Capítulo 68.
Mi luna.
"Cuando te enamoras no vuelves a ser la misma persona que eras antes, porque es en ese momento donde empiezas a vivir la vida de verdad "~Luis Miguel Alvarado.
Dicen que todos soñamos con un amor perfecto, el amor perfecto que llegue de un momento después de la tormenta, ese amor que lucha por nosotros y que está ahí en las buenas y en las malas sin importar absolutamente nada. Nos imaginamos una y otra vez a la persona ideal que queremos a nuestro lado, alguien que nos ponga frente a todo y nos haga sentir completamente valiosos, queremos a alguien en quien podamos confiar y que permanezca a nuestro lado en los momentos de mayor soledad y en los que nos sentimos más vulnerables.
Como seres humanos siempre nos imaginamos que nuestro futuro amor será todo con lo que nosotros soñamos desde pequeños, será esa persona que llegará a nuestra vida para volverla patas para arriba, nos imaginamos un futuro realmente perfecto y en realidad nos damos cuenta demasiado tarde de que el amor no tiene que tener expectativas, debe de ser completamente vivido de una manera única, en el que no exista algo que nosotros deseemos, sino que amemos eso que en la vida se encarga de poner frente a nosotros.
Pero como seres humanos siempre creamos una imagen en nuestra mente de la relación perfecta que deseamos, imaginamos cómo queremos que sea, como nos hará sentir esa relación, cómo será la persona que hará que todo sea más fácil en nuestras vidas y sobre todo, cómo esa persona será capaz de recoger los pedacitos de nuestro corazón y los unirá una y otra vez hasta que nos sintamos completos y llenos de paz. Creamos incluso listas de cómo queremos que sea la persona ideal en nuestra vida y esperamos toda la vida porque llegue nuestra media naranja.
El problema de todo ello radica en que quizás estamos buscando algo que no existe, Claro que es válido imaginar un amor realmente perfecto, imaginar cómo es la persona físicamente y pensar cómo nos hará sentir completos. Pero no podemos esperar toda la vida por un amor perfecto, porque entonces vamos a perder todo aquello que quizás la vida se había encargado de poner frente a nosotros, ese amor que no sólo era perfecto, sino que era lo que inconscientemente nosotros anhelábamos.
Un amor que destruye y revitaliza, un amor que consume y renace; pero lo dejamos pasar al forzarnos esperar hasta que la persona perfecta pase por nuestro camino. Sin embargo cuando nos damos cuenta de que hemos perdido la oportunidad es demasiado tarde para dar un paso atrás y volver a tener a la persona que amamos entre nuestros brazos.
No podemos obligarnos a nosotros mismos no anhelar un amor que no es realista, todos en la Tierra queremos sentirnos amados, cada persona quiere sentir esa seguridad que brinda estar al lado de la persona que complementa nuestras vidas, sin embargo no siempre lo obtenemos, por más que lo anhelemos, hay situaciones en la vida que nos impiden de una u otra manera encontrar a la persona que cumple con todas nuestras demandas.
El amor verdadero no se trata de esperar la persona perfecta, de pasar toda nuestra vida en búsqueda de alguien que cumple con todas nuestras expectativas en el amor, de perder toda nuestra vida en la espera de algo que quizás no es realista y que jamás vamos a encontrar porque simplemente no existe, por más que queremos hacernos la idea de que sí, es posible que solo sea producto de nuestra imaginación y que por más que tratemos de encontrarlo jamás lo haremos.
Sin embargo el verdadero amor, trata de encontrar a una persona imperfecta, a alguien que tenga defectos tan grandes que realmente pueden ser molestos, a una persona que está dispuesta a destruir al mundo por nosotros, pero que a la vez está dispuesta a ayudarnos a reconstruirlo pieza por pieza para tener un lugar en donde nuestro amor sea la fuerza más poderosa. Se trata de encontrar una persona imperfecta como nosotros, para construir un amor imperfecto pero realmente hermoso.
El verdadero amor no es como las películas lo pintan, que después encontrarse todo es completamente perfecto, en realidad el verdadero amor es completamente caótico, lleno de frustraciones que se convierten en una piedra en nuestro camino, también está plagado de decepciones, discusiones enfados y malentendidos, pues por más que lo quisiéramos en la vida real no existen dos personas que siempre serán capaces de estar de acuerdo al final de cada discusión, no hay personas que sean capaces de dejar de lado sus diferencias para arreglar las cosas y mucho menos no existen dos personas que sean completamente perfectos como para decir siempre lo correcto.
