Capítulo 60.

Pilar.

"Las personas fuertes crean sus acontecimientos; las débiles sufren lo que les impone el destino."~ Alfred Victor de Vigny

Dicen que la vida puede ser fácilmente comparada con un volcán, que se encuentra completamente quieto durante siglos o milenios, que ni siquiera expulsa ceniza o cualquier cosa que salga de su cráter, está quieto y normalmente lo denominan que se encuentra dormido, pero cuando despierta todo a su alrededor se convierte en un caos, desde la primera lluvia de cenizas hasta el momento en el que la nube de gases destruye todo a su alrededor junto con la lava que se encarga de derretir absolutamente todo a su paso.

Dicen que la vida es como un volcán porque cuando menos nos damos cuenta entra en actividad, y todo a nuestro alrededor se convierte en una profunda sensación de dolor y pérdida, en donde nos damos cuenta de que todo lo que habíamos construido se derrite por la lava qué se lleva todo a su paso, nos damos cuenta demasiado tarde de que es imposible escapar de la erupción de un volcán, así como es imposible escapar de la propia vida que nosotros construimos y que se encarga de golpearnos tan fuerte que seguramente lo hace para evitar que nos volvamos a poner de pie.

Por supuesto que es realmente doloroso ver como todo lo que hemos construido se convierte en cenizas, se vuelve absolutamente nada y por más que tratamos de volver a recuperar La Paz y quizás la estabilidad que creíamos tener, es completamente imposible volver a hacerlo, nuestros corazones duelen de forma realmente imposibles de concebir, sentimos un profundo dolor en nuestro interior así como si nos robasen el aire que tenemos en nuestros pulmones, porque nos damos cuenta de que todo lo que habíamos construido no estaba bien solidificado y tras la primera explosión del volcán, quedó hecho cenizas y sólo nos toca recogerlas del suelo, tratando de no caer junto con ellas.

Cuando nos damos cuenta de que toda nuestra vida ha colapsado queremos encontrar paz donde sabemos que no la encontraremos, queremos encontrar un pilar que nos mantenga afirmados a la Tierra y que no nos haga salir volando cuando todo se vuelva cenizas, queremos regresar el tiempo atrás para poder disfrutar un poco más de todo aquello que vivimos y que quizás por desidia o por egoísmo no disfrutamos.

Bien dicen que la vida está compuesta por casualidades, casualidades que sólo se repiten una vez en la vida y que es imposible darnos cuenta cuándo será la última vez que tendremos una oportunidad de vivir realmente como lo queremos, es como un volcán que pasa dormido durante siglos e incluso milenios, pero cuando menos lo acordamos este hace erupción trayendo consigo solo destrucción y dolor, así es la vida, podemos creer que absolutamente todo está en paz y que lo tenemos realmente construido con la piedra más solidificada que puede existir, sin embargo nos damos cuenta demasiado tarde que no es así, que en realidad todo lo que habíamos construido era hecho de paja y que tras la primera explosión, ardió y se convirtió en cenizas.

Todos queremos mantener el volcán de nuestra vida estable, para que podamos tener el control de esta y que no nos sorprenda trayendo consigo dolor y cientos de inseguridades que nos harán tropezar y caer para quedar en el suelo sin la mínima oportunidad de ponernos de pie, sin embargo nosotros no somos dueños de nuestro propio destino, no podemos elegir cuándo ni a quienes la vida nos arrebatará para hacernos más fuertes según una u otra manera, sin embargo eso no significa que no dolerá, es todo lo contrario, para hacernos fuertes necesita doler y eso significa que perderemos a las personas que más amamos en nuestras vidas.

Y aunque realmente un volcán es capaz de destruir absolutamente todo a nuestro alrededor, también debemos saber que depende de la fortaleza interior de cada uno de nosotros, porque incluso si el volcán explota y se lleva consigo todas las barreras que habíamos construido a nuestro alrededor, si nos sentimos fuertes y con la fortaleza de seguir caminando a pesar de querer caer, es posible que podamos levantarnos para continuar con nuestras vidas, incluso si el dolor es demasiado para soportar.

