Capítulo 46.

All is well.

"El amor verdadero, especialmente el primer amor, puede ser tan tumultuoso y apasionado que se siente como un viaje violento". ~Holliday Grainger.


Dicen que a veces el fuego es suficiente para acabar con la vida, pero también que la llama es suficiente para hacer que la vida exista, esa llama conocida como la esperanza es lo que nos hace saber que todo está bien, que a pesar de todo el dolor que vivimos anteriormente, de alguna u otra manera la tierra se apiada de nosotros y nos da la oportunidad de volver a creer, nos da la oportunidad de saber que nuestra vida es lo suficientemente fuerte como para luchar contra todo lo que puede hacernos daño.

La llama de la esperanza es suficiente para saber que la alegría está presente en nuestras vidas que quizás a pesar de que sentimos que estamos abandonados por el universo o por Dios, aún tenemos mucho por lo cual luchar, la esperanza es lo que nos hace pararnos de frente y darle caña a todo lo que puede dañarnos, es aquello que nos hace ver que la vida es hermosa y que sin importar el dolor que sentimos en nuestro corazón, si tenemos la llama de la esperanza avivada es suficiente para continuar.

El dolor suele ser agobiador, por más que tratamos de pararnos firmes y de darle fuerza a nuestra propia alma, no tenemos la fuerza para entregársela, sin embargo esa llama conocida como la esperanza hace que arda nuestra alma y tenga la fuerza que se necesita para superar cualquier adversidad que nos sea presentada, quizás el dolor es demasiado a veces, quizás llegamos a un punto en el que no podemos soportar el dolor y sentimos que somos colapsados de una manera realmente catastrófica hasta terminar en el suelo, pero si tenemos la esperanza firme de que podemos continuar, no importa cuánto dolor tengamos en nuestras almas, lo lograremos.

Claro que muchas veces no podemos nosotros determinar el momento en el que nuestras almas decidirán darse por vencidas, a veces nuestras almas se encuentran tan cansadas que es imposible hacer que se vuelvan a poner de pie, incluso con la esperanza viva es imposible que hagamos que vuelvan a renacer o que se vuelvan a alzar en un hermoso vuelo como el ave fénix, pero a pesar de todo ello debemos ser conscientes de que el amor es suficiente para avivar la llama de la esperanza.

A todos nos enseñan que el amor nos hace débil, quizás es algo que la cultura tiene arraigado y que sólo hay unas pocas personas tienen la fiel creencia de que el amor es todo, de que el amor es la fuerza que se necesita para sobrevivir en la Tierra con el dolor que está produce, la mayoría cree que el amor nos hace débiles, que nos hace de una forma u otra vulnerables ante el dolor y que sin importar lo que tratamos de hacer, de una u otra manera el dolor nos embriaga y nos hace sentir completamente vulnerables.

Muchos creen que la debilidad del amor es lo más mortal, que lo más mortal es amar a alguien y entregar toda la confianza a ella, quizás lo creemos porque de cierta manera, sí, nos volvemos vulnerables cuando entregamos todo, pero también debemos saber a quién se lo entregamos porque no podemos ir por la vida entregando el amor que hay en nuestros corazones sabiendo que hay muchas personas que saben la vulnerabilidad del amor y la usarán en su favor haciéndonos un daño irremediable.

La vida todos los días nos da una nueva oportunidad para amar, nos da la fortaleza que quizás necesitamos para entregar completamente nuestro amor a la persona indicada, Pues a pesar de que a veces creemos que el dolor es demasiado grande, tarde o temprano nos damos cuenta de que si entregamos el amor a la persona indicada, podemos ser lo suficientemente fuertes como para vencer todo lo que haya a nuestro alrededor.