El amor verdadero es realmente complejo, y eso es lo que hace que se vuelva completamente increíble, es lo que hace que el amor sea la perfección sin ser realmente perfecto, pues no consiste en encontrar a la persona perfecta, sino en conseguir una relación en donde no existan huecos en el camino.
El amor verdadero es encontrar la persona que encaje con nosotros y esforzarnos cada día porque siga encajando en nuestras vidas, incluso cuando las piezas se hayan vuelto completamente diferentes, deformadas y desgastadas, sigan encajando mil veces más. Que incluso por el pasar de los años sigan encajando como las piezas perfectas que fueron diseñadas para estar juntas por la eternidad, en eso consiste el amor verdadero.
El amor verdadero es saber que no estamos con las personas que no tienen ningún defecto, es saber que amamos cada uno de esos defectos a pesar de todo, que los veneramos tanto como las imperfecciones que muestra esa persona, es amar nuestra relación por la simple razón de qué es lo que nosotros quizás anhelábamos inconscientemente, porque es salvaje y maravillosa, es difícil y como una montaña rusa, pero que nos ayuda a hacernos cenizas y nos reconstruye como si fuésemos aves fénix, eso es el verdadero amor.
No existe la persona perfecta que está esperando por nosotros, pero sí existe el corazón que siempre estará en latiendo junto con el nuestro, la persona que entenderá el dolor por el que estamos pasando y que aun así se quedará a nuestro lado para consolarnos y ser quizás ese barco salvavidas que necesitábamos en el mar tormentoso que estábamos atravesando. No existe la persona que nosotros creamos en nuestra mente, existe un alma que siempre estará dispuesta a amarnos de la manera que nosotros anhelamos.
Amar es amar a la persona con defectos e imperfecciones, amar a la persona como sabemos que nos ama a nosotros.
No sabía si en mi vida había estado buscando el verdadero amor, después de todo, mis recuerdos habían desaparecido de la forma más caótica posible, por supuesto que lo que más deseaba era poder recordar a la mujer que mi corazón había comenzado a amar incluso sin recordarla, quería saber cada uno de sus secretos y todo eso que me había estado ocultando durante el tiempo que llevaba despierto, por supuesto que sabía que me ocultaba cosas, no sabía si era por mí o si ella realmente era mala mintiendo, pero sabía que me ocultaba algo y estaba decidido a descubrirlo.
Realmente me sentía extraño al no acompañar a mi esposa a sus reuniones, Lev, mi primo, siempre me decía que ella y yo jamás nos habíamos separado y que desde que habíamos ascendido al trono de la mafia, ambos habíamos reinado juntos. Pero cuando se lo decía ella siempre me decía que no podía tomar mi lugar legítimo en la mesa del Sacerdozio por los problemas que podía acarrear toda la situación de no recordar ni mi nombre.
Sabía que tenía completa razón y si lo hacía era porque quería protegerme de todo el mundo y el daño que podía existir si la gente se enteraba que había perdido mi memoria, ella insistía en una y otra vez que las personas siempre habían estado esperando como buitres el puesto que yo tenía, por lo que si no me dejaba participar, era porque quería protegerme de todo ello. Era realmente aburrido estar en casa solo, sólo tenía la compañía de las mascotas que habían llegado un par de días atrás, Mikaela, la esposa de Nikolai se habia encargado de cuidarlas hasta que yo pudiese tener contacto con mascotas. Pero también sabía que quedarme en casa le causaba tranquilidad, no tenía que preocuparse por mí, tanto como lo hacía por sus padres y nuestro hijo.
La noche anterior la habia hecho mía hasta que quedó completamente desmayada entre mis brazos, murmurando palabras de amor, eso que realmente me hacía saber que su amor era genuino, incluso cuando yo no lo recordaba, ella seguía hablándome con la misma intensidad que suponía tenía antes y eso realmente me gustaba, porque significa que mi corazón latía a la vez con el de ella, incluso si mi cerebro la había olvidado, nuestros corazones seguían recordándose.
