Capítulo 66
Dos caminos.
"Largo y escabroso es el camino que del infierno conduce a la luz."Seven
Las decisiones existen en cada momento de nuestras vidas en cada minuto que transcurre nosotros tenemos que tomar diversas decisiones, sean pequeñas o grandes toda la vida tenemos que discernir cuál es la mejor opción para nosotros, sí está bien levantarnos tarde o levantarnos temprano para llegar a alguna reunión o hoy debemos tomar la decisión de callar algo que seguramente nos lastima.
Tomar decisiones forma parte de cada momento de nuestras vidas, pues desde el momento en el que despertamos y decidimos apagar el despertador para poder iniciar nuestro día, hasta el momento en el que decidimos apagar la luz para poder descansar durante la noche, tomamos decisiones en cada segundo de nuestros días. La mayoría de esas decisiones no son complicadas, son pequeñas decisiones que tomamos de manera casi inconsciente pero que de una u otra manera definen el transcurso de nuestra vida.
Sin embargo algo que muchas personas nos dicen es que debemos estar pendientes si las decisiones que tomamos en nuestro día a día influyen en nuestro destino, si una decisión que tomamos cambia algo que estaba escrito, significa que tenemos realmente el camino hacia nuestro futuro en nuestras manos, tenemos el poder de transformar todo aquello que hay en nuestras vidas y de modificarlo para que sea mejor.
Pero a veces debemos ser valientes para tomar decisiones difíciles, por qué no podemos tomar decisiones que sabemos van a afectar nuestra vida a la ligera, debemos tomarlas con seriedad y con completa convicción de que la decisión que estamos tomando modificará de una u otra manera nuestras vidas que sin importar cuál sea esa decisión, nosotros la estamos tomando correctamente, debemos mantenernos firmes ante la convicción de que tomamos las decisiones correctas todo el tiempo.
Es normal que todos experimentemos miedo a la incertidumbre cuando tomamos una decisión difícil, cuando nos damos cuenta de que la decisión que tomemos transformará completamente algo no sabemos realmente hasta dónde llegará y cuál será el alcance de la situación, el miedo a tomar decisiones viene del miedo a lo desconocido, cuando no conocemos algo tenemos una gran incertidumbre de lo que pueda ocurrir o de si la reacción será la que estamos esperando o quizás sea algo más poderoso que nos haga trastabillar tras nuestras decisiones.
El miedo es completamente normal cuando tomamos una decisión drástica, algo que nosotros sabemos cambiará nuestra vida, sin embargo no conocemos hasta qué grado alterará todo lo que tenemos en nuestras vidas.
El miedo nace a partir de lo desconocido, de pensamientos inciertos de lo que puede ocurrir en el futuro y la mayoría de las veces nos adelantamos a creer que son previsiones negativas, es algo completamente normal del ser humano pensar que las cosas pueden empeorar en vez de mejorar, quizás es una forma de protegernos creándonos escenarios peores de los que pueden pasar en realidad. Sin embargo eso siempre nos va a hacer trastabillar en nuestras vidas, porque no tendremos la seguridad de que algo bueno puede ocurrir y siempre estaremos esperando lo negativo.
Gestamos el miedo desde que nacemos y no sabemos absolutamente nada del mundo que nos rodea, porque aunque nosotros cuando crecemos nos sentimos realmente conocedores de todo nuestro alrededor, tarde o temprano nos damos cuenta de que en realidad no conocemos absolutamente nada, pero no por eso significa que viviremos todo el tiempo con el miedo al futuro. El miedo al futuro nos va a arrancar todas las oportunidades que tengamos para tener una vida digna, una vida feliz qué es lo que todos buscamos alguna vez.
Debemos tener Claro algo, que como seres humanos todo el tiempo tomaremos decisiones que consideraremos difíciles por una u otra razón, y para tomar esas decisiones debemos estar preparados, debemos saber que cualquier decisión que tomemos va a afectar en nuestro destino, pero no debemos tener miedo a ello porque si la decisión la tomamos con confianza, no debemos tartamudear cuando lo aceptemos.
Toda mi vida había tomado decisiones difíciles o por lo menos siempre las había considerado difíciles porque de una u otra manera modificaban mi forma de vivir, todo el tiempo me había visto envuelta en una toma de decisiones que modificaban siempre lo que ocurría en mi vida. Claro que me habían entrenado para tomar decisiones asertivas durante todo el tiempo, estuviese de misión o en mi vida privada, siempre tenía que aprender a tomar las mejores decisiones para cuidar del mundo que protegía.
