Capítulo 65.

Sentido de vivir.

"El amor no es cuantificable y, por lo tanto, no es finito." ~ JOANNA DOUGLAS


Muchas veces nos hemos sentido perdidos en la vida como si estamos en un lugar en el que no pertenecemos, nos sentimos que estamos en un plano terrenal en el que ni siquiera tenemos algo que nos mantenga quietos en un solo lugar o que nos haga sentir parte de algo importante, sentimos que todo es sólo por monotonía y que no existe realmente algo que nos haga saber que las cosas cambian en cualquier momento.

Todos alguna vez nos hemos preguntado y planteado la pregunta de ¿para qué vivimos?, es una pregunta realmente compleja si no tenemos la claridad de lo que somos y de lo que queremos, es algo que nosotros no podemos controlar si simplemente nos sentimos fuera de algo que seguramente nos pertenece. Si nos sentimos fuera de algo que nos pertenece es completamente fácil que no comprendamos la razón por la que estamos en vida, y aunque suene realmente fastidioso, si no lo sabemos navegaremos todo el tiempo a ciegas.

Aunque realmente la respuesta siempre está frente a nosotros, todos sin importar quienes seamos o lo que queramos, estamos en la vida para ser felices para sentir que cada momento es especial y amar con todo nuestro corazón dejando el camino para que los demás nos amen, todo mundo busca eso incluso si no lo acepta, deseamos un lugar en el cual podamos echar raíces y sentir que nuestra vida está completa sin importar nada.

¿Es difícil?

Por supuesto que es difícil, la vida no es algo fácil y no vamos por el mundo sabiendo cuál es el siguiente paso que necesitamos para ser felices, sin embargo si nosotros aprendemos a reconocer y a darle el espacio correcto para nuestras emociones, gestionando cada una de ellas para saber cómo debemos reaccionar, es realmente sencillo.

Algo que debemos entender todos los seres humanos, es que somos completamente imperfectos, pero eso forma parte de nuestra vida y de nuestra humanidad, esa expresión divina que le hace espacio a los errores y a los tropiezos en el camino, porque si fuésemos seres perfectos seguramente ninguno de nosotros podría vivir, por el simple hecho de que nos la pasaríamos pensando en la perfección. Somos seres imperfectos, pero eso nos hace perfectos para tener vida, para tener una conciencia que todo el tiempo estará con nosotros y nos hará sentir parte de algo.

Todos necesitamos el amor, no importa si somos niños o somos adultos, todos necesitamos sabernos y sentirnos aceptados, reconocidos, valorados, queridos y respetados por encima de cualquier otra cosa, ya que somos seres relacionales y emocionales, eso es lo que hace al ser humano tan especial, que puedes sentir más allá de lo que muchos otros no.

Por esto y por cientos de motivos más el amor es lo más poderoso que tenemos en nuestras vidas porque es aquello que le da el sentido a toda nuestra existencia, es el que nos da el sentido de la pertenencia de sabernos parte de algo más grande que nosotros mismos, saber que el amor existe es la fuerza que nos da para seguir continuando y luchando, incluso si la vida es demasiado hija de puta para arrancarnos todo lo que tenemos, el amor siempre hace que las cosas imposibles se vuelvan posibles, y que lo imperfecto brille tanto como la mayor perfección.

Sin importar, dónde o cómo nos encontremos, nuestro futuro depende de las personas que nos aman, pues son las únicas personas que tienen acceso a los puntos más recónditos de nuestro ser, lugares que quizás ni siquiera nosotros conocemos, es el lugar privilegiado en el que dejamos que las personas entren y vean las partes más vulnerables de nosotros, Y esas personas a las que nosotros dejamos entrar deben de ser personas que nos alimenten el alma, no personas que van a utilizar nuestras debilidades en nuestra contra o nos harán sentir como basura cuando tengan oportunidad.

Todos nacemos con la capacidad de tener y sentir emociones, una de ellas es el amor, ese sentimiento que nos hace sentir cosas completamente inefables, que por más que tratamos de encontrarles una explicación lógica, jamás la encontramos porque simplemente no existe, no existe una forma en la que nosotros podamos decir las cosas de una manera propia, no existe la forma en que podamos describir el amor, esa fuerza tan poderosa que es capaz de hacer cientos de cosas con tal de mantener a salvo a las personas que amamos.