Primero lo había hecho sobre el piano y estaba seguro de que ese se había convertido en mi instrumento favorito, no recordaba ni siquiera como tocarlo, pero en cuanto mis dedos se habían colocado sobre las teclas, habían comenzado a moverse solos. Claro que después de lo ocurrido, cada que quisiera tocar el piano terminaría con una enorme erección al recordar su pequeño cuerpo sobre las teclas.
—Buenos días, hermosa—susurré besando su frente.
La vi abrir sus ojitos con el cansancio bailando en su mirada, quería tenerla en la cama el resto del día, realmente por un momento me arrepentí por no haberla dejado descansar lo suficiente, después de todo ella seguía tomando el puesto de ambos, guiando como si estuviese a su lado, me contaba pequeñas cosas de lo que había ocurrido, pero en realidad nunca me decía demasiados detalles.
—Buenos días—susurró dejándome a la vista sus apetecibles pechos, tan firmes y puntiagudos que la boca se me hacía agua—¿Qué hora es? —preguntó adormilada.
—Son justamente, las 7:00 de la mañana—murmuré—. Deberías dormir otro rato, te prometo que te despertaré cuando el desayuno esté listo.
—Tengo una reunión con las familias, es sábado pero aun así tengo obligaciones, no puedo simplemente echarlo todo por la borda—susurró—. Tengo una reunión a las 8 y mi día no finaliza hasta las nueve de la noche—murmuró.
—¿Nadie puede hacerse cargo de las reuniones? Estoy completamente al tanto de que necesitas hacerte cargo de ellas, pero quizás puedas deslindar algunas responsabilidad, no deberías agotarte de esa manera.
—No puedo simplemente pedirles que dejen su fin de semana para que me alivien la carga de mí—murmuró—. Espero mañana tener un poco de tiempo para descansar, pero de verdad tenemos que hacernos cargo de este problema antes de que se haga más grande, créeme lo que te digo.
—Podrías enseñarme qué es lo que puedo hacer y podría ayudarte, mi primo me ha puesto al corriente de algunas cosas, así que puedo ayudar con lo poco que sé—murmuré con seguridad, lo único que quería era que ella descansara de verdad—. Además nuestro hijo prometió que nos llamaría hoy, dijo que sólo tenía oportunidad de hacerlo al mediodía...
—Lo sé, pero si todo esto lo estoy haciendo es porque quiero mantenerlos a salvo, a Niall, a ti y a...mis padres—se corrigió a sí misma—. Sólo necesito tener a todo mi equipo listo por si vuelven a atacar, después de ello me concentraré completamente en estar tranquila, lo necesitaré.
Asentí sin querer presionarla más, por supuesto que tenía la idea de presionarlo hasta que me dijera que era lo que estaba ocurriendo, pero tampoco quería que sintiera que yo era el malo del cuento que estaba tratando de hacerla sentir vulnerable cuando me había dicho una y otra vez que yo era su seguridad, eso era lo que menos quería, que ella dejara de verme como su lugar seguro.
—De acuerdo... yo hablaré con nuestro hijo y le diré que mami está ocupada... él lo entenderá y estoy seguro de que esperará a que tú lo llames, la última vez que hablamos con él estaba demasiado emocionado por el inicio de su nuevo semestre.
—Aún faltan dos semanas para que inicie su semestre...—murmuró—. Pero nuestro pequeño ya quiere que inicien, si por él fuera estoy segura de que nunca tendrían vacaciones.
—Nuestro hijo realmente es inteligente ¿lo era desde pequeño?
—Los documentos que te entregaron a ti cuando ganaste el juicio de paternidad, decía que había pasado por múltiples pruebas en donde lo habían declarado prácticamente un genio, sin embargo Cynthia interrumpió todos los análisis, suponemos que ella lo hizo intencionalmente, como una forma de venganza o algo por el estilo—explicó—. Cuando lo llevé a hacerse los análisis aquí, nos confirmaron que él era un genio, en ese entonces tenía un coeficiente intelectual de 150, en la última prueba que le hicimos aquí tenía un coeficiente de 163, pero en las análisis que le hicieron en su escuela hace un par de meses, descubrieron que en realidad tiene 225, por eso es capaz de aprender de una manera completamente única.
