Capítulo 42.
Eden di rose.
"Siempre habrá algo bueno en este mundo por lo que valga la pena luchar." ~JRR Tolkien.
Dicen que cuando la vida nos da segundas oportunidades debemos tomarla sí o sí, que cuando la vida nos muestra la belleza que puede haber en una segunda oportunidad no debemos desaprovecharla porque no tenemos la menor idea del momento en el que todo eso acabará, porque la vida es pasajera por más que quisiéramos mantener las cosas para siempre, sabemos que tarde o temprano esas cosas terminarán.
Pero mientras esas cosas ocurren, mientras se nos es arrebatado todo lo que tengamos a nuestro alrededor o por el contrario nos es arrebatado el amor o la felicidad que tenemos en nuestros corazones, debemos disfrutar todo aquello que se nos brinda, abrazar a las personas que amamos con tanta fuerza que sea imposible olvidar sus abrazos en los momentos más dolorosos de nuestra vida, estrechar con fuerza a nuestros padres porque no sabemos el momento en el que nos serán arrebatados, besar como si no hubiese un mañana al amor de nuestras vidas, no permitir que estupideces como malos entendidos u otras cosas parecidas, hagan que nuestro amor y el amor que sentimos por esa persona se debilite.
La vida nos da segundas oportunidades todo el tiempo, quizás porque realmente se da cuenta de que a veces es una completa hija de puta que no nos da la oportunidad de disfrutar con tranquilidad todo lo que nos ha brindado antes. Nos damos cuenta de que en realidad debemos tener firme nuestra convicción de seguir adelante sin importar absolutamente nada más, nos damos cuenta de que a pesar de todas las adversidades, que nos pone enfrente de nosotros, nos dan la segunda oportunidad de volver a vivir y de tener la elección de cambiar las cosas.
No es como si nos presentara las segundas oportunidades con un gran letrero fluorescente, en realidad cuando la vida nos brinda esas segundas oportunidades nosotros no estamos ni siquiera enterados de ello, no tenemos ni la mínima idea de que ese momento es una segunda oportunidad para continuar con nuestras vidas. Sin embargo otras veces nosotros mismos sabemos que esa es una segunda oportunidad, quizás una segunda oportunidad que nos brinda el destino, la vida o cualquier otro ser superior a nosotros, quien sea que nos dé esa segunda oportunidad, debemos aprovecharla cuando nos damos cuenta de que tenemos esta.
Cuando tenemos segundas oportunidades para volver a vivir nos damos cuenta de que realmente desperdiciemos bastante tiempo en tonterías, nos damos cuenta de que no abrazamos con demasiada fuerza a las personas que amábamos, pero tenemos una segunda oportunidad para hacerlo y es de nosotros aprovechar esa oportunidad o dejarla pasar por nuestras tontas creencias. El ser humano muchas veces se complica la vida con sentimientos tontos o con inseguridades sin fundamentos, porque de alguna manera creemos que el amor no puede llegar a nuestras vidas sin que atravesemos el dolor.
Cuando nuestras vidas han sido eclipsadas por otras personas, cuando hemos tenido heridas del pasado que difícilmente van a sanar, sentimos que nuestra vida no merece el amor que podemos tener de otras personas, sentimos que a pesar de que somos fuertes, es completamente imposible seguir un ritmo para continuar. Quizás eso se debe a que no podemos tener todo el control en nuestras vidas, que tarde o temprano, nos damos cuenta de que la vida es completamente única, no existe nada en el mundo que pueda repetirlo.
Muchas veces tenemos la oportunidad de volver a nacer, de no volver a cometer los mismos errores y de cierta forma volver a comenzar nuestra vida desde cero, quizás con unas cuantas cosas que van a cambiar, porque jamás podemos volver a nuestras vidas como lo eran antes de alguna situación que las marcó, sin embargo podemos regresar a ser mejores y mejorar las cosas a nuestro alrededor.
Después de la reunión con todos los líderes militares que seguían de pie, realmente me sentía diferente, porque a pesar de que estábamos haciendo actos criminales y de que mi familia pertenecía a ese mundo, de alguna manera sabíamos que íbamos a hacer las cosas diferentes, uno de los tratados principales era no a la trata de personas, aunque sabíamos que todas esas escorias se ocultaban en las sombras, también sabíamos que con el apoyo de todos los militares y con la nueva restitución de la IISMFCMO, teníamos la oportunidad de hacer las cosas de una forma mejor.