La vida muchas veces nos arrebata la oportunidad que tenemos de ser felices, tal como un volcán explota y nos deja sin absolutamente nada seguro a lo cual podamos sostenernos para evitar que la lava nos consuma, por supuesto que es algo completamente doloroso y algo que no es fácil de procesar, sin embargo debemos ser fuertes y mantenernos de pie porque incluso aunque sentimos que lo hemos perdido todo, a veces el destino o el universo se apiadan de nosotros tras ver que la vida ha sido una completa perra y nos da quizás lo que hemos buscado durante tanto tiempo que sentíamos jamás llegaría.

Toda mi vida había crecido con la idea de que el amor era más poderoso que cualquier otra fuerza de la naturaleza, tan fuerte que era capaz de destruir naciones enteras por el simple hecho de protegerse, tan condenadamente fuerte que no había poder humano que pudiese contra él, ni siquiera el olvido era capaz de hacer que el amor se agotara, ni siquiera el perder la memoria era capaz de opacar el verdadero amor que se sentía por otras personas, un amor tan verdadero que no había cabida para la duda.

El amor es realmente fuerte, junto con la bondad se pueden destruir naciones e incluso ir contra las propias leyes de la naturaleza, esas que a veces nos indican que quizás es necesario dejar de luchar pero que a la vez nos dan la fuerza para que sigamos luchando hasta sentir que nos hemos agotado todas nuestras posibilidades, por supuesto que eso significa que dolerá, que cada vez que creamos que estamos completamente bien volveremos a caer y nos hará sentir completamente vulnerables, pero la fuerza del amor es lo que nos dará la fortaleza para continuar.

Me había dado cuenta de que no podía imaginarme una vida sin el hombre que amaba, menos cuando acababa de enterarme que teníamos un bebé en camino, que él y yo habíamos logrado uno de nuestros mayores sueños pero lo que más me dolía en ese instante, era que él no era parte de mi felicidad, porque no me recordaba y no recordaba ni siquiera a las personas que habían estado toda su vida con él, su memoria estaba completamente en blanco, tanto cuenta que había olvidado incluso su nombre.

Me dolía en lo más profundo de mi corazón no poder compartir con mi esposo la noticia que habíamos estado anhelando durante tanto tiempo, habíamos estado luchando día tras día porque ese sueño se convirtiese en una realidad, habíamos prometido estar juntos en el momento en el que nos enteráramos que volveríamos a ser padres, en el que por primera vez concebiríamos un hijo de manera natural y que podríamos tener todo lo que nos habíamos perdido de nuestro pequeño hijo, no significaba que lo amábamos menos, pero queríamos pasar todo el proceso de un embarazo, un parto y por lo menos no perdernos los primeros dos años de vida de nuestro hijo.

Me sentía realmente preocupada por todo lo que estaba ocurriendo, se suponía que debía sentirme completamente bien porque mi esposo había despertado después de un coma de una semana, el tratamiento había funcionado y las esperanzas que nos daban eran realmente buenas, sin embargo no me sentía completamente bien con ello, porque de una u otra manera el haberme enterado que estaba embarazada, era como si me encajaran un cuchillo en mi corazón, porque no estaba disfrutando los primeros días de mi embarazo.

No tenía mi esposo haciéndome sentir bien y seguramente preocupado por cuáles serían mis primeros antojos, no lo tenía abrazándome y dándome la seguridad que en ese momento se había esfumado por completo, Claro que estaba feliz pero no podía estar tranquila.

Mi esposo era mi mayor seguridad, él era el nombre que me sostenía la mano cuando tenía terror y quizás era completamente egoísta, pero lo quería de vuelta para seguirme sintiendo bien, sin embargo era doloroso saber que él no se encontraba bien.

Cuando mi tío se lo llevó para realizarle todas las pruebas necesarias, me dejé derrumbar en la habitación, lloré como nunca lo había hecho porque estaba triste en el momento que debía estar feliz, después de meses buscando un embarazo por fin se había dado y lo que más me dolía era el hecho de que mi esposo no estaba ahí para compartir mi alegría, sosteniendo mi mano y asegurándome que llegaríamos al final del embarazo, porque ese era uno de mis mayores miedos.