Sin embargo nunca había tomado las decisiones considerando lo que yo sentiría, o la forma en que afectarían mi vida por el simple hecho de que siempre tomaba las decisiones pensando en que podía dañar o favorecer al mundo que estaba bajo mi protección, como militar no tenía una vida particular, incluso mis decisiones privadas podían afectar a las personas que tenían su confianza en mí y de cierta manera jamás aprendí a tomar buenas decisiones, siempre sentí que caminaba a ciegas porque no me sentía preparada para tomar decisiones por mi cuenta y no pensando en las demás personas.
Sin embargo, cuando me di cuenta de que estaba sola en el mundo si llegaban a faltarme las personas que amaba, supe inmediatamente que debía dejar de pensar en todo el mundo y concentrarme en mí y las personas más cercanas. Pues a pesar de que una decisión podía alterar completamente todo el mundo, era la única forma de mantener a salvo a mi familia, ahí fue cuando entendí que no importaba cuántas buenas decisiones hubiese tomado a lo largo de mi carrera militar para proteger a las personas del mundo, nadie había estado para mí cuando había estado vulnerable, así que aunque sonase frío y duro, debía tomar las decisiones que me favorecieran a mí misma y a mi familia.
Sabía que todas las decisiones que había tomado eran en su mayoría acertadas, después de que me hubiesen obligado a internarme en un centro de rehabilitación para drogadictos, había aprendido completamente a tomar las decisiones con mi corazón, buscando siempre protegerme a mí y proteger a las personas que más amaba, después de todo el mundo me había dado la espalda cuando yo siempre había estado para ellos y aunque fuese completamente egoísta, debía pensar en la familia que tenía, en los que jamás me habían dado la espalda y siempre habían estado a mi lado para ser la mayor fortaleza en la vida. Esas personas que sin importar Cuántas veces tropezara o me equivocara en las decisiones que tomaba, estaban ahí para mí, para ser mi mayor pilar y sostenerme incluso cuando estaba en caída libre.
Había pasado una semana desde que mi hijo había regresado casa, no podía explicar cuál era la felicidad que tenía en mi interior, a pesar de que mi esposo seguía sin recordar absolutamente nada de su pasado, amaba a mi hijo y siempre procuraba hacerlo sonreír, ellos serán la luz de mi vida y estaba segura de que la pequeña bestia que había en mi interior también se estaba convirtiendo en mi mayor pilar. Los tres eran las lucecitas que alumbraban mi vida todo el tiempo.
Pero como dicen nada es para siempre y mi pequeño hijo de cinco años había estado insistiendo en que quería regresar a la academia, se lo había dicho primero a su padre, diciéndole que necesitaba prepararse para su presentación a la cual nosotros asistiríamos pues por ningún motivo nos perderíamos el primer triunfo de nuestro hijo, incluso si mi esposo no lo recordaba se sentía orgulloso de él.
Quizás era egoísta de mi parte no querer dejar que mi hijo saliera de la seguridad que nos brindaban las costas de Sicilia, sabía que nadie se atrevería a entrar a ese lugar y que sólo ahí podía mantener a salvo a las personas que amaba, pero mi hijo había heredado mi terquedad y la terquedad de su padre, no quería ser prisionero del miedo.
Sabía que por más que quería mantenerlo a salvo dentro de las costas de nuestro hogar, también tenía que dejarlo ir, debía dejar que él mismo explorara sus horizontes y volara sin que yo fuese un impedimento. Mi hijo se comportaba como un adulto prácticamente, sabía que tenerlo encerrado solo significaba un atraso en su educación y en su mejora de habilidades, no era que yo lo quisiese presionar, por mí quería que estuviese durante toda su infancia a mi lado y no en una academia en otro país, pero no podía ser egoísta y obligarlo a quedarse a mi lado cuando él necesitaba crecer.
Me miré al espejo una última vez antes de que tuviese que salir directamente al hogar de mi abuelo, había acordado la reunión con el Sacerdozio para poder ver los temas importantes, Peter aseguraba tener indicios de quién podría estar detrás de todo y todos habían aceptado una reunión de emergencia la madrugada de ese mismo día. Volví a acomodar el saco sastre sobre mi cuerpo, no se notaba ningún cambio físico en mi cuerpo, pero aun así anhelaba que se comenzara a notar mi pancita sobre la falda de tubo.
—Mami—murmuró la dulce voz de mi hijo.