El amor es la fuerza más poderosa del universo, lo que tenemos para aferrarnos y darnos cuenta de que a pesar de que a veces nos hace vulnerables, no existe fuerza más poderosa para hacer cambiar el mundo, el amor no nos hace vulnerables de una forma mala, por el contrario nos hace vulnerables a que seamos receptivos ante el amor. Quita las capas que protegen nuestro corazón, para dejar entrar los sentimientos de otra persona y para entregar los propios

Toda mi vida me había negado a ser vulnerable ante el amor, incluso los primeros días y meses en los que había convivido con mi muñequita, me había negado completamente a entregar esa parte de mí, porque tenía miedo que al igual que cuando era pequeño, al entregarlo pisotearán todos mis sentimientos y me hiciesen sentir completamente a ciegas, no quería que volvieran a hacerle daño a mi pobre corazón herido y aunque era algo absurdo, sabía que tenía que entregarlo para recibir el amor que ella podía darme.

No podía decir que existía un tiempo en el que ella me había enamorado, porque yo había caído completamente de bruces y en picada en el instante en el que su sonrisa había llegado a mi mirada, yo había caído completamente rendido a sus pies en el mismo instante en el que ella me había sonreído por primera vez. La amaba con toda mi alma, ella era lo único que necesitaba en mi vida para saber que estaba feliz y para saber quién sin importar el dolor que existía a mi alrededor, estaba lo suficientemente fuerte como para vencer todo a mi alrededor. La amaba en todos los sentidos diferentes que existían, ella era la fuerza única que necesitaba para sobrevivir y me había dado cuenta demasiado tarde de ello.

Quizás eso era lo que me impulsaba a no perder más el tiempo, no importaba cuántas veces hubiésemos planeado eso, cuántas veces hubiésemos hablado de nuestro futuro, por qué era completamente hermoso lo que estaba sucediendo, no era nada comparado con nuestra imaginación, la alegría que habíamos estado sintiendo, nos habíamos dado cuenta de que sólo era el cascarón.

En ella había encontrado que toda mi vida estaba bien si rondaba a su lado, a su lado todo parecía más sencillo e incluso parecía que aunque el dolor existía en mi vida, ella era el analgésico que necesitaba para tranquilizarme, para dejar de sentir el dolor calcinante en mi pecho y quizás para darme cuenta de que ella me amaba con tanta fuerza que era suficiente para destronar a cientos de reyes, mi mujer era perfecta en todos los sentidos y la amaba con toda mi alma, ella me había demostrado todo su amor, durante el tiempo de recuperación, aunque a decir verdad yo también había estado para ella, pues las hormonas no sólo estaban afectando su ánimo sino que realmente él estaban volviendo más sensible ante todo.

Amaba a sus pequeños berrinches a medianoche o sus pequeños corajes que hacía por cualquier cosa, incluso si yo dejaba tirado algo en un lugar en el que no iba. La doctora nos había dicho que era completamente normal y tras tres semanas de tratamiento, los efectos comenzaban a notarse cada vez más.

Ambos nos amábamos con la fuerza del huracán más poderoso de la Tierra, por qué estábamos seguros de que nuestro amor era eterno y que a pesar del dolor que sentíamos por todo el pasado que nos había hecho vulnerables, por fin podíamos tomar la mano del otro y dar el siguiente paso a la alegría. Éramos felices, por supuesto que lo éramos, teníamos a un hijo maravilloso que nos hacía sentir dichosos de llamarnos sus padres, teníamos la vida perfecta porque en ese momento se podía decir que nosotros éramos las personas más poderosas sobre la Tierra, pero de la misma manera, nos sentíamos dichosos aún más porque sabíamos que ese día nos dirían si realmente habían funcionado las cosas.

No cabíamos en toda la emoción que sentíamos, incluso cuando la estaba tranquilizando y trataba de desconcentrarla de sus pensamientos mientras veíamos la televisión, nuestro hijo cantaba a todo pulmón las canciones de la película y aunque normalmente mi esposa hubiese estado igual de emocionada que nuestro hijo, en ese momento no veía su hermosa sonrisa, la que me tranquilizaba incluso cuando sentía que el mundo se iba abajo, ella estaba completamente nerviosa porque se realizaría el primer estudio de mis espermatozoides y también de sus óvulos, los análisis más cercanos para conocer la efectividad de los procedimientos.