Después de dos horas mi doctora llegó al hospital de Rusia, mi hermano que era el único en saber la verdad fue el primero en acompañarme, ni siquiera sabía que estábamos buscando un bebé, sin embargo estaba ahí para ser mi mayor apoyo y no soltar mi mano cuando me sentía tan vulnerable, mi hermano era la fortaleza que necesitaba en ese momento y realmente le agradecía con todo mi corazón que no me dejase en el momento que me sentía más vulnerable.

Por supuesto que la doctora entraba en las personas que no debían enterarse de lo que le había ocurrido a mi esposo, confiaba en ella pero no lo demasiado como para dejar ver que mi esposo se encontraba vulnerable y que cualquiera podía tomar su puesto si se lo proponía, así que no podía decirle por qué estábamos en ese hospital y mentiría cuando me preguntara por mi esposo.

La mujer nos llevó a uno de los consultorios que se encontraban dentro del hospital, con su sonrisa que llenaba completamente de alegría el lugar y su aura y claramente significaba que era capaz de traer vida al mundo, me lograba tranquilizar los nervios que estaban a flor de piel al saber que mi esposo aún requería algunos análisis para saber la gravedad del asunto y también por qué no me recordaba y tampoco recordaba a nuestros hijos.

La mujer se sentó detrás de un escritorio, y yo me senté frente a ella junto con mi hermano, por supuesto que me sentía un poco extraña que estuviese ahí, pero a ciencia cierta preferiría que él estuviera antes que cualquier otra persona a excepción de mi esposo, mi hermano me entendía y siempre había sido así. Hunt era como la parte más cercana a mí de mi familia, claro que amaba a Gian, pero él era más centrado y cuando cometíamos travesuras a pesar de que participaba normalmente era el que se arrepentía de hacerlo, así que siempre habíamos sido más unidos Hunt y yo.

—Bien—murmuró la doctora con una sonrisa—. Viendo la prueba creo que hemos logrado lo que habíamos estado buscando durante meses... lamento que tu esposo haya tenido trabajo y no puede estar aquí, pero si gustas podemos esperar hasta que llegue y así poder darles la noticia a ambos.

—Preferiría darle la noticia yo sola—mentí.

—Por supuesto, esta es una decisión que tú debes tomar y yo solo puedo guiarte, pero si has elegido darle la sorpresa a él está perfecto, he visto el amor que te tiene ese hombre y estoy completamente segura de que se pondrá feliz cuando le digas que están esperando un bebé...

—¿Entonces es un hecho?

—Por supuesto que es un hecho—murmuró con una sonrisa—. Aunque aún debemos hacer unos cuantos análisis para asegurarnos de que no sea un falso positivo, estamos en los días exactos en donde si sale un positivo es real.

—¿Cuántas semanas se supone que tengo de gestación?

—Tres—murmuró—. Según la prueba que te realizaste tienes dos semanas de gestación, pero cuatro si contamos desde tu periodo de ovulación, debieron concebirlo a mediados de Julio... sin embargo lo confirmaremos con una prueba sanguínea, deben saber que aún no vamos a poder verlo en una imagen, eso lo podremos hacer hasta la sexta semana.

—Dios—murmuró Hunt—. Hay un bebé ahí...

La doctora soltó una pequeña risa y asintió.

Sonreí sin poder evitarlo y una de mis manos se dirigió inmediatamente a mi vientre, sabiendo que ahí dentro se encontraba el pequeño bebé que habíamos estado esperando, por supuesto que ni siquiera se notaba un poco mi panza, pero me gustaba saber que bajo mi tacto se encontraba formando mi bebé, el que habíamos estado esperando con tantas ansias.

—Estamos en la cuarta semana por lo que es imperativo que no tengas demasiadas emociones, en un momento confirmaremos si realmente has quedado embarazada, tu período fértil de Julio se llevó a cabo alrededor del 14 y 19, así que si tuviste relaciones en esas fechas, tenemos más probabilidades de que no haya sido un falso positivo—murmuró la doctora—. Te sacaré un poco de sangre.

Ni siquiera rechisté al estirar mi brazo y sentir que la aguja me pinchaba, estaba demasiado consternada y feliz como para pensar en el dolor de una aguja, ni siquiera porque les tenía un favor terrible después de lo que me había ocurrido. Mi hermano hizo unos cuantas caras al darse cuenta de que no había rechistado para sacarme sangre, pero quizás se debía que estaba demasiado feliz para pensar en ello.