—Vaya—murmuré—. Si que es un genio, estoy completamente seguro de que lo saco de ti.
—Lo que a mí me hace inteligente es mi memoria fotográfica—murmuró riendo—. Nuestro hijo es inteligente por naturaleza además de que heredó mi memoria, en estos momentos debe estar entre los récords Guinness por su inteligencia, ya superó hasta a Isaac Newton.
—Ese niño se va a graduar de la universidad a los 11 años—murmuré riendo.
—O a los 8—bromeó.
—¿Puedo hacerte una pregunta? —murmuré estrechándola contra mi cuerpo, anhelando que nuestros cuerpos se unieran en uno solo y pudiese mantenerla pegada a mi cuerpo.
—¿De qué se trata?
—¿Cómo fue la primera vez que nos enamoramos? Sé que quizás no te gusta demasiado hablar de ello, pero a mí me gustaría saber más...
—No es que no quiera hablar de ello, es que no quiero que extrañes algo que no recuerdas, yo ya perdí la memoria una vez y sé lo horrible que se siente tener un recuerdo que sientes que no es tuyo, porque te lo cuentan pero tú no sabes si fue una verdad o no.
—Bueno suerte que confío plenamente en mi esposa, y me gustaría escuchar de sus labios la historia de nuestro amor.
Mi esposa soltó una pequeña risa mientras se pegaba completamente a mi cuerpo, sentir su calor era realmente perfecto y eso solo hacía que mi corazón vibrara de formas realmente descontroladas, no entendía a ciencia cierta qué era eso que mi corazón sentía, pero no quería dejar de sentirlo ni en mil años, quería estar a su lado todo el tiempo posible y saber que ella estaba conmigo era suficiente para todo.
—Tú y yo nos conocimos en una fiesta, pero ninguno supo quién era el otro hasta cuatro años después aproximadamente —murmuró —. La primera vez que nos reencontramos estábamos en Corea, supongo que tú estabas pidiendo tus órdenes para llegar a la Gran Ciudad, uno de nuestros mayores enemigos me vio en la discoteca en la que nos encontramos, quiso llevarme con él, le rompí la mandíbula antes de que lo hiciera y tú evitaste que le disparara—comenzó nuestra historia.
—Bueno, supongo que no debí evitar eso ¿Verdad?
—No, no debiste—murmuró riendo—. El primer día que llegaste a la Gran Ciudad, te comportaste realmente amable conmigo, pasamos toda la noche haciendo papeleo que era mi responsabilidad, pero que aun así decidiste ayudarme... pero después de ese día te convertiste en un real patán.
—Dime que me disparaste.
— Pensé ponerte como diana en mi tiro al arco—se burló—. Tuvimos una misión en la que ambos tuvimos desacuerdos, tú hiciste algo idiota y ambos pagamos las consecuencias, por un ataque de celos, entraste y arruinaste toda la misión, comenzamos una persecución por toda la Gran Ciudad y causamos un alboroto jamás visto. Mis padres nos castigaron y nos enviaron a la Tierra olvidada...Nasit... ahí las cosas se volvieron realmente extrañas... te odiaba con todo mi corazón por haberme puesto en esa situación, pero después tuvimos que unir fuerzas cuando nos dimos cuenta de que en ese lugar había una de las sedes principales del Ejército Rojo Revolucionario.
—¿Era tan idiota?
—Lo eras—aseguró—. Tengo pánico a las serpientes, una de las noches que tú estabas haciendo guardia, una serpiente apareció en mi cama... llegaste como todo un héroe a salvarme y no me dijiste que tu paga era dejar que me follaras—bromeó.
—¿Te obligué?
Soltó una carcajada como si estuviese diciendo el mayor chiste.
—Jamás dejaría que me obligaras a algo, yo también lo quería... pasó lo que tenía que pasar, nos dimos cuenta de que realmente estar con el otro era lo único que nos hacía sentir bien, pero éramos demasiado tercos para aceptarlo, pasaron demasiadas cosas, terminamos nuevamente en un castigo disciplinario en medio de la selva, donde yo seguía negándome a quererte. Pasó un temblor y ahí creí que te iba a perder, pero mi cabeza seguía siendo demasiado orgullosa para aceptar que estaba enamorada—murmuró riendo—. Decidimos terminar completamente la relación que tuviésemos, pero el destino nos unió en uno de los clubes privados de BDSM, ahí tú me propusiste iniciar una relación y yo acepte como toda una tonta.
