era única e inigualable.

Se lo dije a Selene, "Sólo puedo ofrecerte sexo y no me pidas más, porque ni aunque pasen veinte años podré amarte", ella aceptó, después de todo parecía que realmente deseaba que yo estuviera en su vida y ella tenía la vaga ilusión de que yo cambiaria, pero eso no ocurriría, como siempre lo había dicho, cuando le arrebatan al diablo el amor, no hay nada que pueda hacer que su infierno vuelva a arder.

—¡Papá! —gritó el niño corriendo a brazos de Conall.

—Enano—murmuró Conall alzando a su hijo en brazos —. ¿Cómo estás, Campeón?

—Se la ha pasado comiendo, pero creo que ya se acostumbró a compartir hogar con el viejo Kennett.

—Tío, ya quisiera yo llegar a tu edad como estas—se burló Conall con una carcajada—. ¿Tiene sangre Harrison, verdad?

—¡Por supuesto! Aunque puedo ver que hay algo más, es como la sangre de los Kim.

—Tío...

—¡Es verdad! ¿O no? —preguntó a los ministros quienes se acercaban a nosotros.

—Eso es verdad—aseguró el ministro siguiéndole la corriente —. No por nada le decimos que es nuestro nieto.

—Belitos—murmuró Niall corriendo a brazos de los ministros —. Belita.

—¿Belitos?

—Abuelitos—aseguró Conall—. Sabe hablar pero hay algunas cosas en las que aun debes adivinar.

—Lo averigüe ayer—aseguró riendo —. Pero a mí me dice tío y no abuelo, se supone que soy como tu padre.

—Y lo eres—aseguró Conall riendo—. Pero yo te sigo llamando tío y mi hijo también... quizás estos días puedas hacer que te llame abuelito.

—Cuando regresen, verán que seré el mejor abuelo del mundo.

—Sin caramelos—murmuré riendo.

—¡Ja! Mejor no me lo hubieras dicho, lo llenaré de caramelos hasta que se le piquen las muelas.

—¡Hey! Con nosotros no eras así, apenas y nos dejabas comer caramelos...

—Eran mi responsabilidad—aseguró —. Pero es mi trabajo como padre postizo maleducar a mi nieto.

—Te quiero, papá—aseguró Conall, abrazando a su tío sin que él se lo esperara —. Recuerda que regresamos hasta dentro de un par de semanas, Charly y Avery se quedarán al frente de la base ya que Bausili se tomó por fin unas vacaciones, la mayoría de los capitanes viajará con nosotros para conocer las instalaciones de FEIC, después de Suiza iremos a España, China, Corea, Rusia y al final a Italia...

—¿Quiénes quedarán de los conocidos?

—Nadie—aseguró el ministro—. Todos son de confianza, por lo que hemos decidido nos acompañen... pero no te preocupes, Charly y Avery se aseguraran de ayudarte en lo que necesites. Por cierto, bienvenido a la IISMFCMO, sabes que tu presentación formal será en un par de semanas en el aniversario...

—Claro—aseguró mi tío con una sonrisa —. Mientras podré ponerme al tanto con todo lo que se requiera y a la vez podré hacerme amigo de este pequeñín y lograr que me diga abuelo...

—Ni conmigo estabas tan emocionado cuando te llame padre por primera vez.

—Tú no eras tan lindo y hermoso como este angelito—aseguró pellizcando la mejilla del pequeño bebé, quien soltó una pequeña risa por las caras que Kennett le daba—, eras berrinchudo y problemático, algo más que me hace sospechar que él es un Kim.

—No molestes, estas insultando a los Harrison en general y eso te incluye.

—Los Harrison somos revoltosos, no me ofende decir que lo somos.

Solté una carcajada, por la pequeña discusión que mantenían Conall y Kennett, siempre era así y de cierta forma sabía que era su forma de demostrarse cuanto se querían como padre e hijo. Suspiré, viendo a las morenas que se encontraban a unos metros de nosotros, los ministros no sabían más de lo que les habíamos contado, pero seguramente sospechaban las relaciones que teníamos con ellas.

—Debemos irnos—murmuró el ministro —. Tienen dos minutos para despedirse...

Asentimos, Conall y yo nos despedimos del pequeño Keyniall y de Kennett, él era la figura paterna más cercana, mi padre se la habia pasado enfermo durante toda mi infancia y el mejor recuerdo que tenía del grandioso Elijah Vallarelli, era cuando estaba conectado a mil tubos y aun así me hacía reír.