—¿Cuánto tardará en las pruebas?

—Con la tecnología que hay en este hospital en 15 minutos tendremos la respuesta—murmuró la doctora—. Por favor no te preocupes, ahora lo que más necesitas es estar tranquila, ¿Él es tu hermano?

Sabía que estaba tratando de distraerme haciéndome preguntas, pero mi cabeza estaba demasiado perdida como para pensar en las respuestas que debía darle, contestaba con monotonía, diciendo algunas frases que tenía ya de manera automática y mi hermano era el que mantenía la conversación a flote, era todo un parlanchín por lo que ni siquiera me molesté en tratar de pensar en ello.

Ni siquiera pude procesar demasiado todo lo que estaba ocurriendo, en el momento en el que entró una de las enfermeras con los papeles que la doctora había solicitado y me regaló una tierna sonrisa, en donde claramente me felicitaba, no pude evitar que mi corazón se hinchara de amor porque aunque ya teníamos una prueba positiva, sabía que en ese papel venía lo definitivo y dentro de mí se estaba formando el fruto del amor que le tenía a mi esposo.

—Bien...—murmuró la doctora—. Supongo que querrás entregarle estos papeles a tu esposo...

La doctora extendió los papeles en mi dirección, y fue completamente perfecto, ver las letras marcadas en rojo que indicaban un positivo. No pude evitar cuando las lágrimas comenzaron a fluir por mis ojos, resbalando por mis mejillas y mojando todo a su paso, estaba completamente feliz pero también tenía miedo, porque a pesar de que sabía que habíamos logrado algo que habíamos estado esperando, eso lo había planeado con mi esposo, no con el hombre que había perdido la memoria y que ni siquiera recordaba quién era yo.

—Debo darles la noticia de que después de tantos meses en espera y tratamientos que han sido dolorosos tanto físicos como emocionales, han logrado concebir a su primer bebé, aunque ahora es más bien un embrión...

Mi hermano me abrazó con fuerza seguramente descifrando los pensamientos intrusivos que había en mi cabeza, debía estar realmente feliz porque había logrado concebir a un bebé, sin embargo me era imposible pensar en ello cuando mi esposo se encontraba haciéndose exámenes para ver si podría recuperar alguna vez su memoria. Estaba feliz, sin embargo no podía sentirme plena sin mi esposo.

—Gracias...—susurré.

—Mi trabajo es hacer que las parejas que no pueden tener hijos tengan la oportunidad de hacerlo, todo el trabajo lo hiciste tú... ahora creo que es importante que hablemos sobre lo que sigue en tu embarazo.

—Que Dios se apiade de nuestras almas—murmuró Hunt.

Solté una pequeña risa asintiendo.

—Durante las siguientes semanas comenzarás a experimentar cambios en tu cuerpo, tú panza no será notoria hasta alrededor de las diez semanas de embarazo, pero no por ello significa que dentro de ti no estará ocurriendo nada, entre la quinta y la sexta semana se comenzarán a formar los huesos, los músculos, el sistema nervioso y el corazón de tu embrión... comenzarás a tener cambios en ti, tendrás Dolores en las mamas, náuseas y vómitos, pero sobre todo, vas a tener unos antojos del diablo—murmuró y solté una carcajada—. Así que espero que tu esposo esté preparado para levantarse a las 5:00 de la mañana para conseguirte lo que se te antoje.

—quiero ver a ese loco consiguiendo los antojos de mi hermana—se burló Hunt—. ¿Qué cuidados debe tener?

—Para allá voy—murmuró—. Debe de tener cuidados realmente grandes, como se los dije cuando comenzamos con este tratamiento, tu embarazo tiene un 5% más de riesgo que cualquier otro embarazo, no te estoy diciendo que lo vas a perder, sin embargo estás más propensa a ello si no tienes los cuidados necesarios, no debes exponerte a ninguna presión y yo que tú pedía unas vacaciones de 9 meses, necesitas estar en completa tranquilidad, cada que te enojes trata de regular tu respiración, cuando te sientas triste también debes de hacerlo y cualquier síntoma, como sangrado o Dolores extremos, debes acudir inmediatamente a urgencias. No te enviaré a reposo porque sé que eso te va a estresar, pero debes de tener cuidado...