—¿BDSM? Joder, debía estar desesperado si te propuse algo así.
—Lo estabas—se burló—. Tuvimos esa relación por alrededor de un mes, hasta que un día llegaste completamente ebrio a mi departamento, te me declaraste en medio de la noche y ambos terminamos comenzando una relación.
—¿Hemos estado juntos desde entonces?
—No—murmuró—. Hemos atravesado demasiadas dificultades y creo que lo mejor es que dejemos la historia hasta aquí, lo demás creo que deberías recordarlo pues no me vas a creer.
—Eso no se vale, muñequita—murmuré.
—Claro que se vale—murmuró riendo—. Créeme que los demás debes recordarlo por ti mismo o vas a creer que estoy completamente loca— se burló—. Ahora debería marcharme las personas van a estar esperando para la reunión, trataré de regresar temprano para poder estar juntos...
—Eso suena un buen plan—aseguré—. Bajaré a hacer el desayuno, toma una ducha y te espero abajo...
Besé sus labios rápidamente, me coloqué los pantalones de chándal y una camiseta blanca para cubrir mi torso. No pude evitar sentir su mirada hambrienta sobre mi cuerpo, eso sólo me hacía saber que mi muñequita también deseaba tanto como yo la deseaba a ella y eso realmente me encantaba.
—¿Es tarde para cambiar de opinión? —susurró para sí misma.
—Bueno, siempre puedo tomarte como mi desayuno—bromeé.
—¡Conall! —chilló.
Solté una carcajada, me coloqué rápidamente las sandalias y salí de la habitación. Preparé un desayuno sencillo, sabía que ella tendría prisa al bajar y no podía detenerse a comer sus waffles de siempre o cualquier otra cosa dulce que le preparara, aunque al principio había pensado que tenía asco por lo dulce, parecía que cada vez me volvía más adicto a ello. Amaba el dulce con mi vida y ella lo amaba también, así que era realmente perfecto poder combinar nuestros gustos.
Minutos después ella bajó con un hermoso conjunto color hueso, sin que pudiera esperarlo, vi cómo se levantaba la falda y me mostraba que llevaba bragas de algodón, algo que parecía se había convertido en nuestra broma marital, después de que la tarde anterior me habia mostrado que no habia llevado nada debajo de su traje.
Desayunamos en un ambiente lleno de amor, charlábamos de cosas banales que realmente parecían ser algo perfecto, ella mencionaba con alegría algunos puntos y me gustaba ver su rostro completamente feliz.
Para mi mala suerte toda la magia del desayuno se derrumbó, cuando ella abordó el elegante auto y salió de los límites de nuestro castillo, odiaba parecer un pequeño cachorro que esperaba todo el día a su dueña, cuando lo único que quería hacer era correr a su lado y ser su mayor apoyo, pero también entendía que debía darle las menores preocupaciones posibles, no quería que las cosas empeoraran en ella.
Me dediqué como cada día que ella salía a ponerme al tanto de algunas cosas que mi mano derecha en la mafia me enviaba, esa era otra de las razones por las que necesitaba recordar, tenía una mafia en mi poder y era Claro que las personas que me querían fuera estaban más que victoriosas si se enteraba de que había perdido la memoria. No podía permitir que tomaran mi lugar y pusieran en peligro a mi familia.
Cociné algo sencillo para alimentarme en la comida, mientras terminaba mi comida recibí la llamada de mi hijo, esa llamada que había estado esperando durante toda la semana, mi esposa me había dicho que aunque éramos los dueños de la academia en la que él estudiaba, debía seguir las reglas y una de ellas era tener contacto mínimo con su familia, de esa manera podrían expandir más sus horizontes al estudiar.
—Hola, papá—saludó—. ¿Dónde está mamá?
—Tu mami tuvo que atender algunos asuntos en la casa de su abuelo... me pidió que te diera sus más grandes saludos y qué te dijera que ella te ama incluso si no puede hacer la llamada semanal contigo.
—¿Las cosas se están complicando allá? Sé qué el último día que estuve ahí hubo un ataque a uno de los líderes.