Levanté la cabeza al escucharlo, cuando giré la mirada lo encontré en la entrada de la nuestra habitación, tenía una dulce sonrisa en sus labios, pero lo que más me causaba extrañeza era que vestía el uniforme de su academia, por supuesto que era el niño más precioso en uniforme que habia visto en mi vida, pero aun así no entendía la razón por la que estaba vistiendo esa ropa.
—Hola, tesoro—murmuré girándome en su dirección—. ¿Temes que se haga pequeño el uniforme? —bromeé.
Mi pequeño hijo me dirigió una mirada antes de tomar el peluche que se encontraba en una de las repisas cercanas a la puerta, era el peluche que siempre había usado cuando era más pequeño y había decidido conservarlo en mi habitación para tener el recuerdo de mi pequeño. Lo abrazó con fuerza antes de comenzar a caminar en dirección de la cama, lo miré interrogándolo, tratando de entender qué era lo que estaba pensando, nunca me costaba saber qué era lo que pensaba mi hijo, pero en ese instante realmente no sabía cuáles eran sus planes, su mirada determinada me recordaba a la de mi esposo y era claro que tenía algo entre manos, por su expresión sabía que quería convencerme de algo.
Se quitó los zapatos y se sentó sobre la cama cruzando sus piecitos, a pesar de que tenía una mentalidad de alguien mayor, seguía siendo un niño y me gustaba que era mi pequeño gran valiente, siempre lo sería sin importar absolutamente nada, porque él había sido un Guerrero desde su nacimiento.
—¿Qué ocurre, pequeño?
Mi hijo soltó un suspiro antes de abrazar con más fuerza el peluche que tenía entre sus manos, su sonrisa era inocente pero podía ver que estaba planeando mil cosas a la vez, no sabía cuál era su intención, pero que estuviese usando su uniforme de academia sólo podría indicarme que tenía la idea de regresar, no lo hacía solo por llamar la atención, mi pequeño queria volver a ser él. Lo vi pensar las palabras, iba a darme la noticia que había decidido, mi pequeño parecía no tener dificultad con elegir lo que quería y eso realmente me agradaba.
—Mami... ¿Crees que papi recupere la memoria?
Me giré en su dirección sin siquiera tener la respuesta a esa pregunta, no quería darle falsas esperanzas y tampoco darme falsas esperanzas a mí, aunque los doctores habían dicho una y otra vez que recuperaría la memoria cuando menos lo esperábamos, era claro que ese tiempo cada día se hacía más lejano.
—Los doctores de papá han dicho que se va a recuperar... debemos esperar a que papá recupere la memoria y así todos estemos nuevamente tranquilos y juntos...
Mi hijo se quedó analizando mi respuesta, no era tonto, sabía que ni siquiera yo tenía la respuesta adecuada a su pregunta y por eso me la había hecho tan de repente, pero podía ver que él tenía algunos planes entre manos, era un genio en todo el sentido de la palabra y aunque no tenía idea de cuál era su plan, estaba segura de que funcionaría.
—Mami, sé que quieres que me quede a tu lado y al lado de papá hasta que recupere la memoria, ambos quieren que esté cerca para poder estar siendo su apoyo, pero tú sabes que yo no me siento bien estando lejos de la academia, ese lugar es mi hogar... ahí me siento vivo... Claro que estar con ustedes me gusta demasiado, pero... la academia...
—Te hace sentir que formas parte de algo—complementé.
—Si, mami—murmuró—. Sé que quizás tú quieres que me quede a su lado, así puedes protegerme de todos los malos que siguen acechándonos, pero... no me siento completamente cómodo aquí, allá podría estar haciendo cosas que puedan funcionar para que papá recupere la memoria...
—¿Cómo?
—No bromeaba cuando dije que mis amigos me están ayudando a buscar una cura para papá, son amigos más grandes, pero ellos ya están estudiando medicina, la mayoría de ellos están estudiando neurología... —murmuró mi hijo—. Cuando me enteré de que papá perdió la memoria inmediatamente hablé con ellos, dijeron que pueden ayudarme a buscar una cura...
—Mi amor no existe una cura para la amnesia, los doctores lo dijeron...
—No existe una cura, pero todos nosotros somos genios... seguro podemos encontrar algo para que papá vuelva a la normalidad ¿No lo crees? Por eso necesito regresar a la academia, porque quiero sentirme útil para papá, quiero saber que estoy haciendo algo para que él recupere la memoria y tú vuelvas a ser completamente feliz, no me gusta ver tu rostro triste...