—¿no puedo volar?

—Puedes hacerlo, sin embargo nuevamente cualquier síntoma debes informarlo inmediatamente, es bueno que tengas a personas de confianza, tu esposo y ahora tu hermano van a estar a tu lado, pero también sería bueno que lo hables con tu suegro y con tu tío, ellos dos tienen formación médica que seguramente será útil si se llega a presentar alguna emergencia.

—Gracias...

—Te recetaré todos los multivitamínicos que necesitas, además de ácido fólico y algunas otras cosas que son necesarias para que el embrión se forme y llegue a ser un feto...

—De acuerdo... ¿Hay algún otro síntoma que deba saber?

—Vas a comenzar a orinar más seguido, ya que el útero presionará la vejiga, pero también es posible tener tenesmo vesical, lo que significa que sólo tendrás ganas de orinar pero no podrás. Aumentarás el volumen de tus pechos y lo sentirás más delicados. También vas a sentirte extremadamente cansada, vas a querer de dormir durante horas y horas, así que ve haciendo espacios en tu agenda porque no quiero que te me vengas para abajo.

—¿Va a dormir más?

—Cállate Hunter—gruñí.

—Justo iba para allá vas a estar más irritable que nunca, cualquier emoción va a hacerte explotar, si quieres reír vas a reír como nunca en la vida, si quieres llorar vas a deshidratarte y hasta la mínima cosa que te desagrade hará que explote tu furia, por eso debes tener un control emocional y hablar esta noticia con tu psicóloga para que te ayude a procesarlo —murmuró—. Otra de las cosas es que quizás en vez de antojos tengas aversión por algunas comidas, así que si esto ocurre, debes buscar algo con lo que te alimentes y te nutras, lo importante es que no dejes de comer.

—De acuerdo.

—Bien ahora te voy a ácido fólico, debes tomar 400 microgramos al día; yodo 200 microgramos al día hoy y por último vitamina b 12, 2 microgramos al día—murmuró—. Habla del embarazo con tu suegro o con tu tío, ya que estos siempre están a tu alrededor y serán muy útiles en caso de que se presente una emergencia, no sé cuándo le pienses dar la noticia a tu esposo por eso es necesario que tengas a personas que sepan tu situación.

—Gracias—murmuré.

—No me marcharé de aquí, ya que me han dicho que hay algunas otras pacientes que se enteraron de que vine y les gustaría que les revise, están en el área norte lejos de aquí, sin embargo cualquier cosa, pregunta o duda estaré en la zona y acudiré inmediatamente si me llamas ¿De acuerdo?

—Si—murmuré.

Me despedí de la doctora, mi hermano me dio una gran felicitación por haber logrado uno de mis más grandes sueños, él siempre había escuchado cómo hablaba de querer ser madre, ese era uno de mis más grandes sueños desde que había tenido conciencia, no sabía ni siquiera cómo se hacían los bebés, pero siempre había querido tener una familia como la de mis padres.

Mi hermano me acompañó hasta que estuvimos de regreso en la habitación donde regresarían a mi esposo después de las pruebas, hablé con mi hijo antes de que ellos llegaran, le dije algunas cosas sobre de que mandaría gente a cuidarlo y cosas generales sobre lo que podía seguir en nuestro futuro, no quería darle la noticia de que estábamos esperando uno de sus hermanitos, no quería ilusionar a más personas cuando ni siquiera yo estaba segura de sí podríamos llegar al final, no estaba siendo pesimista, pero como lo había dicho la doctora yo tenía más probabilidades de tener un aborto.

Después de que nos dieran las noticias de cómo estaba mi esposo, me sentía más alterada que antes, pero trataba de tranquilizarme pues sabía que no solo era yo la que estaba recibiendo todo el estrés, sino también el pequeño ser que se estaba formando en mi vientre y realmente no estaba dispuesta a perderlo, no después de todo lo que había luchado para tenerlo.