Quería que ella estuviese lo más tranquila posible, por lo que había decidido que la cita fuese temprano, sin embargo había descubierto a las luces de mi vida, despiertos realmente temprano, mirando las películas infantiles favoritas de mi hijo y de mi esposa. Había decidido no interrumpir en su momento familiar, en su lugar sólo me había sentado y como si fuésemos imanes, ambos se habían acercado a mí para recibir mis abrazos.

—Papi—susurró mi hijo—. ¿Por qué mami no está cantando?

—Por qué mami está muy nerviosa, hoy debemos ver a los doctores que nos dirán algo importante.

—¿Es sobre mis hermanitos? —lo miré sin entender—. Escuché una palabra que mami le dijo a mi abuelita, la investigué y decía que se trataba de un procedimiento para tener bebés.

Solté una pequeña risa, realmente tendríamos que comenzar a tener cuidado con lo que mencionábamos frente a él, no era un niño común y cualquier cosa de la que sentía curiosidad la investigaba hasta saciarla.

—La próxima vez que tengas una curiosidad sobre algo que han dicho, pregúntale a mamá o pregúntame a mí, aún eres muy pequeño para conocer de algunos temas... y aunque eres un niño muy inteligente, tu mami y yo no queremos que te adelantes a tus etapas—murmuré.

—Si, papi—murmuró mi pequeño hijo con una enorme sonrisa.

Nuestro pequeño era curioso hasta la médula, pero debíamos controlar esa curiosidad sino queríamos que se comenzase a saltar etapas, ninguno de nosotros quería que nuestro pequeño creciera con inseguridades o que sintiera que se estaba saltando etapas de su vida, era un niño pequeño y necesitaba vivir su infancia.

Mi esposa estaba realmente nerviosa, después de todo ese día nos dirían si las cosas funcionarían o si teníamos que esperar más tiempo y probar más tratamientos para la fertilidad, aunque habían probado la cantidad de mis espermatozoides, no estaba 100% seguro de que eso significa sé que estaban sanos.

O si estaban listos para fecundar un óvulo, podía ver el nerviosismo en los ojos de mi muñequita, incluso mientras trataba de tranquilizarla era imposible hacerla ver con claridad lo que ocurría, cuando ella estaba nerviosa se cerraba y aunque amaba esa pequeña parte de ella, en estos momentos no nos servía su incertidumbre.

Cuando se paró a preparar galletas, cuando apenas eran las nueve de la mañana, supe inmediatamente que estaba realmente nerviosa, ella concentraba su mente en cosas que podían ser útiles cuando sus pensamientos la atacaban y aunque quería que hablase conmigo, no quería forzarla completamente, más porque realmente estaba sentimental y las hormonas estaban haciendo reales cambios en ella.

—Quédate viendo la película, iré a ayudar a tu mamá a hacer las galletas—murmuré.

—Si, papi—murmuró.

Me adentré en la cocina escuchando los sartenes moverse de un lado a otro, la escuchaba abrir y cerrar cajones mientras balbuceaba cosas que seguramente sólo ella estaba entendiendo y no las estaba diciendo para que alguien más la escuchara.

—¿Qué ocurre? —pregunté cuando ella se giró hacía el horno.

Mi muñequita se sobresaltó ante mi voz, se giró en mi dirección con un enorme brinco y colocó su mano sobre su pecho, señal de que estaba realmente alterada y de que no tenía idea de lo que estaba ocurriendo. Solté una pequeña risa al verla, la amaba en todas sus facetas, pero en ese momento me preocupaba que estuviese alterándose de más para los estudios.

—Dios, me causaste un susto de muerte—murmuró.