—Mi amor—murmuré sentándome a su lado—. Eres solo un niño, tienes cinco años y siento que hemos puesto demasiado peso sobre tus hombros... deberías estar disfrutando tu infancia...
—Estoy disfrutando a lo grande mi infancia—murmuró—. Soy feliz, mami... realmente feliz... me criaste cuando papá no estuvo, me diste todo el tiempo cuando yo te decía que quería aprender algo nuevo, me enseñaste mi primer libro y lo leíste todas las noches para mí. No puedo pedir nada más.
—Dios, mi pequeño Einstein...
—Einstein tenía un coeficiente menor al mío—murmuró con una sonrisa engreída.
Solté una carcajada, mi hijo era arrogante respecto a su particular aprendizaje, le gustaba presumir que tenía una mente más inteligente que cualquier otro niño, quizás no era bueno, pero después de todo Conall era su padre, un egocéntrico de primera y yo era su madre, una orgullosa hasta la medula.
—Mi amor—murmuré—. Sólo prométeme que te cuidarás allá y que no vas a hacer nada imprudente, quizás no encuentres una cura para papá, es difícil que lo hagas considerando todo lo que se debe hacer, pero harás tu esfuerzo para tratar de encontrar una, y eso es bueno.
—Tú encontraste la cura una de las sustancias más poderosas del mundo, creo que puedo encontrar una cura para la amnesia.
—Dios—murmuré—. Voy a colgar a tus tíos por contarte historias que no deberías saber aun...
Mi hijo soltó una pequeña carcajada, me abrazó con fuerza y lo sentí colocar en una de sus manitas sobre mi vientre, inmediatamente me tensé, era como si supiera que había un ser formándose en mi interior.
—Te amo—murmuró.
—También te amo, mi pequeño gran valiente.
Cuando se separó de mí, pude ver una gran sonrisa en sus labios. Lo miré con una ceja arqueada tratando de adivinar qué era lo que estaba pensando, sus ojitos tenían un brillo, pero era como si estuviese feliz por alguna noticia que se había enterado.
—Te amo a ti también, mami, pero no me refería a ti cuando lo dije—murmuró—. Mi hermanito o hermanita deben de saber que su hermano mayor los quiere mucho.
—¿Cómo...?
—Si papá te recordará, hubiese sido el primero en darse cuenta—murmuró—. Durante toda esta semana he visto que todo el tiempo agarras tu vientre, comes más comida de la normal y te descubrí un par de noches comiendo en la cocina el postre que habíamos cocinado en la tarde. Le pregunté al tío Nick qué era lo que te pasaba, él me dijo que era muy pequeño para saberlo, pero por supuesto que no soy pequeño, se de tecnología termonuclear, no fue muy difícil investigar qué era lo que te pasaba y descubrí que estoy esperando una hermanito o hermanita.
—¿Qué? —pregunté aun incrédula.
—No te preocupes si no quieres decirle papá aun, guardaré el secreto—murmuró—. Y sé que vas a cuidar a mi hermanito tanto como me cuidaste a mí...
—Mi amor...
—Estoy feliz, mami—murmuró—. Lo único que quería era tener un hermanito, cuando nazca podré enseñarle a ser tan inteligente como yo, así tendrán a un Stephen Hawking y un Albert Einstein como hijos, o quizás sea Marie Curie.
—Dios, sí que eres inteligente...
—Mis maestros dicen que pude sacar tus genes, pero tú me ayudaste a alimentar mi curiosidad y eso es lo que me hizo inteligente—murmuró—. De papá saqué los dotes de lucha, soy el mejor...
—Mi niño, ven acá, quiero abrazarte...
Mi hijo soltó una risita cómplice, se precipitó en mi dirección y me abrazó con fuerza, pero aun colocando su manita sobre mi vientre, como si estuviese saludando a su hermanito o hermanita que estaba formándose en mi interior, era realmente precioso ver cómo mi hijo amaba a su hermano, no importaba nada y estaba segura de que él lo protegería de todo, incluso si su padre y yo llegábamos a faltar.
—Seré un buen hermano mayor, mami—murmuró—. Protegeré a mis hermanos con mi vida, no me importara nada. Seré el D'yavol como papi y un fénix como tú, protegeré a nuestra familia.