Era Claro que estaba más sentimental, pues con las palabras que me había dicho mi esposo, sin siquiera reconocerme, me habían hecho sentir de regreso en mi lugar seguro que creía haber perdido después de lo que había ocurrido en el accidente. Por primera vez después de todo lo que había ocurrido, me había quedado dormida en brazos de mi esposo, sintiendo el calor que sólo él podía brindarme y haciéndome sentir tan segura como un torbellino dispuesto a acabar con todo para ser feliz.

—Dios, eres hermosa—escuché la ronca voz de mi esposo entre sueños—. Soy un maldito bastardo con suerte.

No pude evitar soltar una pequeña risa al escuchar lo segundo que había pronunciado, era interesante porque yo era la que me consideraba una mujer con completa suerte, mi esposo era magnífico y aunque no me recordaba, una parte de él seguía siendo mi Conall. Lo sentí estrecharme y sonreí, respirando el aroma a su loción, que parecía ser algo natural de su piel.

—Buenos días, hermoso Ángel—murmuró—. Soy un demonio con suerte.

—Somos más cercanos a los demonios que a Los Ángeles—murmuré—. Pero buenos días para ti también, mi demonio.

—Dios, siguen jodidamente empalagosos—gruñó Hunt.

Miré en su dirección y no pude evitar que mis mejillas se tornaran completamente rojas, al descubrir también a Archie, Alex y Nick, quienes miraban la escena divertidos desde la puerta de la habitación, detrás de ellos podía ver a mi suegro, quien tenía los ojos iluminados de amor, una mirada completamente paternal.

—Soy doctor y debería decirles que lo que están haciendo es completamente estúpido, pero es mi hijo y mi nuera, así que haré una excepción—murmuró y sonreí.

Solté una pequeña risa y asentí a mi suegro, mi esposo no me recordaba pero aun así parecía que me amaba, su tacto era perfecto sobre mi cuerpo y saber que inconscientemente sus manos se habían dirigido a mi vientre, era como saber que teníamos esa conexión incluso si él no sabía lo que era.

—Lamentamos interrumpir su mañana amorosa, pero tenemos cosas importantes de las cuales deben enterarse—murmuró Nick.

Me puse de pie inmediatamente al escuchar las palabras de mi mejor amigo, su mirada seria significaba que había algo importante, no sólo se trataba de distraernos sino que habían encontrado alguna pista que podía llevarnos a los que habían causado el accidente, las personas que habían puesto a mi esposo en una situación donde no me recordaba y donde no podía disfrutar de la noticia que nuestro hijo estaba en camino.

—Habla—ordené.

—Hicimos un examen exhaustivo al auto, también a todas las pruebas que había alrededor, sabemos que fueron dos SUV negras sin placas y las estuvimos buscando durante dos semanas sin encontrar pruebas, sin embargo, tenemos pruebas contundentes que nos guían a las personas que manejaban estos autos...

—Los quiero en el almacén—murmuré con una voz más fría de lo que pensaba.

—Nosotros también los queremos en el almacén, sin embargo, resulta que esas dos personas deberían estar tres malditos metros bajo Tierra...

—Dime por favor que no se trata de los bastardos en los que estoy pensando...

—No, ellos no— murmuró—. Tenemos las huellas de uno, Dereck Schiavone y encontramos muestras de ADN de Dylan Lynne.

Sentí un hueco en mi estómago al escuchar el último nombre, ese era uno de los bastardos que me había arrebatado mi dignidad cuando era solo una niña, sin embargo ya no le tenía miedo, era más bien una ira incontrolable que me suplicaba por terminar con la vida de ese bastardo.

—¿Dereck? —pregunté—. Lo último que supimos de él fue que hace un año y medio lo acuchillaron en su celda y murió sin siquiera llegar al hospital—murmuré.

—Con Arniel como ministro, no tenemos ni la menor idea de qué fue lo que estuvo ocurriendo, así dio por muerto a Magnus Schiavone...

—¿Pero Dylan? —pregunté—. Aziz se encargó de matarlo...

—Sabes qué esas mierdas son como cucarachas, no importa Cuántas veces tratemos de matarlos, jamás lo lograremos sin asegurarnos de quemar sus malditos cuerpos...—murmuró Nick.