—En estos momentos estoy tan en blanco como tú, sabes que tu madre me está protegiendo como si fuera un niño, apenas si me dice algunas cosas—murmuré—. Pero cuéntame lo que has hecho tú, campeón.
—Como se los dije, ahora no estoy precisamente en clases, mis amigos me están ayudando a encontrar algo para hacer que tu recuperes la memoria, quiero ayudar a que mami se sienta más tranquila mientras...
—¿Mientras qué...? —pregunté al ver que se quedaba en silencio.
—¿Puedo hacerte una pregunta, papá?
—Dime...
—¿Has notado algún comportamiento extraño en mamá? Sé que no la recuerdas completamente, pero sé que también sabes sí ella tiene comportamientos diferentes... o síntomas extraños, me preocupa que el abuelo no está ahí...
—¿Qué tipos de comportamientos debería tener tu madre?
—Creo que no me corresponde a mí darte la noticia, estoy seguro de que ella quiere dártela, pero aún siente miedo de que vayas a volver a desaparecer, cuando tuviste que irte, ella realmente se sentía mal y creo que ahora tiene miedo de perderte nuevamente... —explicó mi hijo—. No puedo decirte que comportamientos extraños debe tener mamá ahora, pero si pones atención te darás cuenta de que hay ciertos comportamientos que son extraños en ella y estoy seguro de que sabes de lo que hablo, tú eres la única persona que la conoce más que ella misma.
—Pero ahora no lo recuerdo... así que quizás puedas darme una pista.
—Creo que ese es un buen incentivo para que recuerdes—murmuró —. Presta atención a los comportamientos de mamá y te darás cuenta de que hay algo que quiere decirte, pero cuando te des cuenta... no le vayas a decir que sabes el secreto, estoy completamente seguro de que ella te lo dirá en el momento que crea adecuado... mamá siempre es así.
—Pequeño—murmuré—. ¿Tú lo sabes?
—Lo descubrí por mi propia cuenta... algo que tú harías normalmente porque ambos conocemos a mamá demasiado... estoy seguro de que habrías sido el primero en darse cuenta de ello, incluso antes que ella.
—¿Debo preocuparme por lo que descubriré?
—Ahora no deberías preocuparte por ello, deberías preocuparte por recuperar la memoria pronto y poder estar con ella cuando llegue el momento que ambos estaban esperando y yo también—murmuró—. No la presiones para que te diga lo que le ocurre, realmente te lo va a decir cuando se sienta lista, cuando sienta que no vas a irte en cuanto te diga la noticia.
—¿Cómo es que si tienes cinco años sabes tanto?
—Porque heredé tu inteligencia y la de mamá—murmuró riendo—. Debo ir ahora a comer, sólo me dieron unos cuantos minutos para hablar con mi familia, dile a mamá que estoy bien y que estoy comiendo todo lo que me sirven en el plato y asegúrate de que ella esté comiendo como debe y también que se tome las medicinas que le dieron.
—De acuerdo—murmuré riendo—. Tú asegúrate de estar haciendo lo que tu madre te ordena todas las veces que hablan, sabes que ella se preocupa demasiado por ti y si por ella fuera te tendría aquí.
Mi hijo soltó una carcajada entendiendo lo que quería decirle, era Claro que su madre siempre había sido demasiado preocupada por nosotros dos, no sabía a ciencia cierta todo lo que habíamos vivido, solo lo que ella y lo que nuestros amigos me habían contado. Pero estaba seguro de que tanto ella como yo siempre nos habíamos cuidado las espaldas.
—Te amo, papá—murmuró mi hijo con una sonrisa—. Mucho...
—Tu madre y yo te amamos, y aunque ahora ella no esté aquí, deberías intentar llamarla pronto... sabes qué se preocupa cuando no hablas por demasiado tiempo con ella.
—La llamaré en cuanto me den permiso—murmuró—. Y papá... Trata de recordarnos lo más pronto posible... si de algo estoy seguro es que no quieres perderte los próximos meses de nuestras vidas
—Haré hasta lo imposible por recordarlos, tu madre y tú lo son todo para mí así que lo que más deseo es estar para ustedes...
Mi hijo se despidió de mí y antes de que pudiera contestarle su despedida, colgó la llamada.