Durante toda mi vida crecí con la idea de que era una tontería todo lo que decían las personas enamoradas, No podías amar incluso los defectos de una persona porque de una u otra manera los considerabas un defecto porque te molestaba, eso era un pensamiento realmente estúpido y caprichoso, porque yo no entendía que se debía dejar de proyectar lo que no se es, para amar en realidad, aunque suene complejo , yo siempre había creído que el amor era amar solamente las virtudes de alguien ¿Por qué cargar con los defectos?

Realmente nunca lo había entendido hasta que mi vista se había cruzado con esos perfectos ojos grises tan semejantes a la tormenta más preciosa del mundo, esos ojos grises que me daban tanta seguridad incluso cuando no me recordaba, que me sostenían cuando sentía que estaba cayendo en un mar de desesperación y que me daba la seguridad de ponerme de pie para continuar sin importar absolutamente nada.

Jamás creí que mi vida realmente se tornaría perfecta después de conocer al verdadero amor, conocer que para amar debía dejar de proyectar lo que otros eran y aprender a valorar incluso los defectos de la persona que queria para mi vida, porque aunque sonase cliché, lo amaba incluso cuando no me recordaba, cuándo tardaba horas para adivinar de qué sabor era un helado o cuando moría de calor mientras yo temblaba de frio, amaba a ese hombre con mi vida y hasta que lo había conocido, había entendido que lo que todos buscamos en la vida, es encontrar a alguien a quien amar, para comprobar todas las locas teorías que cientos de personas plantean.

Realmente jamás creí que mi vida daría un giro tan complicado, pero a la vez tan jodidamente perfecto, aunque no estaba disfrutando al 100% de mi embarazo como siempre lo había soñado, no podía quejarme de nada de mi vida, incluso cuando mi mayor pilar se encontraba roto, luchaba por mantenerme a flote y hacerme sentir amada, ese pilar era mi esposo, mi Conall.

Volver a estar con él de la forma en que nos habíamos demostrado amor por primera vez, había sido realmente perfecto, porque no me había importado absolutamente nada más en la Tierra, solo saber que en sus brazos estaba completamente segura. Por supuesto que la verdadera razón de la vida es buscar la felicidad, ambos sabíamos que si el otro era feliz podíamos ser felices pero eso también implicaba, que cuando estábamos juntos sabíamos que estábamos completamente en plenitud. Ambos sabíamos que podíamos ser felices sin el otro, que podíamos encontrar la felicidad en algo, pero que jamás llegaríamos a ser completamente plenos porque él y yo estábamos destinados a estar juntos y eso era lo que nos hacía sentir bien a nosotros.

A pesar de que había querido escuchar las dos palabras que completamente significaba lo que él sentía por mí, no me sentía preparada para ello, por supuesto que lo amaba con mi vida y eso no había cambiado incluso cuando yo era consciente de que no me recordaba en lo más mínimo, sin embargo me sentía completamente perdida cuando me había confesado sus sentimientos, era como si estuviese escuchando por primera vez que él me amaba y eso no me hacía sentir vulnerable, por el contrario regresaba esa fuerte sensación de plenitud, por eso me sentía extraña al escucharlo decir esas palabras, deshabilitaba el completo significado que tenía para nosotros.

No pase por el hecho de verlo celoso frente a mi hermano y a Nick, su expresión era completamente inconfundible y lo conocía también que sabía que cada una de sus movimientos significaba los celos que lo atacaban, me divertía el hecho que pensara que podía pensar en alguien más aparte de él, ese hombre se había adueñado de mis pensamientos, mi corazón y todo lo que tuviese que ver conmigo, por lo que nisiquiera podía pensar en alguien más, solo él.

Vi que mi hijo le decía algunas cosas y era claro que mi pequeño que había dejado ir meses atrás, no se parecía en nada al niño que había regresado esas vacaciones, era más inteligente y despierto, no estaba segura de cuál era la edad mental que le habían dado, pero por supuesto que pasaba de los 10 años.

—¿Tienen algo que informarme? —pregunté a mi hermano y a Nick.

—Demasiadas cosas, princesita—se burló Nick—. Pero, debemos decírtelo con Archie aquí, llegará aquí en unos cuarenta minutos porque su esposa estaba demandándole demasiada atención, así que deberías aprovechar para alimentar a los hombres que estuvieron cuidando a tu hijo.

—¿Solo puedes pensar en comida Pávlov?