—Bien... Archie... quiero que coordines un equipo que vaya en búsqueda de esos bastardos, quiero que atrapen a cada uno de esos malditos que están tratando de volvernos a hacer caer, los van a hacer sufrir y los llevarán a la bodega donde yo me haré cargo de ellos. Nick, Tú y Hunt, irán a Suiza, quiero que protejan a mi hijo a capa y espada sin importar absolutamente nada, lo quiero a salvo—murmuré—. Nadie, absolutamente nadie debe de enterarse que esos bastardos están con vida, tampoco de que mi esposo perdió la memoria y de otras situaciones que les informaremos más adelante, todo ello puede ser y será una carta en nuestra contra.

—A la orden—murmuraron.

—Bien—contesté—. También, quiero que contacten a Nicolás y a Aziz, necesitamos saber realmente cuál es la versión de la historia, si realmente mataron a ese bastardo o si se les escapó, con la mínima probabilidad que de que siga vivo, Televisaremos incluso su rostro y lo atraparemos. Daré informe a los ministros de la IISMFP.

—Bien—murmuraron todos.

—Kennett, necesito hablar contigo y con Hunt... por favor... en privado.

—Claro—aseguró.

—Nick, Archie... prepárense, Archie iras a Sicilia, Nick a Suiza.

—Como ordenes—murmuró.

—Digan a Nonno la situación ¿De acuerdo?

—Si, señora—contestaron.

—Bien—murmuré.

Como era de esperarse todos salieron a seguir mis órdenes, me despedí con una pequeña sonrisa de mi esposo y caminé hacia una de las habitaciones vacías que había en el piso del hospital, había ordenado que evacuaran completamente todo el lugar, no quería arriesgarme a que alguno de los bastardos quisiera terminar el trabajo y acabar con la vida de mi esposo. No había sido un ataque para desorientarnos, había sido completamente intencionado para matar a mi hombre.

Cuando estuvimos completamente solos en la habitación, sentí un pequeño hueco en mi estómago, al saber que había llegado la hora de decirle a mi suegro que estaba esperando un nieto, como lo había dicho mi doctora necesitaba que varias personas supieran la verdad.

—¿Qué ocurre pequeña? Desde ayer me dijiste que querías hablar conmigo, no quise interrumpir cuando regresé a la habitación y te encontré dormida en brazos de mi hijo, aunque debo de decir que no me sorprende que su amor por ti sea más grande que incluso su pérdida de memoria.

—Desde ayer quería decírtelo—murmuré—. Yo...

—Dime, pequeña—murmuró con una sonrisa paternal.

— Tú sabes qué hace aproximadamente cuatro meses comenzamos con un tratamiento para... quedar embarazada...

—Si ¿Hay algún problema con ello?

—En realidad no...—murmuré—. Creo que es una buena noticia de hecho...

—Dios—murmuró.

Sus ojos brillaron de alegría, seguramente adivinando por dónde iba mi conversación. Ya tenía un nieto, pero eso no quitaba el hecho de que la emoción desde el principio nos embriagara, miré sus ojos y supe que estaba completamente de mi lado, sin importar absolutamente nada.

—Estoy embarazada—susurré—. Tengo un miedo terrible... tu hijo no me recuerda y ni siquiera sé... tengo mucho miedo—admití.

—Dios, pequeña—susurró poniéndose de pie—. Es la mejor noticia que alguien me ha dado en toda mi maldita existencia, ya soy abuelo, pero... tú pequeña niña, no debes de tener miedo, porque el hecho de que el hijo de mi hijo está en tu vientre, es suficiente para que yo te jure mi lealtad incluso si me cuesta la vida... lo hice antes por ser la madre de mi nieto, pero ahora lo reafirmo con mayor fuerza.

—Kennett...

Me cubrí la boca con una mano, al ver que el hombre ponía una rodilla en el suelo y colocaba su mano derecha en el corazón hecha un puño, levantó la mirada hacia mi dirección, mirándome con una solemnidad realmente maravillosa, haciéndome sentir una mujer poderosa en todo el sentido de la palabra, ese hombre me estaba jurando lealtad a mí y a la descendencia de su hijo que estaba en mi vientre.