No pude evitar que las lágrimas comenzaran a bajar por las mejillas, de alguna forma sentía que le estaba arrebatando la oportunidad de elegir a mi hijo, pero él parecía realmente feliz por el camino que tendría que tomar al crecer. Incluso, estaba segura de que él aceptaría con todo gusto tomar el lugar de sus abuelos cuando creciera, ser el ministro de la organización militar más poderosa en definitiva sería el mejor camino.
—Estoy muy orgullosa de ti, corazón y aunque tu padre no te recuerde, estoy completamente segura de que él también está orgulloso de ti, eres nuestro pequeño gran valiente...
—Y ustedes son los mejores padres que podía elegir—murmuró—. Solo quiero que sepas algo, mamá... jamás las guardaré rencor a papá o a ti por no haber estado conmigo los primeros años de mi vida, sé que si la situación no hubiese sido diferente habrían estado conmigo.
—¿Quién te lo dijo?
—Tengo memoria fotográfica desde que era un bebé... por supuesto que recuerdo los rostros de las personas que decían ser mis abuelos, incluso el rostro de quien decía ser mi madre—murmuró mi pequeño—. Acuérdate que el doctor dijo que mi memoria era completamente única, recuérdame detalles que incluso las personas con memoria fotográfica no recuerdan.
—Lo sé—murmuré—. Creí que esa conversación la tendríamos hasta que tuvieras diez años.
—Podemos tenerla cuando tenga diez años—murmuró con una sonrisa—. No debes preocuparte por ella ahora, mamá... te prometo que los años que he pasado con papá y contigo han sido más que suficientes para recuperar el tiempo perdido.
—Hablas como un adulto, pequeño—murmuré.
—Soy un adulto pequeño, mamá... eso dijo el doctor—aseguró—. ¿Entonces sí puedo regresar a la academia?
—Tus tíos y yo tenemos una reunión ahora, pero después les daré la orden de que vayan contigo—murmuré—. ¿Estás bien con ellos?
—Sí, mamá—murmuró—. A ti te hace sentir tranquila que mis tíos me cuiden y yo no me siento mal que ellos estén ahí, pero podrías decirles que no se la pasen diciéndole a todo mundo que no se me acerquen.
—Te prometo que no volverán a espantar a ninguno de tus amigos, enviaré a Giandrick ¿Te parece una mejor opción?
—¡Si! —chilló mi hijo con alegría—. Amó a tío Nick y a tío Hunt, pero ellos son demasiado protectores...
—Yo les pedí que fueran protectores, no quiero que nada ni nadie vaya a hacerte daño, jamás me lo perdonaría—murmuré con sinceridad—. Pero, ahora Hunt y Nick, Van a ayudarme a llevar las riendas de nuestro hogar, en lo que tu padre recupera la memoria necesito que ellos se hagan cargo de todas las decisiones difíciles, ahora sabes la razón... tu hermanito va a exigir demasiado tiempo cuando nazca y debo apoyarme en los hombres que les tengo confianza.
—Si, mami—murmuró con una sonrisa—. ¿Te sentirás tranquila?
—Me sentiré tranquila si hay alguien cuidándote, yo no puedo estar todo el tiempo allá por lo que no sé qué cosas te ocurren, por eso quiero que tus tíos estén cerca para cuidarte y estar ahí si los necesitas, pero ahora Nick, Archie y Hunt, son los más importantes...
—Lo sé, mami—murmuró —. Gian es divertido... ¿pero no se sentirá mal la tía Liz...?
—Le preguntaré, ¿Sí?
—Sí, mami—murmuró—. ¿Puedo ir a la junta contigo?
—Trataremos temas que quizás tú no entiendes, además de que son temas que no me gustaría que te enteraras, eres muy pequeño y a pesar de que sabes que nuestra familia pertenece a la mafia, no sabes todo lo que hemos hecho.
—Lo entiendo, mami—murmuró—. ¿Papi va a ir?
—No, mi amor—contesté—. El tío Lev estará en su representación, papi aún no tiene el alta médica para salir de casa, además sabes que no podemos arriesgarnos a que las personas descubran que perdió la memoria, podrían usarlo en nuestra contra.
—Si, lo sé—murmuró—. Me quedaré con papi, le enseñaré mis libros favoritos y prepararemos bocadillos para cuando llegues... ¿Podré irme después?
—Si, mi amor—murmuré—. Hoy mismo pediré un jet que te llevé directamente a Suiza junto con el Tío Gian ¿Sí?
—Gracias, mami, eres la mejor—murmuró—. ¿Cómo llamaras a mi hermanito?