—¿Te recuerdo quien dejó vacía mi alacena en Suiza? —preguntó juguetonamente—. Te acabaste la comida de un mes en un fin de semana...

—Joder, estaba nerviosa—murmuré riendo—. No te acabes toda mi alacena—aseguré.

—¿Mami, preparaste tortitas de avena?

—Dios, te obsesionaste con esas cosas, debería reprender a Mou por enseñarte la receta—se burló Nick.

—Ya cállate—gruñó Hunt—. No quieres hacer enojar a mi hermana en su situación, seguramente esta vez sí prende fuego a todo el mundo...

—¿Situación? —preguntó Nick.

Maldije mil veces a mi hermano por hablar de más, no quería que nadie se enterara aún de mi embarazo, porque sabía que de una u otra manera si aún teníamos a personas que querían hacernos daño, podían utilizarlo en mi contra y hacerme sentir más vulnerable que nunca. Además, mi esposo aún no conocía la verdad y por supuesto que no podía defenderme si su memoria seguía completamente navegando en el universo.

—¿Crees que es fácil tratar con mi cuñado? Dios, recuerdo como era de insoportable antes de que ésta lo domara, así que me imagino que está de la misma forma.

—¿Domarme? —preguntó Conall con una ceja arqueada.

—Cuñado, eras insoportable—aseguró Hunt, cambiando completamente el tema.

Me apresuré a preparar tres platillos más de nuestro desayuno, por mi pequeño arrebato de llanto no habíamos almorzado, pero había una excelente oportunidad de hacerlo en ese momento, junto con mi mejor amigo, mi hermano y nuestro hijo.

Nick me ayudó a preparar los cubiertos y los platos para que pudiesen comer, mi hermano se encargó de exprimir algunas naranjas para zumo fresco, mientras mi esposo y mi hijo jugaban cerca de nosotros. No pude evitar una oleada de amor combinada con preocupación, mi esposo trataba de que mi hijo se sintiera amado, aunque no lo reconocía, él trataba de hacerlo sentir bien en todo momento.

Sin embargo podía ver que mi hijo trataba de hacerlo sentir bien también, mi esposo siempre era demasiado cariñoso y amoroso con nuestro hijo, las carcajadas nunca faltaban cuando estaban juntos y siempre fluía el amor entre ellos dos, sin embargo, en ese momento parecía que eran como dos desconocidos, como si no pudiesen interactuar de la forma correcta que siempre lo habían hecho.

—Él va a recuperar la memoria—murmuró Hunt.

—Y si no lo hace, voy a golpearlo hasta que te recuerde, no pienso ver crecer a mi sobrino sin su padre—murmuró Nick.

—¿Sobrino?

—Niall—murmuró—. Sabes que lo considero como mi sobrino, y no planeó ver como la luz de mi mejor amiga se apaga por no tener a su esposo amándola como siempre, así que te prometo que si no te recuerda, voy a golpearlo hasta que lo haga.

—Por supuesto que yo te ayudaré a golpearlo—murmuró Hunt—. Le doy un mes, si no te recuerda por las buenas en ese tiempo, haremos que te recuerde por las malas y eso implica dejarle sus dos ojos morados y quizás un par de costillas rotas.

—¡Oh, Dios! no hablen de costillas rotas—murmuré riendo.

Terminamos de preparar la comida, serví los platos para todos los presentes y mientras mi hermano me ayudaba a llevarlos al comedor, me senté al lado de mi esposo, no como una acción consciente, sino como algo que mi cuerpo ya tenía completamente destinado a hacer, porque sin importar nada, en todo momento estábamos juntos y no era la excepción cuando estábamos comiendo.

Mi hijo comenzó a platicarnos de todo lo que había mucho en su escuela, eso realmente me gustaba, porque significaba que él estaba feliz de estar en el lugar que había elegido, su academia lo estaba entrenando no sólo para ser uno de los genios más grandes de la historia, sino también para hacer un gran soldado, porque no iba a dejar que mi hijo creciera sino un entrenamiento digno del próximo rey de la mafia, quizás sonaba completamente estúpido, pero sabía que en el momento en el que habíamos aceptado ser parte de ese mundo, eso también incluía a mi hijo y quizás a toda la descendencia que tuviéramos.

—Mami—murmuró Niall.

—¿Dime, mi amor?