—Sí tengo que levantar una maldita estatua para la mujer que tiene en su vientre al hijo de mi hijo, lo haré... porque Keylani Rossi... a partir de este jodido día me tienes a tus pies—murmuró—. Y no solo me arrodillo porque eres la madre de mis futuros nietos, sino porque eres la mujer más fuerte que he conocido y más tenaz que absolutamente nada en la Tierra, la emperatriz de la mafia y quien hasta al diablo hace temblar...

Solté una exhalación de sorpresa al ver a mi suegro, un nombre fuerte y musculoso arrodillado a mis pies, no pude evitar que las lágrimas traicioneras comenzarán a descender por mis mejillas, era imposible pensar que un hombre así estuviese arrodillado frente a mí, pero su hijo también se había arrodillado frente a mí y de repente no importa si yo era la maldita reina de la mafia, ahí era una mujer a la que le estaban jurando protección y cuidado, no solo para ella misma sino también para el ser que estaba en mi interior.

—Dios—susurré.

—Cualquier cosa no dudes en pedírmela, no lo estoy diciendo de broma, a partir de este instante toda mi vida estará dedicada a ti y a mis nietos, los protegeré con mi vida si es necesario y velaré por ustedes sin importar absolutamente nada. Porque ese bebé, es fruto de un amor inigualable pero también de la unión de los dos demonios más poderosos sobre esta maldita tierra.

—Dios, nos agarré confesados, si con Niall todos nos sentimos ratas inservibles, no puedo imaginar lo que viene—se burló Hunt—. Pero, al igual que tu suegro, eres mi hermana, pero a partir de este día también doblegó una rodilla hacia ti, prometiéndote que protegeré a tus hijos como si fueran míos, como protejo a mi pequeño Hunter.

Volví a cubrir mi boca al ver a mi hermano doblegar una rodilla frente a mí, realmente no podía creerme lo que estaba ocurriendo, no esperaba esa reacción de nadie y en ese momento me di cuenta de que Cuántas personas lo supieran, estarían dispuestos a dar su vida por protegerme a mí y al bebé que llevaba dentro.

Pero por otra parte mi suegro tenía completa razón, ese bebé era producto de la unión de los dos demonios más poderosos de la Tierra, de dos bestias que ya habían destruido el mundo una vez por protegerse mutuamente y que estaban dispuestos a hacerlo mil veces más, con tal de mantenerlos a salvo, por supuesto que el mundo debía correr a confesarse y suplicar piedad, porque si Niall ya estaba siendo una bestia, su hermano o hermana llegaría a complementarlo.

<<Dios, mi pequeña bestia, aun no naces y ya tienes rodillas doblegadas frente a ti>>

Queridos lectores,

Quiero empezar pidiéndoles disculpas por mi ausencia. Estoy atravesando una etapa muy difícil en mi vida, una en la que incluso mi futuro es incierto.

A pesar de todo, quiero que sepan cuánto los aprecio y lo importante que es su apoyo para mí en estos momentos. Agradezco de corazón su comprensión y paciencia.

Aún no me siento lista para compartir los detalles de mi situación actual, pero prometo que lo haré pronto. Espero poder contar con su apoyo y cariño mientras navego por esta brecha. A veces, la vida nos sorprende con situaciones que nunca imaginamos y que ponen a prueba nuestra fortaleza. He aprendido que es normal sentirse vulnerable y, aunque me cueste, estoy intentando aceptar que no siempre tengo que ser fuerte.

Me está costando encontrar el equilibrio entre lo que quiero compartir y lo que necesito guardar para mí misma. Sin embargo, su apoyo me da una motivación inmensa para seguir adelante, incluso en los días más oscuros. Quiero que sepan que sus palabras y gestos de cariño son como un faro que me guía en medio de esta tormenta.

Estoy tratando de tomar un día a la vez, de enfocarme en las pequeñas cosas que me traen alegría y en los momentos que me recuerdan el valor de la amistad. Espero que, con el tiempo, pueda abrirme más y encontrar la manera de compartir esta carga con ustedes.

Gracias por estar a mi lado, por ser comprensivos y por ofrecerme su hombro cuando más lo necesito. Valoro profundamente nuestra conexión y espero que, pese a mis silencios, puedan sentir el cariño que les tengo. Estoy trabajando en encontrar la luz al final de este túnel, y sé que, con su apoyo, será un poco más fácil.

Con cariño, Carmi.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top