No habría guerra entre criminales y militares, claro eso sí ninguno de nosotros rompía las reglas que habíamos establecido en el consejo, se sentía extraño que incluso yo iba a pertenecer a la milicia siendo la reina de la mafia, pero de alguna manera eso era lo que iba a mantener a raya a todos los criminales que seguían viviendo, siempre y cuando no se metieran con los civiles, no acecharán a personas inocentes y por supuesto que no utilizarán droga ni tratado de personas para sus negocios, no iban a ser perseguidos.
Sabía que era dar un paso completamente en falso en ese momento, podría que todo cayera encima de mis narices y no fuese capaz de recuperarme si eso estallaba en mi cara, pero de cierta manera tenía la confianza de que ese hombre con el que había hecho la alianza y de que todos los hombres del consejo, no nos jugarían chueco. Quizás era demasiado estúpido confiar en ellos, pero si ellos trataban de jugar contra nosotros, los estúpidos serían ellos, ellos sabían el poder que yo tenía y por supuesto que no se arriesgarían a ir en mi contra, después de todo yo seguía haciendo la reina de la mafia.
De una manera u otra estaba completamente consciente de la situación que había en mis territorios, incluso dentro de nuestras mafias todavía había personas que no se adaptaban completamente a los nuevos reglamentos que estábamos imponiendo, no solo las mafias del Sacerdozio, sino también de los aliados y que estaban cubiertos bajo mi manto de reinado. Aunque la mayoría aceptaba las nuevas reglas, había otros que seguían siendo realmente conservadores para todas sus tradiciones y todos los negocios que habían tenido durante siglos, no los culpaba, después de todo ellos habían crecido en ese ámbito y no tenía ni idea de qué era un cambio, pero como lo había hablado con el jefe de la interpol, no habría tolerancia para ninguno, sin importar qué tan vieja fuese su familia dentro del ámbito criminal.
Había sido un acuerdo al que habíamos llegado para mantener la paz, sabíamos que incluso con la muerte del par de bastardos, la maldad seguía en el mundo y por más que queríamos eliminarlas no podíamos hacerlo sino uníamos nuestras fuerzas, ese era el principal motivo por el que tratábamos de mantenernos en paz con los ejércitos. Mi primera orden había sido que ninguno de nuestros aliados, se metería en territorio de ellos y tampoco atacaría a los soldados, no podíamos arriesgarnos a tener una guerra con ellos, porque aunque sabíamos que no nos dañarían, pero nosotros no queríamos dañar a inocentes.
Mis padres habían aceptado nuevamente el cargo de ministros de la IISMFCMO. Estaba completamente segura de que no había personas más capacitadas que ellos dos, habían regido la organización durante más de veinticinco años, ellos podían con eso y más, a excepción de que las misiones ya no se trataban simplemente de perseguir a mafiosos, por qué eso significaba que nos perseguirían a nosotros, más bien se trataba de perseguir sólo a personas y criminales que atentaran en contra de la vida de inocentes, fuese con trata de personas, secuestros, extorciones, drogas y violaciones.
Miré a mi madre, era completamente imposible no pensar que su reaparición podía tener miles de contras, aun no habíamos eliminado a todos los seguidores de Schiavone y Lombardi, eso significaba que cualquiera que quisiera tomar represarías tendría en su lista a mis padres. No estaba completamente de acuerdo, pero ellos querían regresar a la vida y recuperar sus empresas, además de que su puesto como ministros implicaba ganar seguidores.
Y uno de los primeros pasos para conseguir el éxito era que ellos regresaron de la muerte, habíamos coordinado completamente todo el regreso, de manera que no corrieran peligro cuando se presentasen frente a la prensa, Eliel y el regente de la CIA estaban encargados de presentar a mis padres frente a la prensa, Mar y Mikaela, se habían encargado de hacerles un maquillaje realista para pretender mostrar que habían sufrido durante todo ese tiempo.