—Sé que papá perdió la memoria, pero... ustedes me prometieron algo y ya se acerca demasiado las fechas navideñas...

Casi me atraganté con la comida que estaba en mi boca, sabía lo que mi hijo se estaba refiriendo y eso era una noticia que aún no tenía el valor de darle a él, no quería que mi pequeño se hiciera ilusiones de tener un hermanito y que no pudiese dárselo en el tiempo estimado, no era que fuese pesimista, pero realmente sentía que algo malo podía ocurrir si daba demasiadas esperanzas de tener un bebé.

—¿Un obsequio de navidad? ¿Qué pediste? —preguntó Hunt.

Sin importarme absolutamente nada, lo pateé por debajo de la mesa, esperaba que mi hijo se olvidara de la pregunta, sin embargo parecía que le había entrado más curiosidad por mi silencio, no estaba lista para decirle que estaba embarazada, ni siquiera estaban lista para decírselo a mi esposo. Mi hermano soltó un pequeño gemido, mientras me miraba con furia y hacía la señal de que iba a mantener la boca cerrada.

—¿Estas bien, tío?

—Estoy bien, pero deberías tener cuidado con tu madre cavernícola—gruñó.

Solté una risa ante su descripción, mi hermano realmente no tenía pelos en la lengua el decir las cosas, así había sido siempre y me gustaba ello, porque siempre podía tener sin seriedad de su parte a la vez de una plena confianza.

—Bueno volviendo a lo que pedí, quiero un her...

—¿Desayunando sin mi? —preguntó Archie, salvándome completamente del momento incómodo con mi hijo.

—Gracias al cielo que llegaste—murmuré—. ¿Mi amor, por qué no le enseñas a papá tu película favorita?

Mi esposo me miró tratando de descifrar que era lo que quería, le di una pequeña sonrisa y con la cabeza le señalé a los hombres que estaban en nuestra casa, necesitaba hablar privadamente con ellos para pedirles un favor y aunque no había estado en mis planes, con la curiosidad de mi hijo era más que Claro que tenía que protegerlo y protegernos a nosotros.

—Sí, campeón... ¿Por qué no me enseñas tu película favorita?

—¿De verdad? —preguntó Niall con una sonrisa enorme en sus labios—. ¡Si!

Mi hijo podía ser el próximo Albert Einstein de la humanidad, pero seguía siendo un niño que adoraba pasar tiempo con sus papás, mi hijo seguía exigiéndonos atención y por supuesto que yo estaba completamente dispuesta a dárselo, mi esposo quizás no lo recordaba, pero también parecía estar dispuesto a recordar a su hijo y a pasar el tiempo necesario con él para que se sintiera amado. No podíamos olvidar que tenía solo cinco años y a pesar de que su mentalidad era de un niño de quince o de más, aún necesitaba nuestra compañía y amor para crecer.

Mi hijo se puso de pie de un salto, tomó la mano de su padre y ambos se perdieron en los pasillos de nuestro hogar, seguramente dirigiéndose a la sala de cine, sonreí al ver esa pequeña escena de padre e hijo y estaba segura de que verían las cámaras del cine, para ver el momento de ellos dos, la interacción de padre e hijo que había estado esperando durante tanto tiempo.

—¿Por qué tú hijo secuestró a Conall? —preguntó Archie.

—Porque necesitamos hablar de cosas que seguramente mi esposo no entenderá, he estado haciéndole un pequeño resumen de todo lo que hacemos, pero Lev y mi padre estan llevando el control de la Bratva en nombre de mi esposo, no puede hacer ninguna aparición pública hasta que esté completamente sano y eso implica que recupere su memoria—murmuré—. Vayamos a la biblioteca, me dijeron que querían decirme algunas cosas importantes yo también tengo cosas importantes que decirles.

—Y yo que me estaba haciendo ilusiones de comer tortilla de avena, con lo que sea—bromeó Archie.

—Cállate Smirnov—gruñí.

Los tres soltaron una carcajada, y yo solo me di la vuelta para comenzar a caminar en dirección a la biblioteca, realmente me gustaba pasar tiempo con ellos pero en ese momento no podía sacarme la idea que se me había metido minutos atrás de la cabeza, necesitaba personas que me protegieran a mí y a mi familia y esos tres hombres eran los más capaces de mantenernos a salvo, porque también protegerían a su familia.