—Ambos tienen mucho que contarme—murmuró.

—Por supuesto—murmuró Conall —. Cuida a mi pequeño.

—Con mi vida, no olvides que yo cuide a dos saltamontes que solo sabían meterse en problemas...

Ambos soltamos una carcajada asintiendo, no dijimos nada más, ambos tomamos nuestro cargamento y después de darle un pequeño beso a Niall, caminamos en dirección de las dos mujeres que parecían debatirse en hablarnos o quedarse atrás.

—¿Cuánto tiempo tardaras en regresar? —preguntó Selene.

Estaba totalmente prohibido dar muestras de cariño en los pasillos y agradecía que ellas lo respetarán. Sí, por lo menos a mí, Selene me daba buen sexo, pero no estaba listo para lidiar con dramas o para soportar berrinches por parte de ella, era tonto pero de la única que soportaba berrinches era de la mujer que había amado con todo mi corazón y se encontraba tres metros bajo tierra.

—Regresaremos dentro de 2 semanas—contesté con la misma frialdad de siempre.

—Te voy a extrañar—murmuró haciendo un puchero.

—Como sea—murmuré, yo se lo habia dicho, nisiquiera una muestra de cariño esperes, si ella se hacía ilusiones no era mi problema—. Estaré enviando reportes cada semana así que asegúrense de leerlos y de tener en claro todos los movimientos que estamos haciendo alrededor de las bases del mundo, el coronel Harrison se encargará de implementar las estrategias de entrenamiento en algunas bases, por lo tanto quizás lleguen algunos nuevos con ustedes para ser capacitados, ustedes 2 son las más capaces que dejamos así que no vayan a decepcionarnos.

—Si, Coronel—murmuró la chica bajando la mirada—. ¿Podré llamarte?

—De preferencia no—contestó Conall con la misma frialdad.

Quizás era tonto que los dos estuviéramos en una supuesta relación, si realmente no podíamos amar a nadie o si sentíamos que nuestro corazón no era capaz de aceptar a nadie más en él solo a unos hermosos ojitos verdes. No estamos jugando con ellas, nosotros habíamos sido claros con lo que queríamos, si ellas se hacían ilusiones vagas no era nuestro problema pues no les estábamos dando alas para ello.

No nos despedimos o hicimos algún ademán como ellas quisieran que fuese, simplemente tomamos nuestras pertenencias y nos dirigimos al jet que ya estaba lleno por las personas que nos acompañarían, todos iríamos a un sondeo por las bases internacionales.

Los ministros nos acompañarían los primeros días, después de ello, solo el ministro continuaría el viaje y la ministra nos alcanzaría e Italia los últimos dos días.

El primer lugar que visitaríamos sería Suiza, en las instalaciones del FEIC, hubo un lugar donde se llevaban a cabo las mejores investigaciones sobre nuevos armamentos o inteligencia que fuese necesaria para nosotros, era algo como la antigua nasa pero sólo pertenecía a la IISMFCMO, hola ahí se encontraban los mejores científicos, programadores e ingenieros. todos soldados con las habilidades de un soldado del equipo Élite, pero también con una inteligencia muy desarrollada y capaz de crear nuevos artefactos útiles para toda el ejército de la IISMFCMO.

Además, no sólo estudiaban el armamento o las nuevas tecnologías, sino que buscaban crear antídotos contra algunas drogas o incluso la cura de varias enfermedades que afectaban el rendimiento del ejército Alpha. Era como unir a la NASA y la OMS en una sola organización, ahí se encontraban los mejores en ambas ramas.

A pesar de que la base era una de las más importantes de la IISMFCMO era uno de los lugares más recónditos y una de las bases con menos accesibilidad, se encontraba en los Alpes Suizos a más de treinta minutos del poblado más pequeño, Albinen.

El vuelo fue completamente tranquilo, viajar en los aviones de los ministros era lo mejor que podía haber, no existía mayor comodidad de los jets y claro que eso se debía a que eran las personas con más dinero en el maldito mundo.

—¿Champagne? —preguntó la azafata.

—Estoy trabajando—murmuré tecleando varias cosas en la laptop —. Mejor agua...

—Si desea algo más, no dude en pedírmelo—murmuró con cierto coqueteo.