No había estado del todo de acuerdo con esa acción, preferiría que ellos siguieran en las sombras pero de cierta manera todos tenían razón, si queríamos mostrar una imagen de bondad y amistad, teníamos que hacer que mis padres regresarán a su legítimo puesto, aunque nuestro lugar de vivienda no sería modificado, esa había sido una de mis condiciones, no iba a permitir que mis padres regresaran a la Gran Ciudad donde yo no podría protegerlos durante todo el tiempo.
—Todo está listo—murmuró Eliel entrando a la pequeña habitación de hotel—. Nos espera toda la prensa...
—De acuerdo—murmuró mi madre con una pequeña sonrisa.
No podía evitar pensar que era ponerlos en peligro completamente, los estaba lanzando al ojo del huracán para que pudiésemos tener una alianza con los militares, dentro de la mafia yo podía protegerlos, pero sabía que una vez que ellos se convirtieran en militares, a pesar de nuestra alianza, todo cambiaría.
Me acerqué a mi madre y le deposité un pequeño beso sobre su frente, sabiendo que a partir de ese momento ella volvería a la vida al igual que mi padre, se pondrían en el frente de todos los ataques que iban destinados hacia mí y aunque odiaba ese hecho, habíamos declarado y hablado entre todos que era algo completamente necesario, por más que me negase a ello.
Aunque sabíamos que las redes militares en ese momento no eran fuertes como para acabar con nosotros, nosotros no teníamos la misma alma de demonio que Magnus o Massimo, nosotros éramos mejores personas y no íbamos a iniciar una guerra contra militares porque ese lugar había sido una vez nuestro, nosotros habíamos sido una vez militares y sabíamos lo que se sentía ser aplastados por la fuerza de la mafia.
—A partir de este momento yo ya no voy a poder protegerlos dentro de la mafia, siempre haré todo lo necesario para mantenerlos a salvo, pero ambos saben que a pesar de que vamos a estar aliados, vamos a ser de bandos diferentes—murmuré—. A pesar de que vamos a estar aliados ustedes no van a tener que rendirme cuentas a mí, lo que significa que tarde o temprano, sí vamos a entrar en guerra ustedes tendrán su propio bando.
—Por eso firmaremos el tratado—murmuró Eliel—. El día que lo hablamos, Su Majestad, el acuerdo fue que ninguno de nosotros va a atacar sin establecer una comunicación antes.
Asentí hacia el hombre sabiendo que estaba hablando con la verdad, mis padres no sólo regresarían como los ministros de la organización militar de la IISMFCMO, sino como los ministros del CMI, que reinstituirían al regresar. Por la tanto, esa alianza no sólo se firmaría con los ministros de las diferentes organizaciones militares, sino con todo el consejo militar.
—Tiene razón—murmuré—. Por favor, ellos son mi familia, aunque estemos en bandos distintos... así que cuídelos...
—Lo dices como si jamás pudiéramos volver a reunirnos, después de que nos reunamos y demos conocer que estamos vivos frente a la prensa, regresaremos a Sicilia contigo, no pienso perderme por nada del mundo ver a mi nieto crecer y volverse un hombre fuerte como su madre y su padre—murmuró mi madre abrazándome con fuerza—. Tranquila, mi niña, aunque eres mi dulce emperatriz de la mafia, sigues siendo mi hija y una madre siempre vela por sus hijos, además la decisión de tus hermanos fue quedarse del lado de la mafia, creo que después de todo ustedes heredaron los genes de nuestros antepasados.
Le ofrecí a mi madre un poco de confianza respecto a sus palabras, era completamente consciente de todo lo que implicaba su regreso a la vida, aunque oficialmente nunca se había dado la declaración de su muerte, por lo menos no en el mundo civil, era necesario que se aclarara el punto de que ellos seguían con vida.
Mi padre apareció por la puerta y nos estrechó a ambas entre sus brazos, dándonos la fortaleza que necesitábamos para dar el paso que nos llevaría a la alianza con los militares, aunque en el momento en el que ellos dieran la cara frente al mundo, pasarían a ser del mundo militar en lugar del mundo de la mafia.
—Tranquila—murmuró mi padre—. Nadie se atreverá a dañarnos sabiendo que somos los ministros y que nuestra hija es la emperatriz y señora de la mafia.