Ellos se sentaron en uno de los grandes sillones de tres plazas, mientras yo tomaba el individual tipo trono romano que se encontraba frente a ellos, la biblioteca era enorme y realmente me gustaba, era la biblioteca pequeña por así decirlo, pues la grande se encontraba en el segundo piso justo dividiendo nuestra habitación de la de los huéspedes, que estaba segura pronto se convertiría en la de nuestro nuevo bebé.

—Bien, poniéndonos completamente serios, debemos informarle la situación que encontramos en Suiza...

—¿Hay alguna situación?

—Eliminamos cualquier amenaza que estuviera a la redonda de la academia, tenías razón, había personas que estaban en los bosques buscando una entrada al lugar, aunque era prácticamente imposible por los centinelas que mandaste poner, ellos desafiaron cualquier cosa, lo único que estaban buscando era irrumpir en el lugar—murmuró mi hermano.

—¿Tenían algún objetivo?

—Es claro cuál era su objetivo—murmuró Archie—. No te preocupes ya me he encargado de enviar a más gente que me rodeé en la zona, no hay forma de que ingresen al instituto sin que nosotros lo sepamos y por supuesto que no va a haber ningún ataque hacia tu hijo, en cuanto lo intenten estaremos listos para matar, todos tienen esa orden.

—¿Tenemos alguna idea de quiénes pueden estar detrás de todos estos ataques? ¿Están dirigidos a mí o a mi esposo?

—Creímos que sabíamos a quién estaban dirigidos los ataques, parecía demasiado fácil saberlo, pero ahora no tenemos ni la menor idea... atacaron a tu esposo, pero están tratando de atacar a tu hijo... así que quizás los ataques no estén dirigidos a tu esposo si no a ti.

—Quiero que encuentren a esos bastardos que están tratando de hacernos daño, los van a asesinar a sangre fría y van a colgar sus malditas cabezas en la plaza roja, es más quiero que cuando los encuentren transmitan un vivo a todos los lugares la muerte de ellos, que sepan que con la familia Rossi Nikolaev nadie se mete y sale libre de ello.

—¿De acuerdo? No estaríamos rompiendo ningún tratado, después de todo ellos atacaron primero y están atacando a personas inocentes, así que en cuanto encontremos a esos bastardos les haremos el daño que nos estás pidiendo...

—¿Hay algo más que deba saber?

—El Sacerdozio pidió reunirse la siguiente semana, Peter dice tener información importante que va a ser útil para encontrar a estos bastardos, le pregunté si podía decirla antes, pero dijo que necesitaba tiempo para traer completas las pruebas que incriminan a las personas que cree están detrás de todo—murmuró Archie.

—¿Tiene sospechosos o tiene ya personas con nombre y todo?

—Todo indica que ya tienen nombres, quiere traer más pruebas contundentes—murmuró Nick—. No te preocupes, nos encargaremos de todo ello mientras tú cuidas a tu esposo. Te hemos notado muy estresada últimamente y queremos que estés tranquila en todo el proceso de tu esposo, sabes que estamos para ti y juramos nuestra lealtad para protegerte y proteger a nuestra familia, eso incluye a la tuya.

Solté un pequeño suspiro, mientras mis manos inconscientemente se dirigían a mi vientre, no supe la razón por la que mis manos parecían querer proteger la vida que había en mi interior, nadie me estaba amenazando, pero en ese momento sentía que necesitaba más protección que nunca, necesitaba saber que había personas que estaban velando por mi seguridad y por la de mi familia, sobre todo por lo que me había costado tanto construir.

—Hermana sé que quizás no soy el más indicado para decirte lo que debes de hacer, pero si quieres protegerlo... debes decirles a más personas para que tengan cuidado con ello... te mantendremos a salvo y lo mantendremos salvo a él...—murmuró Hunt.

—Mantendremos a salvo a Conall, aunque es un cabezota hasta para morirse—murmuró Archie—. Si es por él por el que te estás preocupando, prometo que en cuanto recupere la memoria va a volver a ser el hombre inquebrantable que conocemos desde siempre, el hombre que va a protegernos a todos y va a ser la bestia que ya era a los ejércitos para proteger a su esposa. Si tienes miedo te prometo que no vas a perder nunca más a tu esposo.