Regresé la mirada a mi computadora, a pesar de que no podía concentrarme ni un poco por alguna extraña razón, trataba de enfocarme en lo importante y en escribir algunas cosas que tenía en la cabeza, así al regresar a la gran ciudad de investigarlas y darme cuenta de lo que estaba ocurriendo.

—¿Qué haces? —Interrogó mi mejor amigo, sentándose frente a mí.

—Trato de analizar lo último que encontramos sobre Schiavone, quiero atraparlo para poderme olvidar de su maldito presencia en el mundo...

—Te entiendo... no pude dormir pensando en eso los últimos datos que encontramos indican que se oculta en alguna de las favelas de Brasil, pero sabemos que entrar a ese lugar aun con 1000 pelotones es imposible que lo hagamos salir de su madriguera tiene comprada la policía y cada persona que vive en ese lugar.

—eso es correcto sí es cierto que se oculta dentro de las favelas de Brasil será imposible sacarlo si queremos lograrlo lo primordial es que hagamos que salga de su escondite así podremos capturarlo con mayor facilidad.

—el problema es que nadie sabe cómo sacarlo de su escondite—afirmó Archie ingresando a nuestra conversación.

—Que ese bastardo salga de su escondite es algo prácticamente imposible ¿Lo saben no? —murmuró Giandrick llegando a nuestro lado junto con su hermano.

—Exactamente, él no va a salir a menos que nosotros le demos alguna provocación para que lo haga... y lamento informarles que nuestra única arma, está enterrada tres metros bajo Tierra...

—con la nueva sustancia que está distribuyendo... quizás podremos encarcelarlo por un par de décadas.

—Siglos, más bien—murmuró Marlen llegando de la mano de su esposo y tomando asiento en uno de los cómodos sillones—. Merece tener cadena perpetua y toda su descendencia también lo merece.

—Estoy de acuerdo con mi esposa—aseguró Jacob—. Los colombianos aún nos deben un favor, quizás podamos hacer que ellos lo saquen que hagan nuestro trabajo sucio y nosotros llegamos y los capturamos.

—no podemos meter a otras organizaciones, esa venganza es nuestra—aseguró Jerry con mi hermano a su lado.

—Exactamente... ustedes son los que deben cortarle la garganta y encadenarlo al infierno—aseguró Álex —. Todos lloramos la perdida de Keyli, es claro que necesitamos que ese hombre muera por nuestra propia mano.

—Y lo lograremos—aseguró el ministro sentándose a nuestro lado junto a su esposa —. Tiene cientos de órdenes de aprehensión en más de 100 países, y es perseguido por todas las organizaciones militares.

—pero aun así no logramos encontrarlo, señor—murmuró Conall —. Estuve pensando en una estrategia pero no estoy seguro de que sea la correcta, si le hacemos creer que ella está viva puede que lo saquemos de su escondite y entonces podamos interceptarlo... estaríamos usando su memoria para una carnada vengando la a la vez.

—Es una idea un poco descabellada—murmuró, el ministro—, sin embargo, la obsesión de Magnus está en un punto enfermo, entonces si logramos hacer que crea que ella sigue con vida nosotros podemos hacer lo que salga de su escondite y después lo capturamos.

—De quien debemos de cuidarnos es de Alexei, su consigliere... él perteneció a las fuerzas especiales de la IISMFCMO, su nombre era Aidan, pero al parecer se vendió a la mafia...

—Ese hijo de perra—gruñó Marlen—. No dormiré tranquila hasta meterle una maldita bala en el cráneo, merece morir por traidor.

—Nos traicionó a todos, así que no te preocupes por eso, cuando lo tratemos será juzgado como un criminal de guerra y traidor a la IISMFCMO—contestó la ministra.

Después de esa pequeña charla, en donde pudimos aclarar varios puntos para la detención de Magnus Schiavone, todos tratamos de relajarnos en el vuelo pues sabíamos que el llegar a la base en Suiza todo se convertiría en un verdadero desastre, pero por alguna razón conforme más nos acercábamos a esa base mi corazón sentía algo extraño, como si supiera que allí había algo que lo complementaba, no se sentía vacío como lo había sentido durante casi 2 años y esa sensación crecía conforme el capitán daba las instrucciones del aterrizaje.