Solté una pequeña risa, ni siquiera tenía la menor idea de si iba a ser niña o niño, además elegir un nombre era algo que te quería hacer con mi esposo y mi hijo, queria que los tres eligiéramos un nombre para el nuevo integrante de nuestra familia.
Abracé a mi hijo, le dio un beso en la frente y después de ese pequeño momento de cariño, ambos salimos de la habitación directamente al piso de abajo, sonreí con completa alegría al ver a mi esposo cocinando, quizás no nos recordaba a ninguno de nosotros dos, pero habíamos comenzado a construir una nueva vida, por lo menos hasta que él nos recordará.
—Buenos días—murmuró con una sonrisa.
Se giró de la estufa y caminó en nuestra dirección, mi hijo inmediatamente se abrazó a sus piernas con una gran sonrisa y pude ver ese amor de padre en sus ojos, quizás no lo recordaba, pero seguía queriéndolo como su hijo, porque él sabía que era su sangre. Sonreí con una gran alegría al verlos, ellos realmente se amaban y eso era perfecto en todos los sentidos.
—Buenos días, papi—murmuró mi hijo—. ¿Qué preparaste de almorzar?
—Panqueques de chocolate con fruta—murmuró con una sonrisa—. Quiero consentir a mi esposa y a mi hijo.
Niall sonrió, me dio una mirada curiosa y seguramente era por las lágrimas que habían comenzado a bajar por mis mejillas, mis emociones seguían fluctuando peor que las primeras semanas de embarazo eso realmente era un problema porque en cuanto alguien se diera cuenta de esos cambios, llegaría a la conclusión del embarazo.
Mi esposo notó a las lágrimas que bajaban por mis mejillas e inmediatamente se acercó a mí, me estrechó entre sus brazos con esa fuerza que realmente me hacían sentir en casa, esa fuerza que me hacía saber que sin importar nada, él estaba a mi lado para sostenerme incluso en los momentos de mayor incertidumbre. Lo amaba con todo mi ser.
—¿Qué ocurre, mi amor? —preguntó con el rostro lleno de preocupación.
—No es nada—murmuré—. Es que... Dios... son demasiadas emociones las que siento cuando nos consientes como lo hacías antes...
—Me gusta hacerlo—murmuró—. Ustedes son mi todo y me gusta ver la sonrisa en su rostro, quizás no los recuerdo, pero sé lo que siente mi corazón al verlos sonreír, por eso me esfuerzo todos los días en hacer cosas que los hagan felices, sé que mi falta de memoria es un problema para ti y para nuestro hijo, por eso trato de recompensarlo dándoles pequeños detalles.
—Papi, mami necesita que la abraces todo el tiempo—murmuró Niall—. Ella te ama mucho.
—Y yo la amo mucho a ella—contestó mi esposo sin despegar su mirada de mi—. Sabes qué puedes decirme lo que sea y si sientes que algo te está molestando demasiado, dímelo y ambos podemos resolverlo, no te recuerdo pero no quiero verte mal.
—Yo...
Las palabras se atoraron en mi garganta, cuando el sonido de la puerta al abrirse con brusquedad interrumpió el pequeño momento que teníamos, en menos de un par de segundos Nick y Archie estaban frente a nosotros, con el rostro completamente abrumado y lleno de terror.
—Te necesitamos ahora... ha habido un ataque a uno de los miembros del Sacerdozio.
—¿Qué? —pregunté limpiándome rápidamente las lágrimas.
En ese momento sentí como la Keyli que era esposa y madre era empujada al fondo de mi personalidad y surgía la bestia que era reina de la mafia, debía mantener los pies en la tierra sí quería proteger a quienes amaba Y en ese momento debía sacar a la mujer que era capaz de proteger a todo mundo tomando las armas necesarias para hacerlo.
—¿Mami? —preguntó mi pequeño.
—Quédate con papá aquí—murmuré—. Archie refuerza la seguridad en toda la isla, si fue un ataque significa que es para llamar nuestra atención y necesitamos tener listas las armas si llegan a querernos atacar directamente ¿quedó Claro?
—Sí, señora—murmuró Archie, tomando inmediatamente el celular entre sus manos—. Debemos ir a casa de Nonno, todos estan reunidos ahí.
—¿A quién atacaron?
—Brendan de la mafia Irlandesa, es el heredero principal de Adam...
—Explícame en el camino—murmuré viendo los rostros de mi esposo y de mi hijo—. Los amo... por favor quédense aquí hasta que regrese, necesitamos ver qué es lo que está ocurriendo y si es necesario reconsideraré la decisión de enviarte nuevamente al internado... sólo aquí puedo mantenerte a salvo ¿lo entiendes verdad?