Solté un suspiro al recapacitar las palabras de mi hermano, era Claro que todos ellos estaban dispuestos a dar su vida por protegerme y si les decía que tenía una vida en mi interior, seguramente redoblarán las fuerzas para protegerme a mí y a todas las personas que me involucraban, todos ellos conocían el dolor que había sentido cuando me enteré de que era infértil así que estaba segura se alegrarían completamente de que estuviese logrando uno de mis más grandes sueños.

—No es por Conall...—murmuré—. Es porque ahora tengo algo más que perder, tengo mucho que perder en este momento y no estoy dispuesta a perderlo... eso es lo que me mantiene preocupada, es lo que quiero proteger y lo que únicamente saben tres personas en toda la Tierra...

—¿Qué es peque? —preguntó Nick—. ¿Estás bien?

—Por qué todo mundo piensa que me voy a morir cada que digo que tengo algo que proteger—murmuré—. Kennett pensó lo mismo...

Mi hermano soltó una pequeña risa mientras asentía, era la reacción que más habían tenido las personas que se habían enterado de lo que me ocurría, pensaba en que tenía alguna enfermedad mortal por la que tenía que luchar, aunque claro que para todos eso sonaba más lógico que cualquier embarazo, después de todo me habían declarado infértil cuatro años atrás.

—Bueno, no sé si entre en las enfermedades que matan de amor—aseguró Hunt.

Solté una pequeña risa y asentí.

—Escuchen... lo que voy a decirles debe ser considerado como un secreto de estado, nadie puede enterarse, ni siquiera sus esposas, porque no quiero que nada ponga en peligro el secreto que les voy a decir—murmuré—. Si se los estoy diciendo es porque necesito protección, porque dentro de unos meses quizás yo no podré protegerme a mí misma, menos a las personas que amo... además les estoy pidiendo protección para él o ella...

—¿Él o ella? —preguntó Nick—. No sé de lo que estés hablando pero sabes que nosotros te juramos la lealtad para protegerte a ti y a todo lo que te incluye.

—No quiero que lo hagan como los hombres que trabajan para mí, quiero que lo hagan como mis amigos, por qué esto es lo que he estado esperando durante toda mi vida y no quiero que la felicidad me vuelva a ser arrebatada, no quiero volver a perder a ninguno de ustedes—murmuré—. Son las personas a las que más confianza les tengo, por supuesto que esto se lo debería haber dicho a mi esposo, pero no puedo decírselo porque no sé cuál será su reacción.

—Bien...suficientes vueltas, princesa, dinos qué es lo que está ocurriendo... —murmuró Nick.

Tomé aire en una fuerte inhalación, no sabía si estaba lista para decir el secreto que había estado detrás de mí durante todo el tiempo que mi esposo llevaba despierto, por supuesto que lo que más quería era gritar al mundo la gran noticia, pero seguía teniendo un miedo irracional de lo que podía ocurrir si llegaba esa información a manos equivocadas o si mi esposo de alguna forma había cambiado su forma de pensar respecto a los bebés.

—Hace alrededor de 6 meses mi esposo y yo cuando nos dimos cuenta de que estábamos viviendo en tranquilidad, tomamos una decisión que no sabíamos se llevaría a cabo tan pronto... después de que volví a reencontrar a mi familia el año pasado y fui herida en el ataque a la base alpha, mi tío descubrió, que en realidad... mi vientre había vuelto a ser habitable, de alguna forma ocurrió un milagro y podía intentar tener un bebé...

—Keyli—murmuró Nick iluminando su rostro con una gran sonrisa.

—Conall se realizó la reversión de vasectomía y yo comencé con un proceso hormonal para fortalecer los óvulos que habían estado dormidos desde décadas atrás, realmente creímos que nunca más tendríamos que pasar por algo difícil y que cuando se diera podríamos estar juntos... no sabíamos que aún había personas queriendo hacernos daño... me enteré de que estaba embarazada el día que mi esposo despertó, cuando me dijo que no me recordaba y no sabía quién era yo...

—¿Estás embarazada? ¡Dios! ¡Keyli!

Antes de que pudiera evitarlo, mi mejor amigo se puso de pie y caminó rápidamente hacia mí, sin que pudiese detenerlo me cargó con su gran fuerza y me dio un giro en el aire, no me negué cuando me bajó y me abrazó con gran fuerza, necesitaba ese abrazo que me decía que estaba conmigo y que sin importar absolutamente nada, volvía a jurarme lealtad para protegerme a mí y al pequeño ser que llevaba en mi interior.