—Eso es lo que me preocupa—murmuré.
—Deja de preocuparte por nosotros, aceptamos este puesto porque sabemos que a pesar de que nuestras familias pertenecen a la mafia, nosotros siempre hemos sido militares y aunque tú te criaste en este mundo, tu mundo es la mafia—murmuró mi padre con una pequeña sonrisa—. Así que nosotros seremos los militares que protejan a nuestros hijos mafiosos y ustedes nuestros hijos mafiosos que no dejarán que nadie nos dañe, saben que esto es una formalidad para la alianza.
—Si no tuviera que volver a involucrarlos no lo haría—murmuré.
—Lo sabemos—murmuró mi madre—. Pero esta alianza nos beneficiará... vamos a protegernos mutuamente, amor.
—Sé que si—murmuré con una pequeña sonrisa.
Mis padres me estrecharon entre sus brazos, al separarse de mí ambos caminaron detrás de Eliel. Dejándome con una completa incertidumbre en mi corazón, honestamente no quería que ellos se pusieran al frente, por qué en caso de volver a entrar en una guerra, ellos eran las primeras víctimas que atacarían, porque sabían que eran mi mayor debilidad.
Mi esposo se adentró la habitación, interrumpiendo los pensamientos que comenzaban a atacarme de una forma realmente horrible, estaba agotada física y mentalmente por todo lo que estaba implicando eso, había pasado una semana desde la reunión con todos los líderes militares, pero eso no quitada el hecho de tener más y más responsabilidades.
—Deja de pensar en lo que es hermosa cabecita brillante está pensando—murmuró Conall —. Tus padres van a estar perfectamente bien, ellos rigieron la organización militar más poderosa del mundo durante más de veinticinco años, estoy completamente seguro de que no será diferente en esta ocasión.
—Mientras estén en mis dominios estarán a salvo, pero no puedo evitar pensar que estando en el mundo exterior y dando a conocer que siguen con vida, se están poniendo al frente—murmuré recargándome en él.
—No podemos evitar las decisiones de tus padres, tu padre no dudó ni un solo segundo en decir que él se haría cargo nuevamente de la organización militar, lo hizo porque quiere protegerte tanto como tú quieres protegerlos a ellos. Nadie se atrevería a dañar a los padres de la emperatriz de la mafia, sin olvidar que tus tíos y mi padre regresarán a las filas de tus padres, lo que significa que no estarán siempre desprotegidos... además, ellos no saldrán de Sicilia.
—Tengo miedo—murmuré—. No quiero volver a sufrir lo que ya hemos sufrido antes, no quiero ponerlos en riesgo ni aunque sé que incluso en la mafia, cuando yo soy la reina corren peligro, no puedo evitar pensar que corren más peligro siendo militares, porque no sólo tendrán enemigos por mí, sino por ellos mismos.
—Como ya te lo dije, no creo que nadie sea tan estúpido como para meterse con los padres de la emperatriz de la mafia, todos te tienen miedo y te respetan, incluso aquellos bastardos que no se quieren unir a tu reino, saben que meterse contigo es la muerte, ¿Por qué crees que todos están huyendo como cucarachas y ratas?
Solté una pequeña risa comprendiendo las palabras de mi esposo, tenía completa razón al decir que todos estaban huyendo como ratas al enterarse que mis tropas estaban en búsqueda de todos los que habían participado con ese par de bastardos, incluso el lazo más pequeño significaba la muerte porque yo no estaba perdonando absolutamente a nadie, y la única forma de que yo fuese mínimamente bondadosa con ellos, era dándoles una muerte rápida.
No estaba siendo compasiva con nadie y por supuesto que no lo haría si dañaban a mi familia, ya los había recuperado y no pensaba volver a perderlos, las palabras de mi esposo fueron un reconforte a mi cabeza atormentada, a mí mientras que sólo podía pensar en las desgracias que me habían acompañado durante toda nuestra vida. Sabía que Por Primera Vez la vida tenía que sonreírnos, darnos momentos de tranquilidad eternos.
—Lo entiendo—murmuré.