Aterrizamos en el aeropuerto internacional de Zúrich, de ahí los ministros dieron la orden de dividirnos en diferentes camionetas que habían sido enviadas por el general en las instalaciones de FEIC, nos distribuimos en total en cuatro camionetas. Los ministros y sus hijos en una; Archie, Julia, Marlen y Jacob en otra; Álex, Giancarlo, América, Jerry y Lizbeth en la más grande y por último, Arniel y yo abordamos la última que era un poco más pequeña.

—Bienvenidos a Suiza, Coroneles—murmuró el hombre.

Tenía el cabello cobrizo brillante, los ojos de un tono marrón y una barba de candado que cubría la mayor parte de su rostro.

—¿Cuánto tiempo es de aquí a la base?

—Tres horas, aproximadamente—aseguró —. Soy el Capitán Nikolai Pávlov y antes de que lo pregunten, no, no vengo de la familia del famoso Pávlov, aunque no estoy seguro de que mi padre tampoco. Mi mejor amiga me hace burla todo el tiempo sobre eso.

—Interesante información—murmuré riendo—. Yo soy el coronel Arniel Vallarelli y él, el coronel Conall Harrison.

—No necesitan presentarse—murmuró riendo —. Es un honor poder ser su chofer, los admiro desde que supe quiénes eran... son el dúo imparable, todo mundo los conoce y admira...

—¿De verdad? —pregunté.

—Si—aseguró —. Son héroes aquí, así que no se sorprendan si alguien les pide fotografías—murmuró—. Me encantaría que Vee los conociera, pero enfermo esta mañana y dudo que pueda levantarse de la cama.

—¿Vee?

—Venus Hoffman—aseguró con una sonrisa —. Es capitana y una de las mujeres más inteligentes que conozco, además... es hermosa...

—¿Enamorado de un colega? —bromeó Conall.

—Algo así—aseguró —. Pero... creo que ella me ve solo como amigo... siempre tiene la mirada triste y creo que ha tenido una vida muy difícil...

—Vaya... pues ¿te doy un consejo? —murmuré.

—Sería un honor recibir un consejo de usted...

—no esperes a que llegue el momento en que no puedas decirle que la amas, no te demores en decirle lo que sientes porque no sabes si la vida te va dar una mala jugada y la vas a perder... así que dile sin miedo lo que tú sientes, puedes arrepentirte si no lo haces.

—exactamente, no esperes a tenerlo en tus brazos mientras se desangra para decirle que la amas—continuó Conall.

—Vaya... creo que seguiré su consejo—murmuró —. Lamento mucho su pérdida, no sé qué sea lo que les haya pasado pero... se ve que amaron mucho a esas mujeres.

—Lo hicimos...

El chico guardó silencio, mientras se internaba en los Alpes suizos tan hermosos y altos que daban una sensación de tranquilidad pero a la vez te abrumaban, eran enormes y tan mágicos que no podía evitar pensar que mi muñequita sería la mujer más feliz si estuviera a nuestro lado, ella siempre había querido visitar los Alpes suizos, así que sin quererlo la llevábamos con nosotros.

—Lo hubiera amado—murmuré.

—La tendríamos saltando en la camioneta—aseguró Conall—. Por cierto, creo que Niall es amante de la misma película, anoche estaba buscando que ponerle y adivina cual eligió...

—¿El rey león?

—Si—aseguró riendo—. Hace casi dos años no veía esa película...

—Quizás al regresar debamos verla juntos con Niall—aseguré riendo —. Quizás él también se aprenda las canciones y logre sacarnos de quicio.

—Mi hijo se parece demasiado a ella... Empiezo a pensar que la ministra tiene razón...

—¡Claro que tiene razón—afirmé—. Tiene tantas mañas de ella, que estoy seguro encarno de regreso en él...

Ambos soltamos una pequeña risa y no volvimos a decir palabras hasta llegar al pueblo de Albinen, era demasiado pequeño, en comparación en las grandes camionetas, parecía que las casas eran de juguete, pero eran tan hermosas que estaba seguro necesitábamos tomar miles de fotos para enseñarle a Niall.

—Bienvenidos a Albinen, es uno de los pueblos más pequeños de todo Suiza, con sólo 240 habitantes a lo que sabe todo el mundo, en realidad aquí no habitan civiles sino todas las que trabajan en la base, sólo habitamos soldados y un par de personal de limpieza, las casas de por allá pertenecen a los capitanes, incluido mi hogar... al sur de la ciudad están todos los soldados de rangos inferiores al cuatro. La casa de hasta el fondo, pertenece al general.