Me quedé completamente pensativo de lo que había dicho mi hijo, no sabía qué era lo que sabía él de su madre, pero era claro de que era algo realmente importante, algo que seguramente yo debía saber quizás para protegerla y mantenerla a salvo.
Una imagen pasó por mi cabeza de manera fugaz, era su rostro cuando recién había despertado, tenía una alegría inigualable y era Claro que esa alegría significaba que había recibido una buena noticia, traté de escarbar en mi memoria y fue en ese momento en el que recordé el pequeño aparatito que había visto sobre la blanca sábana de hospital que había cubierto mi cuerpo mientras estaba en coma.
—Mi muñeca está embarazada—susurré para mí mismo.
Fue en ese momento en el que recordé todas las señales que me había estado dando, pequeñas señales que quizás para nadie valían pero qué para mí lo eran todo, los vómitos matutinos, los mareos repentinos e incluso los antojos que había tenido en los momentos más extraños. Todo comenzó a tener sentido en mi cabeza y no pude evitar que mi corazón se hinchara de amor, no estaba enojado con ella por no habérmelo dicho, pero era Claro que esa era la respuesta a todo.
Ni siquiera pensé en todo lo que hacía, el tiempo pasó volando mientras me aseguraba de preparar la sorpresa digna para la reina que tenía en casa, la hermosa reina que estaba embarazada y qué estaba esperando nuestro bebé. Preparé absolutamente todo lo necesario en el jardín de lavandas que colindaba en nuestro castillo, una hermosa carpa estilo otomano.
—¡Mi amor, ya estoy en casa! —escuché su melodiosa voz.
En ese instante estuve completamente tentado a mandarme autocontrol al carajo, quería correr y estrechar entre mis brazos a mi esposa y a mi futuro bebé, ni siquiera lo había confirmado totalmente, pero el hecho de los recuerdos era lo suficientemente fuerte como para saber que no me estaba equivocando, iba a ser papá con la mujer que más amaba en la Tierra, incluso después de haberla olvidado mi corazón seguía latiendo únicamente por ella.
La vi aparecer frente a mí con su hermosa sonrisa cargada de amor, con esa sonrisa que era capaz de hacerme sentir completamente embobado, como si fuese una persona sin neuronas funcionales. Tuve que reprimir las ganas de lanzarme a su dirección como un León protector, realmente no quería parecer demasiado controlador con ella pero el simple hecho de saber que estaba esperando a uno de mis bebés, era suficiente para volverme completamente loco e idiota a su lado. Quería protegerla de cualquier daño que pudiese tener.
—¿Qué es todo esto mi amor? —preguntó risueña al ver todo lo que había preparado, incluso yo me encontraba sorprendido de todo lo que había hecho en tan poco tiempo.
— Preparé una sorpresa para mi bella esposa—murmuré con una sonrisa—. ¿Te gusta?
—Me encanta—murmuró con una enorme sonrisa en sus labios—. Realmente me siento afortunada de tenerte, mi amor...
—Soy yo quien debería decir eso, incluso cuando sabes que te he olvidado sigues a mi lado—murmuré omitiendo la parte de que ella era la madre de mi futuro—. ¿Cómo te sientes hoy?
—Si te soy sincera estoy completamente agotada, por alguna razón estoy más cansada que en cualquier día normal... estoy demasiado cansada como para seguir de pie...
—Qué bueno que no planeo tenerte de pie hoy—murmuré con una sonrisa—. Preparé tu pasta favorita, además que preparé una pantalla con la película que más te gusta y también podría darte un masaje para que te relajes.
—¿Está tratando de seducirme señor Nikolaev Harrison? —preguntó mi muñequita con una sonrisa completamente llena de amor.
—¿Está funcionando señora Nikolaev?
—A menos de que pienses follarme como si estuviese inconsciente, dudo demasiado qué puedo mantenerme despierta—murmuró—. Quizás sí descanso podríamos hacerlo en la madrugada...
—Sexo de madrugada, me encanta la idea—murmuré riendo.