Solté una pequeña risa, mientras dejaba que mi muñequita se recompusiera y caminara en mi dirección, ella me regaló una pequeña sonrisa mientras se paraba de puntitas y dejaba un suave beso sobre mis labios, esos eran los cambios de humor que me estaban causando tortícolis, por qué podía estar llorando, riendo o realmente enojada, y al siguiente momento tenía una emoción completamente contraria, pero aun así la amaba y como lo había dicho, no la abandonaría incluso si se volvía completamente bipolar.

—Algo tienes, así que dímelo...

—¿Es una orden?

—¿Quieres que sea una orden?

—No respondas mis preguntas con más preguntas—gruñó con un puchero.

—Mi amor te amo, pero realmente tenemos que solucionar a esto antes de ir a nuestra cita médica—murmuré.

—Sé que no debería estar tan nerviosa, pero no puedo evitar pensar en que nos pueden dar una mala noticia o nos pueden decir que no funcionó—murmuró con el ceño fruncido—. No creo soportar que nos digan que no podemos tener bebés y que la única esperanza que teníamos se desvanezca.

—Escucha... no importa si nos dan esa mala noticia, aunque las estadísticas que nos dieron son altas tenemos que estar preparados para que nos digan algo malo, no estoy diciendo que será así y confío en que será todo lo contrario, sin embargo no importa lo que nos digan, no voy a soltar tu mano.

—Vas a hacerme llorar—murmuró.

—Voy a estar contigo incluso si te conviertes en una masita llorona, te amo con todo mi corazón y no importa si tus cambios de humor se vuelven realmente explosivos, no voy a salir corriendo y tampoco voy a dejarte sola en este proceso, te amo con todo mi corazón y voy a hacer lo que tenga que hacer para que seas feliz—murmuré con seguridad—. Ahora, terminemos de hacer estas galletas de estrés, y vayamos a la clínica para que veamos a los doctores, sólo ellos nos darán la respuesta que estamos esperando.

—¿Y si no nos dan la que estamos esperando?

—Entonces volveremos a intentarlo hasta que la respuesta sea positiva—murmuré—. ¿Has tenido otros síntomas?

—Si—murmuró con sus mejillas tiñéndose de rojo.

—¿Has estado pensando en cosas sucias, muñequita?

—¿Cómo jodidos lo sabes?

—Tus mejillas y tus ojos, ambos te delatan porque son muy expresivos—murmuré.

—Dios, No te merezco—murmuró.

—Ambos nos merecemos mi amor, ya hemos luchado bastante como para dejarnos caer, tú y yo estamos destinados a estar juntos y vamos a lograr todas las metas que nos hemos planteado, vamos a lograr ser felices con nuestros hijos y vamos a darle muchos hermanitos a nuestro pequeño... aunque creo que ahora debemos comenzar a tener cuidado de lo que hablamos frente a él... pero lo hablaremos después.

Mi muñequita sintió, continúa haciendo las galletas durante cuarenta minutos, donde poco a poco iba tranquilizándose e iba pensando en algo más, o por lo menos eso era lo que me demostraba, pues comenzaba a platicar incluso de las películas que habíamos estado viendo en todo mi tiempo de reposo. El dolor se había esfumado completamente de mi ingle, por lo que estaba completamente seguro de que había sido una cirugía exitosa, eso era uno de los factores que el doctor me había dicho.

Sus ojitos brillaban con una gran alegría al ver los cientos de galletas de chocolate que había preparado, ella era perfecta en todos los sentidos, incluso con sus cambios de humor que causaban tortícolis al más paciente santo. Pero aun así amaba cada una de esas facetas, porque significaba que el medicamento estaba funcionando y que pronto le daría la felicidad que ella había estado buscando durante tanto tiempo.

Dejamos nuestro hijo en casa de Vincenzo, junto con mis padres y mis suegros, nuestro hijo parecía disfrutar pasar tiempo c con sus abuelos y nosotros no le negábamos la oportunidad de estar a su lado, después de todo a pesar de que vivíamos en un nuevo lugar, todos los días tratábamos de visitarlos. Después de todo ellos eran nuestra familia y de vez en cuando nos topábamos con todos los que se habían independizado de la gran mansión.