—¿Puedo preguntar qué hacen cuando vienen los turistas?

—Debemos mantener un perfil bajo, por lo que la mayoría de las veces que vienen turistas... nos comportamos amables y les enseñamos algunas tradiciones que sinceramente nosotros hemos inventado, el gobierno Suizo nos ha ayudado a que no se promocione tanto el turismo desde que la base está aquí, además de que el transporte lo proporcionamos nosotros de esa manera nos aseguramos de que las personas que vienen aquí no tengan curiosidad de ir más allá del camino—explicó—. La base queda a media hora de aquí, creo que les proporcionarán una cabaña para que puedan descansar, existen camerinos en la base pero como somos muy pocos no existen lugares para visitas. Así que creo que yo seré su chofer en toda su estadía aquí.

—Nos agrada la idea—aseguré.

El chico siguió manejando por la carretera, hasta que de repente tomó una desviación siguiendo las demás camionetas hacia lo profundo de un bosque, miré a Conall, quien simplemente alzó los hombros en señal que desconocía lo mismo que yo, claro que habíamos estudiado el terreno pero a pesar de ello no existían muchas gráficas que nos dijeran dónde se encontraba la base.

Llegamos a lo que parecía un bunker, estaba oculto en el bosque y la puerta era enorme, pero al entrar nos dábamos cuenta de que la oscuridad que se podía tener dentro era sólo una completa ilusión. descendimos de las camionetas, los ministros nos siguieron y como marcaba el protocolo todos nos presentamos ante el general, los ministros recibieron halagos como siempre.

—Vee está en su Camerino—murmuró el general hacia el chico —. Yo me encargo de darles un recorrido, tú lleva a Vee a casa...

—Como ordene, general—murmuró con una sonrisa —. Con su permiso.

El chico se alejó de nosotros, mientras en general nos daba alguna explicación sobre las base, pero en la cual no le podía poner el mínimo de atención, la sensación de que había algo más de que algo me estaba llenando era enorme, sentía como si mi corazón que había estado partido durante un año y 9 meses de repente se construyera nuevamente.

—¿Sientes lo mismo? —preguntó Conall de repente.

—¿A qué te refieres?

—La sensación, no he dejado de sentirla desde que abordamos el jet, es como si mi corazón se volviera a sentir completo desde la muerte de Key...lo sientes tú también ¿cierto?

—Si—murmuré—. Se debe a que ella siempre quiso visitar este lugar y... ahora que nosotros estamos aquí sentimos que está con nosotros... es lo único que se me ocurre.

—Sí, debe ser ese sentimiento...

—Eso o nos estamos volviendo locos—murmuró Marlen de repente —. También lo siento... es como si ella estuviera aquí...

—¿Ves? Hay algo extraño... no es normal que todos sintamos eso, Mis padres también lo sienten... por eso estan tan raros sin regañar a nadie... sienten que su pequeña está aquí—murmuró Giandrick —. Hunt dice que el no siente nada, pero yo estoy seguro de lo que siento... mi conexión de hermano nunca me ha fallado.

—no piensen en esos chicos, fue un viaje largo y quizás todos estamos confundidos—murmuró Hunt—. Quizá se debe a que ella siempre quiso venir aquí y por eso sentimos que está aquí, pero todos sabemos dónde está así que... prestemos atención a lo importante.

Hunt se dio media vuelta y se alejó junto con los ministros, su actitud me daba de que pensar, como si él supiera algo que todos no. Pero no presté más atención.

Llegó la hora de la reunión con la base, todos estuvimos en la sala de conferencias con los capitanes de la FEIC y todos los que habíamos acudido desde la gran ciudad, ahí estaba el chico quién suponía había regresado de dejar a la mujer que quería. Le había dado un consejo, pues yo había vivido en carne propia el no decir lo que quería o deseaba por miedo a ser rechazado, no quería que alguien más le pasara eso o que se esperara a decir que la amaba hasta tenerla en sus brazos desangrándose. Eso había sido una de las culpas que más había tenido en todo el tiempo que ella no había estado, me arrepentía de nunca haberle dicho te amo, siempre se lo había expresado pero las palabras también eran importantes

—Estuve leyendo un informe, sobre la cura del SX1—murmuró Conall—. Sin embargo no está patentado por nadie, me gustaría conocer a la persona que creó esa teoría... está bien fundamentada y parece que tiene años de estudio...

—Esa fue Vee—susurró Nikolai con una sonrisa por lo bajo.