—Lo entiendo mami, no te preocupes por mí, ve a ser la reina de la mafia que todos necesitan, papá y yo estaremos en la biblioteca.
—Dios, sigo sin creer que ese niño tiene cinco años—murmuró Nick—. Los autos te están esperando afuera.
Me acerqué rápidamente a mi hijo y besé su frente, el hecho de que la tranquilidad que habíamos disfrutado durante pocos meses estuviese a punto de volver a explotar, era algo que estaba preocupándome demasiado, no podía concebir la idea de que alguno de los que amaba volviese a estar en peligro, no podía ni siquiera pensar en que alguno de ellos saliese lastimado por mi culpa y era mi deber protegerlos. Me puse de pie y rápidamente besé los labios de mi esposo, parecía que ese se había convertido en un movimiento normal entre nosotros, pero eso no evitaba que las mariposas en mi estómago revolotearan como una manada de elefantes.
—Te amo—murmuró.
Le sonreí.
Nick y Archie, se dieron la media vuelta y comencé a seguirlos. Dejé una parte de mi corazón al lado de las personas que más amaba en el mundo, al lado de mi esposo y de mi hijo y también la parte amable, esa que siempre trataba de buscar las soluciones de la manera más pacífica, en ese momento necesitaba convertirme en la reina de la mafia que era despiadada y no dejaba que pisotearan absolutamente a nadie de los suyos.
Subí al auto junto con mis dos amigos, Nick al volante y Archie junto conmigo en el asiento trasero.
—¿Estamos seguros de que fue un ataque para debilitar al Sacerdozio? No se trata de algún ajuste de cuentas entre mafias.
—Eso es lo que más nos parece interesante, el ataque no viene de una mafia... es de un ejército que creíamos extinguido...
Mi amigo me enseñó una fotografía, donde claramente se podía ver a quien siempre había considerado el líder del ERR, al frente estaba el maldito hijo de puta de Alexei, el maldito el que nosotros habíamos matado meses atrás, pero que por alguna razón estaba con vida.
—El ERR—murmuré—¿Quiero que alguien me explique por qué ese bastardo está con vida?¡Murió jodidamente calcinado!
—Todos queremos la misma explicación—murmuró Nick—. Peter... él... joder... Peter dice que nos tendieron una trampa ese día, dice que King nos traiciono y seguramente los ayudo a escapar.
—¿Ayudo? ¿En plural?
Su silencio confirmó lo que más temía, las malditas sanguijuelas que había jurado habían matado meses atrás, parecía que no se moría ni siquiera con todo el daño que les habíamos causado, queria creer que Schiavone y Lombardi habían muerto de verdad, era imposible que sobrevivieran después de las balas que mi esposo les había metido y más aún, de todo el daño físico que yo les había provocado.
—Creemos que pudieron escapar.
—¿Lombardi y Schiavone?
—No lo sabemos—murmuró Nick—. Pero es claro que Alexei está vivo, él comando el ataque a Brendan. Aunque ahora es más feo de lo que era antes, la cicatriz que tiene en toda su cara lo hace ver más terrorífico y realmente es un bastardo más grande.
—Él nunca tuvo madera de líder, lo que significa que está siguiendo órdenes de alguien—murmuré—. Quiero que investiguen quién está dándole las órdenes...
Ambos asintieron.
Justo en este momento estacionaron en casa de Nonno, pude ver inmediatamente los rostros de todos los hombres pertenecientes al Sacerdozio, todos estaban preocupados y era completamente entendible, que hubiesen atacado a los irlandeses sólo significaba que querían buscar una guerra, quizás los sicilianos éramos los más peligrosos, pero los Irlandeses nos superaban en bombardeos.
—Los quiero reunirlos a todos en la sala de juntas—ordené.
—Si, señora—murmuró Nick.
Archie me ayudó a bajar del auto, mientras me mostraba las imágenes desgarradoras en las que Brendan estaba mal herido, con todo el rostro deformado y varias puñaladas por todo su cuerpo, un ataque que claramente había sido planeado para matarlo a sangre fría, no querían otra cosa.
—¿Cómo fue que lo encontraron?
—Al parecer él sentía que lo estaban siguiendo, emitió la alerta a su padre y minutos después lo acorralaron, lo hicieron en plena avenida principal de Dublino y cuando llegaron todos los hombres de la mafia irlandesa, salieron huyendo, pero está claro que las cámaras de seguridad grabaron el rostro de Alexei, ese hijo de puta sigue vivo—explicó Archie.