—Más tarde vendrán todos a comer, deberían quedarse—murmuró mi madre.

—Lo haremos, mamá—murmuré—. Después de todo, esperamos tener agradables noticias el día de hoy para poder tener un día feliz—susurré.

—Ya verán que van a tener buenas noticias, aunque no nos han dado muchos detalles, creo saber de qué se trata y la señora Kim también lo sospecha, ya saben instinto de madre. Trata de tranquilizar a tu esposa, está muy nerviosa.

Mi muñequita se volvía transparente cuando estaba nerviosa, y en ese instante eso parecía un eufemismo, ella estaba más que nerviosa por las noticias que estábamos a punto de recibir, aunque no tenía la menor idea de si recibiríamos noticias buenas o malas, ella se estaba torturando porque creía que el universo no nos podía sonreír tanto, pero yo sí creía que podía hacerlo, ya habíamos sufrido bastante, era momento de que fuésemos felices.

Tomé la mano de mi esposa y nos guie a ambos a la clínica donde nos esperaban nuestros doctores, parecía que ambos estaban trabajando a la par y eso era bueno, porque estaban llevando nuestro control prenatal juntos y eso significaba que las probabilidades de éxito eran mayores.

Por supuesto que tenía miedo de lo que nos fuesen a decir, sin embargo estaba tratando de ser positivo para mi muñequita, además no nos servía de nada hacer negativos sin comprobar lo que estaba ocurriendo, debíamos ser fuertes hasta que nos dijesen la noticia y estaba seguro de que sería una noticia buena. El universo no podía golpearnos dos veces con la misma fuerza o al menos eso era lo que le suplicaba, porque no estaba dispuesto a ver cómo se apagaba la luz de mi muñequita, en caso de que la respuesta fuera no favorable.

—Bienvenidos—murmuraron ambos doctores.

—Hola—susurró mi muñequita.

La doctora fue la primera en soltar una carcajada, no pude evitar mirarla con cierto recelo, por la burla ante la actitud de mi muñequita, sin embargo eso significaba que no tenía malas noticias que darnos.

—Ha sido un proceso largo y aún no tenemos la certeza de que se producirá un embarazo en el primero o en el quinto intento, ha sido un proceso largo para ustedes, porque entiendo que han tenido cambios repentinos debido a las hormonas y algunas emociones se han visto alteradas—murmuró—. Sin embargo, con los estudios que te realicé ayer, ya tengo una respuesta para darles, y ciertamente espero que sea la respuesta que han estado esperando, pero creo que es esencial que el doctor primero hable sobre lo que encontró en los análisis.

—El proceso que ha llevado a cabo ha sido difícil, has soportado el dolor de las reversión y la cirugía que esto provocó, además de todos los efectos secundarios que trajo durante un par de semanas, pero lo que tengo entendido es que tus últimas tres erecciones matutinas, no han sido para nada dolorosas... lo que significa que la cirugía fue un éxito, por lo menos que aún tienes las funciones vitales de tu miembro.

—¿Uno de los riesgos era ese? —preguntó mi muñequita.

—Si, la disfunción eréctil—murmuró el doctor—. Él lo sabía, pero me pidió que no te lo dijera, no hasta ahora... te habrías negado completamente la cirugía, si sabías que existía la mínima posibilidad de que él terminara con una afección de por vida.

Mi muñequita me miró con cierto recelo, solté una pequeña risa porque esa se había convertido en su mirada habitual cada que algo la molestaba, la amaba pero sus cambios de humor a veces eran realmente extraños, podía pasar de la preocupación al enojo en un par de segundos.

—Cambiando de tema ¿Has tenido alguna efecto secundario que no me hayas mencionado en tu consulta anterior?

Las mejillas de mi muñequita se encendieron en un potente carmín, y solté una carcajada por lo bajo al ver su mirada perdida, seguramente recordando todos los pensamientos que la habían atacado y la habían hecho sentir excitada, sabíamos que ese era uno de los efectos secundarios y justo como lo había dicho la doctora, había aparecido tras la tercera aplicación.