—Sé que lo haces, mi amor—murmuró con una sonrisa—. Como te lo prometí el día que nos casamos, no voy a dejar que nada vuelva a dañar nuestra familia y eso incluye a tus padres, así que aunque ahora se pongan al frente, te aseguro que vamos a protegerlos entre los dos y no dejaremos que absolutamente nada les haga daño.
—Gracias—murmuré.
—Soy tu esposo, es mi deber tranquilizarte—murmuró—. Ahora vamos, es necesario que estemos cerca por cualquier amenaza, aunque Eliel tapizo de militares la zona y Archie junto con Lev acordonaron toda la ciudad...
Solté una pequeña risa ante seguridad que nos estaban brindando nuestros hombres, no sólo estaban desempeñando un gran papel como nuestras manos derecha, si no también, protegiéndonos en todo momento como su cargo lo solicitaba.
Mi esposo dejó un suave beso sobre mis labios, antes de tomar mi mano y llevarnos a ambos afuera de la habitación. Habíamos coordinado toda una conferencia de prensa, en donde sólo ciertas televisoras civiles se presentarían, todas ellas habían recibido instrucciones claras de lo que debían hacer y aunque siempre había estado en contra de las noticias amarillistas, en ese momento era necesario que sólo se dejara ver una parte de la situación y por supuesto todo lo que dirían era una mentira.
Mi esposo y yo, nos colocamos en el palco segundo, detrás de una cortina delicada, a forma de que nuestros rostros no pudieran ser capturados por ninguna cámara curiosa, a pesar de que nuestras muertes no se habían dado a conocer en los medios civiles, mi rostro sí había aparecido como uno de los traidores, incluso en televisiones civiles, porque ese bastardo me quería arruinar desde cero.
Miré a Eliel aparecer en el palco de prensa, siendo seguido por un par de militares que ayudaban a mis padres quienes supuestamente estaban en sillas de ruedas, el maquillaje era realmente creíble, parecía que tenían cicatrices, incluso heridas frescas. Por supuesto que no sólo se daría a conocer el nombre de las personas que los habían secuestrado, sino también la buena noticia de que habían acabado con ellos, gracias a un ayudante anónimo.
Eliel había insistido en limpiar mi nombre y yo había aceptado sólo si se daba la oportunidad, no quería que todo se forzara y los civiles dejaron de confiar en mis padres e incluso en todas las organizaciones militares, aunque teníamos a casi todos los gobernantes de nuestro lado, sabíamos que unos cuantos aún estaban renuentes a nosotros, seguirán viéndonos como criminales y más con la idea que Massimo les había arraigado.
—Primero que nada gracias a todos por estar aquí—murmuró Eliel—. Me honra informar, que después de dos años y medio de búsqueda y trabajo inalcanzable de nuestras tropas militares, logramos encontrar y llegar al paradero de todas las víctimas de Magnus Schiavone y Massimo Lombardi. Algunas víctimas ahora están recuperándose en hospitales, y otras están siendo reintegradas a la sociedad con nuevas identidades y vidas. Sin embargo tenemos a dos personas que todos habíamos creído muertos, nos sentimos esperanzados al ver que están recuperándose después de toda la tortura que esos hombres les hicieron pasar.
Los flashes comenzaron a dispararse en dirección a mis padres, capturando sus expresiones y todo lo posible de sus rostros, seguramente para ser difundidas como lo habíamos solicitado, queríamos que todo mundo se enterara de su regreso, a pesar de que yo no estaba de acuerdo, todo mi equipo habría coincidido que era una buena idea, ellos necesitaban volver a la luz y volver al frente.
Los reporteros comenzaron a levantar las manos dispuestos a las preguntas, Eliel comenzó a ceder la palabra en las preguntas básicas que todos ellos estaban haciendo, preguntas en dónde querían saber más sobre la situación de mis padres.
—¿Dónde fueron encontrados?
—Ellos fueron rescatados de una isla privada al norte de Irlanda, es una isla fuera de cualquier mapa y gracias a la tecnología que estos hombres poseían era imposible de ser rastreada hasta que no los encerráramos.
—Sobre ese último punto ¿Ellos están pagando una condena o se nos está ocultando alguna verdad?