Tuvimos una cena realmente perfecta, bajo la luz de las estrellas que iluminaban completamente todo nuestro alrededor, creando un aire tan mágico que realmente era perfecto. No me importaba si el amor no estaba escrito para ser perfecto, porque cuando estaba con ella no existía mayor perfección que estar a su lado. Como se lo prometí, le di un delicioso masaje mientras veíamos su película favorita, aunque por desgracia no había llegado ni siquiera la parte en que El León malo traiciona al rey. Mi muñequita había caído dormida antes de esa parte.
Me aseguré de que estuviese completamente cómoda en las mantas que había preparado para dormir bajo la luz de la Luna, incluso con la carpa otomana cubriéndonos de todo, quería mantenerla calientita a ella y a nuestro bebé. Aunque quería dormir a su lado, me era completamente imposible conciliar el sueño sabiendo que ya había descubierto la razón por la que ella había estado tan extraña, era porque había tratado de ocultar su embarazo para que nadie la amenazara.
—¿Así que tú eres bestia? —murmuré colocando mi mano sobre su abdomen—. Bueno... yo soy tu papi y te prometo que voy a cuidarte a tu hermanito, a tu mami y a ti, con mi vida entera.
Ni siquiera fui consciente de mis actos, levanté la pequeña camisa que cubría su cuerpo y dejé a la vista la piel de su abdomen completamente cremosa, me encantaba ver su piel y era realmente algo que disfrutaba, no como algo sexual, sino más bien como algo que me recordaba que ella era la perfección hecha mujer.
Fue entonces cuando noté esa pequeña bolita, seguramente ni siquiera ella había notado ese pequeño crecimiento en su abdomen, esa pequeña bolita que se había creado por almacenar a nuestro bebé en su interior. Una sonrisa se expandió en mis labios, ni siquiera lo pensé demasiado antes de inclinar mi cabeza y dejar un beso sobre el pequeño bultito que había.
Ahí se encontraba mi hijo, el hijo de ambos, el producto del enorme amor que nos teníamos.
<<Dios, ya quiero presumirla... por favor, hazme recordar, No quiero perderme ni un solo momento más del embarazo>>
Queridos Muñequitos,
Mientras nos despedimos de este año, quiero tomar un momento para desearles un Feliz Año Nuevo y agradecerles por acompañarme en cada página. Sus palabras y apoyo son mi inspiración constante y me motivan a seguir escribiendo.
Hoy, quiero compartir con ustedes una emocionante noticia que marca un nuevo capítulo en mi vida. Estoy esperando a dos bebés. Sí, han leído bien, ¡dos! Este año ha sido como la calma previa a la tormenta más bella que se avecina, y no puedo esperar para vivir esta nueva aventura junto a ustedes.Así que, prepárense. ¡Habrá mucho que contar! Las historias, las anécdotas y, seguro, algunos momentos graciosos que no dudaré en compartir. Estoy lista para empaparme en esta experiencia única y hacer de cada día un recuerdo especial. ¡Gracias por acompañarme en este camino lleno de amor y sorpresas!
Además, junto con este mensaje, les traigo un nuevo capítulo de mi libro. Espero que lo disfruten, ya que será el último en el que encontrarán paz. A partir de aquí, las emociones y los giros inesperados estarán a la orden del día. Las páginas que siguen se llenarán de sombras y luces, de decisiones que cambiarán el rumbo de los personajes de maneras que jamás imaginaron. Cada paso que den los llevará más lejos de la calma y los sumergirá en un torbellino emocional que revelará sus verdaderas caras. Los secretos, esos ecos del pasado que anidan en lo más profundo de sus corazones, comenzarán a salir a la luz, y con ellos vendrán las traiciones y las alianzas inesperadas.
Agradezco su paciencia, su cariño y su entusiasmo. Espero que este nuevo año nos traiga más historias por compartir, y que juntos celebremos cada momento imborrable. Les mando un fuerte abrazo y mis mejores deseos para este año que comienza. ¡Que venga lleno de salud, amor y muchas páginas por descubrir! ¡Que venga lleno de salud, amor y muchas páginas por descubrir! Que cada día sea una nueva oportunidad para escribir capítulos maravillosos en nuestras vidas. Que las risas, los abrazos y los momentos de complicidad se multipliquen, y que no falten las aventuras que nos llenen el alma. Recordemos que cada experiencia, ya sea dulce o amarga, es una lección que nos ayuda a crecer y a forjar nuevas historias.
¡FELIZ AÑO NUEVO 2025!
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