—Si—susurró—. He tenido demasiado calor—murmuró.

—Ese es uno de los efectos secundarios de las hormonas, tu cuerpo te está pidiendo liberar todas las endorfinas que se están produciendo, y la única forma de hacerlo es mediante el acto sexual, o más bien la liberación conocida como orgasmo. Esto se da tras la tercera aplicación, como es en tu caso, pues tus óvulos están madurando y quieren salir para ser fecundados, es un poco contradictorio en estos casos, quizás pronto inicie el sangrado menstrual, pues estos síntomas se dan tres o cuatro días antes de que comience el ciclo, en caso de que el sangrado no comience, significa que tu ciclo será completamente como era antes de la droga—murmuró la doctora.

—¿Entonces si tenía un ciclo?

—Todas las mujeres lo tenemos, aunque realmente tú sacaste la lotería genética, hablando Claro del ciclo menstrual. Es muy raro las mujeres que no tienen menstruación, pero todas tenemos un ciclo menstrual donde nuestros óvulos tienen mayor posibilidad de ser fecundados, en tu caso nosotros es lo que estamos haciendo con estas inyecciones, tienes tu ciclo menstrual pero nunca llega a su término.

—¿Eso quiere decir que ahora presentará todos los síntomas de la menstruación? ¿Cólicos y todo eso?

—Así es—murmuró la doctora—. Por Primera Vez en su vida va a experimentar lo que es un sangrado menstrual.

—¿No puedo confundirlo con un aborto? Perdón que haga esa pregunta pero en mi vida había experimentado la menstruación, y no quiero confundirlo.

—No deben asustarse incluso si tienen relaciones antes, en este tipo de casos muchas veces el sangrado puede confundirse con un aborto, más si se han tenido relaciones sexuales antes, lo importante es que aprendan a reconocer. Todos los medicamentos que te he estado dando y la ayuda de la inyección hormonal, estamos haciendo que tus ciclo sea regular, lo que significa que si se presenta un sangrado fuera de tu ciclo, debes acudir inmediatamente al hospital para descartar un aborto—explicó la doctora.

Tomé la mano de mi muñequita al detectar el miedo en su mirada, ella estaba asustada de no darse cuenta de que tenía nuestro bebé en su vientre y entendía completamente su miedo, después de todo también tenía miedo de perder la esperanza que le estaba dando el saber que podría ser madre de más niños.

—Bien...

—No sabemos cuándo se producirá el embarazo, pero para la tranquilidad de ustedes, creo que es necesario que realicemos pruebas de embarazo regularmente, podríamos fijar la fecha cada dos semanas y así llevaríamos el control perfecto.

—De esta manera llevaríamos su control—murmuró el doctor—. Yo me haré cargo de ti Conall, me aseguraré de que tus testículos estén produciendo los espermatozoides suficientes para la fecundación.

—Espere—murmuró mi muñequita—. Ya está hablando de una fecundación... ¿eso significa...?

—Tus óvulos están siendo fértiles, han madurado como lo estábamos esperando.

Miré los ojos de mi muñequita llenarse de lágrimas y de repente sentí que todo mi mundo estaba completo, por qué verla sonreír después de recibir la noticia que habíamos estado esperando era suficiente para que mi corazón se llenara de completo amor. Antes de que pudiera detenerme, la estreché entre mis brazos dándole toda la seguridad que en ese momento mi pecho sentía. Ella era mi seguridad y saber que estaba feliz era suficiente para que mi corazón volviese a latir.

—¿L...Lo dice enserio? —preguntó mi muñequita.

—Los estudios que te realizamos ayer, arrojaron que tus óvulos están madurando como lo teníamos pensado, aún no podemos asegurarte que puedan ser fecundados a la primera oportunidad, sin embargo puede ocurrir en el momento menos esperado—aseguró.