—Dios—murmuró Archie—. Jamás creí que mis ojos verían a la mujer destrozada tan llena de felicidad...

Los dos hombres me abrazaron con fuerza mientras me felicitaban, se sentía realmente bien saber que ellos estaban conmigo y que me protegerían sin importar absolutamente nada, todo lo que había ocurrido en mi vida me había hecho trastabillar, pero en ese momento me sentía segura de poder continuar porque sabía que ellos me protegerían. Por primera vez desde que me había enterado del embarazo, reconsideré el hecho de no decirle a nadie, después de todo se había sentido realmente bien que las personas se alegrarán por la noticia.

Cuando ambos me dejaron de pie en el suelo, me cubrí la boca con mis manos reprimiendo un sollozo que amenazaba con salir de mi garganta, ambos se pusieron de pie frente a mí y antes de que pudiera detenerlos, la rodilla derecha de ambos tocó el suelo.

—¿Qué están haciendo?

Mi hermano soltó una pequeña risa, lo vi ponerse al lado de Nick y seguir la acción de ambos hombres, los tres colocaron su mano derecha hecha puño sobre su corazón, señal de un juramento real, uno de esos juramentos que había visto tanto en las películas antiguas que parecía completamente extraño para mí, pero perfecto.

—Dios—murmuré.

—Salve Regina della Mafia, erede della mafia—murmuraron los tres al unisonido.

—A partir de este momento, nos tienes a tus pies a todos, aunque ya nos tenías, ahora reafirmamos nuestro juramento de que estaremos siempre buscando tu protección, sin importar absolutamente nada, incluso si nuestras vidas dependen de ello, vamos a protegerte a ti y al ser que llevas dentro—murmuró Archie.

—Es mi pequeña bestia—murmuré, realmente sin saber por qué decía ese hecho.

—Bueno, reafirmamos hoy nuestra lealtad a la familia real de la mafia, que te incluye a ti, a tu esposo y a tus bestias—bromeó Nick—. Como ya lo dijo Archie, vamos a velar siempre por su protección y nuestro juramento es ahora más fuerte porque tenemos más personas a las que debemos proteger...

—Dios—murmuré.

—No importa Cuántas veces tengamos que derrotar al enemigo, te lo dije ya una vez y te vuelvo a repetir que te voy a cuidar a ti y a mis sobrinos—murmuró Hunt—. Te vi completamente destrozada cuando te dijeron que jamás podrías ser madre, así que ahora que es un hecho, te prometo que voy a protegerte a ti y a esa pequeña bestia que llevas en tu cuerpo.

—Aunque creo que el mundo no está preparado para tener más bestias—murmuró Nick—. Dios nos agarre confesados, porque si esto se vuelve a repetir pronto, tendremos todo un clan de bestias acechando el mundo...

Sonreí ante la idea de mi mejor amigo, nada me hacía más feliz que pensar que podía tener varios hijos más con mi esposo.

—Dijiste que no se lo has dicho a Conall...—murmuró Archie.

—No sé si debo decírselo, tengo miedo de que su reacción sea diferente a la que me imagino y todo se vaya por la borda.

—Conozco a ese idiota desde que ambos no podíamos pronunciar bien la r, si de algo estoy seguro, es que no importa si te olvido, el simple hecho de saber que estás esperando un hijo suyo va a volverlo loco... pero es tu decisión, realmente si tú quieres mantenerlo en secreto nosotros te apoyaremos y te ayudaremos con la revelación de sexo cuando lo sepas.

—Dios... prométanme que no le van a decir a nadie hasta que yo se los diga, necesitamos terminar con todas las amenazas antes de que se sepa o me tomaran como el punto más vulnerable y me atacarán, no importa si me asesinan a mí, pero no quiero que nadie toque la vida que hay dentro de mí.

—Y como ya te lo juramos, te vamos a proteger... y es mejor que los bastardos que piensen en hacerte daño estén preparados, porque estoy seguro de que en el momento en el que tu esposo te recuerde y sepa la verdad, veinte tiros quedaran pendejos a su lado.

—Y ese es el motivo por el que deberías reconsiderar decírselo, él te protegerá incluso si no te recuerda—murmuró Nick—. Pero como lo dijo Archie, nosotros vamos a ser tu capa y tu espada, hasta que tu esposo se entere... porque estoy seguro de que después de eso no vamos a volver a verte hasta que tus niños tengan diez años.