—Como se los dijimos a sus agencias cuando solicitamos que se presentarán a esta conferencia de prensa, no se les va a ocultar absolutamente nada. Recibimos la ayuda de un ejército anónimo, a pesar de que no tenemos idea de la procedencia de este, sabemos que estaban a nuestro favor y que estábamos luchando por un objetivo en común—murmuró Eliel—. Nuestro plan principal era capturarlos y juzgarlos como era debido, pero este ejército se nos adelantó y acabó con la vida de estas personas.
—Nunca se dieron a conocer los rostros de Magnus y Massimo—murmuró una de las reporteras—. ¿Cómo se está completamente seguro de qué están dos metros bajo Tierra? No pudimos evitar pensar que son criminales y los criminales nunca mueren, parece que son inmortales.
—Estamos completamente seguros de que ellos dos fueron eliminados de la ecuación, no debemos estar preocupados por ello, después de todo esto era lo que intentábamos lograr con la captura, la única información que podemos dar referente a su identidad es que Massimo Lombardi, fue alguien a quien incluso civiles tenían en un pedestal—murmuró Eliel—. La prueba son los señores Kim Rossi, quienes sufrieron a manos de estos hombres, fueron torturados durante dos años y medio, hasta que fueron rescatados por este mismo ejército del cual nosotros no tenemos completo conocimiento.
—¿Cómo se supone que debemos confiar si no conocemos a este ejército?
—Creo que en estos momentos, después de una guerra a la que se enfrentaron mafias y ejércitos, lo único que nos queda es confiar en que ha acabado todo, no importa quien jalo el gatillo final, lo importante es que ellos no volverán a ser una mancha para nuestra sociedad y que sobre todo tendremos la seguridad de que no volveremos a peligrar en manos de estos dos.
—Señores Kim Rossi ¿Tienen idea de donde se encuentran sus hijos? Keylani fue tachada como criminal altamente buscada y peligrosa ¿Qué tienen que decir al respecto?
—Todas esas afirmaciones son negativas—murmuró mi madre—. Nuestra hija es completamente inocente de los cargos de los que fue acusada, creo que no deben olvidar que Massimo Lombardi, quién es todos tenían en un pedestal como si fuese un héroe, en realidad era uno de los villanos principales que estaba apagando la luz de nuestro mundo. Así que les voy a suplicar que no manchen el nombre de mi hija, nosotros en cuanto nos recuperemos iniciaremos con una búsqueda privada de ella, no estamos dispuestos a perderla y sabemos que si está viendo esto entenderá que no importa lo que haya ocurrido, siempre tendrá un lugar en casa.
Todos estallaron en aplausos ante la declaración de mi madre, de esa manera estaba limpiando mi nombre aunque no se comprobaba absolutamente nada, sin embargo servía mínimamente para calmar las turbulentas aguas y no dejarme como la villana. Entre los civiles se había extendido el rumor de que yo era una traidora a mi nación, pues supuestamente tenía lazos con Magnus Schiavone, no había sido una versión muy diferente a la que se le había dado mis tropas o a los pocos que se habían mantenido de pie después de mi caída.
Las preguntas continuaron durante una hora completa, todos tenían curiosidad de saber qué era lo que mis padres habían vivido en su supuesto infierno y en cierto punto llegué a preguntarme si todo aquello era una simple estrategia o sí realmente todo el tiempo que habíamos estado separados, sentían que así había sido su vida.
Cuando todos terminaron de hacer sus preguntas, había demasiada conmoción en la sala, era de esperarse pues la historia que ellos se habían inventado realmente llegaba al corazón, no podía creer todo lo que supuestamente habían venido, pero al parecer tanto los medios como los civiles podían creerlo.
—Bien, nuevamente agradecemos su presencia en esta conferencia de prensa, agradecemos su proximidad y su solidaridad con nuestras víctimas, suplicándoles a todos prensa y civiles, que no busquen información de los que han sido reubicados para comenzar una nueva vida, todos ellos han sufrido atrocidades, pero estamos completamente seguros de que con nuestra nueva alianza entre militares, todos estos daños que fueron causados por verdaderos criminales, serán eliminados completamente—murmuró con una sonrisa tranquila.