—Además, la cirugía de reversión fue exitosa, en el análisis que te realicé el día de ayer encontré un conteo de espermatozoides normal, todos ellos se encontraban sanos sólo es cuestión de tiempo para que se produzca la fecundación—murmuró el doctor—. Como ya lo explicó la doctora Evans, entre los dos llevaremos su control prenatal y el momento en el que quede embarazada, ella se hará cargo de Key.

Mi muñequita no paraba de sollozar contra mi pecho, la escuchaba temblar mientras sorbía su pequeña nariz y sollozaba aferrándose a mi camisa, eso era lo que principalmente le estaba produciendo la hormona, cuando comenzaba a llorar era imposible que la detuviera y lo mejor era dejarla hacerlo, mientras la abrazaba.

—N...No... esto es un sueño—susurró.

Solté una pequeña risa al escucharla, pero no de burla, sino porque yo también estaba igual de incrédulo, no podía creer que la vida por fin nos estaba dando la oportunidad que habíamos estado esperando durante años, la oportunidad de volver a ser felices tras la adversidad.

—No es un sueño, es la realidad... por fin estamos teniendo la oportunidad de ser felices y creo que es momento de que la aprovechemos—murmuré sobre su oído—. Vamos, pregunta todo lo que quieras, estoy seguro de que los doctores van a responder todas sus curiosidades.

—¿P...Puedo quedar embarazada ahora?

—Ahora no—murmuró la doctora—. Dado que conocemos su actividad sexual, pueden intentarlo cuantas veces crean necesario, en el momento en el que uno de tus óvulos sea fecundado vas a comenzar a notar los cambios en tu cuerpo, debemos comenzar inmediatamente con el tratamiento para tu embarazo, por eso es necesario que te realices estas pruebas de embarazo cada dos semanas, en cuanto nos demos cuenta de que existe vida dentro de ti, comenzaremos con el tratamiento para fortalecer al embrión y lograr que se forme un feto y posteriormente un bebé.

—¿C...Cuáles son los riesgos de... de... perderlo? —preguntó mi muñequita.

—No voy a mentirte, pero tampoco voy a desanimarte. Los riesgos de aborto en la fecundación asistida son de un 60% en las primeras 12 semanas de embarazo, por lo que es necesario que esas primeras semanas tengas completa tranquilidad, después de ese tiempo los riesgos disminuirán, no se eliminarán por completo pero serán menores, calculemos un 30%—murmuró la doctora—. Por este motivo es por el que yo recomiendo la asistencia psicológica, porque puede que se dé un embarazo en el primer intento, pero tampoco podemos descartar la posibilidad de perderlo, más cuando tu útero ya sufrió daños anteriores, no de un feto, pero si de un mioma.

—¿Qué ocurre si por más que lo intentamos no resulta?

—Como se los dije al inicio del tratamiento, tenemos un 70% de probabilidades que se produzca un embarazo, sin embargo no podemos darles un tiempo limitado, así como pueden ser dos meses o dos años puede ser incluso una década, es necesario que estén preparados. Sin embargo si ustedes nos dicen que van a tener un límite de tiempo, podemos trazarlo a tres o cuatro años.

—Tres años—murmuró mi muñequita—. Si en tres años no logramos tener bebés, quiero que comencemos con otros procedimientos, los que sean necesarios.

—Perfecto—murmuró el doctor—. Entonces lo trazaremos a tres años, si no se produce un embarazo en este tiempo vamos a ejecutar otros métodos hasta que se logre ¿Están completamente de acuerdo en ello?

—Si, doctor—contestamos a la vez.

—Perfecto—murmuró—. Conall, oficialmente estas dado de Alta, traten de tomase con calma el sexo y si tienes alguna molestia, por más mínima que sea durante el acto, debes suspenderlo y acudir directamente a urgencias, no podemos tomar riesgos.

—De acuerdo—murmuré.