Solté una carcajada y asentí.

—Gracias... de verdad...

—Nuestra lealtad está contigo, vamos a protegerte sin importar nada, lo hicimos cuando estábamos en la milicia y lo haremos ahora que eres nuestra reina... vamos a proteger a todo tu imperio criminal.

—Debería sentirme mal porque digas eso, pero realmente me siento orgullosa de lo que hemos hecho...

—Entonces lo estás haciendo bien...—aseguró Hunt—. Considera decirle a tu esposo la verdad, estoy completamente seguro de que él va a estar más que feliz de saber que estás embarazada y va a protegerte incluso si no te recuerda.

—Se lo diré cuando me sienta lista—murmuré—. Realmente les agradezco que juren su lealtad hacia mí...

—Siempre, pequeña—aseguró Nick—. Protegeremos a esa pequeña bestia, no importa nada.

Solté una pequeña risa al escuchar el apodo de mi pequeño frijolito en los labios de alguien más.

—Le queda bien el apodo ¿no?

—Por supuesto, es el resultado de la Reina de los avernos y del D'yavol, no tiene mejor apodo que bestia—murmuró Hunt—. Aunque este es un bestia dos, Niall ya está haciendo historia con solo cinco años.

—Ese niño es la reencarnación de Albert Einstein y Stephen Hawking, juntos—aseguró Nick—. Pronto lo tendremos viajando en el tiempo ayudándolos a descubrir sus locas teorías.

Solté una risa y asentí.

Después de mil felicitaciones más, todos salimos de la biblioteca, los despedí a ellos para poder pasar una tarde con mi familia y ellos ni siquiera se negaron a ello, se fueron de nuestro hogar con sonrisas grandes en su rostro, felices por la noticia que yo les había dado y no podía evitar pensar que todos reaccionarían de la misma manera, pues todos ellos sabían lo que yo había luchado para poder tener bebés.

Preparé palomitas caramelizadas y otros cuantos snacks rápidos, los coloqué sobre una charola y caminé hacia la sala de cine, mi esposo no tardo en notarme más de dos segundos. Me dio una gran sonrisa y señaló su regazo, ofreciendo que me sentara sobre él. Debía tener un poco de conciencia y saber que podía lastimarlo, sin embargo no podía negarme a su tacto en ningún momento, lo queria cerca.

Me acerqué al gran sillón y descubrí a mi hijo en uno de los pufs del suelo, sonreí con alegría al ver que estaban proyectando la película de Mulán, siempre había sido la favorita de mi hijo y también la mía. Me senté en las piernas de mi esposo y besé su mejilla.

—¿Todo bien?

—¿Estas celoso? —pregunté.

—Como el infierno—murmuró—. No me gusta que te toquen, ¿Siempre he sido así?

—Eres peor, pero no con Nick ni con nadie de los nuestros—aseguré.

Mi esposo soltó una carcajada mientras me envolvía en sus brazos, nuestro hijo pronto nos robó la charola de los snacks y ni siquiera lo reprendí, me gustaba ver su rostro de alegría y no tenía comparación saber que lo hacía feliz la comida. Me quedé ahí, viendo la película junto con mi hijo y mi esposo, sabiendo que en mi vientre también se estaba formando una vida, que pronto formaría parte de nuestra familia. Realmente sabía que debía decirle a mi esposo, sólo esperaría el momento adecuado para hacerlo.

<<Mi pequeña bestia, vas a tener un hermoso hogar, te lo prometo>>

Queridos muñequitos,

Espero que se encuentren muy bien. Quiero disculparme sinceramente por no haber publicado en tanto tiempo. La razón de mi ausencia es un poco complicada de explicar, pero sepan que he estado lidiando con algunos cambios importantes en mi vida. Me gustaría asegurarles que estoy trabajando en volver a publicar con la misma frecuencia que antes.

Agradezco profundamente su apoyo y paciencia durante este tiempo. Ustedes son una parte fundamental de esta comunidad, y su comprensión significa mucho para mí.

Les deseo un feliz inicio de mes, lleno de bendiciones y momentos especiales. Y les adelanto que hay una pequeña sorpresa en camino, algo que estoy esperando con mucha ilusión y que pronto podré compartir con ustedes.

Con cariño y gratitud, Su autora loca favorita. CARMI.<3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top