—Esa teoría fue sustentada por varios de nuestros investigadores... No existe un autor en concreto...

—¿Cómo qué no? Fue Venus la que creo la teoría y nadie la ayudo—intervino una de las chicas—. Lo siento... Es que Vee se esforzó mucho por crear ese antídoto...

—Por lo que escuché está enferma ¿Cierto? —pregunté —. También leí su teoría, así que si los ministros lo permiten nos gustaría tener una audiencia, con la capitana Venus...

—Puedo preguntar, ¿por qué el interés en esa teoría?

—Porque una vez no pudimos ayudar a una persona que queríamos mucho que fue inyectada con esa droga, así que, nos gustaría ayudar a más personas que han sido víctimas de esa sustancia...

—Trataré de programar una reunión antes de su partida, ella se sentía muy mal...

—Si ella se siente apta para tener una audiencia, adelante, si no cuando regresemos a la gran ciudad podemos programar una visita... ¿cómo se encuentra la capitana?

—Bueno, considerando que ella es la única doctora titulada, ella es quien puede darse un diagnóstico...

—entonces nos encargaremos de que traigan a otro médico, aunque es una base pequeña una sola persona no puede hacerse cargo de tantas.

—Bueno, en realidad nunca tenemos emergencias, lo máximo que nos afecta aquí son las gripas o algunos accidentes.

—De acuerdo—murmuró la ministra con una pequeña sonrisa —. Entonces... ¿Tienen seleccionados a las personas que rendirán el examen?

—Si, todos los capitanes...

La tarde paso entre pruebas, exámenes y demás cosas, no sólo estábamos ahí para conocer las habilidades de varios soldados, en realidad el plan principal era llevar a los mejores al ejército Alpha.

Todos tenían grandes habilidades tanto en lucha como en inteligencia, seleccionamos a varios que deberían rendir el examen general para el ascenso dentro de la base Alpha, entre ellos, el chico que se habia comportado realmente amable y hablaba de Venus como si fuera la más divina obra de arte.

—¡Coroneles! —gritó mientras nos alejábamos.

—¿Qué ocurre?

—bueno, sé que están un poco cansados por el viaje pero la mayoría de las noches nos reunimos en el bar de Mou, sirven unas de las mejores cervezas de la región... ¿nos harían el honor de acompañarnos? claro que si no quieren tomar cerveza artesanal siempre existen vinos—murmuró con una sonrisa.

—Parece un buen plan—murmuró Conall —. Deberíamos ir...

—Claro pero nos aseguraremos de hacerle prueba a las bebidas antes—murmuré riendo —. ¿Dónde se encuentra?

—No se preocupen por eso, yo pasaré por ustedes y podemos ir juntos... me indicaron que su cabaña está junto a la del general... es una de las cabañas más bonitas, así que supongo que les encantará...

—¿Podrías llevarnos? a decir verdad estamos un poco cansados por el viaje, pero me interesa la cerveza artesanal

—Por supuesto—aseguró con una sonrisa —. Quizás pueda convencer a Vee de que vaya bien abrigada, la conozco y las gripas no le duran más de tres horas... es mi amiga y me gustaría que tuviera la oportunidad de ascender, aunque ella no lo manifieste, es así...

—Claro, estaríamos encantados de conocerla... el informe que leímos sobre el antídoto es tan interesante que... realmente merece un premio nobel o algo así.

El chico asintió, y sin decir nada nos llevó hacia las camionetas junto con todos nuestros acompañantes, todos tenían rostros cansados y parecía que nadie quería dar un solo paso más, el vuelo había sido largo y el entrenamiento había sido demasiado agotador, además que de recorrer todas las instalaciones, era un gran cansancio.

Volvimos a la carretera, el paisaje era hermoso y cada lugar se veía perfecto con toda la nieve que lo adornaba.

—Creí que encontraríamos una mini base como las del FBI—murmuré.

—En realidad no, nuestra base es una de las más grandes en Europa, sólo que no se encuentra en la vista sino en los subterráneos... son casi veinte kilómetros de base y contamos con las mejores instalaciones de tecnología y ciencia...

—Hoy nos dimos cuenta de ello, no existe mucha información sobre esta base...

—los ministros por alguna razón quieren que esta base permanezca en el anonimato, de hecho si le preguntas a alguien fuera de la IISMF sí conoce a qué se dedica el FEIC, te responderá que eso ni siquiera existe... somos tan anónimos que sólo los pertenecientes a nuestra organización nos conocen... pero sinceramente todos aspiramos a ir a su ejército.