—Bien—murmuró la doctora—. Por mi parte, Keyli... tu proceso está resultando como lo estábamos planeando desde que lo iniciaste, han pasado solo tres semanas desde la primera inyección, recuerda que en cuanto inicie tu ciclo debes llamarme, puede ser un poco doloroso porque será tu primera vez, pero aun así... no debes tomarlo de la forma negativa, después de todo significa que tu cuerpo está trabajando con completa normalidad.

—Y a ti Conall, son pareja y deben llevar este proceso juntos, ambos han decidido que quieren ser padres, por lo que es necesario que fortalezcan su relación antes de ello, tengo entendido que asistirán a consulta psicológica de pareja, eso es necesario para que permanezcan en tranquilidad cuando se produzca el embarazo—murmuró el doctor—. Como ya lo explicó la doctora, las primeras doce semanas suelen ser las más difíciles, en donde se corre más riesgo de un aborto... por lo que en cuanto se den cuenta de que están embarazados, deben comenzar a bajar el ritmo de su vida.

Asentimos entre las recomendaciones de los doctores, ambos tenían razón al decir que debíamos tener completo control en el momento que quedásemos embarazados y yo estaba plenamente feliz, de qué podría consentir a mi muñequita y hacerla parar durante unos cuantos meses. Haría lo imposible para ver esa sonrisa en su rostro, la amaba con todo mi corazón y sin importar absolutamente nada más, estaba dispuesto a todo para hacerla feliz.

Nos despedimos en los doctores después de unas últimas recomendaciones, como que ella debía tomar las vitaminas que le habían recomendado para fortalecer sus huesos y para fortalecer todo su sistema inmunológico, Claro que además de las que ya tomaba desde que había tenido la adicción. Su cuerpo había quedado dañado, pero por magia del destino se estaba recuperando y de una u otra manera, se estaba volviendo habitable.

En cuanto caminamos un par de pasos fuera de la clínica, ella comenzó a llorar como lo había estado esperando. La estreché entre mis brazos dejando que llorara y en lugar de llevarla hacia la casa, la llevé bajo las palmeras frente a la playa. Dejando que sacar toda la tristeza que había en su corazón o más bien los cientos de emociones que sé conjuntaban en ella.

—Lo vamos a lograr, mi amor—murmuré.

Ella se desbordó incluso más en el llanto, en el momento en el que pronuncié esas palabras. Eran verdad, porque lucharíamos inalcanzablemente hasta lograr la felicidad que nos había sido arrebatada durante años, porque era momento de que el universo y Dios se pusieran de nuestro lado, después de lo mucho que habíamos sufrido a manos de personas sin corazón. Quería darle la felicidad del mundo y en ese momento sabía que estábamos más cerca de ello.

—T...Te amo... te amo mucho Conall—sollozó.

—Y yo a ti, mi amor—murmuré con una pequeña sonrisa—. Te amo más de lo que este jodido mundo es capaz de soportar.

Después de un par de horas su llanto se tranquilizó ambos decidimos que era hora de darles la noticia a nuestros padres, por lo menos a ellos, los demás queríamos esperar hasta tener una respuesta válida para su emoción. Y no me arrepentí de haberla compartido con mi familia y la suya, nuestros padres y abuelos estaban eufóricos, yo no sé alegría porque ellos también sabían lo mucho que habíamos luchado para llegar a ese momento y aunque aún faltaban demasiadas cosas por resolver, estábamos seguros de que el universo nos sonreiría.

Y si no era así estaba preparado para intentarlo hasta que la sonrisa de mi muñequita fuera eterna, todos nuestros temores se estaban esfumando y sin importar nada, lograríamos lo que estábamos buscando cuando menos lo esperamos. Confiaba en el universo y en Dios, sabía que mi muñequita también lo hacía.

<<Nuestra felicidad está cerca>>

.

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¿Qué les parecen nuestros tortolitos?

¿Estamos listos para su felices para siempre?

Pequeño spoiler, no hemos llegado ni a la mitad de este ultimo libro 😉

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