Solté un ligero suspiro cuando vi que mis padres se alejaban siendo empujados por los soldados que los custodiaban, me puse de pie inmediatamente junto con mi esposo y ambos caminamos con dirección a la sala de conferencias del hotel en donde se había llevado a cabo la conferencia de prensa.
Cuando entramos todos los militares se encontraban eufóricos por lo bien recibida que había sido esa conferencia, sin embargo como ya me estaba acostumbrando, todo mundo se puso de pie en cuanto cruzamos la puerta y me dedicaron una respetuosa reverencia, como si realmente perteneciese a la familia real.
—Ya les dije que dejen de hacer eso—murmuré riendo.
—A la mujer que elimino a las escorias más grandes del mundo se le deben mil reverencias—murmuró uno de los hombres.
Sonreí en su dirección comprendiendo las palabras, ellos no me respetaban por mi cargo como reina de la mafia o emperatriz como ellos me habían nombrado, sino porque con mis manos había eliminado a los hombres que habían estado haciendo imposible la vida en la Tierra, porque ellos tenían control sobre todo, sobre militares, gobernantes, civiles y mafia. No para protegerlos, sino más bien para enriquecerse de ellos y de su poder.
—Se los agradezco—murmuré con una sonrisa sincera—. Acabé con ellos para que el mundo estuviera en paz, pero también lo hice de una forma egoísta, porque estoy segura de que todos a los que les causaron daño querían meterles una bala en la cabeza.
—Creo que todos nos conformamos con saber que ya han sido eliminados de la faz de la Tierra.
Solté una pequeña risa mientras me sentaba al lado de mis padres, todos los hombres ocuparon el lugar que les había sido asignado alrededor de la larga mesa. Habíamos aprovechado el momento de esa reunión, para hacer la firma oficial del tratado de paz entre mafia y militares, por lo menos la mafia que pertenecía a mí, todo mi reino.
—Como lo acordamos en la última reunión, el día de hoy se llevará a cabo la firma oficial del tratado de paz—murmuró Eliel—. Así como la restitución de la IISMFP (Intelligence international Secret Military Force for Protection) por parte de los Ministros Arisbette Rossi Lee y Hunter Kim Bashkirtseff. Quiénes también, recuperarán su puesto como ministros superiores del CMI. Creo que todos estamos de acuerdo qué son las personas indicadas para llevar las riendas de la organización militar que se convertirá en la más poderosa del mundo, no sólo porque tendrá a militares de alta experiencia, sino también porque tendrá el apoyo de la emperatriz de la mafia Keylani Rossi Kim.
—Con la firma de este tratado, no sólo seguiremos las alianzas presentes, sino también las futuras para evitar una guerra en la que se pierdan vidas, como ya lo dije en nuestra primera reunión, mis únicas exigencias, son que se tomen en cuenta mis decisiones y que los militares no intervengan en mi reino a menos que yo lo solicité—murmuré.
—El tratado de paz entre mafia y militares, nombrado el Eden di rose, será firmado el día de hoy y para mantener la legitimidad y a su vez La Paz entre nosotros, este tratado deberá ser renovado cada veinte años o en su caso, cada que alguno de los firmantes sea relevado. Como primera firma, serán los ministros Arisbette Rossi Lee y Hunter Kim Bashkirtseff de la IISMFP y la emperatriz de la mafia Keylani Rossi Kim y el rey de la Bratva Conall Nikolaev Harrison—murmuró Eliel—. Todo el consejo internacional y el colíder del Sacerdozio, Vincenzo Rossi, son testigos de dicha firma.
Solté un suspiro cargado de ansiedad, al ver el pergamino con todas las leyes que habían pasado en la última reunión, era realmente conservador firmar un papel de ese estilo, sin embargo sabíamos que era algo que permanecería durante cientos de generaciones, porque ese tratado que estábamos haciendo no era simplemente para que fuese olvidado durante unos años, era para que se conservara y todos lucharán por una misma causa.
Mi madre levantó la mirada enfocándome en sus ojos ámbar, con ese fuego que siempre me había llamado la atención porque era realmente hermoso y hacía sentir a mi corazón completo, incluso cuando todo a mi alrededor se volvía una completa nebulosa. Asentí, en señal de que estaba de acuerdo en que firmaremos, porque estaba completamente segura que eso sería beneficioso tanto para mi gente como para todo el mundo, porque en ese momento no solo era una mafiosa, también era la chica que había sido criada en un mundo militar y como mi mantra siempre lo había dicho.