—Pues tú eres uno de los seleccionados, así que esperamos apruebes los retos que les ponemos allá, en realidad sería un gran honor tenerte en nuestras filas...—murmuró Conall.

El regreso al pequeño pueblo fue tranquilo, sin mucha demora, pudimos llegar a las cabañas que nos habían asignado, Conall y yo no hablamos ni una sola palabra, pero en realidad no teníamos muchos ánimos después de todo lo que nuestro corazón estaba sintiendo, era extraño y teníamos que averiguar qué era lo que sentíamos.

 Dormimos el resto de la tarde y por alguna razón, después de una semana sin soñar con ella, volví a sentirlo.

Todo parecía estar cubierto de nieve, era como esos paisajes que a ella tanto le encantaba que dibujara. Escuché sus pequeños pasos y pronto la sentí sentarse a mi lado, estaba sentado en la nieve y por alguna razón no sentía el frío, más bien mi corazón sentía derretirse por su cercanía.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó.

—Creí que dijiste que no volverías a visitarme en mis sueños—murmuré abriendo mis brazos para estrecharla.

—Todo lo que sueñas es parte de tu imaginación y algo de realidad... ahora sientes que estoy con vida y por eso me has traído a tus sueños porque quieres encontrar una respuesta a lo que estás sintiendo...

—¿Y me equivoco el creer que estás con vida? ¿Qué estás aquí mismo en Suiza?

—Tú me enterraste, si sientes que estoy aquí contigo es porque sabes que yo quería visitar Suiza, quizás en otra vida me gustarían nacer aquí para así conocer más...

—entonces lo que estoy sintiendo es ¿simple reflejo?

—puede ser, tú solo contestas tus preguntas, aunque me ves a mí sabes que yo no estoy aquí, pero estás buscando un refugio a lo que estás sintiendo tu corazón—murmuró —. Deben soltarme para que puedan vivir, ambos están cerrando su corazón al amor cuando estas 2 chicas les quieren entregar todo...

—Ni Selene ni Madison se comparan a ti...

—Y más les vale que no traten de buscar a alguien que se me parezca, pero ellas son buenas y quizá que me suelten los haga amarlas.

—Nos estás pidiendo cosas imposibles, amor. No podemos sentir más que cariño por alguien más, tú estás tatuada en nuestros corazones.

—Siempre fuiste el que pensaba con la cabeza, amor, así que es hora de que acepten que yo no volveré, estoy muerta y ustedes deben de continuar...

—Pero te extraño...

—Yo también te extraño, los extraño a ambos, pero estoy en un lugar mejor y deben dejarme ir...

—Nunca te dije te amo...

—No, pero lo demostraste a cada minuto que pasamos juntos... así que deja de culparte por eso y avanza porque en te quedarás estancado mientras el mundo sigue corriendo, deben de disfrutar la vida yo ya no estoy ahí, pero ustedes pueden continuar...

—Jamás creí que tendría un futuro sin estar a tu lado...

—yo tampoco pensé que en algún momento tendría que partir... pero como ya lo dije ustedes deben de continuar...

—Yo te a...

Antes de que pudiera detenerla comenzó a esfumarse entre la nieve, como todos mis sueños que tenía con ella, no pude terminar de decir las palabras que mi corazón se moría por gritar. Sólo quería gritarle que la amaba, que la adoraba y que era la mujer más hermosa que jamás había conocido, la única que podía tomar un lugar en mi corazón, pero jamás podía hacerlo.

—¡Vamos! —gritó Conall —. Nikolai ya llegó por nosotros.

Me levanté a pesar de que ella en el sueño me había dicho que debía dejarla ir, mi corazón seguía sintiendo esa presión, eso de que ella estaba cerca o que de alguna forma estaba a mi lado.

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¿Qué les pareció este capítulo?

¿Qué creen que ocurra en el próximo?

¿Estan listos?

¡Holi mis muñequitos! Espero hayan disfrutado este maratón inicial-pascuas, realmente les agradezco el apoyo que esta recibiendo esta segunda parte de la historia. <3 Los quiero mucho y espero tenerlos aquí hasta el final de esta trilogía.

PDT. Agárrense que viene el primer desmadrito del libro.

Autora fuera<3 

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