—Tú sabes mi secreto... necesito que lo encuentren lo más pronto posible, no quiero ninguna amenaza para mi pequeña bestia...—murmuré—. Por favor, necesito que tú y Nick protejan esto...
—Lo haremos, peque—murmuró—. Como te lo juramos el día que nos dijiste la gran noticia, vamos a dar nuestra vida si es necesario para protegerte a ti y a esa pequeña bestia... aunque esperamos jamás tener que hacerlo, ya sabes... también tenemos nuestras familias.
—No les pido que den su vida, solo que nos protejan cuando no pueda hacerlo—murmuré.
Ambos entramos a la mansión de mi abuelo, caminamos hasta la sala de reuniones y ahí pude encontrarme con todos los hombres más poderosos de la mafia, pero que aun así tenían una gran expresión de preocupación en su rostro. Todos nos encontrábamos realmente aturdidos por lo que estaba ocurriendo, de una u otra manera éramos conscientes de que si alguno de los bastardos mayores seguía con vida, seguíamos en completo peligro.
—Peter—murmuré en cuanto entramos—. Hay demasiadas cosas que tú sabes y necesito que las digas en este momento para poder tomar cartas en el asunto.
—Las hay—murmuró—. Después del ataque a su esposo, me encargue de investigar todas las personas que estaban en su contra, por más que querían que él cayera ninguno se atrevería a meterse con el sacerdocio y más aún con el esposo de la reina de la mafia, saben que si atacaban el tratado sería roto y por lo tanto tendrían a toda la mafia detrás de ellos, además de esto de las organizaciones militares que dirigen sus padres.
—¿Pero...?
—Hay alguien que ha estado fuera del radar de todos nosotros durante cuatro o 5 años, debía varios favores a las mafias por eso lo teníamos bien vigilado, además de que ustedes también tenían conocimiento de ese bastardo—murmuró—. Lo dimos por muerto después de que hizo una alianza con Schiavone, pero tuvo una muerte demasiado sangrienta...
Me paralicé durante un segundo al ver la imagen del ser más despreciable sobre la tierra.
—Stefan—murmuré—. ¿Cómo es posible?
—Lo último que supimos de ese hombre fue que Schiavone lo lanzó desde 4,000 metros de distancia, murió en cuanto tocó el piso, pero nadie ha encontrado su cuerpo jamás, porque jamás lo buscaron en realidad—murmuró Nonno—. ¿Cómo es posible?
—Stefan nunca fue lanzado a la fuerza—murmuró Peter—. Schiavone y Lombardi no se comparan ni un poco con ese bastardo... fue inteligente fingir su muerte porque de esa manera nadie estaba detrás de él, sin embargo, seguía moviendo los hilos desde arriba...
—No estoy entendiendo—murmuré—. Suponiendo que está vivo, ese bastardo no tiene poder, lo único que hacía era traficar con niñas y por eso tenía un poco de poder en el submundo, pero ¿Mover los hilos? Eso es sobrestimarlo...
—Key—murmuró Archie—. Hasta ahora el punto de ellos es completamente verídico, jamás encontramos ese asqueroso cuerpo porque nunca lo buscamos, estábamos preocupados para rescatarte a ti... tú eres la única testigo de que ese bastardo fue arrojado del avión...
—Pero Schiavone jamás se dejaría mangonear por un don nadie—murmuré—. Era idiota, pero si algo tenía era que nadie lo doblegaba.
—Schiavone era solo un títere, majestad—murmuró Peter—. Massimo también era un títere...
—Ellos no eran idiotas, jamás se dejarían dominar por un bastardo—murmuré.
—Eran piezas, Stefan les plantó la idea de la obsesión con usted, ellos hicieron el resto—murmuró Peter—. Si digo esto es poque tengo pruebas verídicas de que Stefan Lightwood esta con vida y es el maldito que está detrás de todo, su obsesión por usted es aún más fuerte.
Me quedé completamente paralizada, una cosa era suponer que seguía con y otra muy diferente que existieran pruebas verídicas de que así era. Sentí que toda se paralizaba en mí, no podíamos ni siquiera creer las palabras que decía el hombre, pero al ver los ojos de los hombres que estaban más cercanos a mí, supe que no era una mentira.
<<Mi mayor infierno ha regresado por mí y está vez tengo mucho más que perder. >>
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