<< El mundo es mi lugar, la milicia mi hogar>>
—Con una firma de sangre se sellará este tratado, sabiendo que incluso para militares y mafiosos, un tratado firmado con sangre es sagrado—murmuró mi nonno—. Deben pinchar su dedo con la pluma, extraer una gota de sangre y realizar su firma, quizás para algunos sea demasiado conservador, pero todos sabemos que es un sello sagrado y que la ruptura de este conlleva a una condena de muerte.
Eliel colocó cuatro cajitas largas frente a nosotros. Conall fue el primero en destaparla y yo lo seguí, era una pluma con la punta de una aguja, lo que servía para abrir ligeramente la piel y extraer la sangre. Ese tratado realmente cambiaría las cosas, no solo para los militares, sino también para todos los mafiosos.
Mi mano tembló ligeramente cuando corte mi dedo índice, dejando que la gota de sangre llenara completamente la pluma. Mi esposo y mis padres siguieron mi acción, listos para firmar el pergamino que contenía todas las leyes sagradas que nos regirían gracias al tratado de Eden di rose, di una rápida leída para grabarme todo lo que contenía ese pergamino, asegurándome de que todo lo que habíamos acordado en nuestra reunión anterior estuviese escrito. Yo me haría cargo de los traidores de la mafia, pedófilos y violadores. Ellos de los contrabandistas, rescates y protección a civiles.
Levanté la mirada, viendo a mis padres, dispuestos a firmar para crear ese tratado de paz. Ellos tenían la misma intención que yo, queríamos proteger a los más vulnerables, yo queria sangre y ellos paz, pero de cualquier manera estábamos tras un mismo objetivo, eso era lo que nos unía, además de la intención de mantenernos a salvo unos con otros.
Mis padres fueron los primeros en firmar, demostrando el poder que en ese momento estaban volviendo a tomar, aunque aún quedaba mucho camino por delante para reconstruir el ejército, sabíamos que con trabajo lo lograrían y Claro que yo patrocinaría cualquier construcción. Mi esposo fue el tercero en firmar, dejando su hermosa firma plasmada en el lado derecho del pergamino.
Cuando llegó mi turno miré a todos los que estaban a mi alrededor, los ojos negros de mi padre y los ámbar de mi madre se conectaron con los míos, dándome la seguridad que necesitaba, para saber que estaba haciendo lo correcto, tanto como ex militar como reina de la mafia.
La mano que mi esposo tomó la mía por debajo de la mesa, dándome incluso más seguridad de la que era necesaria, por qué en ese momento me estaba haciendo la promesa de que al firmar ese tratado, estaríamos completamente a salvo y por fin la vida que tanto habíamos estado esperando, estaba justo frente a nosotros.
Cerré los ojos y al abrirlos, deslicé la pluma con agilidad y delicadeza sobre el pergamino, sellando con mi firma un tratado que no sólo estaba salvando a mi gente, sino también a todos los civiles y todos los vulnerables por los que siempre había luchado.
—Con el vínculo sagrado de la sangre, un tratado ha sido sellado hoy, teniendo en cuenta que quien lo rompa no sólo será perseguido por todos los pertenecientes a este lugar, sino que también cargará con una maldición que todos conocemos al romper una promesa de sangre sagrada—murmuró mi nonno.
Eliel fue el primero en comenzar a aplaudir, mientras uno de los miembros del CMI alcanzaba una botella de champagne y la abría, señal de un festejo, porque todos sabíamos que esa alianza y ese tratado de paz nos beneficiaba, todos estaríamos a salvo si se respetaba y al unir fuerzas para perseguir un mismo objetivo, nos volveríamos más y más fuertes.
Pero sobre todo, la tranquilidad me embriago, porque supe en ese instante que sin importar absolutamente nada, mi familia estaría a salvo. La protegería.
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¿Esperaban esta unión?
¿Qué creen que ocurrirá?
¿Estamos preparados para su final feliz?
¡Hola, muñequitos! ¡Este fin de semana tenemos un maratón! ¿Están listos?
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